@CornudoFeliz, mi esposa suele decirme: “Mira como me coje, el sí sabe cómo, qué rico, su verga está riquísima, la tiene grande no como la tuya”

En el mes de marzo de 2011, vía twitter, tuve la ocasión de contactar con @CornudoFeliz. Muy pronto comprobé que se trataba de un cornudo consentidor auténtico y no otro de los muchos cantamañanas que circulan por la red con la fantasía de ser cabrones pero que no consiguen dar el paso y fantasean con identidades falsas y experiencias inventadas.

Después de conocer su historia le propuse hacerle una entrevista para el blog y que nos contara en primera persona su experiencia. La entrevista ha sido la más vista y leída en 2011 por los lectores del blog de corneadores, cornudos y esposas abiertas. Seguro que los lectores habituales recordáis su desgarrador testimonio: “Es mi esposa, pero también tu amante… atiéndela y disfrútala, tienen mi permiso. He aquí, un cornudo consentidor”.

Que lo que dice @CornudoFeliz es de interés para todos los que integramos esta comunidad es que alguna de sus reflexiones cornudas las incorporé directamente en el decálogo de este año: “10 Consejos para sacar de tu mujer la zorra que lleva dentro y para que tú puedas disfrutar del placer de ser un cornudo consentidor”. Vosotros, queridos lectores, habéis convertido este decálogo en una referencia para las esposas abiertas. De hecho, mucho de los comentarios, de las aclaraciones y dudas que habéis planteado a estos consejos me permitirán, próximamente, publicar el decálogo 2012, actualizado y revisado.

Por todo ello acabamos el año con una entrada que nuestro amigo @CornudoFeliz. Nos cuenta como conocieron a Ricardo, todo un corneador, no sabemos quién está más contento de tener a este macho como amante, si la esposa de @CornudoFeliz o el propio @CornudoFeliz. Podéis sacar vuestras propias conclusiones.



He descuidado un poco a Twitter, la carga de trabajo ha sido intensa pero espero compensar un poco mi ausencia con esta aportación ya que no sólo me gusta “contribuir a la causa” sino que escribir también me relaja (sobre todo en estos días) y como dicen por ahí: recordar es vivir.

Así que con la invitación de mi amigo @ToroCorneador, mando esta contribución a su blog y espero pueda ser de utilidad para todos aquellos cornudos consentidos y corneadores –en activo o que quieran serlo- y en general para todos aquellos cachondos que quieran echarle un vistazo a este estilo de vida.


Crónicas del @CornudoFeliz

Han sido días de jornadas interminables… viajes, reuniones, videoconferencias de madrugada y demás cuestiones de trabajo. Parecía que por fin mi esposa y yo tendríamos la oportunidad de salir juntos. El próximo viernes habíamos contemplado asistir a la última función de una obra de teatro que tiene muchas ganas de ver; pero como suele pasar en negociaciones de fin año, un imprevisto ha cambiado los planes. Pensé que mi esposa se molestaría al recibir la “mala” noticia ya que estaba muy entusiasmada, sin embargo, su respuesta fue indiferente. 

-Ah sí, ya me lo imaginaba… no te preocupes, voy con Ricardo-

De hecho, parecía estar aliviada de ir con Ricardo y no conmigo. En situaciones como esta es cuando viene muy bien tener a corneadores de confianza. Según me comentó, había puesto sobre aviso a varios de sus amantes por si yo le llegaba a cancelar y acertó en hacerlo. Decidió ir con Ricardo que es uno de sus amantes predilectos pero también uno de tres corneadores de confianza que tengo. Corneadores espontáneos de una sola noche van y vienen, pero los de confianza actualmente sólo son tres.



A Ricardo lo conoció hace tiempo en lo que mi esposa y yo llamamos “noche de miradas”, que consiste en llevarla a lugares públicos vestida muy sexy para atraer miradas y yo seguirla de lejos para poder excitarme viendo como los demás la observan con lujuria. Cuando Ricardo se le acercó a hacerle plática mientras mi esposa hojeaba algunas revistas en Sanborns, era evidente que hubo atracción y que Ricardo pudo sacarle una buena conversación. Procedieron a seguir charlando con un café en el restaurante del establecimiento y yo tomé asiento en una mesa a cierta distancia. Aunque no podía escuchar claramente lo que platicaban, las risas y las expresiones en sus rostros indicaban una buena química. Algunos minutos después, mi esposa le confesó todo: que era casada pero que a su marido le excitaba verla con otros y que andaba en busca de nuevos amantes para dicha aventura; después de cierta sorpresa y lleno de curiosidad, Ricardo le pidió más detalles. Mi esposa le expuso nuestra situación y le dijo que él había sido de su agrado y que si seguía interesado en pasarla bien con ella, dependía de él. Ricardo en un principio dudó de la situación y al parecer no estaba muy convencido pero a final de cuentas intercambiaron número telefónico y quedó de hablarle en unos días. Mi esposa pensó que no volveríamos a saber de él. 

–Es una lástima, es sumamente agradable y es guapo- comentó mi esposa en aquel entonces. 


Y suele suceder, que no todos los corneadores potenciales toman la proposición de la mejor manera. En el momento que mi esposa les dice de nuestro “vivant” sexual, muchos piensan que hay gato encerrado, otros que es algo desagradable, les da miedo o de plano sus intenciones con mi esposa son legítimas y hasta le proponen sacarla de “esta vida” (Ja Ja Ja!), pero es bueno para nosotros saber que tienen dudas y reservaciones, nos da una idea de con quien estamos tratando. 



Días después, Ricardo le habló a mi esposa y tras platicar un poco más acordaron una cita, conmigo incluido. Nos citamos en un agradable club de jazz. Al principio Ricardo se mostraba tenso, no era para menos pero aún con la tensión no dejaba de observar a mi esposa en ese corto, ajustado y escotado vestido negro que lucía espectacularmente y del que me jacté de haber escogido. En varias ocasiones atrapé a Ricardo observando detenidamente los atributos de mi esposa, algo que le provocaba soltar una sonrisa nerviosa a lo que yo respondía con aprobación tratando de tranquilizarlo. Al pasar los minutos, Ricardo pudo convencerse de que todo era genuino y una vez relajado, la plática fue muy amena y poco a poco fue dándole su completa atención a mi esposa, como debía ser. Fue fácil descifrar por qué a mi esposa le agradó Ricardo: un hombre de buen ver, ingenioso, seguro de sí mismo (una vez superada la idea del cornudismo consentido) con un toque de arrogancia y que la hacía reír a carcajadas con sus ocurrencias y comentarios. 



Como suele pasar, mi esposa dio el primer paso: pegándosele y tomando la mano de Ricardo para ponerla en su pierna. Ricardo volteó inmediatamente a mí, un gesto de consentimiento de mi parte fue suficiente para que la mano de Ricardo recorriera ampliamente su pierna. Poco a poco, su mano fue explorando otros lugares de mi esposa hasta llevarla a su vagina, mientras mi esposa sobaba su miembro por encima de su pantalón. El baterista de la banda de vez en cuando dirigía su mirada a nuestra mesa, apreciando la situación con una pícara sonrisa y sin perder ritmo alguno. Las caricias y manoseos entre mi esposa y Ricardo subían de intensidad discretamente hasta llegar a los besos. Aunque me encontraba al otro lado de la mesa, era como si yo poco a poco fuera desapareciendo, cada vez era menos relevante; ser ignorado para dar cabida a sus besos y manoseos provocaba en mí un exquisito torrente de adrenalina que sólo esa singular mezcla de celos y morbo puede brindar. 

-Bueno, creo que es hora de irnos a otro lugar no creen?- Propuso mi esposa, mientras Ricardo perdía la mirada en su rostro, como hechizado por ella.

-Si amor… o tú qué opinas Ricardo?- Le cuestioné… -Estoy a sus órdenes- contestó entusiasmado.


Dejamos el club, mi esposa y Ricardo subieron atrás en el auto. En el trayecto al hotel siguieron lo que habían interrumpido en la mesa del club. Para mí era difícil mantenerme concentrado en la carretera, resistirse a las imágenes del retrovisor era prácticamente imposible. Mi esposa empezó a desajustarle el cinturón y posteriormente escuché ése singular ruido que hace un zipper en su recorrido. Después, lo único que miraba en el retrovisor era el rostro de Ricardo con los ojos cerrados, haciendo muecas con sus labios. En la siguiente luz roja, eché un vistazo directo hacia atrás para ver como la cabeza de mi esposa se movía en un controlado sube-y-baja. 



Cuando por fin llegamos a nuestro hotel de costumbre, todo estaba listo, gracias al gerente que es amigo de confianza desde nuestros días de swingers principiantes. Ya en la habitación y mientras mi esposa se alistaba en el baño, parecía que regresaban los nervios de Ricardo, pero nada que unos tragos no pudieran remediar. Platicamos un poco, logrando ganarme aún más su confianza. Cuando mi esposa salió, me guiñó el ojo y se puso delante de Ricardo, pidiéndole que la desvistiera y así lo hizo. Me llevé una de las sillas a una esquina de la habitación y me puse cómodo. Cuando mi esposa quedó desnuda frente a Ricardo, siguieron los besos y manoseos, mientras ella le regresaba el favor de desvestirlo. Mi esposa hizo que Ricardo tomara asiento en la cama y le puso sus senos en su rostro, para que se diera un festín. Después mi esposa le dio un empujón juguetón, quedando Ricardo acostado, dejando a la vista una erección plena con la cual mi esposa procedió a hacer de las suyas. La mirada que ella me lanzaba mientras lamía y chupaba el pene de Ricardo provocaba en mí todo tipo de sensaciones; siempre que tiene el miembro de otro hombre en su boca y dirige su mirada a la mía, da como resultado una conexión tremendamente excitante para ambos, es indescriptible. Ricardo estuvo a punto de venirse, por lo cual le pidió a mi esposa dejarlo comerla un poco, ella le dio el gusto. Primero acostándose boca arriba y abriendo las piernas y después Ricardo la puso a gatas para comerla por detrás, no hubo rincón que la lengua de Ricardo no explorara en mi mujer, provocándole sensuales y suaves gemidos de placer. 

Ambos en cama, procedieron a fornicar en todas las posiciones, para su placer y el mío. Para ese entonces, yo ya me masturbaba en mi pequeño rincón de la habitación pero suele ser tan intensa la experiencia de ver a mi mujer con otros que es muy difícil controlarme y sólo me masturbaba por momentos. Por lo general, mientras mi esposa coje con otros me dice cosas humillantes, algo que en lo personal me excita mucho, pero todo depende de la vibra que exista en ese momento y esa vez no fue la excepción: “Mira como me coje! el sí sabe cómo! que rico!”, “su verga esta riquísima!, la tiene grande! no como la tuya!” y por su parte, los corneadores una vez que están cómodos con la idea (porque no pasa con todos) también me dicen cosas similares: “mira como goza tu mujer conmigo! Nunca podrás darle placer como yo le doy!”, “mira lo puta que es tu mujer… mira como lo disfruta!, le encanta mi verga!”, etc. En esa ocasión no fue el caso con Ricardo pero mi mujer estaba encantada en cómo la penetraba; hay ocasiones cuando los corneadores no suelen ser lo que aparentan o están incómodos y es obvio cuando mi mujer no está siendo complacida pero aun así trata de disimularlo para hacer lo mejor de la situación, para ser cortés y complacer al corneador a quién tratamos siempre como un invitado distinguido. 



Ricardo quería durar lo más posible y fueron varias las pausas que tuvieron para que no se viniera, pero llegó el momento que no pudo aguantarse más y procedió a venirse en el rostro de mi querida a petición de ella. Después de recibir hasta la última gota de semen, mi esposa suele acostumbrar a tomarse un buen par de minutos para que yo pueda apreciar como queda cubierta de ese blanco líquido viscoso, y con Ricardo los resultados siempre son interesantes. 

Después de esa noche, las citas con Ricardo se convirtieron en algo frecuente y nunca nos quedó mal. La química que mi esposa ha desarrollado con él es tremenda, se la pasan bárbaro. Para algunas citas no soy invitado pues mi esposa prefiere salir sola con él; si lo hace porque sabe que ese toque de humillación es excitante para mí o si lo hace por otra cosa no lo sé, hay una tensión sexual muy particular entre nosotros en ese aspecto, pero el resultado es el mismo y Ricardo se ha ajustado muy bien, ha entendido perfectamente su rol como corneador y sabe lo que tiene que hacer. 

Y mientras sigo refundido en cosas de trabajo, con la temporada navideña ya puedo ver algo de luz en cuanto a un buen descanso; mientras tanto, mi esposa tiene quien le atienda, como seguramente lo hará Ricardo este viernes. 

@CornudoFeliz

A continuación tenéis los enlaces para acceder a las anteriores entradas de @CornudoFeliz pero antes, incluye tu comentario. ¿Te gustaría ser un corneador de confianza de este amigo cabrón?


Un marido orgulloso de su mujer

Gloria nos envía un beso y el video que su marido realizó mientras un joven corneador introducía el estoque hasta la bola. 

A destacar: la belleza natural de esta maravillosa mujer, su soltura ante la cámara y, sobre todo, como el cornudo sin perderse detalle graba la escena y recibe, a través de la boca de Gloria, las embestidas del corneador. Sin duda, un marido orgulloso de su mujer. 

Gloria, sólo podemos decir que nos ha encantado el video, muchas gracias por tu colaboración. Esperamos más.


Cornudo: ¡No tires las radiografías de tu esposa¡



En estas fechas “tan señaladas”, muchas empresas recurren al tradicional calendario de chicas en pelota como una herramienta más para sus objetivos de marketing. Algunas empresas continúan esta tradición, muchos esperan ansiosos el calendario de Pirelli que recoge año tras año fotografías de algunas de las mujeres más bellas del mundo en poses sugerentes y parajes de ensueño. También hay empresas que superan lo tradicional, innovan y revolucionan los clásicos calendarios de pin ups. 



Así lo hizo el pasado año la empresa japonesa Eizo, que se dedica a realizar diagnósticos médicos por imágenes, es decir, las radiografías de toda la vida. En cada mes aparecía una modelo en una tradicional pose sensual y ligera de ropa, muy ligera, ya que la foto era una radiografía en ella la modelo nos muestra todo su interior. Sin duda, la idea es original, creativa y efectiva, el calendario ya ha dado muchas vueltas por el mundo. Muchos han opinado que estas imágenes denigran a la mujer y otros, sin embargo, han encontrado un punto de erotismo. Vosotros podéis opinar aquí.



Seguro que muchos de nuestros amigos lectores ya estarán pensando en coger la radiografía de su reina para enviarla a este blog y poner los dientes largos a los muchos corneadores que admiran la soltura de esas bellas esposas que nos siguen, que por cierto, cada vez son más. 

Como diría el imitador de Matías Prat: “estas chicas… lo enseñan, todo”.






Feliz Calendario Nuevo.







Carla y Paolo vacaciones en Martinica con guía corneador

El año pasado Carla y Paolo eligieron como destino para unas cortas vacaciones la isla de Martinica. Un enclave isleño en pleno Caribe y que fue descubierto por Cristóbal Colón en 1502. Unos cuantos años después, en 1635, esta isla montañosa de origen volcánico, pasó a pertenecer a Francia. La Martinica es una de las islas que forman el pequeño archipiélago de las Antillas menores. Seguramente os estaréis preguntando: ¿y este tío por qué nos suelta este rollo? Muy sencillo, el ser corneador, cornudo o esposa abierta no tiene que ser sinónimo de tarugo. Hablando de tarugos, luego veréis el del protagonista del video. 

Playas tranquilas, sol caribeño, paisajes tropicales, etc. En fin, el marco ideal para pasar una semana de vacaciones y desconectar de todo. Este era el objetivo de Carla y Paolo, pero casi al final de su estancia en Martinica, un chavalote negro muy simpático se les cruzó por el camino ofreciendo sus servicios de guía turístico. Paolo reconoce que la labia y simpatía del negrazo les sedujo al instante y aceptaron su invitación para guiarles a los lugares ocultos de la isla. Carla nos confiesa que mientras hablaban de las rutas a seguir, los tres sonrieron comprobando la sintonía que había entre ellos, a continuación, una mirada cómplice con su marido sirvió para darse cuenta de que ambos pensaban lo mismo: “al hotel”. 

Conocieron al chavalote casi al final de su estancia por lo que sólo tuvieron dos encuentros, suficientes para quedarse con ganas de volver. 

Atención, no perder detalle de cómo el negrazo bombea a la esposa de Paolo, -con potencia pero suavemente-, y como el condón se humedece de Carla. Otro detalle, deteneros y aprender, sobre todo los cornudos, como Paolo mostrando su anillo de esposo ejemplar- acaricia el pezón y levanta la camiseta para que todos veamos la escena, pero eso sí con tacto y cariño hacia el amigo corneador. 

Espero que os guste el video, tanto como le gusta al coño de Carla ser enrabado por el negrazo. Sobra el sonido. 




La Martinica, un placer de isla y un lugar ideal para pasar una semanita de vacaciones.

Hay que valorar siempre el trabajo de los guías turísticos.

Carla y Paolo, muchas gracias por vuestra colaboración y felicidades por unas vacaciones que sin duda serán inolvidables. 


Otras imágenes de Carla y Paolo
A continuación van algunas imágenes de Carla y Paolo en acción que nos censuraron y que volvemos a incluir para que las disfrutéis, esperando que no nos las vuelvan a retirar.






Como siempre, esperamos vuestra colaboración con comentarios que siempre enriquecen el contenido de este humilde blog.

A continuación el enlace de la anterior entrada de Carla y Paolo, que demuestra su predilección por los chavalotes negros:




Marce, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías ¿puedes esperar ahora fuera? me pone violenta que estés aquí

Siempre os hemos dicho que no hay que glorificar en demasía la fantasía de "cornudo consentidor y testigo de la cornada". Así como os recomendamos que jamás presionéis a vuestras esposas a que hagan algo que no quieren, también os decimos a los aspirantes a cornudos que debéis estar seguros del paso, hay que llevarlo con calma. "Ante todo, mucha calma".
En esta entrada nuestro amigo Marce nos narra en primera persona una relación que el buscó pero que luego no cumplió sus expectativas. Ahora bien, yo creo que sí leemos entre líneas no os quedará duda de que el amigo Marce volverá a repetir y seguramente hará de mamporrero. A veces las cosas no son como te las imaginas, si no mejor.
Y, por favor, no seáis tacaños con los comentarios... seguro que le ayudan mucho a Marce y a su esposa Anabel.

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Os envío mi historia sobre unos deseados cuernos consentidos, que se convirtieron en unos no deseados.
Espero vuestra opinión. Un saludo.
Marce.


Hacía más de dos años que lo estaba intentando y al fin, mi mujer accedió. Contactamos con un chico a través de este blog. 

Esa noche mi esposa iba a ponerme los cuernos. El chico llegó puntual. No me pareció bien quedar en ningún hotel y lo hicimos por la tarde en nuestra casa. 

Mi esposa ya estaba preparada, recién bañada. El chico llegó y saludó. Era muy educado. 

Sobre todo, nada de humillación ni nada de eso, ¿eh? le dije, eso sí que no me gusta.  No te preocupes me contestó tampoco me gusta mucho a mí, a no ser que me lo pidan. 

Mi esposa estaba muy nerviosa. Llevaba la braguita y el sujetador y comencé a masturbarla despacio. Poco a poco se iba calentando y el chico fue desnudándose y tocándose un poco.


Mi mujer se quitó el sujetador y cuando el chico vio como ese sostén de la talla 110 caía y las preciosas tetas de mi esposa se descubrían, tuvo una erección de caballo fue entonces cuando empezó a ponerse el preservativo. Yo, me sentí un poco raro… 

Se acercó a mi esposa y preguntó. ¿Estáis seguros, verdad? Como es la primera vez. Mi esposa no dijo nada, yo le dije que sí, que adelante. 

Le acercó la punta del capullo a su raja y se la metió muy despacio. Mi mujer suspiró. 

El chico le había metido unos 10 centímetros, más o menos, y bombeaba muy despacio mientras acariciaba a mi esposa. Ella estaba nerviosa, pero se dejaba hacer. 

El le hablaba susurrándole. ¿Estás bien? Le dijo. Sí, muy bien, le contestó Anabel. Todo entre susurros. 

Era como si yo no estuviese allí y me sentí un imbécil, pero bueno, era a lo que venía el chico, para eso le había llamado ¿no? 

El chico seguía bombeando muy suavemente y mi mujer comenzó a jadear un poco. Voy a metértela entera, le dijo el chaval a mi mujer. Ella no dijo nada y el, sin dejar de bombear, fue metiéndola un poco más hasta que le metió el rabo por completo. 

Ahora sólo la sacaba un poco, unos tres centímetros, y la volvía a meter hasta los huevos. Le estaba practicando una penetración muy profunda. Anabel comenzó a gemir. 

Al cabo de un rato, al fin se percataron de que yo seguía allí y el chico preguntó: ¿Quieres que me corra dentro, o me quito el preservativo y acabo en sus tetas? 

¡Hombre, no jodas¡ le dije yo, “córrete en el condón pero fuera de ella, a ver si se va a reventar la goma, jodemos el invento y me la dejas preñada”. Vale, vale, me dijo él. Mientras, las tetas de mi esposa se movían como flanes, arriba y abajo. Bombeó unos segundos más, sacó la polla de dentro de mi mujer, se pegó un par de sacudidas y llenó el condón. 

Mi esposa se quedó algo insatisfecha, lo noté. 

¿Qué hago con esto? me dijo. Trae, que lo tiro, y me llevé el condón a la basura. El hijo puta este saca casi el doble de leche que yo, pensé.

"Me sentía como un gilipollas"
Me quedé un rato en la cocina, sin saber qué pensar. Si os digo la verdad, la experiencia no me estaba gustando. Me sentía como un auténtico gilipollas. Me lavé las manos y torné al cuarto para despedirme del chico y decirle que ya valía por hoy. Pero joder, cuando entré, contemplé como el muy cabrón ya se estaba poniendo otro condón. 

Cariño, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías, ¿puedes esperar ahora fuera? Es que me siento muy violenta. Joder, y me salí del cuarto cerrando tras de mí. 



Qué mal rato, me cago en la puta. Además, no oía nada, no sé qué cojones estarían haciendo. Al cabo de unos minutos Anabel comenzó a gemir de nuevo y las embestidas del chaval se escuchaban perfectamente “plas, plas, plas, plas” ahora el muy cabrón la estaba follando a saco, como un animal. El somier chirriaba como si fuese a partirse y mi esposa rebuznaba como una burra. 

¡Me cago en la puta! me dije a mi mismo, no me he acordado de recordarle al cabrón este que se corra fuera del coño. Estuve apunto de entrar un par de veces, pero me quedé fuera, no quería quedar por más gilipollas de lo que era. 

El cabronazo pegó un par de gritos y se corrió. Mi esposa gritaba con él. Joder, seguro que se ha corrido dentro, será hijoputa. Salió y se fue al baño. Entré al cuarto y mi esposa estaba completamente despatarrada. El hijoputa había vuelto a llenar el condón. 

Salí al recibidor a despedirlo todo lo dignamente que pude. Llamadme cuando queráis, me dijo, y añadió “tu mujer es estupenda, espero haberla dejado satisfecha". Sí hombre, no te preocupes. 

Cuando volví al cuarto no sabía que decir a mí esposa y opté por: ¿Te ha follado bien? Sí, bien, me respondió Anabel. ¿Te has quedado a gusto? Tras un breve silenció, me dijo, “sí, sí… muy bien”. 

Estuvimos un minuto sin hablar y al fin le pregunté: ¿Se notaba mucho que la tenía más larga que yo? No, no me he fijado (joder, me estaba mintiendo) 

Y, ¿te ha dado mucho gusto cuando te la metía tan hondo? Bueno, normal, me contestó (Dios, no me lo dice para no herirme, se le nota) 



Nos echamos a dormir. Yo tuve que levantarme dos veces a masturbarme, pero me encontraba fatal. Pasaron unas semanas y no volvimos a hablar del tema, hasta que un día le pregunté: “Oye, ¿cuando yo estaba fuera del cuarto, el cabrón no se correría dentro de ti? A lo que me respondió, “chico, no pasa nada, llevaba preservativo”. Pensé, “me cago en la puta, le digo que no lo haga y en cuanto salí fuera el hijoputa hizo lo que le salió de los cojones”. No paro de pensar en que sí se llega a joder el condón y mi mujer se queda preñada, sería su responsabilidad por consentirlo. 

No creo que repitamos la experiencia pues sinceramente no me ha gustado nada. Os comento esta historia para que me digáis si a alguno de vosotros le ha pasado algo parecido. 

La conclusión que saqué es que vino un tío a mi casa, se metió en mi cama, le echo un par de polvazos a mi mujer, que a sus cuarenta años está buenísima, y se marchó. Y lo peor de todo es que yo le había llamado para ello. 

A veces las cosas no son como te las imaginas.

Exhibiendo a mí esposa con pantalón de tiro bajo y mostrando cola

Incluimos a continuación una reflexión y unas imágenes que nuestro amigo Alejo nos ha enviado para el disfrute de todos vosotros, queridos lectores.

Siempre he afirmado que el candaulismo o el placer de exhibir a la esposa o novia, en muchos casos, es el previo a ser un cornudo consentidor. También se puede considerar un grado primario de cornamenta consentida al sentir un gran placer cuando comprobamos que otros hombres ven a la esposa de una manera abierta y suelta sin llegar al contacto. Desde luego, y en esto estaréis de acuerdo conmigo, demuestra el orgullo del marido al querer compartir la belleza y la sensualidad de su esposa para el disfrute de los demás. Adelante Alejo. 


Alejo: Qué tal.

Antes de nada les aclaro que en realidad mi esposa ni se presta a las fotos y menos aún que la que les saco las subo a algún lugar. Tal vez debiera haber comenzado con más orden en mis aportes, pero les sigo contando sobre mi obsesión por el candaulismo, reconozco que años atrás sentía en realidad molestia cuando veía que alguien le clavaba los ojos o de alguna forma discreta la seguía con la vista cuando andaba de bikini, cuando íbamos por la calle o en alguna reunión. De a poco lo fui cambiando hasta encontrar esas situaciones muy excitantes (ver otros post acá en el blog).

Con mi esposa tenemos diferentes trabajos, así que a veces cuando ella debe hacer algo por el centro, pasa a buscarme por la oficina para de ahí salir a algún lado como para aprovechar su viaje a capital.



Algunas veces se queda en la oficina esperándome para de ahí salir, por supuesto de acuerdo a la forma en la que llegue vestida a veces la hago esperar algo de más.


En algún caso le ofrecí trabajar con una compu en una sala de cafetería, eso siempre en los casos en los que llega con algún pantalón de tiro bajo! Lo mejor es que le da la espalda a la puerta de entrada… como para darle recreo a los que van entrando. Van algunas fotos.

Un día pasó a buscarme y cuando vi la forma en la que estaba vestida decidí no hacerla esperar y cambiar, por lo que le pedí me acompañara a visitar a una persona con la que debía cerrar un tema simple y que me llevaría poco tiempo. Si bien nunca había hablado con esa persona de temas no relacionados al trabajo sabia de su debilidad por las mujeres en falda y sandalias. Cuando vi como había llegado mi esposa supe que se presentaba una gran oportunidad de exhibirla.



Fuimos a su oficina (muy cerca de mi trabajo), y al llegar a su oficina fuimos directamente al office a tomar un café para esperarlo y de paso juntarme con el dejándole a mi esposa cerca. 

Mi esposa y yo quedamos en los extremos de la mesa (ella haciendo unas llamadas y viendo unos papeles) cuando la persona llego no pudo disimular el clavarle los ojos en las piernas y casi inmediatamente saludarme, se la presente y ya pude ver en la mirada que le había gustado. 

Mi esposa se sentó en el otro extremo de la mesa y cruzo sus piernas. Yo quede en la otra cabecera y la otra persona a mi izquierda, junto a la mesa. Comenzamos a hablar de algún tema de trabajo y me di cuenta que cada vez que yo bajaba la vista (comenzando a escribir cosas) yo podía ver como se las ingeniaba para poder mirar hacia el otro lado obviamente con la idea de verla a ella. 


Al haberse sentado tan cerca de la mesa, se le hacía difícil mirarla, así que se levantó busco un café y como si se pusiera más cómodo alejo su silla y se sentó más lejos, con la idea de tener un mejor punto de observación. Obviamente baje la vista como para facilitarle la cosa y observar cómo se deleitaba. 

Esto duro poco tiempo pero lo suficiente como para pescar esas dos fotos y dejar mi morbo al cien por cien.



Para los que quieran entrar en contacto conmigo mi correo alejobsas200@yahoo.com.ar  No es mi correo y msn habitual, pero si escriben les doy el otro.

Pude tomar solo este par de fotos con el celular sin que ella ni el se dieran cuenta. Espero les gusten.

Los descuidos….
Los descuidos son un tema aparte…. Como siempre digo: “la ecuación : pantalón de tiro bajo + remera corta * leve inclinación = mostrada de cola o de tanga”.  Aunque muchas veces hay que darle una ayuda a la cosa.

En los siguientes enlaces se encuentran las dos entradas anteriores de Alejo:


Saca el vikingo que hay en ti

Con este sugerente eslogan, según quien lo lea, se ha presentado en España la película que pretende ser una de las más taquilleras de las próximas navidades: “Vickie el vikingo y el martillo de Thor”. Alguno de vosotros recordaréis aquella serie de dibujos animados de hace ya algunos añitos cuyo protagonista era un chaval muy espabilado que se hacía llamar Vickie “el vikingo”. ¿Ya habéis hecho memoria? Pues seguro que os acordáis de aquel casco que siempre llevaba y del que salían dos pequeños cuernitos. 



Bueno, pues ya sabéis la relación. En este blog no podíamos pasar por alto hacer referencia a la peli cuando aparecen vikingos, cuernos… En fin, que sólo falta la esposa abierta y suelta, aunque seguro que debe de estar por algún lado. 

Ya sabéis amigos, y me dirijo a aquellos que todavía no habéis encontrado el momento de abriros a vuestras esposas reconociendo la aspiración de ser cornudos consentidores, aprovechar la percha y decirles: “cielo, a mi me gustaría ser como Vickie y llevar en mi cabeza un buen par de cuernos”. Lo mismo la convencéis y os pide que busquéis un corneador, como Dios manda (frase que ahora está muy de moda) Si os toca hacerlo no deis muchas vueltas, seguro que lo encontraréis entre los muchos amigos que son lectores de este blog. 

La peli puede ser un coñazo pero me tenéis que reconocer que es una excusa perfecta. Por cierto, sería un puntito que alguno de vosotros, con motivo de la peli, os hagáis una foto con vuestras reinas pero eso sí, coronados con el casco vikingo y nos la enviáis para publicarla en el blog. Habrá premio seguro. 

Thor otra película con cuernos
Desde luego 2011 ha sido un año cinematográfico "corno". Hace unos meses se estreno la adaptación del legendario héroe de Marvel, Thor. Seguro que a alguno de vosotros os dijeron este verano: “tienes más cuernos que la película de Thor”. 





Me tenéis que reconocer que hay hombres que saben llevar con elegancia un buen par. Venga, animaros y que vuestras reinas os hagan unas fotos con un casco cornudo, enviarla a corneador.toro@gmail.com y optaréis al premio de ser seleccionados y ser los protagonistas durante un tiempo de este blog.

Dedicamos esta entrada a un amigo cornudo, que ya ha participado en este blog, y a su esposa: Antonio y Bea. Sabemos que Antonio se identifica plenamente con el vikingo Vickie .

“Ver a mi mujer follando con mi amigo fue mucho mejor de lo que me imaginaba”


Incluimos en esta ocasión la experiencia que nos cuenta un amigo de cómo fue su primera vez como cornudo consentidor. Ya sabéis que no somos partidarios de incluir testimonios que no recojan alguna foto o video de sus protagonistas, en esta ocasión hacemos la excepción por la veracidad del testimonio y porque su contenido puede aportar mucho para los cornudos indecisos. Además, comprendemos en este caso por las características de sus protagonistas que guarden su anonimato. 



Siempre me había preguntado quién sería el hombre que se follaría a mi mujer delante mía. Le propuse a mi esposa que fuera un buen amigo, uno de esos de los de toda la vida. A ella le pareció bien ya que no vivía en nuestra ciudad por lo que la situación después del encuentro no sería tan violenta si salía mal y, además, le gustaba físicamente, vamos que se ponía cachonda con él. 

Nuestro amigo anunció su visita días después. Venía a ver a su familia y de paso a sus amigos, entre ellos a nosotros. 

Yo sabía que aunque mi mujer estaba conforme en dar el paso, no tenía que forzar la situación ya que se podía echar atrás. Además, yo quería que la situación surgiese de forma natural, sin presiones de ningún tipo. La única presión era la que sentía yo en mi cabeza ya que un par de cuernos consentidos pedían paso para salir y coronarme. 

El día de la llegada de mi amigo se iba acercando y yo bromeaba con mi mujer para mantener su interés sobre el tema. Ella, unas veces estaba por la labor y otras parecía que se echaba atrás y me decía frases como: “ya veremos, igual el no quiere…” Reconozco que me pase hablando con mi esposa del asunto pero es que me ponía como una moto que un buen amigo, al que conocía desde niño, que estuvo en mi boda, se follara a mi mujer delante de mí. 

El día antes de que nos viéramos con mi amigo ella me dijo que prefería no hacerlo. Me reconoció que tenía dudas. Yo entendí que mi mujer no quería dar el paso porque veía en ella el miedo a que su físico no fuera atractivo para mi amigo. Qué equivocada estaba. Por lo que había leído en tu blog y alguno de los consejos que me habías dado, la esposa indecisa en este aspecto que luego comprueba que es deseada por un corneador aumenta su autoestima y la hace ser más segura en el sexo y por lo tanto ir más suelta y así disfrutar más. Como digo, a pesar del beneficio que supondría para mi mujer verse follada y deseada por otro hombre y las consecuencias positivas que traería para nuestra relación de pareja, no quise forzar la situación y la tranquilicé diciéndola que si ella no quería no pasaba nada, “que no iba a ocurrir y punto”. 



Así que llegó el día. Quedamos con mi amigo, dimos una vuelta por nuestra ciudad, tomamos unas cañas y recordábamos las típicas batallitas de cuando chavales. La situación apuntaba a que no iba a ocurrir nada, mi mujer me lo había dejado claro, y mi amigo era ignorante de la situación así que la velada transcurrió de manera normal. Sin embargo, mi cabeza no dejaba de dar mil vueltas a la posibilidad de que mi mujer se abriera de piernas a mi amigo. 

Después de la cena tomamos unas copitas, estuvimos bailando, nos reímos mucho y mi amigo se portó en todo momento como un caballero y mi mujer manteniendo con él unas distancias que dejaban claro que yo no podría ser esa noche el cornudo que quería ser. Es más, en alguna ocasión tuve que forzar a mi amigo para que se echara un baile con mi mujer. También, cuando veía la oportunidad, les dejaba solos con la excusa de ir al servicio o ir a por otra copa para que hablaran entre ellos y mi esposa se fuera soltando. Yo sacaba, a la primera oportunidad que tenía, el tema de los cornudos pero sólo mi mujer se daba por aludida y sin que diera una respuesta positiva. 

Tras la última copa decidimos irnos. Insistí en que mi amigo se quedara a dormir en casa, dada las horas que eran, las copas y que no me apetecía llevarle a la de sus padres donde se alojaba durante su visita. Era mi excusa por si al final se hacía realidad mi fantasía. 

Apagamos la luz, mi amigo se fue a su habitación y nosotros a la nuestra. Mi mujer y yo empezamos a hablar sobre nuestro amigo y me confesó que en algún momento se le había pasado por la cabeza insinuarse, especialmente cuando yo no estaba pero que se cortó de hacerlo. Entonces vi una posibilidad. 

Mientras se desnudaba le comenté que esa noche estaba realmente guapa, que me había dado cuenta que mi amigo no le quitaba el ojo de encima, que se comía su culo con los ojos y me inventé una conversación con mi amigo en el que me reconocía que ella le ponía muy caliente… Noté que mi mujer se ponía cachonda y empecé a acariciarla y besarla, fue entonces cuando me fui directamente a su raja y empecé a comérmela. Notaba lo húmeda y calentorra que estaba. Después, empezamos a follar y fue en ese momento cuando empecé a decirle si le apetecía estar con mi amigo, si no se imaginaba lo que era notar dentro de ella otra polla que no fuera la mía, sentir otros labios… 






Y me dijo que sí, como lo había hecho otras veces pero en esta ocasión teníamos al segundo hombre en la habitación de abajo. Pregunté, por última vez, si quería que fuese a avisar a mi amigo y fue cuando lo soltó “venga, cabrón, corre a llamarle para que me folle”. Me dejó sorprendido y como un chiquillo fui a la habitación donde estaba mi amigo. 

Cuando le desperté se quedó sorprendido y me preguntó si ocurría algo. No se lo esperaba pero le propuse hacer un trío con mi esposa. Me respondió que estaba loco y se empezó a reír. Volví a insistir y al final se levantó y me acompañó a la habitación donde nos esperaba mi mujer. 

Ella estaba desnuda sobre la cama como yo la había dejado fue cuando pude comprobar la sonrisa de ambos y la complicidad que tenían. Aquella señal hizo sentirme un auténtico cornudo consentidor, todo apuntaba a que ellos dos ya habían pactado el encuentro y habían estado jugando conmigo. 



Aunque querían dar la apariencia de que los dos estaban un poco cortados y me hicieron actuar un poco de guía y de animador de ambos para que follaran, a los pocos segundos no hizo falta mi ánimo ya que se estaban comiendo la boca los dos como locos y a continuación empezaron a comerse chocho y rabo con una pasión que me hacía feliz. 

Yo pasé entonces a ser un mero observador. Estaba alucinado de ver en esa situación a mi mujer y por un lado sentía el placer de comprobar que era ya una esposa abierta y yo un marido cornudo consentidor. Tengo que reconoceros que ver a mi amigo follando a mi esposa sin cortarse un pelo me hizo feliz y también me hizo sentir un pelín de celos pero era maravilloso experimentar esa ambigüedad y, sobre todo, comprobar, en directo, como mi esposa se corría y ponía esa cara de placer y de vicio. 

Mi amigo y mi esposa se complementaban perfectamente en el polvo. Yo, cuando la postura en la que follaban me lo permitía, le daba algún beso a mi mujer pero ella estaba a lo que estaba. En uno de esos momentos mi amigo y mi esposa me miraron y se rieron a dúo… fue muy morboso. Pero también sentí mucho placer cuando mi amigo puso a cuatro a mi esposa y me indicó que le abriera el culo para que se la follase a lo perro. Pude ver a escasos centímetros como el rabo de mi amigo entraba y salía del coño de mi mujer, como tropezaba con su ojete y temí en ese momento que sí lefaba algún chorro podía ir directo a mi cara. 



Fue increíble. Mi mujer se corrió varias veces como una loca. En una de ellas tuve que sujetarle la cabeza y besarla en la frente para reconocer mi posición de cornudo consentidor. Por fin lo había conseguido, había convencido a mi esposa, estaba muy excitado, de vez en cuando me pajeaba al verlos, era maravilloso. Tengo que reconocer que me ponía especialmente cachondo ver las ganas que ponían los dos, especialmente mi mujer… la que se había echado para atrás y que a la primera oportunidad de follarse a otro tío delante de mí lo hacía con ese descaro y esa soltura. 

Estuve a punto de correrme pero esperé a que mi amigo lo hiciera. Luego se abrazaron y estuvieron un buen tiempo besándose como si yo no estuviera. Mi mujer me pidió que fuera a por unas copas para los dos. Dócilmente seguí sus indicaciones y me fui a por ellas, eso sí, totalmente empalmado. 


Estuvieron un rato los dos en mi cama. Después mi amigo se levantó me dio una palmada en la espalda y se levantó a orinar y a continuación se fue a su habitación. Nos quedamos a solas mi mujer y yo. Su cara de satisfacción y su sonrisa me confirmaban que ella había disfrutado tanto como yo, sin mediar palabras nos pusimos a hacer el amor. Pude sentir todavía el aroma de mi amigo y comprobar que mi mujer quería más rabo y estaba completamente abierta. 

Fue una de las mejores noches de mi vida.

Para mi esposa prefiero un negro con rabo enorme (2ª Parte, EL VIDEO)

Aquí está el video de Carla, Paolo y el amigo corneador. Se nota lo que nos dijo Paolo en su anterior entrada: “Me faltan las palabras para explicar el sublime placer de esos momentos”. Bien, pues en este video están esos momentos. 

Antes del video os dejo unas fotos buenísimas en las que podemos disfrutar de la belleza de Carla en la playa. Una maravilla. Qué suerte tienen los corneadores que la disfrutan y que suerte tiene el amigo Paolo de contar con una esposa tan abierta y tan suelta.






Paolo nos ha comentado que tiene otros videos, si queréis verlos enviar comentarios para animarle a que los haga públicos. Video real en estado puro.


Sublime, sin duda. No seáis tacaños con los comentarios y decirle a Paolo lo que pensáis de Carla. No habrá censura. Si queréis ver otra entrada de esta entrañable pareja, a continuación tenéis el enlace.


El placer de exhibir a la mujer o el previo a ser un cornudo consentidor

Ya sabemos que en muchos casos el candaulismo, o el placer de mostrar en pelota a la mujer y exhibirla entre más hombres, es la antesala idónea para convertirse en un cornudo consentidor. Vosotros, queridos lectores, podéis sacar la conclusión correcta. 

No es la primera vez que el amigo Alejo, desde la maravillosa Argentina, nos envía algunas fotos de su amada esposa. Seguro que los planos y la postura os va a encantar. Como siempre, su autor, nos explica la historia de estas preciosas imágenes. Espero que lo disfruten y no sean tacaños con sus comentarios, a los maridos candaulistas, como Alejo, les gusta saber las opiniones de los demás hombres sobre sus esposas. 


Fin de semana en la casa de unos amigos, es común acá alquilar durante el verano una casa con piscina para pasar las vacaciones y durante los fines de semana invitar amigos o familiares... En este caso, a nosotros, unos amigos nos invitan a su casa.



Apetecible asado a mediodía y luego nada mejor que una buena siesta, sobre todo si uno ha comido bien y se tomó unos buenos vinos... fue el caso de mi esposa quien después de comer se fue a dormir.



Sabiendo que es de dormir "fresca" de ropas, deje pasar un tiempo (como para que se durmiera) entre a la habitación como para ir a buscar algo y de paso (viendo que ya se había dormido) sacarle esas fotos. 



Por supuesto que no quise privar a nadie del espectáculo así que deje la puerta abierta como para que al pasar alguno la viera así.



Unos minutos después otro invitado fue hacia ese lado y seguramente la habra visto, volvio y deje pasar unos minutos en los cuales dos mas se las "ingenieron" como para ir a buscar algo no dudo en que se habran quedado mirando su terrible cola.



Unos minutos después otro de los invitados fue hacía ese lado de la casa, seguramente la vió. Dejé pasar unos minutos tras los cuales dos nuevos invitados se las ingeniaron con la excusa de ir a buscar algo para mirar la terrible cola de mi mujer.


Bueno espero les guste y si alguno quiere intercambiar alguna foto o experiencias así, escribirme a alejobsas2003@yahoo.com.ar y la seguimos.


No es esa mi direcciónn habitual pero escriban y les paso la que habitualmente uso.


Saludos


Alejo.

Gracias amigo, ya sabes que nos debes algunas otras fotos de tu bella mujer en las situaciones que acordamos.


En este enlace otras imágenes, más abiertas, de la esposa de Alejo.

Otro aspirante a cornudo busca ayuda

Otro amigo que quiere ser cornudo nos escribe para pedirnos ayuda. Os ruego que leáis con atención y que esta vez le metáis un buen número de comentarios para que consiga su objetivo. Una cosa, no he querido cambiar ni una coma de la carta, se ha incluido tal cual. Una prueba más de los muchos lectores que este blog tiene en Estados Unidos, México, Argentina, Colombia, Brasil, Venezuela, Chile… Gracias. 

Aprovecho para informaros a todos, queridos lectores y lectoras, que muy pronto vamos a poner en funcionamiento dos nuevas iniciativas. Por un lado vamos a empezar con los “TEST DE EMPUTECIMIENTO DE ESPOSAS ABIERTAS” ya os contaré. También, y ante las numerosas peticiones, vamos a actualizar el decálogo de consejos para que saquéis de vuestras esposas y novias la zorra que llevan dentro. 

Ya sabéis que también estoy en Twitter @Torocorneador 


"Hola Alberto, quisiera saber si es posible postear mi caso para recibir consejos y claro está cualquier comentario sobre las barbaridades que los amigos corneaores le harían a mi esposa. Gracias por la ayuda y a continuación el texto".
Hola Cornudos y Corneadores!

Me encuentro decidido a que me hagan cornudo, y como buen aprendiz pido consejo pues ahora es que se inicia este “proyecto”

Mi esposa es una mujer normal, bastante recatada pero siento que dentro de ella tiene que haber una gran puta que se dejaría cojer por cualquiera si hago las cosas bien.

En términos generales es conservadora con el sexo, pero en algunas ocasiones he notado que se puede disparar su morbo, aunque ante la presión (como es normal) tiende a retraerse.

Por ejemplo ella disfruta de usar juguetes, pero es muy difícil que los use sola, solo se ha masturbado para mi... o eso es lo que se (si algún día me confesara que se ha masturbado sin decírmelo sería la gloria).

En cuanto a fantasías creo que antes era un poco más activa, de novios hizo cosas como llevarme a una plaza en el carro para darme una mamada, dejarme que la masturbara mientras manejaba, e incluso una vez la cojí en un estacionamiento fuera del carro... pero luego se fue haciendo cada vez más convencional, y ahora está en niveles muy normales para mi gusto.

Esos visos de morbo a los que me referí antes, que me dan pie a pensar que puede ser una zorra en potencia son cosas como estas:

-. Una vez cojíendola en tacones y de pie apollada sobre la barra de la cocina (en tacones su culo se ve exquisito), sus tetas y su cara de perra mientras la penetraba (pone una cara divina) daban a una ventana que da hacia la escalera del edificio... ella me dijo con verguenza"me pueden ver", a lo que le respondí "¿y que verían?" a riesgo de que se cortara... pero estaba en ese punto de excitación al que me referí antes y me dijo "verían como me coje mi macho" ufffff solo de recordarlo me provoca masturbarme... aproveché la ocasión y le dije que era mi puta y le gustó... seguí dándole y le volvía a preguntar que vería el que pasara por allí y me respondía la zorra "a mi macho cojiéndose a su puta"... que delicia.

-. Otra escena que recuerdo fue viajando de vacaciones, ella conducía y yo estaba excitado... entonces saque mi verga del pantalón y ella comenzó a masturbarme... lo delicioso fue que comenzó a tomar el líquido que derramaba mi verga con sus dedos y a ponérselo en la boca!... lo saboreaba y me decía que estaba rico! de pensar que pasara un auto al lado de nosotros y la viera haciendo eso me hizo explotar.

-. En otra ocasión un poco pasada de copas (cosa que es efectivísima para activar su morbo) la empecé a masturbar con un vibrador, y le dije "te gusta este palo" (así se refiere a las vergas... no logro que le diga verga aunque me encanta) me dijo que sí... cuando empecé a penetrarla le puse el vibrador en el clítoris y le dije "tienes dos palos" a ver que decía... para mi placer contestó "si estoy gozando con mis dos palos" QUE PERRA!!!! me mojo nada más de contárselos!!

Por esas experiencias esporádicas es que pienso que podría convertirla en toda una puta, pero necesito hacer un buen plan para lograrlo, ¿cómo puedo insinuárselo?, ¿Cómo saber si eso la excita? ¿Qué palabras usar y en qué momento hacerlo?. Sé que son muchas preguntas de novato, pero gracias desde ya por la ayuda y los comentarios!

Muchos saludos.

Twitter: @deseosercornudo

SER GENEROSOS CON VUESTROS COMENTARIOS.

Chico de Pozuelo aspirante a cornudo busca corneador (Segunda Parte)




Con los siguientes correos de Luis Carlos (chico de Pozuelo) terminamos esta primera serie en la que nos cuenta el inicio del proceso de emputecimiento de su novia, Laura. Me pide ayuda y me ruega que le busque un corneador que crea puede satisfacer sus expectativas y, sobre todo, las de su novia. Así que ya sabéis, si queréis formar parte de la vida de esta pareja madrileña sólo tenéis que leer sus correos y si os consideráis capaces del reto escribir a corneador.toro@gmail.com


Ayer tuve ocasión de tener una charla con ellos y tengo que reconocer que la chica merece la pena aunque dudo, en un principio, que esté dispuesta a cumplir todos los objetivos de Luis Carlos. Ahora bien, por si me equivoco, les he dicho que me ofrezco de padrino para lo que venga y es que Luis Carlos sigue empeñado en que alguien preñe a su novia.

Espero seguir de cerca esta experiencia y que Luis Carlos nos envíe su testimonio para que todos vosotros, queridos lectores y lectoras, lo podáis disfrutar.



(CORREO 3)


Hola Alberto

Es fantástico leerte, leer tus consejos y aportaciones que tanto me ayudan y que, estoy seguro van a ser fundamentales para llevar este proceso a buen puerto, y puedes estar seguro que cuando llegue el momento de la primera experiencia, mi recuerdo será para tí ya que creo que tu papel va a ser muy importante en esta aventura.

Agradezco las palabras que me dedicas. Soy de la opinión de que no puede existir duda alguna antes de iniciar el emputecimiento de la pareja, y también creo que es muy importante la mentalización del consentidor y el asumir su rol y su papel, que es el de espectador de la vida sexual de su reina.

Estoy iniciando, como sabes, todo el proceso. Mi intención es comenzar a frecuentar sex shops e introducirla en la temática cornuda a través de videos, fotos, etc. También he pensado en acudir con ella de compras y comprarla minifaldas, pantalones muy muy cortos y ropa sexy en general para que así vaya aprendiendo a exhibirse y se vaya acostumbrando a ser observada con deseo. Es este un punto en el que sí necesito de tus consejos ya que opino que si conseguimos sacar de ella que empiece a gustarla exhibirse y provocar tenemos mucho conseguido y así empezaremos a sacar la puta que lleva dentro, y es que Alberto eso es algo que tengo clarísimo: lleva dentro una puta que si sabemos educarla y enseñarla, sacará plenamente. También he pensado en llevarla a un club swinger pero no sé qué te parecerá esto último. Hablamos muchísimo de sexo y, como te dije, eso está enriqueciendo nuestra relación. Me gustaría saber si debo tocar en esas conversaciones ciertos temas y si, en los momentos de pasión, debo nombrárselo.

También me gustaría que me aconsejaras que criterios seguir a la hora de elegir corneador ya que esto es algo en lo que estoy un poco perdido.

Te agradezco nuevamente tu labor

Un cordial saludo

Luis Carlos






(CORREO 4)

Hola Alberto,

Siguiendo tus indicaciones, ayer por la tarde estuvimos en un sexshop. Me llamó la atención lo suelta que fue Laura a la tienda y la familiaridad que mostraba con alguno de los productos que se exponían, especialmente las pollas de plástico que en hilera tapaban toda una pared. Al final no compramos nada pero pudimos disfrutar de cómo muchos de los hombres que circulaban por la tienda nos echaban miradas cómplices como si supieran que estábamos en pleno proceso del emputecimiento de Laura. Un señor mayor, de unos sesenta años, no nos quitaba ojo, sobre todo a Laura y eso que no iba muy provocativa, una camiseta ajustadita y una faldita vaquera corta. Tengo que reconocerte que me llevé un calentón imaginando como el viejo la metía en una de las cabinas, cerraban la puerta y la sobaba hasta hacerla correr. Me faltó valor para proponérselo pero no descarto llevar a cabo esta fantasía, ya me dirás que te parece.

Después del sexshop nos fuimos al Corte Inglés, concretamente al de Princesa. Me cuesta mucho que Laura se vaya liberando y se incline por vestir ropas provocativas. Al menos, no rechazó que fueramos a zapatería y que se probara algunos zapatos con tacones que tanto me gustan. Al lado había una pareja madura, la mujer se estaba probando zapatos y el tío no hacía más que dar vueltas, cuando vio como Laura se abría ligeramente para probarse sus zapatos se paró en seco y sin cortarse se plantó delante nuestro. Laura no era consciente y no hacía más que probarse, levantarse, mirarse en el espejo sin darse cuenta que aquel hombre no quitaba ojo. Como podrás imaginar, la faldita corta ayudaba a que cada movimiento Laura mostrase a aquel señor el triangulito de su tanga. Creo que Laura va a tener mucho éxito con los hombres maduros. La situación se cortó cuando la mujer de aquel hombre se dio cuenta de lo que hacía su marido y salieron discutiendo de allí. Laura no paró de reírse al darse cuenta de la situación. Son estas situaciones las que me confirman que Laura lleva una puta muy guarra dentro de ella. A veces pienso que Laura ya me ha coronado en más de una ocasión con unos buenos cuernos. ¿Tú qué opinas?

Salimos del Corte Inglés y nos fuimos al intercambiador de Moncloa para coger el autobús de Pozuelo. Durante todo el trayecto estuvimos hablando de todo lo que habíamos vivido. No te puedes imaginar el placer que sentía hablando con Laura de todo y comprobando como ella muestra cada vez una actitud más abierta. Noto que Laura va cogiendo más confianza y que empieza a disfrutar de estas situaciones, espero que cuando llegue el momento de que un corneador entre en nuestras vidas disfrute aún más.

Siguiendo tus consejos seguiré hablando con ella y cuando crea que sea el momento lo consultaré contigo para dar el gran paso y que un corneador cumpla con su papel en mi presencia.

Gracias por tu atención y tus consejos.

Un cordial saludo

Luis Carlos


(CORREO 5)

Hola Alberto

Perdón por el retraso. Por circunstancias no he podido escribirte antes. Hemos seguido hablando y creo que ahora es el momento de dar el paso e ir más alla. Abusando de tu confianza y siendo como eres conocedor de toda la historia te ruego me recomiendes a algún corneador que conozcas y que sea de confianza. Ya sabes que en un principio pensaba en un chico de nuestra edad pero después de leer tus consejos y experiencias me inclino por un hombre maduro, con experiencia y capaz de liderar la situación. Yo sé que me toca el papel de mirón servil, también sé que Laura una vez metida en faena estará al nivel. Estoy deseando que llegue el momento y sobre todo que después de que el corneador la haya follado bien, quedarme a solas con ella y experimentar esa situación: mi novia follada, con leche por todo su cuerpo y yo como cornudo consentidor. En ese momento sabré si Larua irá más allás en su proceso de emputecimiento o tendremos que cortar esta experiencia.

Necesito tu consejo y necesito que me recomiendes a algún corneador para que todo salga como yo quiero. A mi me encantaria contar con, al menos, un corneador de plena confianza; mi intención es verla realizar todo tipo de perversiones con cualquier hombre o grupo de hombres, pero también me gustaría que tuviera un macho corneador que ella viera como su hombre, con el que esté dispuesta a realizar cualquier práctica, incluso, con mucho tiempo, no sé si recuerdas que valoré la posibilidad de que la dejara embarazada (sí, ya sé que esto es muchísimo, pero soñar es gratis ¿no?)

Espero tu correo y te dejo mi teléfono para que me llames XXXXXXXX. Me gustaría hablar contigo para que dijeras como puedo planteárselo para que no la coja por sorpresa, para que digas si me ves lo bastante mentalizado para ser un cornudo consentidor y, lo más importante, para que me digas cuál es el corneador que has elegido.


Agradezco tu ayuda Alberto

Quedo a tu disposicion

Luis Carlos






CONTINUARÁ... SI LUIS CARLOS Y LAURA QUIEREN....








("UA-21720468-1")