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Las sonrisas de la esposa de mi amigo


Por exigencias de los protagonistas, hemos procedido a eliminar las imágenes y agrupar todos los textos en una sola entrada. Ojo, la imagen no es una foto, es una reproducción de la obra pictórica: “el origen del mundo”,  de Courbet. Un cuadro que tiene una historia parecida a este caso. El cuadro fue censurado y se tuvo que eliminar la cara de su protagonista. Las entradas agrupadas son las siguientes y están publicadas por orden de aparición. Obviamente sólo se mantienen los comentarios de la primera entrada, el resto también han sido eliminados. 

Las sonrisas de la esposa de mi amigo (18.07.2012)

“Es increíble la sensación de ver a tu esposa con otro hombre” (03.10.12)

Hola Alberto, te cuento que al fin el sábado mi esposa cogió con mi amigo de 25 años delante de mi... (27.12.12)







Las sonrisas de la esposa de mi amigo (18.07.2012)

“Una verdadera belleza… me encanta su sonrisa, estoy seguro que una mujer que sonríe de esa manera tan bella debe tener una rajita del coño igual de preciosa y sonriente”.

Esta es una parte del correo que le envié a este amigo después de ver las fotos que me había enviado de su mujer. Os puedo asegurar que no eran fotos subidas de tono ni en situaciones arriesgadas, eran normales, las que un marido hace a su esposa, en casa, en vacaciones… imágenes sencillas pero que en este caso trasmitían una sensualidad especial. Es lógico que este amigo arda en deseos de conseguir su objetivo: convertirse en un cornudo consentidor y compartir con otros el placer de follar a su mujer… un placer así no puede ser privativo de un solo hombre, máxime cuando este aspira a ser un auténtico cabrón consentidor. 

Siempre que veo la sonrisa en la cara de una mujer, me pregunto cómo será su sonrisa vertical. Por lo general no coinciden, suelen ser sonrisas distintas, pero sí es cierto que cuando una mujer tiene una bella sonrisa en la cara también la tiene entre sus piernas. La primera vez que vi a la protagonista de este testimonio no dude ni un minuto en imaginarme una amplia y cálida sonrisa vertical. No me equivoqué. Con su marido llevo carteándome desde hace meses, he visto fotos de todo tipo, videos, me ha contado sus pensamientos, le he preguntado… En definitiva, hemos llegado a un grado de complicidad que me ha permitido elaborar y publicar la siguiente entrada. No puedo dar muchos detalles de ellos, su situación y la ciudad en la que viven lo impiden. El lector inteligente podrá leer entre líneas y comprender mucho mejor el por qué de ese anonimato. Eso sí pido disculpas por privaros del inmenso placer de contemplar los ojos, la boca, la sonrisa de la esposa de mi amigo.

Principios de 2012, un seguidor del blog me envía este correo. 
Siempre me ha excitado compartir a mi esposa. Por eso, cuando vi su blog, me interesó bastante. Tengo 41 años, mi esposa 33. Desde hace tiempo he estado convenciéndola para que dé el paso y ahí vamos, poco a poco. Les cuento mi historia.

Conocí a mi esposa en 2001, fue mi segundo matrimonio... Antes de conocerla yo era muy celoso, bastante diría yo, pero cuando empezamos a salir, en el proceso de conocernos, empecé a indagar sobre su pasado, sus novios, sus exparejas, su primer beso, en fin sus primeras experiencias. Ella era muy franca y de a poquitos empezó a contarme lo que yo le preguntaba, al principio tenía la sensación que ya conocía de los celos, pero si ella me detallaba como era un beso con un ex novio, mi pene reaccionaba inmediatamente, así me di cuenta que me excitaba escuchar los relatos...


A mí se me hizo vicio, cada vez quería saber más detalles, quiénes habían estado con ella, qué le habían hecho; de esos relatos los que siempre me gustaron más fueron dos. El primero fue cuando era virgen y le gustaba un compañero de estudios, alto y delgado, se fueron a la casa de él y se desnudaron, cuál sería su sorpresa, cuando se encontró un pollón enorme (el más grande que ha visto en su vida según me ha confesado), el cual con gusto se comía para luego masturbarlo con crema, quedando sus manos lefadas, a la fecha dice que no se dejó follar, porque como era virgen le daba miedo ese pollón, pero aún suspira por esa polla que se perdió su chochito, ja ja…

En esa misma época, empezó a frecuentar un gimnasio, ahí rápidamente fue detectada por un instructor, pequeño pero grueso como un toro. El empezó a seducirla, decirle que quería darle lechita, que un culo así merecía una buena follada… Esto provocaba en ella una gran excitación y el deseo de provocarlo, por lo que usaba minúsculos leotardos, tan ceñidos que su rajita se veía perfectamente… Un sábado tuvieron su primera cita, se fueron por ahí a comer algo y cuando volvían le propuso que pasaran al gimnasio, ahí mismo la folló en el suelo y en las máquinas para hacer pesas, pues como el instructor era tan fuerte, se lo podía hacer como quisiera, sin problemas… Era un follador incansable y le podía hacer la faena durante horas sin problemas…Estos relatos con todo lujo de detalles me excitaban mucho y me hacían fantasear en cómo se vería ella cogida por otro hombre, así nació mi gusto por este fetiche que todos compartimos...


Estas fantasías se las contaba a ella, cuando teníamos relaciones o cuando teníamos algún contacto sexual y notaba como se excitaba cada vez más con mis relatos. Por ejemplo, teníamos la costumbre de ir a un mirador desde donde podíamos ver la ciudad, cuando íbamos subiendo, ya ella conocía donde me podía bajar el pantalón para poder meterse mi polla a la boca, al mismo tiempo que yo le tocaba la rajita y el culo, mientras yo seguía manejando le decía como me gustaría verla poseída por más de un hombre, esto la ponía a mil, pues sus mamadas se hacían más fuertes y desesperadas… Ella seguía pegada a mi polla, mientras yo manejaba hasta que llegábamos al mirador, donde nos quedábamos un rato, mientras nos tocábamos y besábamos, hasta que emprendíamos el viaje de regreso y ella de nuevo con mi polla en su boca, mientras yo manejaba… Hasta que le dejaba toda mi lefa en su boca, la cual se tragaba hasta su última gota…


Así pasó el tiempo hasta que nos casamos unos dos años después... Ella trabajaba en un empresa en la capital, y al año de estar casados, pasó por una época donde tenía muchas actividades a deshoras en el lugar de trabajo, también notaba yo que usaba la ropa íntima más sexy que tenía cuando iba a trabajar (yo le preguntaba por qué usaba esa lencería tan pequeña y sexy y ella me decía que porque le gustaba sentirse bonita con ella). Cuando teníamos relaciones eran muy ardientes, yo le seguía diciendo mis fantasías y ella cada vez que oía que yo le decía que la quería ver con otro hombre, se venía en un orgasmo descomunal.... Así pasamos un tiempo, hasta que me contó que le gustaba un compañero... Yo la indagué un poco y me contó que el compañero no le seguía el juego y que se sentía mal y deprimida por eso... Así le empecé a dar consejos, para que lo sedujera... Así hablábamos horas, sobre la forma que ella podía conquistarlo... Así pasó un tiempo, hasta que un día que teníamos relaciones, me confesó llorando que si había tenido sexo con el y que eran amantes... No te imaginas mi polla, se me quería reventar de la excitación... Así que luego que se tranquilizó, le pedí que me contara detalles. El amante era un compañero de ella, de una posición importante en la empresa, menor un año que ella, más alto que yo y fornido, es decir el típico toro. Ella había coqueteado con el varias veces, hasta que decidieron salir y ya en su primera salida parquearon el auto en un lugar tranquilo y se empezaron a besar, ella se abrió la blusa para que le tocara las tetas, mientras ella le tocaba la polla, luego le metió uno de sus enormes dedos en la concha y ella del placer de recibir un dedo que más parece una polla, casi se viene de la sensación. Ella luego lo mamó y lo excitó mucho, pero le pidió que lo dejaran así ese día...

Luego de eso, si tuvieron varias relaciones, a veces llegaban al motel y el la alzaba y la penetraba y se la llevaba así clavada a la habitación... Ella lo mamaba y lo dejaba que terminara en su boca y tragaba su leche. También le dio el culo (de hecho el día después yo le mamé el culo y se lo sentí bastante más abierto de lo normal, lo que me excitó muchísimo) Esta relación en realidad duró poco porque su compañero no quiso seguir, a ella le dio una depresión de la cual yo la ayudé a salir con mucho amor, porque el que me pusiera los cuernos fue lo más delicioso en sexo que me ha pasado, incluso les puedo comentar que yo lo conocía y hablábamos sin problemas. Desde entonces trato de que lo vuelva a hacer, pero ella como se enamoró de su amante le ha dado miedo. Hasta ahora está contemplando la idea de nuevo, fantaseamos mucho y llegamos al trato de que ella se puede hacer de un amante y si quiere luego podemos hacer un trío.

 
Algunas semanas después, responde a alguna de mis preguntas 
“Te puedo asegurar que la chupa muy bien, no le hace ascos, le pone empeño, le gusta ensalivarla y si debe tragar leche, lo hace sin complicaciones... Veamos que te parecen estas fotos”.

Extractos de algunos correos recibidos entre abril y mayo 
"Tu zorrita, mi esposa, está muy bien, ha adelgazado un poco por el asunto de la natación y ya sabes lo que eso motiva a las mujeres. No me molesta para nada, como buen cornudo que soy, sabes lo que me excita que otros hombres la deseen".
"El sábado y el domingo la surtí bastante bien, además, como te comenté, cada vez le refuerzo más que quiero verla con otros hombres y que me gusta para nosotros ese estilo de vida alternativo. Ella está muy clara y le excita el asunto. Qué daría yo porque me acompañaras en su ración de lefa".
"Alberto, qué gusto saber de ti… Espero con ansias ver mi experiencia publicada y las fotos, aunque me preocupa un poco que se le pueda reconocer, pero confío en tu buen hacer. Te fallo con el papel escrito sé que ella nunca estará de acuerdo, bueno, al menos de momento..."



"Te tengo muy buenas noticias... Hace un mes, ella decidió dar un paso adelante, ha decidido que se quiere liar con un macho y ha estado en contacto con 3... Aunque aún no me ha montado los cuernos, pues ha estado hablando con ellos y cachondeando, lo que es un gran avance".
"De los tres, tengo puestas mis esperanzas en uno que parece un buen corneador, es fuerte, bien educado, con buen cuerpo y está muy interesado en cogérsela. Ella de momento se comunica con el por correo y por teléfono para ir conociéndose..."

Correo de 12 de julio de 2012 
Date: Thu, 12 Jul 2012 23:54:18 +0200
Subject: BORRADOR entrada
From: corneador.toro@gmail.com
To: XXXX@hotmail.com
Hola Alberto, me encanta como lo redactaste, excelente la introducción...
De momento no la ha enrabado, pues el salio del país, pero estuvieron hablando por teléfono, y las cosas marchan muy bien, ella anda bien caliente e incluso sigue hablando con un amigo mío al que también calienta mucho...
Además ella no descansa y le puso el ojo a un nuevo compañero de trabajo que le gusta mucho... Como podrás ver, mi bella esposa está deseosa de otras vergas...
Cuando la enraben, no dudes que te contaré inmediatamente... Te puedo decir que mi verga está como rejuvenecida, y la rajita de ella, cuando la toco y ha estado hablando con alguno de sus posibles corneadores, se moja increíblemente...
Saludos y muchas gracias por tu ayuda...
Pregunta final... Crees que es mejor que tenga varios corneadores? A mí me parece que si... Para evitar sentimentalismos...


Mi respuesta
Amigo, en tu caso, una cosa es lo que tú quieras y otra lo que tu mujer prefiera. Me parece que tu mujer opta por centrarse en un solo corneador. No he pasado por alto que ella en algunas ocasiones siente cierto encariñamiento con el corneador de turno. Esto es normal en esposas sensibles y que consiguen cierta complicidad sentimental con el corneador. Aquí también interviene el tipo de corneador que se trate, ya sabes que los hay más físicos que son los que dan rabo sin piedad y sin pararse en sentimentalismos y los que van más en plan psíquico, con estos últimos se puede dar con más facilidad ese sentimentalismo que dices.
En cualquier caso, lo que tienes que hacer es probar. Es decir, que una temporada esté con un corneador con el que la complicidad de tu mujer supere lo estrictamente físico y otra temporada que ella alterne en su cama a varios corneadores, llegando incluso a realizar un trio o cuarteto con dos o tres corneadores a la vez.
Ahora bien, me tienes que reconocer que en ambos casos, esa mezcla de celos con el placer de ver o saber que tu esposa está en brazo de otros hombres, que pueden ser mejores o peores que tú, es una chispa más de esta práctica.
Seguiremos trabajando en este tema y aprovecho para dejar la pregunta abierta para que haya comentarios de nuestras lectores y lectores al respecto.



¿CREEN USTEDES QUE UNA ESPOSA DEBE TENER UNO O VARIOS CORNEADORES A LA VEZ CON EL FIN DE EVITAR QUE HAYA OTRO TIPO DE EMOCIONES A PARTE DE LA PURA JODIENDA?

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“Es increíble la sensación de ver a tu esposa con otro hombre” (03.10.12)

Seguro que reconocéis a esta belleza. Hace unas semanas publicamos en el blog los correos que intercambié en el último año con el marido de esta maravillosa mujer: “Las sonrisas de la esposa de mi amigo”. En estos correos mi amigo me comentaba los primeros pasos de su mujer en el proceso de su emputecimiento y como él se empezaba a sentir satisfecho por coronarse unos cuernos consentidos. Bien, si recordáis, en aquellos correos la situación se quedó un poco abierta… Han pasado unas semanas y han ocurrido cosas. Os incluyo a continuación los correos de mi amigo contando los avances de su esposa y alguna de las fotos. Espero que disfrutéis del proceso y las imágenes. 

01 de agosto 2012. “Ya puedo lucir una mejor cornamenta” 
Hola Alberto, espero estés bien, finalmente me pusieron unos hermosos cuernos, voy a hacerte el relato, espero que lo disfrutes tanto como lo disfrute yo. Eso sí, yo no estuve presente, pero te contaré todo lo que ella me contó y lo que hicimos!

Mi mujer se ha tomado bastante en serio su condición de hotwife, se esmera más en la forma de vestir, usa más vestidos y enaguas, se compró ropa íntima deliciosa y lo mejor de todo es que ha coqueteado activamente con varios hombres. De ellos, yo le había presentado un posible corneador, con el que ha estado hablando por espacio de dos meses. Luego de un primer intento infructuoso, ayer quedaron en una cita. 

Ella me llamó a las 6 de la tarde, para decirme que se iba a ver con él, por lo que yo me fui a la casa a esperar, te he de decir que yo estaba bastante ansioso, pero excitado...

Como a las 8:45 de la noche llegó a la casa, andaba vestida realmente deliciosa, se veía hermosa, una blusa roja de manga larga, una enagua azul ceñida al cuerpo, sobra decir el culo que se le veía, bien peinada y maquillada, además con uno de sus mejores perfumes...

Luego de saludarla, me abrazo ansiosa, entre nerviosa y excitada y le pregunté que cómo le había ido y me dijo "me cogieron", como podrás imaginar eso me excitó terriblemente...

Y me pidió que le hiciera el amor, que ella era mía, que me necesitaba...

Yo metí la mano entre sus piernas, para sentir su vagina y la hice quitarse la ropa, andaba un juego de sostén y tanga de hilo rojo de encaje, realmente se veía deliciosa... La senté en un sillón, con las piernas completamente abiertas, en zapatos de tacón rojos y le corrí el calzón, ahí pude notar sus labios desacomodados, inflamados, se notaba que había sido penetrada...

Le empecé a mamar la raja y le pedí que me contara detalles, al mismo tiempo me pidió que le metiera un dedo para que le acariciara el punto G fuertemente... Mientras le hacía esto y la sentía muy mojada, ella empezó su relato...

"Ella y su amante, llegaron al motel, donde el la besó por primera vez, pasándole la lengua por toda la boca… El se fue al baño y ella se desnudó, quedando nada mas en ropa íntima, fue donde él, para que la viera, ante lo cual el dijo que se veía deliciosa y que tenía un culo riquísimo… 

Fueron a la cama, él la puso contra un espejo y le empezó a mamar la raja, luego la puso en 4 y la siguió mamando, al tiempo que ella le pidió que le metiera los dedos y le acariciara el punto G…

Estuvieron así un rato con varios dedos en su coño, hasta que cambiaron y ella le tomó la polla y lo empezó a mamar…El aprovechó para follarle la boca fuertemente….”

Mientras me contaba esto, yo la seguía mamando, estaba muy mojada y los movimientos de su cadera eran super fuertes…. Hasta que se vino en un fuerte orgasmo que sentí en las contracciones de su vagina alrededor de mi dedo… Cuando saqué mis dedos de su coño, cayeron al suelo 4 goterones de su lubricación, lo que quedó en mis dedos me lo comí golosamente…

Me pidió que la penetrara, me senté y ella se sentó a horcajadas sobre mi verga, al mismo tiempo que seguía su relato…

“El se acostó en la cama y ella se subió y se clavó la polla, al mismo tiempo los dos se empezaron a mover vigorosamente, moviendo sus caderas de arriba abajo pegando los pubis mientras su verga entraba y salía…

Así estuvieron un rato hasta que cambiaron de posición, en misionero… “

Al mismo tiempo ella estaba sobre mi y se movía como desesperada hasta que tuvo un segundo y tercer orgasmos…

Luego la puse en 4, apoyada contra el sillón con una pierna en el respaldar, sacando su delicioso culo, le di con ganas, mientras ella me pedía que le diera la leche, terminé en un orgasmo delicioso.

Ahí se sentó desnuda y continuó su relato de la cogida con su corneador…

“Luego de estar ella sobre el un rato, cambiaron de posición y pasaron al misionero, el dándole con todo, tanto que estaba bañado en sudor y este sudor caía sobre ella… Ella mientras tanto masajeaba su clítoris con su mano, hasta que tuvo su orgasmo y el le estuvo dando hasta que terminó dentro de ella…

Luego de esto él se bañó y luego ella, el debía irse, porque lo esperaba su pareja oficial… Se fueron en el carro, se metieron un poco de mano y se despidieron.”

Cómo primera experiencia, no me parece la mejor, pero es la que nos ha abierto la puerta a este mundo fascinante, donde ya puedo lucir una mejor cornamenta…

Saludos estimado amigo 


08.08.2012 “Queremos un corneador que se la quiera coger regularmente” He contactado a otro chico, este si tiene experiencia como corneador, he quedado con el de presentarle a mi mujer más adelante, porque el que se la cogió la semana pasada, se desapareció... Esto la ha molestado un poco, porque ella deseaba más contacto... 

Cómo experiencia vale, pero no le pegó la cogida que realmente ella quería y merece...Los hemos llegado a la conclusión que queremos un corneador que se la quiera coger regularmente y que en determinado momento haga un trío con nosotros... 


También he tenido como conclusiones que no me interesa que el corneador me humille (no me es excitante y a ella tampoco le parece), hay una satisfacción más allá de lo sexual en dejar que otro se coja a tu mujer y finalmente entre más zorrita sea ella, más se disfruta...

En sus propias palabras, "no fui suficientemente puta"....

Saludos! 


02.09.2012 “es increíble la sensación de ver a tu esposa con otro hombre”
Hola Alberto, cómo estás, te cuento que mi esposa está en este momento en un motel con un nuevo corneador que conseguimos, este tiene experiencia en tríos (HMH, y MHM) y gangbangs. Tiene dos semanas de estarla calentando y parece un buen toro... Ella ha andado desesperada por probar su verga, pues imagina tienen apenas dos semanas de conocerse por facebook. El la quiere ir llevando al mundo de los tríos... Imagina hasta hizo que se masturbara frente a la portátil por primera vez para ella mientras chateaban. Espero que cuando venga esté bien cogida para chuparle el coño... Te debía unas fotos, así que aquí te las paso, dime que te parecen...

Es increíble la sensación de saber que tu mujer está con otro macho, ella ha tomado a la perfección el papel de hotwife porque desde que decidimos dar el paso, ha coqueteado activamente al menos con 6 machos, teniendo con algunas comunicaciones por móvil bastante candentes...

Saludos 


07.09.2012 “El rabo del corneador es más grande que el mío” Hola, Alberto, este toro, realmente sabe hacer su trabajo, ya la tiene casi convencida para hacer un trío con el y una amiga aparte de un trío entre el, ella y yo... El ha cumplido a cabalidad, se la cogió el sábado, estuvieron juntos unas 4 horas, tiempo durante el cual le dio su rabo (el que de paso es más grande que el mío). Ella se vino unas tres veces y quedó encantada, de hecho ya le pidió que quiere repetir la faena con el antes de pensar en el trío...



Y aquí dejo la pregunta para vuestra reflexión. El marido cornudo debe buscar y elegir el mejor corneador para su esposa, es decir, debe tener un papel activo en la elección de los corneadores. O, debe ser la esposa la que zorreé por su cuenta y una vez haya encontrado al corneador o corneadores, presentárselos a su marido como un hecho consumado. Gracias por vuestros comentarios.


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Hola Alberto, te cuento que al fin el sábado mi esposa cogió con mi amigo de 25 años delante de mi... (27.12.12)

¿Recordáis las dos entradas que nos envió mi amigo J.I.? “Las sonrisas de la esposa de mi amigo” y “Es increíble la sensación de ver a tu esposa con otro hombre”. Lo digo para que hagáis memoria, recuperéis antecedentes y os informéis de cómo continúa el desarrollo puteril de su señora esposa. Se trata de una pareja en la que ella, animada por la complicidad de su marido, empezó a soltarse con otros hombres. Recordaréis que ella ponía en esas relaciones extramatrimoniales cierto toque romántico, que por lo general mantenía con los compañeros de trabajo o vecinos con los que “cogía”, pero sólo encontraba lo habitual, unos tíos que guarreaban con ella y pasaban de frases bonitas y encuentros a la luz de la luna. Siempre he dicho que la figura de un caballero corneador es fundamental. Una de las aspiraciones del marido era que su mujer “cogiera” en su presencia. Le ha costado, pero por fin lo ha conseguido. El corneador afortunado, fue un amigo del marido, el chaval tiene 25 años, ha aportado placer, cierta estabilidad y una chispa en esta relación matrimonial.

Hasta llegar a ese maravilloso día C, (c de cornudo) mi amigo J.I. me pedía consejo ya que después de las dos experiencias cornas que había protagonizado su esposa, a las que me refería anteriormente, notaba cierto relajo en el proceso de emputecimiento. Como sabéis, querido lectores, Alberto Toro siempre responde por lo que le di mi opinión y mi consejo.

A continuación publico las dudas de J.I. y mis respuestas. Sigo con la narración, contada por J.I., de la última aventura cornuda de la pareja. Y finalizo con una entrevista que le hago a mi amigo J.I. en la que nos responde, sin tapujos, a lo que considero es de interés para todos los seguidores del blog.

Por supuesto, que se acompaña una nueva serie de fotos de su esposa. Una maravilla de mujer, sin duda. Os recomiendo a todos los aspirantes a cornudos y a los que habéis iniciado el proceso pero aún tenéis dudas, la lectura detenida y reflexiva de esta entrada, os será de gran utilidad. También será de mucha utilidad para esos corneadores que necesitan tener un plus de formación para cumplir de manera excelente el importante papel que desempeñan en las parejas cornas.

A disfrutarlo, y lo que siempre les digo, añadan sus comentarios, me ayudan a mejorar el contenido de este humilde blog.

ALBERTO TORO SIEMPRE RESPONDE
Hola Alberto, luego de las dos experiencias con los corneadores de mi esposa, parece que caímos en un bache... (LEER: “Las sonrisas de la esposa de mi amigo” y “Es increíble la sensación de ver a tu esposa con otro hombre”) A continuación te planteó las razones que yo creo por las que hemos llegado a esta situación. Te agradecería tu útil consejo.

J.I.- Por un lado ella piensa que no estoy del todo listo para que yo la vea cogiendo frente a mí porque siente que me da ansiedad.
ALBERTO TORO.- Yo creo que es ella la que no está preparada para follar delante tuya... es posible que tenga cierto pudor y no actúe igual de suelta estando tú que estando sola. Ten paciencia y no la presiones, no dejes de insistir, sin agobiar, hasta que la convenzas y ella tenga las garantías de que vais a disfrutar los dos. 

J.I.- Ella espera que su corneador le caliente, es decir, ella espera mensajes calientes, pero el casi no le escribe, aunque dice que si tiene interés y no quiere meterse en medio de la relación de ella y mía.
ALBERTO TORO.- No termináis de encontrar al corenador ideal por lo que veo. Tenéis que seguir probando, un corneador experto, como yo, conocería los detalles y gustos de la esposa de turno y trataría de darle gusto en esos pequeños detalles, por ejemplo, enviarle un mensaje diciéndole lo bien que lo pasó follando con ella y poniéndote a ti en copia oculta. 

J.I.- El día que cogió con su último toro, venía tan satisfecha que no me dejó ponerle mano encima, además venía feliz por la experiencia, pues aparte de que cogió rico, se sintió unida a su corneador a otro nivel y me dijo que no quería exponer su intimidad siempre conmigo.
ALBERTO TORO.- Pues lo debiste pasar muy bien, un cornudo consentidor tiene que sufrir y en ese sufrimiento también encontrará placer... Ya sabes que tu mujer suele ser muy enamoradiza y si el polvo con el corneador fue romántico es lógico que se encoñara un poco con él. Ten paciencia y disfruta, no olvides que eres un cabrón, eso sí, consentidor. No lo olvides, consentidor. 

J.I.- Ella aún dice que antes de pasar a un trío o hacerlo frente a mí, quiere tener bastante confianza con su toro luego de haber cogido varias veces. 
ALBERTO TORO.- Ella decide y tú, a cumplir. Conociendo como conozco vuestro caso, creo que me parece que tu esposa tiene mucho sentido común, y me parece buena idea lo que propone. Lo dicho, tu a cumplir sus deseos y con una bonita sonrisa por tu parte. 

J.I.- Ella no quiere que yo tenga un contacto bisexual con el toro, dice que le da miedo que me guste más...
ALBERTO TORO.- Ja, ja, ja. Debes dejarle claro que comerle el rabo al corneador forma parte del rito, no es condición imprescindible pero sí ayuda a cumplir el proceso. En vuestro caso creo que este punto lo debéis dejar claro y que tú tienes que hacerlo, debes bajar al pilón. Son lógicas las dudas pero si dáis el paso, este rito os unirá, no os separará como ella teme. Además, alcanzarás un punto de excelencia en tu estatus de cornudo. 

J.I.- Si yo accedo en todo esto que ella quiere, dime, cual debe ser mi ganancia, pues, en algunos casos no me dejaría tocarla ni me querría contar en detalle que hizo con su toro... 
ALBERTO TORO.- Tú debes seguir los pasos del rito corno y es normal que ella o el corneador pongan condiciones. Muchas esposas abiertas, y te aseguro que conozco a unas cuantas, les gusta putear al marido y lo hacen de esa manera, aunque claro, hay maridos que en ese puteo encuentra placer. Debes comprenderlo y debes ser lo suficientemente astuto como para llevarlos a tu terreno. Se trata de paciencia e inteligencia. Y no olvides que el cornudo sólo tiene los derechos que su esposa decide que tenga y que al corneador le gustan. 

J.I.- Hablé con su toro y el aún desea poseerla a solas y luego en trío, pero dice que espera que ella tome la decisión... 
ALBERTO TORO.- Buena respuesta del corneador... ojo, no caigas en la tentación de comerle la polla a solas, es decir, tú y el corneador, si se la chupas debes hacerlo delante de tu esposa. Eso sí, hazte amigo del corneador, siempre ayuda a que tu también consigas tus objetivos. 

J.I.- ¿Qué me aconsejas amigo? Disculpa el correo largo, pero finalmente soy un cornudo principiante con una esposa bien rica y además independiente... ALBERTO TORO.- Amigo J.I., debes tener paciencia, mucha paciencia. Seguir de cerca a tu mujer, animarla a que siga profundizando en su emputecimiento y cumplir los ritos cornos... ya sabes que tengo un decálogo, te recomiendo que lo revises y que cumplas todos los puntos. Siempre he dicho que es fundamental encontrar al corneador adecuado y sobre todo experto para conseguir ese objetivo. Por cierto, ¿no has pensado que sería estupendo que un corneador, el que tiene ahora u otro, te la preñara? Sí es niño, ya sabes que tendrías que ponerle mi nombre, ALBERTO. 

J.I.- Alberto, realmente agradezco tus consejos. Tienes razón en todo, sobre todo en que hasta ese dolor se disfruta. Probablemente me he desesperado un poco porque de un momento a otro caminamos a pasos agigantados y de nuevo estoy en una situación donde parece que nada sucede. 

Estas dos experiencias confirmaron mis sospechas, ella es una mujer sumamente caliente y su entrepierna parece que tiene vida propia. Dudo que ahora que se ha comido dos pollas diferentes, su apetito sexual no haya aumentado por más polla. 

Saludos Alberto y espero mantenerme en contacto contigo, tu ayuda ha probado ser invaluable. Gracias Don Alberto.


(01 de noviembre de 2012)
El cornudo sigue sin participar en las relaciones de su esposa 
Hola Alberto, te tengo noticias, mi mujer sigue su emputecimiento perfectamente. Hoy me di cuenta que piensa salir con un ex compañero de trabajo que anda detrás de ella... No me ha querido contar nada. La vi prepararse, se depiló las piernas, se arregló los pelos del coño y se vistió muy guapa. Te adjunto dos fotos de cómo va vestida hoy, probablemente se vean después del trabajo. Además quedó de ir a coger el jueves de la próxima semana con el anterior toro que se la cogió. Y para cerrar, el sábado vamos a salir ella, un chico de 25 años amigo mío y yo en una cita a tres, a ella le interesa bastante este chico, que es alto y atractivo.
Casi todo me lo cuenta, pero esta salida de hoy la ha mantenido en secreto. Por qué crees que le guste mantener algunos secretos. Cuál crees debe ser mi posición con este caso que no me está contando nada. Es decir, serían tres hombres diferentes en una semana qué opinas.


ALBERTO TORO RESPONDE: Amigo J.I. es lógico. Muchas amigas me confiesan que hay momentos en los que les apetece mucho el sexo y que se follarían hasta el vecino calvo de arriba. De ahí que tu mujer se meriende a tres o cuatro y quizás a alguno más que tu ni sospeches ni te enteres jamás. Pero bueno, esa es la forma de vida corna, así que debes estar feliz y sentir con agrado que tu mujer sea, por fin, una chica suelta y abierta.
En resumen, si no te cuenta nada, tú a callar y a respetar sus secretos. Por otro lado, valora que en breve tengas uno de tus objetivos cumplidos, estar presente en una de las cogidas de tu mujer con un corneador. Espero que esa cita a tres sea todo un éxito y que tu mujer, el corneador y tú, disfrutéis de lo lindo. Ya nos contarás. 



(07 de noviembre de 2012)
Desde el primer momento se notó que se gustaron
A continuación nuestro amigo, J.I., nos narra el encuentro con su corneador.

"Yo me volví y en ese momento vi los dedos de él entrando y saliendo fuertemente de su concha, ella quejándose, completamente abierta" 

Hola Alberto, te cuento que al fin el sábado mi esposa cogió con mi amigo de 25 años delante de mi... Fue una experiencia sumamente excitante, los dos al final (ella y yo) parecíamos dos niños comentando su última travesura detalle por detalle. Te lo cuento, tal como lo redacté el domingo en la tarde ya con más calma. Espero te guste. Aquí lo ocurrido.

Rondando las ocho de la tarde nos encontramos con mi amigo en el bar. Como sabes mi amigo tiene 25 años, es un chico atractivo, educado y por lo que me comenta siempre está dispuesto. Dentro del bar, nos sentamos juntos los tres… ella en medio de los dos. Yo, a partir de ese momento opté por tomar una actitud pasiva, bebía de mi copa, pero procuré parecer el ignorado de la reunión. Mientras, ella y mi amigo empezaron a hablar, acercándose cada vez más. Yo sólo intervenía para romper el hielo y les dejaba hacer para que entraran en confianza. Desde el primer momento se notó que se gustaron, ambos me lo afirmaron.

La conversación se fue haciendo más sexual a medida que avanzaba la tarde. Empezamos a hablar de las fantasías sexuales y acabamos hablando de tríos. Mi esposa rápidamente le preguntó si le gustaría un trío de hombre, mujer y hombre. Sonriendo, mi amigo le respondió que sí, pero siempre que esa mujer no fuera su novia. De manera descarada, mi esposa le dijo que su novia poco pintaba en ese momento y le preguntó si se lo haría con ella. Mi amigo, no tardó en responder con un SI rotundo.

La verdad es que yo iba dispuesto a actuar como negociador, facilitando el entendimiento entre los dos. Por mi amigo no tenía duda, por mi esposa esperaba algún tipo de recelo, quizás como estrategia para hacerse más deseable… Pero no fue necesario.

A continuación mi mujer le dijo que salieran y a mí me ordenó que manejara (conducir el coche). Ellos irían detrás. El corneador, para tranquilizarme, me dijo que en el coche solo se besarían y meterían mano, aunque yo estaba deseando que ocurriera algo más.

En ese momento me preocupé un poco ya que la fluidez de la conversación en el bar, al llegar al auto se transformó en cierta tensión. Yo, sin embargo, estaba totalmente excitado y disfrutando de ese momento. Veía a mi mujer atractiva como nunca.

Nos fuimos en mi carro, ella de una vez se sentó atrás y me dijo, que lástima que vengo en jeans, es más incómodo, debí haber venido en vestido. El andaba dejando su carro en el parqueo y nosotros esperando afuera del local.

El se montó atrás con ella, yo di vuelta y enrumbé hacia el norte, pensando subir por el lado del Castillo. Te juro que apenas di vuelta, ya frente a la universidad, el se volvió y la abrazó, ella me dijo, ¿nos puedes ver por el retrovisor? Y yo le dije, si. Ahí mismo se empezaron a besar, ese momento fue indescriptible, verla doblar su cuello, pegar sus labios a los de él, abrir la boca, estaba ya excitada, se besaron frenéticamente e inmediatamente el llevó su mano a sus tetas y las empezó a acariciar, parecían en celo los dos, ella le tomó la mano y la llevó al interior de su blusa y el empezó a tocarle las tetas ya directamente, mientras yo veía el mejor espectáculo de mi vida.

Ella levantó su blusa y el sacó las tetas, cuando vi su areola y pezones me di cuenta que realmente estaba sucediendo lo que siempre había deseado. El se pegó inmediatamente a las tetas y ella se quejaba deliciosamente. Esto fue tan rápido que ya 1 km adelante, ella se había quitado la blusa y el mamaba sus tetas a placer.

Yo seguía manejando, ellos se besaban, ella jadeaba, gemía muy excitada, cuando pararon un momento ella metió su manó en sus pantalones y le agarró la verga, el inmediatamente se bajó un poco el pantalón y ella se inclinó y empezó a chupar desesperada. La mamada sonaba gloriosa, yo llevaba música, pero en ese momento ya la bajé completamente y solo los escuchaba, el cogía su cabeza y la hacía bajar y subir en su verga, ella haciendo fuertes sonidos de lengüetazos, tan excitada, que paró y se bajó el pantalón y el calzón para seguir la mamada, él le tocaba el culo y le metía los dedos y ella seguía mamando, delicioso verla desnuda en el carro inclinada mamándolo. Se hablaban, ella le decía cosas, se oía excitada, le susurraba a él si le gustaba, el asentía. Luego ella se recostó, abrió las piernas y el empezó a mamarle la concha. Se oían los lengüetazos, rápidos, la lengua parecía que chapoteaba en sus flujos de lo mojada que estaba, nunca olvidaré ni la escena ni el sonido de la chupada de concha que le pegaba. Ella se quejaba, fuertemente y le dijo que le metiera el dedo. Yo me volví y en ese momento vi los dedos de él entrando y saliendo fuertemente de su concha, ella quejándose, completamente abierta, yo le decía eres una perra deliciosa, rica, disfrútalo, eres una puta, hasta que se vino.

Ya habíamos llegado a San Rafael, camino de un mirador, ella completamente desnuda, y se subió de nuevo a mamarlo, de nuevo el sonido de la mamada y yo aproveché, paré el auto en una zona más sola y empecé a meterle el dedo a ella. Ella agachada mamándolo, empapada, resbalosa su vagina y yo penetrándola con mis dedos.

Estaba tan excitada que le dijo, “quiero polla” el se terminó de bajar el pantalón, buscó un preservativo, se lo puso y ella se subió sobre él, de frente y ambos empezaron a moverse fuerte, sonaban las arremetidas de los dos y los gemidos, yo metí mi mano y toqué sus nalgas y casi en el lugar donde estaba clavada por él. Estuvieron así un rato, pero tuve que mover el auto porque venía otro. Así que decidieron cambiar de posición, ella se inclinó de una forma casi en cuatro pero con una pierna apoyada en el asiento del auto donde ellos estaban, la otra pierna levantada bien abierta, y él la penetró de costado, yo podía ver su concha abierta y a él dentro de ella, así le empezó a dar y ella excitada recibiéndolo. Hasta que él se vino y se sentó en el asiento, cansado, sudoroso, al igual que ella que se veía hermosísima, desnuda, ojos de excitación, su cuerpo bañado en sudor, corriendo por sus tetas y abdomen, su concha abierta, distendida.

Se la toqué y estaba completamente mojada, se vino a mí y me dio un beso en la boca con lengua y me dijo siente su olor y su sabor. Y me dijo te toca a ti, se inclinó sobre mí, sacó el culo apuntándolo hacia él y me empezó a mamar, mientras tanto el y yo le tocábamos el culo y el mico entre los dos… Ella siguió su mamada hasta que me vine en su boca, ella se tragó toda la leche y cuando terminé me besó con lengua, sintiendo en su aliento las dos pichas que se había comido.

Después de terminar, llevamos a mi amigo a su casa. Fuimos conversando que si ella es una templada, mi amigo resaltaba el placentero olor su la vagina de mi esposa, bromeaban entre ellos, cómplices. Al poco, mi mujer y yo nos callamos y sólo habló mi amigo como corneador. Decía que nunca había cogido con una mujer con tanta carne de dónde cogerse que sólo lo había hecho con mujeres menuditas, flacas, en su vida. También comentó lo complicado que ese hacerlo en el auto, por el calor y el mareo. Y eso que quería tranquilizarme antes de empezar y que sólo se besarían y tocarían en el carro.

Lo dejamos y nos fuimos a la casa, donde me la cogí, le mamé la concha, los labios menores completamente salidos, usados, se notaba el trajín de la noche, luego ella se subió sobre mi y tuvo dos fuertes orgasmos gritados, luego la puse en cuatro y le di y le di con todas mis ganas ella casi que gritando hasta que terminé…



ENTREVISTA A J.I. DESPUÉS DE LA “COGIDA” DEL “CARRO”
J.I.: “El corneador ideal es el que ve al cornudo como un amigo, como un cómplice, para sacar mayor provecho a la esposa”


ALBERTO TORO.- ¿Tu mujer conocía a tu amigo o era la primera vez que os veiais? 
R, J.I.\ Lo vió una vez que lo llevamos en nuestro auto que fuimos a una conferencia, pero si era la primera vez que hablaba en forma con el. 

¿Cómo es tu amigo, como le definirías, su rabo es más grande que el tuyo? 
R, J.I.\ Es alto, como de 1 metro 85, eso es como 10 cms mas alto que yo, sin embargo su polla no es muy grande ni muy gruesa, incluso ella me lo hizo saber. 

¿Qué destacó tu mujer de tu amigo corneador? 
R, J.I.\ Le gustó su actitud, no titubeó para abrazarla, besarla, o metérsela... Lo sintió muy masculino y dispuesto. 


¿Te planteaste o tu mujer te pidió que bajaras al pilón (comerle el rabo al corneador)? 
R, J.I.\ Ninguna de las dos opciones... No hemos llegado a ese punto. 

Qué opinas de lo corneadores, después de esta experiencia. Cómo es para ti el corneador ideal. 
R, J.I.\ Te cuento que una semana después, ella fue con otro corneador a un motel, con este ya era su segunda vez, pero esta segunda experiencia no le gustó y más bien llegó a buscar mi verga. Te puedo decir que para nosotros el corneador ideal es aquel, que antes del encuentro la mantiene caliente, cuando está en el acto es seguro de sí mismo, rendidor, le debe gustar mucho chuparle la concha (eso la excita mucho) y debe estar dispuesto al menos a dos polvos seguidos en una noche para satisfacerla. Además debe ser caballeroso y muy sexual, eso es algo que agradece mi esposa... Pues para ella aunque sea un encuentro sexual, le gusta que el corneador tenga pequeños detalles con ella. Otra cosa que me parece tiene el corneador ideal es el que ve al cornudo como un amigo, como un cómplice, para sacar mayor provecho a la esposa. 

Váis a repetir con el mismo amigo o buscaréis otro 
R, J.I.\ Sí, vamos a repetir con el mismo, primero ella sola (la golosa se lo quiere comer solita primero) y luego haríamos una nueva experiencia de tres. 

Que te dijo tu mujer de la experiencia.
R, J.I.\ Le encantó, realmente la disfrutó, comentamos cada detalle como si fuéramos dos amigos compartiendo sus guarradas. 


ALBERTO TORO. Según me ha informado recientemente J.I. su mujer está tomando clases de baile sensual (streptease y pole dance). Cito literalmente a J.I. “para hacerse más perra y aprovecharlo en los encuentros”. Sólo puedo decir que me lo temía, jejejejeje, aunque muchas veces las esposas casadas antes de “coger” por doquier, empiezan con las clases de streptease y pole danche, en España la danza del vientre está causando furor desde hace tiempo (tomarlo como pista para los corneadores novatos que me preguntan dónde puede conocer esposas dispuestas a….

Y bien amigos y amigas, os dejo a continuación los enlaces a las dos entradas previas de esta entrañable pareja. Y, por favor, no se olviden de sus comentarios.



corneador.toro@gmail.com


Marce, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías ¿puedes esperar ahora fuera? me pone violenta que estés aquí

Siempre os hemos dicho que no hay que glorificar en demasía la fantasía de "cornudo consentidor y testigo de la cornada". Así como os recomendamos que jamás presionéis a vuestras esposas a que hagan algo que no quieren, también os decimos a los aspirantes a cornudos que debéis estar seguros del paso, hay que llevarlo con calma. "Ante todo, mucha calma".
En esta entrada nuestro amigo Marce nos narra en primera persona una relación que el buscó pero que luego no cumplió sus expectativas. Ahora bien, yo creo que sí leemos entre líneas no os quedará duda de que el amigo Marce volverá a repetir y seguramente hará de mamporrero. A veces las cosas no son como te las imaginas, si no mejor.
Y, por favor, no seáis tacaños con los comentarios... seguro que le ayudan mucho a Marce y a su esposa Anabel.

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Os envío mi historia sobre unos deseados cuernos consentidos, que se convirtieron en unos no deseados.
Espero vuestra opinión. Un saludo.
Marce.


Hacía más de dos años que lo estaba intentando y al fin, mi mujer accedió. Contactamos con un chico a través de este blog. 

Esa noche mi esposa iba a ponerme los cuernos. El chico llegó puntual. No me pareció bien quedar en ningún hotel y lo hicimos por la tarde en nuestra casa. 

Mi esposa ya estaba preparada, recién bañada. El chico llegó y saludó. Era muy educado. 

Sobre todo, nada de humillación ni nada de eso, ¿eh? le dije, eso sí que no me gusta.  No te preocupes me contestó tampoco me gusta mucho a mí, a no ser que me lo pidan. 

Mi esposa estaba muy nerviosa. Llevaba la braguita y el sujetador y comencé a masturbarla despacio. Poco a poco se iba calentando y el chico fue desnudándose y tocándose un poco.


Mi mujer se quitó el sujetador y cuando el chico vio como ese sostén de la talla 110 caía y las preciosas tetas de mi esposa se descubrían, tuvo una erección de caballo fue entonces cuando empezó a ponerse el preservativo. Yo, me sentí un poco raro… 

Se acercó a mi esposa y preguntó. ¿Estáis seguros, verdad? Como es la primera vez. Mi esposa no dijo nada, yo le dije que sí, que adelante. 

Le acercó la punta del capullo a su raja y se la metió muy despacio. Mi mujer suspiró. 

El chico le había metido unos 10 centímetros, más o menos, y bombeaba muy despacio mientras acariciaba a mi esposa. Ella estaba nerviosa, pero se dejaba hacer. 

El le hablaba susurrándole. ¿Estás bien? Le dijo. Sí, muy bien, le contestó Anabel. Todo entre susurros. 

Era como si yo no estuviese allí y me sentí un imbécil, pero bueno, era a lo que venía el chico, para eso le había llamado ¿no? 

El chico seguía bombeando muy suavemente y mi mujer comenzó a jadear un poco. Voy a metértela entera, le dijo el chaval a mi mujer. Ella no dijo nada y el, sin dejar de bombear, fue metiéndola un poco más hasta que le metió el rabo por completo. 

Ahora sólo la sacaba un poco, unos tres centímetros, y la volvía a meter hasta los huevos. Le estaba practicando una penetración muy profunda. Anabel comenzó a gemir. 

Al cabo de un rato, al fin se percataron de que yo seguía allí y el chico preguntó: ¿Quieres que me corra dentro, o me quito el preservativo y acabo en sus tetas? 

¡Hombre, no jodas¡ le dije yo, “córrete en el condón pero fuera de ella, a ver si se va a reventar la goma, jodemos el invento y me la dejas preñada”. Vale, vale, me dijo él. Mientras, las tetas de mi esposa se movían como flanes, arriba y abajo. Bombeó unos segundos más, sacó la polla de dentro de mi mujer, se pegó un par de sacudidas y llenó el condón. 

Mi esposa se quedó algo insatisfecha, lo noté. 

¿Qué hago con esto? me dijo. Trae, que lo tiro, y me llevé el condón a la basura. El hijo puta este saca casi el doble de leche que yo, pensé.

"Me sentía como un gilipollas"
Me quedé un rato en la cocina, sin saber qué pensar. Si os digo la verdad, la experiencia no me estaba gustando. Me sentía como un auténtico gilipollas. Me lavé las manos y torné al cuarto para despedirme del chico y decirle que ya valía por hoy. Pero joder, cuando entré, contemplé como el muy cabrón ya se estaba poniendo otro condón. 

Cariño, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías, ¿puedes esperar ahora fuera? Es que me siento muy violenta. Joder, y me salí del cuarto cerrando tras de mí. 



Qué mal rato, me cago en la puta. Además, no oía nada, no sé qué cojones estarían haciendo. Al cabo de unos minutos Anabel comenzó a gemir de nuevo y las embestidas del chaval se escuchaban perfectamente “plas, plas, plas, plas” ahora el muy cabrón la estaba follando a saco, como un animal. El somier chirriaba como si fuese a partirse y mi esposa rebuznaba como una burra. 

¡Me cago en la puta! me dije a mi mismo, no me he acordado de recordarle al cabrón este que se corra fuera del coño. Estuve apunto de entrar un par de veces, pero me quedé fuera, no quería quedar por más gilipollas de lo que era. 

El cabronazo pegó un par de gritos y se corrió. Mi esposa gritaba con él. Joder, seguro que se ha corrido dentro, será hijoputa. Salió y se fue al baño. Entré al cuarto y mi esposa estaba completamente despatarrada. El hijoputa había vuelto a llenar el condón. 

Salí al recibidor a despedirlo todo lo dignamente que pude. Llamadme cuando queráis, me dijo, y añadió “tu mujer es estupenda, espero haberla dejado satisfecha". Sí hombre, no te preocupes. 

Cuando volví al cuarto no sabía que decir a mí esposa y opté por: ¿Te ha follado bien? Sí, bien, me respondió Anabel. ¿Te has quedado a gusto? Tras un breve silenció, me dijo, “sí, sí… muy bien”. 

Estuvimos un minuto sin hablar y al fin le pregunté: ¿Se notaba mucho que la tenía más larga que yo? No, no me he fijado (joder, me estaba mintiendo) 

Y, ¿te ha dado mucho gusto cuando te la metía tan hondo? Bueno, normal, me contestó (Dios, no me lo dice para no herirme, se le nota) 



Nos echamos a dormir. Yo tuve que levantarme dos veces a masturbarme, pero me encontraba fatal. Pasaron unas semanas y no volvimos a hablar del tema, hasta que un día le pregunté: “Oye, ¿cuando yo estaba fuera del cuarto, el cabrón no se correría dentro de ti? A lo que me respondió, “chico, no pasa nada, llevaba preservativo”. Pensé, “me cago en la puta, le digo que no lo haga y en cuanto salí fuera el hijoputa hizo lo que le salió de los cojones”. No paro de pensar en que sí se llega a joder el condón y mi mujer se queda preñada, sería su responsabilidad por consentirlo. 

No creo que repitamos la experiencia pues sinceramente no me ha gustado nada. Os comento esta historia para que me digáis si a alguno de vosotros le ha pasado algo parecido. 

La conclusión que saqué es que vino un tío a mi casa, se metió en mi cama, le echo un par de polvazos a mi mujer, que a sus cuarenta años está buenísima, y se marchó. Y lo peor de todo es que yo le había llamado para ello. 

A veces las cosas no son como te las imaginas.

“Ver a mi mujer follando con mi amigo fue mucho mejor de lo que me imaginaba”


Incluimos en esta ocasión la experiencia que nos cuenta un amigo de cómo fue su primera vez como cornudo consentidor. Ya sabéis que no somos partidarios de incluir testimonios que no recojan alguna foto o video de sus protagonistas, en esta ocasión hacemos la excepción por la veracidad del testimonio y porque su contenido puede aportar mucho para los cornudos indecisos. Además, comprendemos en este caso por las características de sus protagonistas que guarden su anonimato. 



Siempre me había preguntado quién sería el hombre que se follaría a mi mujer delante mía. Le propuse a mi esposa que fuera un buen amigo, uno de esos de los de toda la vida. A ella le pareció bien ya que no vivía en nuestra ciudad por lo que la situación después del encuentro no sería tan violenta si salía mal y, además, le gustaba físicamente, vamos que se ponía cachonda con él. 

Nuestro amigo anunció su visita días después. Venía a ver a su familia y de paso a sus amigos, entre ellos a nosotros. 

Yo sabía que aunque mi mujer estaba conforme en dar el paso, no tenía que forzar la situación ya que se podía echar atrás. Además, yo quería que la situación surgiese de forma natural, sin presiones de ningún tipo. La única presión era la que sentía yo en mi cabeza ya que un par de cuernos consentidos pedían paso para salir y coronarme. 

El día de la llegada de mi amigo se iba acercando y yo bromeaba con mi mujer para mantener su interés sobre el tema. Ella, unas veces estaba por la labor y otras parecía que se echaba atrás y me decía frases como: “ya veremos, igual el no quiere…” Reconozco que me pase hablando con mi esposa del asunto pero es que me ponía como una moto que un buen amigo, al que conocía desde niño, que estuvo en mi boda, se follara a mi mujer delante de mí. 

El día antes de que nos viéramos con mi amigo ella me dijo que prefería no hacerlo. Me reconoció que tenía dudas. Yo entendí que mi mujer no quería dar el paso porque veía en ella el miedo a que su físico no fuera atractivo para mi amigo. Qué equivocada estaba. Por lo que había leído en tu blog y alguno de los consejos que me habías dado, la esposa indecisa en este aspecto que luego comprueba que es deseada por un corneador aumenta su autoestima y la hace ser más segura en el sexo y por lo tanto ir más suelta y así disfrutar más. Como digo, a pesar del beneficio que supondría para mi mujer verse follada y deseada por otro hombre y las consecuencias positivas que traería para nuestra relación de pareja, no quise forzar la situación y la tranquilicé diciéndola que si ella no quería no pasaba nada, “que no iba a ocurrir y punto”. 



Así que llegó el día. Quedamos con mi amigo, dimos una vuelta por nuestra ciudad, tomamos unas cañas y recordábamos las típicas batallitas de cuando chavales. La situación apuntaba a que no iba a ocurrir nada, mi mujer me lo había dejado claro, y mi amigo era ignorante de la situación así que la velada transcurrió de manera normal. Sin embargo, mi cabeza no dejaba de dar mil vueltas a la posibilidad de que mi mujer se abriera de piernas a mi amigo. 

Después de la cena tomamos unas copitas, estuvimos bailando, nos reímos mucho y mi amigo se portó en todo momento como un caballero y mi mujer manteniendo con él unas distancias que dejaban claro que yo no podría ser esa noche el cornudo que quería ser. Es más, en alguna ocasión tuve que forzar a mi amigo para que se echara un baile con mi mujer. También, cuando veía la oportunidad, les dejaba solos con la excusa de ir al servicio o ir a por otra copa para que hablaran entre ellos y mi esposa se fuera soltando. Yo sacaba, a la primera oportunidad que tenía, el tema de los cornudos pero sólo mi mujer se daba por aludida y sin que diera una respuesta positiva. 

Tras la última copa decidimos irnos. Insistí en que mi amigo se quedara a dormir en casa, dada las horas que eran, las copas y que no me apetecía llevarle a la de sus padres donde se alojaba durante su visita. Era mi excusa por si al final se hacía realidad mi fantasía. 

Apagamos la luz, mi amigo se fue a su habitación y nosotros a la nuestra. Mi mujer y yo empezamos a hablar sobre nuestro amigo y me confesó que en algún momento se le había pasado por la cabeza insinuarse, especialmente cuando yo no estaba pero que se cortó de hacerlo. Entonces vi una posibilidad. 

Mientras se desnudaba le comenté que esa noche estaba realmente guapa, que me había dado cuenta que mi amigo no le quitaba el ojo de encima, que se comía su culo con los ojos y me inventé una conversación con mi amigo en el que me reconocía que ella le ponía muy caliente… Noté que mi mujer se ponía cachonda y empecé a acariciarla y besarla, fue entonces cuando me fui directamente a su raja y empecé a comérmela. Notaba lo húmeda y calentorra que estaba. Después, empezamos a follar y fue en ese momento cuando empecé a decirle si le apetecía estar con mi amigo, si no se imaginaba lo que era notar dentro de ella otra polla que no fuera la mía, sentir otros labios… 






Y me dijo que sí, como lo había hecho otras veces pero en esta ocasión teníamos al segundo hombre en la habitación de abajo. Pregunté, por última vez, si quería que fuese a avisar a mi amigo y fue cuando lo soltó “venga, cabrón, corre a llamarle para que me folle”. Me dejó sorprendido y como un chiquillo fui a la habitación donde estaba mi amigo. 

Cuando le desperté se quedó sorprendido y me preguntó si ocurría algo. No se lo esperaba pero le propuse hacer un trío con mi esposa. Me respondió que estaba loco y se empezó a reír. Volví a insistir y al final se levantó y me acompañó a la habitación donde nos esperaba mi mujer. 

Ella estaba desnuda sobre la cama como yo la había dejado fue cuando pude comprobar la sonrisa de ambos y la complicidad que tenían. Aquella señal hizo sentirme un auténtico cornudo consentidor, todo apuntaba a que ellos dos ya habían pactado el encuentro y habían estado jugando conmigo. 



Aunque querían dar la apariencia de que los dos estaban un poco cortados y me hicieron actuar un poco de guía y de animador de ambos para que follaran, a los pocos segundos no hizo falta mi ánimo ya que se estaban comiendo la boca los dos como locos y a continuación empezaron a comerse chocho y rabo con una pasión que me hacía feliz. 

Yo pasé entonces a ser un mero observador. Estaba alucinado de ver en esa situación a mi mujer y por un lado sentía el placer de comprobar que era ya una esposa abierta y yo un marido cornudo consentidor. Tengo que reconoceros que ver a mi amigo follando a mi esposa sin cortarse un pelo me hizo feliz y también me hizo sentir un pelín de celos pero era maravilloso experimentar esa ambigüedad y, sobre todo, comprobar, en directo, como mi esposa se corría y ponía esa cara de placer y de vicio. 

Mi amigo y mi esposa se complementaban perfectamente en el polvo. Yo, cuando la postura en la que follaban me lo permitía, le daba algún beso a mi mujer pero ella estaba a lo que estaba. En uno de esos momentos mi amigo y mi esposa me miraron y se rieron a dúo… fue muy morboso. Pero también sentí mucho placer cuando mi amigo puso a cuatro a mi esposa y me indicó que le abriera el culo para que se la follase a lo perro. Pude ver a escasos centímetros como el rabo de mi amigo entraba y salía del coño de mi mujer, como tropezaba con su ojete y temí en ese momento que sí lefaba algún chorro podía ir directo a mi cara. 



Fue increíble. Mi mujer se corrió varias veces como una loca. En una de ellas tuve que sujetarle la cabeza y besarla en la frente para reconocer mi posición de cornudo consentidor. Por fin lo había conseguido, había convencido a mi esposa, estaba muy excitado, de vez en cuando me pajeaba al verlos, era maravilloso. Tengo que reconocer que me ponía especialmente cachondo ver las ganas que ponían los dos, especialmente mi mujer… la que se había echado para atrás y que a la primera oportunidad de follarse a otro tío delante de mí lo hacía con ese descaro y esa soltura. 

Estuve a punto de correrme pero esperé a que mi amigo lo hiciera. Luego se abrazaron y estuvieron un buen tiempo besándose como si yo no estuviera. Mi mujer me pidió que fuera a por unas copas para los dos. Dócilmente seguí sus indicaciones y me fui a por ellas, eso sí, totalmente empalmado. 


Estuvieron un rato los dos en mi cama. Después mi amigo se levantó me dio una palmada en la espalda y se levantó a orinar y a continuación se fue a su habitación. Nos quedamos a solas mi mujer y yo. Su cara de satisfacción y su sonrisa me confirmaban que ella había disfrutado tanto como yo, sin mediar palabras nos pusimos a hacer el amor. Pude sentir todavía el aroma de mi amigo y comprobar que mi mujer quería más rabo y estaba completamente abierta. 

Fue una de las mejores noches de mi vida.

El placer de exhibir a la mujer o el previo a ser un cornudo consentidor

Ya sabemos que en muchos casos el candaulismo, o el placer de mostrar en pelota a la mujer y exhibirla entre más hombres, es la antesala idónea para convertirse en un cornudo consentidor. Vosotros, queridos lectores, podéis sacar la conclusión correcta. 

No es la primera vez que el amigo Alejo, desde la maravillosa Argentina, nos envía algunas fotos de su amada esposa. Seguro que los planos y la postura os va a encantar. Como siempre, su autor, nos explica la historia de estas preciosas imágenes. Espero que lo disfruten y no sean tacaños con sus comentarios, a los maridos candaulistas, como Alejo, les gusta saber las opiniones de los demás hombres sobre sus esposas. 


Fin de semana en la casa de unos amigos, es común acá alquilar durante el verano una casa con piscina para pasar las vacaciones y durante los fines de semana invitar amigos o familiares... En este caso, a nosotros, unos amigos nos invitan a su casa.



Apetecible asado a mediodía y luego nada mejor que una buena siesta, sobre todo si uno ha comido bien y se tomó unos buenos vinos... fue el caso de mi esposa quien después de comer se fue a dormir.



Sabiendo que es de dormir "fresca" de ropas, deje pasar un tiempo (como para que se durmiera) entre a la habitación como para ir a buscar algo y de paso (viendo que ya se había dormido) sacarle esas fotos. 



Por supuesto que no quise privar a nadie del espectáculo así que deje la puerta abierta como para que al pasar alguno la viera así.



Unos minutos después otro invitado fue hacia ese lado y seguramente la habra visto, volvio y deje pasar unos minutos en los cuales dos mas se las "ingenieron" como para ir a buscar algo no dudo en que se habran quedado mirando su terrible cola.



Unos minutos después otro de los invitados fue hacía ese lado de la casa, seguramente la vió. Dejé pasar unos minutos tras los cuales dos nuevos invitados se las ingeniaron con la excusa de ir a buscar algo para mirar la terrible cola de mi mujer.


Bueno espero les guste y si alguno quiere intercambiar alguna foto o experiencias así, escribirme a alejobsas2003@yahoo.com.ar y la seguimos.


No es esa mi direcciónn habitual pero escriban y les paso la que habitualmente uso.


Saludos


Alejo.

Gracias amigo, ya sabes que nos debes algunas otras fotos de tu bella mujer en las situaciones que acordamos.


En este enlace otras imágenes, más abiertas, de la esposa de Alejo.

Chico de Pozuelo aspirante a cornudo busca corneador (Segunda Parte)




Con los siguientes correos de Luis Carlos (chico de Pozuelo) terminamos esta primera serie en la que nos cuenta el inicio del proceso de emputecimiento de su novia, Laura. Me pide ayuda y me ruega que le busque un corneador que crea puede satisfacer sus expectativas y, sobre todo, las de su novia. Así que ya sabéis, si queréis formar parte de la vida de esta pareja madrileña sólo tenéis que leer sus correos y si os consideráis capaces del reto escribir a corneador.toro@gmail.com


Ayer tuve ocasión de tener una charla con ellos y tengo que reconocer que la chica merece la pena aunque dudo, en un principio, que esté dispuesta a cumplir todos los objetivos de Luis Carlos. Ahora bien, por si me equivoco, les he dicho que me ofrezco de padrino para lo que venga y es que Luis Carlos sigue empeñado en que alguien preñe a su novia.

Espero seguir de cerca esta experiencia y que Luis Carlos nos envíe su testimonio para que todos vosotros, queridos lectores y lectoras, lo podáis disfrutar.



(CORREO 3)


Hola Alberto

Es fantástico leerte, leer tus consejos y aportaciones que tanto me ayudan y que, estoy seguro van a ser fundamentales para llevar este proceso a buen puerto, y puedes estar seguro que cuando llegue el momento de la primera experiencia, mi recuerdo será para tí ya que creo que tu papel va a ser muy importante en esta aventura.

Agradezco las palabras que me dedicas. Soy de la opinión de que no puede existir duda alguna antes de iniciar el emputecimiento de la pareja, y también creo que es muy importante la mentalización del consentidor y el asumir su rol y su papel, que es el de espectador de la vida sexual de su reina.

Estoy iniciando, como sabes, todo el proceso. Mi intención es comenzar a frecuentar sex shops e introducirla en la temática cornuda a través de videos, fotos, etc. También he pensado en acudir con ella de compras y comprarla minifaldas, pantalones muy muy cortos y ropa sexy en general para que así vaya aprendiendo a exhibirse y se vaya acostumbrando a ser observada con deseo. Es este un punto en el que sí necesito de tus consejos ya que opino que si conseguimos sacar de ella que empiece a gustarla exhibirse y provocar tenemos mucho conseguido y así empezaremos a sacar la puta que lleva dentro, y es que Alberto eso es algo que tengo clarísimo: lleva dentro una puta que si sabemos educarla y enseñarla, sacará plenamente. También he pensado en llevarla a un club swinger pero no sé qué te parecerá esto último. Hablamos muchísimo de sexo y, como te dije, eso está enriqueciendo nuestra relación. Me gustaría saber si debo tocar en esas conversaciones ciertos temas y si, en los momentos de pasión, debo nombrárselo.

También me gustaría que me aconsejaras que criterios seguir a la hora de elegir corneador ya que esto es algo en lo que estoy un poco perdido.

Te agradezco nuevamente tu labor

Un cordial saludo

Luis Carlos






(CORREO 4)

Hola Alberto,

Siguiendo tus indicaciones, ayer por la tarde estuvimos en un sexshop. Me llamó la atención lo suelta que fue Laura a la tienda y la familiaridad que mostraba con alguno de los productos que se exponían, especialmente las pollas de plástico que en hilera tapaban toda una pared. Al final no compramos nada pero pudimos disfrutar de cómo muchos de los hombres que circulaban por la tienda nos echaban miradas cómplices como si supieran que estábamos en pleno proceso del emputecimiento de Laura. Un señor mayor, de unos sesenta años, no nos quitaba ojo, sobre todo a Laura y eso que no iba muy provocativa, una camiseta ajustadita y una faldita vaquera corta. Tengo que reconocerte que me llevé un calentón imaginando como el viejo la metía en una de las cabinas, cerraban la puerta y la sobaba hasta hacerla correr. Me faltó valor para proponérselo pero no descarto llevar a cabo esta fantasía, ya me dirás que te parece.

Después del sexshop nos fuimos al Corte Inglés, concretamente al de Princesa. Me cuesta mucho que Laura se vaya liberando y se incline por vestir ropas provocativas. Al menos, no rechazó que fueramos a zapatería y que se probara algunos zapatos con tacones que tanto me gustan. Al lado había una pareja madura, la mujer se estaba probando zapatos y el tío no hacía más que dar vueltas, cuando vio como Laura se abría ligeramente para probarse sus zapatos se paró en seco y sin cortarse se plantó delante nuestro. Laura no era consciente y no hacía más que probarse, levantarse, mirarse en el espejo sin darse cuenta que aquel hombre no quitaba ojo. Como podrás imaginar, la faldita corta ayudaba a que cada movimiento Laura mostrase a aquel señor el triangulito de su tanga. Creo que Laura va a tener mucho éxito con los hombres maduros. La situación se cortó cuando la mujer de aquel hombre se dio cuenta de lo que hacía su marido y salieron discutiendo de allí. Laura no paró de reírse al darse cuenta de la situación. Son estas situaciones las que me confirman que Laura lleva una puta muy guarra dentro de ella. A veces pienso que Laura ya me ha coronado en más de una ocasión con unos buenos cuernos. ¿Tú qué opinas?

Salimos del Corte Inglés y nos fuimos al intercambiador de Moncloa para coger el autobús de Pozuelo. Durante todo el trayecto estuvimos hablando de todo lo que habíamos vivido. No te puedes imaginar el placer que sentía hablando con Laura de todo y comprobando como ella muestra cada vez una actitud más abierta. Noto que Laura va cogiendo más confianza y que empieza a disfrutar de estas situaciones, espero que cuando llegue el momento de que un corneador entre en nuestras vidas disfrute aún más.

Siguiendo tus consejos seguiré hablando con ella y cuando crea que sea el momento lo consultaré contigo para dar el gran paso y que un corneador cumpla con su papel en mi presencia.

Gracias por tu atención y tus consejos.

Un cordial saludo

Luis Carlos


(CORREO 5)

Hola Alberto

Perdón por el retraso. Por circunstancias no he podido escribirte antes. Hemos seguido hablando y creo que ahora es el momento de dar el paso e ir más alla. Abusando de tu confianza y siendo como eres conocedor de toda la historia te ruego me recomiendes a algún corneador que conozcas y que sea de confianza. Ya sabes que en un principio pensaba en un chico de nuestra edad pero después de leer tus consejos y experiencias me inclino por un hombre maduro, con experiencia y capaz de liderar la situación. Yo sé que me toca el papel de mirón servil, también sé que Laura una vez metida en faena estará al nivel. Estoy deseando que llegue el momento y sobre todo que después de que el corneador la haya follado bien, quedarme a solas con ella y experimentar esa situación: mi novia follada, con leche por todo su cuerpo y yo como cornudo consentidor. En ese momento sabré si Larua irá más allás en su proceso de emputecimiento o tendremos que cortar esta experiencia.

Necesito tu consejo y necesito que me recomiendes a algún corneador para que todo salga como yo quiero. A mi me encantaria contar con, al menos, un corneador de plena confianza; mi intención es verla realizar todo tipo de perversiones con cualquier hombre o grupo de hombres, pero también me gustaría que tuviera un macho corneador que ella viera como su hombre, con el que esté dispuesta a realizar cualquier práctica, incluso, con mucho tiempo, no sé si recuerdas que valoré la posibilidad de que la dejara embarazada (sí, ya sé que esto es muchísimo, pero soñar es gratis ¿no?)

Espero tu correo y te dejo mi teléfono para que me llames XXXXXXXX. Me gustaría hablar contigo para que dijeras como puedo planteárselo para que no la coja por sorpresa, para que digas si me ves lo bastante mentalizado para ser un cornudo consentidor y, lo más importante, para que me digas cuál es el corneador que has elegido.


Agradezco tu ayuda Alberto

Quedo a tu disposicion

Luis Carlos






CONTINUARÁ... SI LUIS CARLOS Y LAURA QUIEREN....








("UA-21720468-1")