En estos días los viandantes de algunas ciudades españolas
hemos sido testigos de una singular campaña a favor de la infidelidad. El
cartel del anuncio se abría con la pregunta: ¿Estás casada? y a la vez animaba
a revivir la pasión y proponía, directamente, tener una aventura. El mensaje
publicitario lo completaba la imagen de una sonriente mujer que abrazaba por
detrás a un apuesto joven.
La empresa que está detrás de la campaña es una página de
contactos, www.victoriamilan.es,
especializada en relacionar a casados para que tengan sus rollitos de forma
anónima y confidencial. Otra vez el velo de la hipocresía: “anónimo y con
secretos de por medio”.
La primera conclusión que podemos obtener, lectores amigos de este humilde blog www.corneador2011.blogspot.com,
es que este anuncio vuelve a descubrir la realidad de que muchas mujeres
casadas necesitan revivir la pasión que a veces se adormece por el transcurso
del matrimonio o de la tediosa relación en pareja. La mujer necesita más,
aunque los hombres parezcamos a veces los insaciables.
Esta web contribuirá a aumentar el número de cornudos que ya
es considerable en estos tiempos y sin necesidad de publicidad. A ninguno de
los que estamos en esto se nos escapa que hay un numeroso rebaño de terneros engañados
esperando a que su mujer les corone a nada que tenga la más mínima oportunidad.
Ante esta inevitable realidad, mi consejo es que las esposas
con ganas, hablen directamente con sus maridos de su necesidad y que les hagan
entender que es mejor para ellos ser cornudos consentidores que engañados. Y
vosotros, amigos terneros que empezáis a sospechar, no esperéis a que la
realidad os estalle en la cara, dar el primer paso, busca un corneador y
facilita el desahogo de tu mujer. Así, tendrás la dignidad de que supuestamente
eres tú, amigo cornudo, el que controla esta situación. Además, tu esposa o
novia valorará la predisposición que demuestras al facilitarle su placer y no
serán necesarias mentiras que más tarde o temprano se convierten en verdades
dolorosas.
Mensaje para parejas que huelan su crisis relacional: poner
un corneador en vuestra vida. Tu mujer recuperará la pasión perdida y tú
estarás tranquilo de no ser engañado de mala manera. Es más, si te portas bien,
seguro que encuentras placer actuando de mamporrero y viendo como tu mujer se convierte
en una esposa suelta, abierta y feliz, pero eso sí, con tu consentimiento.
No es lo mismo ser cornudo ignorante que consentidor.