“Alberto, me alegra que me digas que te gusta mi mujer” o ¿sueñan los cornudos consentidores con toros mecánicos?

Después de releer esta entrada y recordar las experiencias que he tenido con esta entrañable pareja decidí añadir al titular: ¿Sueñan los cornudos consentidores con toros mecánicos? Si solo hubiera dejado “me alegra que me digas que te gusta mi mujer” hubiera resultado demasiado simple y la relación que mantenemos los tres: la esposa, el cornudo y yo, no es nada simple.

Solo los que estáis muy metidos en este tipo de juegos entenderéis el significado de esta entrada pero confío que muchos de vosotros: corneadores y cornudos que estáis dando los primeros pasos, en unos años, seguro que entendéis el significado oculto que os pretendo trasmitir. Ojo, este no es un blog para todos los públicos, y no me refiero a personas adultas (doy por hecho que solo personas maduras y adultas pueden acceder a estos contenidos) si no para personas que siguen o practican este tipo de juegos sexuales, es decir, que ya están iniciadas en las relaciones complejas que pueden surgir. Tengo claro que somos una minoría y a esa minoría me dirijo. Aquí no hablamos de trios swingers o intercambios de parejas o de toys boys.


Antes de seguir, ¿sueñan los cornudos consentidores con toros mecánicos? Seguro que a alguien le suena la frase y es que me he permitido la licencia de tunear el título de la distópica novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968) y que la mayoría habrá disfrutado en la libre adaptación cinematográfica que realizó el genial Ridley Scott, Blade Runner.

Philip K. Dick no pudo disfrutar del éxito de masas ya que murió en 1982, antes del estreno de Blade Runner, la cual pasó desapercibida en su estreno y que con el tiempo se convirtió en una película de culto.


Yo he tenido más suerte que Dick y he podido disfrutar del éxito con esta pareja. El marido, un cornudo consentidor de libro y encantado de serlo, ella una bellísima esposa, con unas curvas de catálogo y con una soltura que le permiten alcanzar altas cotas en la humillación sexual de su marido cuando les acompaña un tercero. Hemos disfrutado del sexo pero también de charlas profundas sobre el placer, el juego sexual, etc. Y claro, también hemos disfrutando haciendo las mil y unas al cornudo consentidor. ¿Recuerdas aquella lluvia, Luis? Abajo veréis los enlaces a anteriores entradas de esta pareja en las que podéis entender algunas de las dudas que os surjan cuando leáis esta entrada.

Incluyo a continuación el último correo que Luisito me envió. No quito ni añado nada. Solo espero que el lector y la lectora atenta saquen sus conclusiones.




¡Hola Alberto: 

Me alegra que me digas que te gusta mi mujer, es una satisfacción. ¡Y es cierto que se suelta a gusto contigo! Eso es que se siente a gusto y segura. Y que se pone cachonda también, claro. El morreo es algo muy íntimo, y me parece una estupenda humillación que entres hasta la cocina, que ya empieces profanando así el vínculo de la pareja
(La esposa de Luis y yo, disfrutamos mucho morreándonos a fondo, lentamente, con humedad, delante de él y en público, Luis dice que es un escándalo pero nos ponen los previos, a ella y a mí).


Creo también que todas las mujeres tienen su “punto”, y me imagino ese placer adicional que te aporta follarte a mujeres casadas, debe ser maravillosa esa sensación de superioridad sobre un marido cornudo como yo. Los cuernos no consentidos también tienen su atractivo, el “hombrecito” ignorante, burlado, que tiene al lado una mujer que ha abierto sus piernas a otro más bravo que él.


Y al hilo de esto aprovecho para contarte los primeros cuernos de los que tuve conciencia, que no fueron consentidos: se trataba de mi primer “coñito”, habíamos estado de cañas un grupo de amigos y al final, uno que andaba de rodríguez y que era algo mayor que nosotros nos invitó a su casa a seguir bebiendo.



Al cabo de un rato mi mujer dijo que tenía sueño y él le ofreció una cama para dormir un rato. Unos minutos después él también se fue a dormir y me dejó unas revistas porno para que me entretuviera, “salen pollas y todo”, me dijo al despedirse. Pasado un ratillo fui a ver a mi mujer, que me recibió con risitas, pero en seguida me dijo que la dejara dormir. Yo seguí con mis revistas, oí algún ruido de puertas y pensé que nuestro amigo se habría levantado a mear. Así quedó la cosa, pero pasado un tiempo acabé cayendo en la cuenta de que la polla de nuestro amigo no había ido al baño, sino que había acabado ensartada en el coño de mi mujer para regocijo de ambos. Se ve que lo habían estado tramando.

Cuando me percaté me molestó, pero andando el tiempo me pone cachondo recordarlo, y creo que tengo esos cuernos merecidos por pardillo y por incapaz de atender a una mujer como se debe. Aplaudo la osadía de ese tío, que tiene los cojones que yo no tengo, y seguro que una polla de verdad. Me alegro por mi mujer, por él y les agradezco mis cuernos. ¿Qué te parece? (En una de las últimas charlas, le pregunté a Luisito sobre como habían sido sus inicios como cornudo y si había sido consentidor desde el primero momento, de ahí su testimonio)

Lo de solo tres coñitos es más por acojono que por fidelidad, pero por supuesto que seré fiel contigo, que ya hay muchas confidencias... como mi reconocimiento de que la Madre Naturaleza me ha asignado esta posición ridícula e inferior ante hombres de verdad como tú. Asumido tu derecho a humillarme y descojonarte de mi, ponme de rodillas, haz que te lama el culo y lo que te dé la real gana. Asumo también tu derecho a hacerlo delante de otros hombres y mujeres si eso te divierte. 

Y a ver si vamos cerrando fechas. Saludos de tu cornudo. 



Hola, Luisito.

Sí, tu mujer me encanta… la veo tan suelta conmigo cuando está delante de ti que me pone aún más cachondo y luego esos tetones que tiene y no veas como come la boca. Es maravillosa. Para mí, toda mujer es bella y susceptible de holgar con ella, en todas encuentro un punto de admiración sexual pero siempre que son casadas y saben sus maridos que follan conmigo, el placer se amplia.

No me cabe la menor duda de que serás un bufón genial para servir a la reina y a su amante. Cabrón. Te aseguro que en nuestro próximo encuentro ya no me voy a cortar y seguro que te pongo de rodillas, vas a relamer muchas cosas mientras me como la boca de tu esposa.

Cerramos fechas?

Alberto.




A continuación el enlace que os pondrá en situación.

Me gusta ver a mi mujer con un tío como tú. El origen: “Se la metiste a mi esposa como te dio la gana…”

César, marido cornudo consentidor (2ª entrega): "Ya no había vuelta atrás, otro hombre se estaba cojiendo a mi esposa y yo, escondido, lo estaba contemplando todo”

A la vista de algunos comentarios que habéis publicado en la anterior entrada - César, marido cornudo consentidor: "Desde que mi esposa tiene amante yo soy el que lava sus tanguitas"-, nuestro amigo César quiere puntualizar algunos hechos de su primera experiencia y dar algún detalle del encuentro de Pompi, su esposa, con su amante, en su casa y en la cama del matrimonio. A continuación tenéis el testimonio.
No lo dejo para después, esta pareja amiga es de Argentina y están abiertos a conocer amigos corneadores. Me consta que algún chavalote de España se lo montó muy bien y de no ser por la distancia seguro que habría sido uno de los nuevos amantes de Pompi. Si queréis contactar con ellos, en los comentarios que publiquéis, especificar vuestro correo electrónico (no público números de teléfono)
Por cierto, disfrutar de la visión de Pompi, una belleza argentina con unas curvas que vuelven loco a cualquiera.



César aclara
Hola a todas las lectoras y lectores del blog de Alberto Toro. Pompi y yo (el cornudo) queremos agradecerles sus comentarios a la entrada que publicó nuestro amigo Alberto. Tengo que decirles que a mi esposa le ha encantado leer todas sus aportaciones y le hubiera gustado responder a todas ellas en persona, pena que la distancia sea un impedimento, somos de Argentina.
A Ignacio, gracias especiales por tus comentarios, te aseguro que voy a poner en práctica los consejos que me envías.
Ante algunas dudas que han tenido ustedes, el amigo Alberto me permite escribir unas aclaraciones del primer encuentro de mi esposa con su amante en nuestra casa y en nuestra cama.


Como ya les comenté en la anterior entrada, el amante de mi esposa tenía mucho miedo de hacerlo en nuestra casa, por si les pillaba… La cita fue a las 23 horas y mi mujer apagó todas las luces de nuestra casa menos las de nuestra habitación. Yo estaba escondido afuera, mirando a través de la ventana en la que pusimos una cortina trasparente y desde fuera se podía presenciar todo lo que ocurría. Mi esposa, Pompi, llevó de la mano a su amante a nuestra habitación. Ella llevaba un vestidito corto y tacos bien altos, una tanguita diminuta que yo le había comprado esa misma tarde, pintadita, aros grandes y bien depiladita. De todos los detalles, incluida la depilación, me ocupé yo, no quería que nada se pasara por alto y quería que mi esposa y yo nos luciéramos en nuestra primera cornada.


Nada más entrar en la habitación mi esposa echó la llave y empezaron a besarse. Les comento que jamás podré olvidar esa manera de comerse la boca, purita pasión. Fue un momento mágico, el primer contacto en la intimidad ya que ambos conocían sus cuerpos por las imágenes que habían intercambiado. Mi esposa le quiso tocar la pija a su amante pero no se lo permitió, la hizo dar una vueltita para mirarla toda, ponerla contra la pared y detenerse mirándole la cola, con la tanguita supermetida. Su amante sacó su pija y se la restregaba por detrás. Estaban muy calientes y se puso de rodillas para besarla toda por detrás. Mi esposa estaba excitada al extremo, la llevó al borde de la cama y le quitó el vestidito corto, la puso a cuatro patitas arriba de la cama para que le chupara la pija mientras se miraban en un espejo grande que tenemos en la habitación. Su amante le quitó el tanguita, los tacos… se desvistieron completamente. (El tanguita y el vestido de las fotos son los que Pompi llevó en este encuentro con su amante)
Pude oír como le decía a mi esposa: “Tu esposo te hace el amor, yo te voy a coger putita”. La sonrisa en la cara de Pompi no desaparecía, se acostó, abrió sus piernas y empezó a recibir lo que queríamos los dos, una pija más grande que la mía. Apenas le penetró pude escuchar un gemido de placer de mi esposa, fue fantástico. Ya no había vuelta atrás, otro hombre se estaba cojiendo a mi esposa y yo, escondido, lo estaba contemplando todo.
Mi esposa se daba la vuelta a las indicaciones de su amante, le acariciaba, le chupaba la pija. El la chupaba la conchita, la guió para que se pusiera a cuatro y se la mandó hasta el fondo para después tirar de su pelo mientras la cojia muy fuerte. El amante estaba callado, solo gemía, pero mi esposa le decía, “más, más, más fuerte papito”. Fueron minutos de intensa pasión para ellos y para mí. Fui testigo de una faceta de mi esposa que desconocía, la de una mujer pasional y amante del sexo sin tapujos. Poses varias, quejidos y gemidos.


La pose que más me gustó fue cuando mi esposa levantó una pierna y pasó la otra entre las piernas de sus amantes, lo que facilitaba que su amante se metiera bien dentro. Mi esposa disfrutaba con esa pija dura, bien caliente y llena de leche para ella. Pompi le dijo, muy excitada, que le hiciera acabar a lo que su amante respondió como un verdadero macho. Mi esposa vibraba como nunca. Jamás había tenido esa visión, solo en mi mente, pero no real como aquello. “Dale papito, papito…. Aaaaaaaaaahhhhhhh”. Su amante sacó la pija de ella, se quitó el preservativo, dio la vuelta a mi mujer y le echó toda la leche en su cola. Me sorprendió lo espesa que era. El amante no se entretuvo, saltó de la cama, se vistió y salió pitando, el miedo a que yo estuviera a punto de llegar, le pudo.


Salió el amante y entré yo. No dije ni una sola palabra, solo me puse a relamer y limpiar de leche la cola de Pompi. Fue una sensación placentera, mi esposa en nuestra cama después de estar con su amante y yo disfrutando de la leche de su amante mientras mi cabeza procesaba todo lo que ocurría. Era nuestra primera vez.  Les mando una fotito del vestidito y la tanguita y vaya para todos ustedes los besitos de pompi!!!

Si tenéis cualquier otra duda, mis queridos lectores, podéis hacer las preguntas a César o Pompi en vuestros comentarios. A continuación el enlace a su primera entrada del blog.


César, marido cornudo consentidor: "Desde que mi esposa tiene amante yo soy el que lava sus tanguitas"



 


César, marido cornudo consentidor: "Desde que mi esposa tiene amante yo soy el que lava sus tanguitas"

Hola Alberto.
Somos Pompy y César, hace algún tiempo decidimos ser una pareja abierta. Me costó convencer a mi esposa para que tuviese un amante, digo que me costó aunque creo que ella tenía claro el paso que iba a dar pero no lo hizo de primeras, jugó conmigo. El esfuerzo tuvo su recompensa y a través de una red social mi esposa recibió una solicitud de amistad, no fue nada premeditado, eso me dijo, lo cierto es que me confesó que ese hombre le gustaba como amante. Desde entonces, este tipo juega a cornearme y mi esposa le ha hecho creer que yo soy desconocedor de su relación pero lo cierto es que con su complicidad, conozco hasta el último detalle.


Yo disfruto muchísimo preparando a mi esposa para sus citas, le compro ropa sexy, le doy consejos de cómo comportarse con su amante.


Siempre hay una primera vez, esa vez fue en mi casa, en mi cama. Mi esposa le hizo creer que yo estaba de viaje y aunque le costó convencer para que viniera a nuestra casa, el amigo temía que yo pudiera aparecer, le quitó los miedos y lo consiguió. Yo estaba escondido pero tenía acceso a casi todas las escenas. Te puedo decir que esos 30 minutos en los que estuvieron en nuestra cama fueron los más excitantes de mi vida, escondido disfrutaba viendo, oyendo y para mi esposa, te aseguro, que también fueron de una excitación suprema, no había más que verla y como gemía de placer al comerse la pija de su amante.


En otras ocasiones mi esposa va a cenar a casa de su amante. Yo espero en casa, inquieto pero con ganas de que llegue toda manchadita de la leche de su papito. Papito, así es como le llama mientras se la coge.


Desde que tiene amante yo soy el que le lava sus tanguitas y me encargo de comprarle nuevos modelitos para que no repita en sus citas y vaya guapa y sexy. Disfruto mucho cuando voy a comprar sus tanguitas.


Nos gustaría leer muchos comentarios de tus lectores, desde aquí les mandamos un fuerte abrazo. Mi esposa, Pompy, me ha insistido en que les diga a tus lectores que le encanta posar sexy para fotos, que es adicta al sexo oral tanto darlo como recibirlo y que le den muchos, muchos besitos. 
Alberto, de nuevo darte las gracias por dejarnos aparecer en tu blog y por decirles a tus lectores que nos gustaría conocer gente linda, como usted, nos encantaría conocer nuevos corneadores y parejas para que mi esposa amplíe el círculo de amistades. Yo soy totalmente consentidor y consentidor, eso sí, estaré presente en esos momentos como fotógrafo de mi esposa, a ella le encanta posar. 


Alberto Toro: Pompy, César, gracias a ustedes por su confianza y complicidad. Así que amigos, espero que comenten ya que César, como buen cornudo, me ha prometido más imágenes de su esposa si la respuesta es positiva.
Aprovecho para comentaros, a los que queráis contactar con esta pareja amiga. No puedo publicar comentarios de perfil anónimos en los que dais números de celulares, direcciones mail, etc. Solo los publico de lectores registrados en el blog.
Saludos cordiales. 
Alberto Toro


Disfruto sintiéndome un cornudo, estoy deseando que ella me humille con alguien mejor que yo

Un viejo amigo me manda noticias sobre el estado de su cornudez. También me envía algunas imágenes de su bellísima esposa. Su deseo es ser un cornudo pero eso sí con un corneador de categoría, no con cualquiera, puede que se esté refiriendo a ti, mi querido lector.



A este amigo solo le puedo decir que cuidado con los deseos ya que a veces se cumplen y tras nuestra última charla, creo que está apunto de conseguirlo. Aquí su correo.

Un gusto en saludarle sr. Toro.

Aquí le escribo de nuevo como un fiel y fanático seguidor de su blog. La razón de mi correo es para hacer pública mi fantasía que cada día se vuelve más loca. Recordará que hace algunos meses le escribí mostrando mi deseo de ver a mi esposa gozando y gimiendo en brazos de un macho alfa, mejor dotado y mejor amante que yo. Cada día mi deseo lo veo más de cerca de ver cumplido, Le digo esto porque mi esposa está entrando en el juego. Ella es muy caliente y no queda satisfecha cuando le hago el amor, y no hace falta que lo note, ella misma se encarga de decírmelo y reírse de mi tamaño.
Ella quiere más, así me lo dice, y cada día veo como se muestra más sexy, como se acicala pero no para mí.



Por mi parte, como le digo sr. Toro, mi fantasía va cada vez más lejos. Siento un placer especial cuando miran a mi esposa y noto en los ojos de esos machos su deseo. Disfruto sintiéndome un cornudo. Estoy deseando que ella me humille con alguien mejor que yo, más fuerte y con un pene más grande que el mío, en definitiva con un hombre más hombre que yo.
Mi esposa ya no me oculta el interés que despierta en sus compañeros de trabajo y entre sus jefes. Me da los detalles y me explica como son esos tipos que no pierden la ocasión para intentar tener sexo con ella. Mi esposa les dice que está casada pero que esto no es un impedimento y eso a mí me vuelve loco, de placer.



Le envío algunos fotos de ella. A mí me encanta verla en su blog e imaginar los deseos que puede despertar y a ella cada día le gusta más verse en él.
Le agradezco sus consejos y espero darle pronto buenas noticias.



Nuestra amiga Mabel nos envía unas fotos dedicadas al alcanzar el número uno de esposas entre todas las amateurs. Felicitamos a Mabel y a su marido, claro

Hola Alberto! Como te prometí, te envio unas fotos dedicadas por si quieres celebrar conmigo ese simbólico número 1 en el mundo entre todas las amateurs. Te envio mucho besitos. 
No olvides poner enlace a mi blog, porfi.  Muchos besitos, ya me dirás si te gustan.
Mabel
Mi blog... 


https://tetasmaduras.blogspot.com/

Mi querida amiga Mabel nos ha enviado una serie de fotos dedicadas, en exclusiva, para este blog. Siempre es un placer y ahora será un honor, tener entre nuestros contenidos el testimonio, la experiencia, la belleza de Mabel. Y claro, claro que me gustan, babeo solo con verte, cielo.



Hace mucho tiempo, cuando echó andar este humilde blog, recibí un correo. Era de Mabel, me comentaba sus inquietudes, su opinión sobre el blog y este tipo de prácticas. Pronto congeniamos y se estableció una relación cómplice que tuvo como frutos algunas de las entradas más significativas de este blog.



Hoy, pasados algunos años, mantenemos esa relación de complicidad y hoy, toca felicitarla por haber alcanzado el galardón: un simbólico número 1 entre todas las amateurs en una conocido canal de videox en internet.



Enhorabuena Mabel, te lo mereces. Tu belleza interior y exterior han seducido a muchos hombres y mujeres que vemos en ti a una auténtica esposa abierta, suelta y al que le gusta, gustar. 
Un beso, y esperamos que ese número uno se mantenga y se supere. 


Aquí sus dedicatorias. Disfrutarlas. Abajo encontrareis los enlaces de anteriores contenidos de Mabel en el blog y una entrevista en la que le quitamos las bragas y nos muestra su verdad.




Ufffff, qué maravilla.


Enhorabuena Mabel¡¡¡¡


Podéis acceder a anteriores entradas de Mabel en el blog, a través de los siguientes enlaces:



16 de octubre de 2012

El momento mágico en el que una esposa accede a dar el paso y con el tiempo supera al marido en soltura cornuda cuckold

Una de las muchas reflexiones que me he planteado desde que sigo con este humilde blog, es el momento en el que una esposa ante las inquietudes sexuales cornudas de su marido se plantea dar el paso y accede a llevarlo a cabo.

Es uno de los momentos más cómplices de una pareja, sin duda, pero también una puerta que se abre a un futuro desconocido y que en muchos casos se abre a un carrusel de color. Es normal la duda, el temor al cambio, plantearse otro tipo de infidelidad que tampoco se le puede definir así ya que es una decisión consensuada por la pareja y, desde luego, una prueba de libertad, especialmente para la esposa a la hora de acceder a nuevas experiencias que serán fuente de placer.

Obviamente, cuando la pareja elige al corneador adecuado, un caballero de ley, la garantía de éxito es amplia pero si se tiene mala suerte y se elige a un inútil o a un maleducado o a un niñato sin experiencia puede echarse al traste todo lo trabajado por el cornudo.

De esa primera experiencia depende que el futuro esté lleno de aventuras satisfactorias que enriquezcan la vida sexual del matrimonio, especialmente de la esposa, o que se vuelva a la rutina y en el mejor de los casos a la casilla de salida para seguir intentándolo.

Aprovecho lo anterior para mostraros, a petición de sus protagonistas, unas escenas cornas de una pareja que se encuentra al otro lado del Atlántico.

Antes que nada, os pido por favor que no os corteis (dentro de un orden) y que deis vuestra opinión sobre los tres protagonistas.

Os hago un breve resumen. Es una pareja, llevan mucho tiempo juntos. Ella siempre ha sido una mujer muy activa en lo sexual y no puso demasiadas pegas a la hora de permitir que un tercero entrase en sus juegos.

Que es una esposa abierta lo prueba el inmenso pepino que se introduce en un previo a la llegada del corneador.

A través de mis comentarios podéis revisar el juego corno que se traen esta pareja. Ella los prefiere negros.

El amigo cornudo en concreto me escribió el siguiente correo:

Hola Alberto, disfruto mucho de tu blog de cornudos. Te cuento, soy cornudo de XXXX. Desde que empezamos en estos juegos suelo tomar fotos a mi esposa cuando se encuentra con algún amigo. Ella también me graba y en situaciones no del todo muy dignas para mí.

Mi amada putiesposa es especialista en negros. Le encantan. Si tenemos la suerte de dar con un caballero potente, bien armado y sabiendo manejar… mi esposa lo disfruta al máximo y yo feliz con verlo. Ojo, aunque su predilección son los chicos negros mi esposa no desprecia otros tamaños sean de donde sean y a veces para entonarse y ponerme en evidencia utiliza otros elementos para darse gusto.

Lo cierto es que desde que empezamos hasta ahora ella ha evolucionado a una apertura sexual completa, y eso que al principio no quería. Ahora soy un puto cornudo sumiso, me excita delante de su macho de turno pero no me deja tocarla y lo más humillante: me ha convertido en un cornudo maricón como podrás comprobar en el video. Tampoco me deja participar en sus juegos y si insisto me pone la condición de ponerme sus panties, contonearme como una putita delante de ellos y mamar a su macho. No veas las carcajadas que sueltan ambos cuando me arrodillo y….

Espero que publiques lo que te envío. Fue con un amigo que ya es íntimo de mi esposa. Puedes ver la soltura de ambos y mi actitud de marido-putita.

Por último Alberto me gustaría pedirte un favor y es que me pusieras en contacto con otros cornudos. Pero no aspirantes a cornudos si no que ya lo sean. En este tipo de juegos hay muchos que hablan de esto sin saber…

Tu admirado Max, el cornudo maricón.


Lo que tu digas amigo. Si quereis contactar, publicar comentario para que os contacte. Y ahora vamos a comentar y ver la sesión que nos envía el amigo. Antes de cada imagen, extraigo las anotaciones del cornudo:

"Mi esposa nunca se quita los tacones durante el juego. Supongo que forma parte de sus artes de seducción. Una vez desnuda, el amigo negro espera con su sable inhiesto a que ella se rinda en una mamada. No veais la cara de satisfacción que pone cuando ve el cipote."



"Por delante, por detrás… Esto último es una de sus especialidades, a mí nunca me lo hizo pero al negro le come los huevos por detrás y se entretiene en el culo del muchacho. Luego me dice que es para motivarle más."



"No sé si lo dice para humillarme más pero cuando termina de comerle el culo es cuando a veces me besa en la boca."



"Antes de que empiece el festival, mi esposa exige mi parte que no es otra que le coma el rabo al corneador para ponerle a tono. Si no lo hago ya puedo despedirme y salir de la habitación. He encontrado un placer singular en ese momento, soy un cornudo maricón."



A veces las braguitas de mi esposa son tan ajustadas que aprietan mi pollita. Lejos de torturarme, encuentro un placer especial. Creo que el grado máximo de cornudo sumiso es cuando te fumas el puro del corneador. Yo no decido cuando parar de tragar, son ellos lo que me indican el camino a seguir o el macho me retira la cabeza y mira a mi esposa... Es entonces cuando empieza el festival.



"Os aseguro que cuando empiezan las cachetadas estoy tan caliente que me cuesta reprimirme. Es una sensación mágica. Yo me esmero en pajearme y no molestar más de la cuenta, lo importante es que mi esposa disfrute."


"Por supuesto el mamporreo forma parte del rito. Es una de las partes que más me gustan. Templar la mirada y seguir el ritmo del mete-saca del negro para acompasarme a él. Primero, abrir los carrillos del culo de mi esposa y sentir ese aroma. Luego, comprobar que el rabo del negro entra sin problema, con ritmo y a continuación, agarrarle por el arranque para sentir esa unión mágica entre los tres. Es maravilloso, Alberto."



Mi esposa disfruta tanto que a veces cuando el negro se vacía, ella tiene que seguir con algún accesorio. Ya me gustaría a mí poder atenderla pero después de como la folla el negro, no le vale cualquier cosa. Tiene el listón demasiado alto para mí, así que ya sé el papel que me espera.
Si te voy hacer una confesión Alberto. Mi esposa, al principio, no era tan suelta pero ahora lo disfruta tanto que a veces se me pasa por la cabeza que sus primeras negativas eran puro pose, ella siempre supo que yo era un puticornudo.

















“Ácido con ponche lisérgico” en el que entre otros hechos, una chica se lanza con tres ángeles del infierno ante el silencio participativo del ex marido. En homenaje a Tom Wolfe

Soy un ferviente admirador de Tom Wolfe, del personaje, de su obra, de sus respuestas a las numerosas entrevistas que en los últimos treinta años concedió. Tom Wolfe, uno de los descubridores del nuevo, hoy antiguo, periodismo.

En estos días nos enteramos de su muerte y pronto veremos en las estanterías de las librerías reediciones de su magnífica obra.


Tengo que reconocer que la primera vez que leí, casi por obligación, una novela de Wolfe tenía todos los prejuicios que tenemos a determinadas edades. Bastó leer los primeros párrafos para devorar capítulo tras capítulo la singular historia de Sherman McCoy, un capullo que está en la cumbre y que por su amante y un inesperado golpe de mala suerte, pierde todo y cae al vacío. Me refiero a “La Hoguera de las Vanidades” (1987). Quizás una de las novelas más importantes del siglo XX.
Supe entonces que Wolfe tenía otras novelas, ensayos, reportajes… narrados desde un prisma diferente y que se vino a llamar el “nuevo periodismo”. Nuevo, como decía antes, que se ha convertido en viejo por culpa de esto de las redes sociales, los blogs y demás pollas en vinagre, todos (hasta yo) podemos ser cronistas, opinadores y juntaletras de la realidad. Malos tiempos para el periodismo profesional. 
No me voy a extender más. Desde aquí quiero dejar por escrito mi admiración y respeto por este magnífico periodista-escritor, TOM WOLFE. Descanse en paz, maestro.
Eso sí, os recomiendo (humildemente) que os detengáis en alguna de sus obras.


Sin apartarme de la especialidad del blog, no dejéis escapar “Ácido con ponche lisérgico” (1968) No sé si decir que es una novela que narra hechos reales o un reportaje río en el que su autor pone por escrito la experiencia directa, desde dentro, de un grupo de chalados que con sus excesos de drogas de la época, especialmente LSD, realizan un viaje iniciático a través de los Estados Unidos en los años sesenta. 
Y diréis, mis queridos cabrones, y esto a qué viene. Pues viene porque el maestro Wolfe narra con una maestría máxima un hecho, al que hoy podríamos definir como bukake, la experiencia de una pareja, especialmente de la esposa, con toda esa patrulla y especialmente con algunos ángeles del infierno que se unieron a la fiesta de una noche en la que el LSD era el protagonista.

Capítulo XIII - Los ángeles del infierno

...Déjate llevar por la corriente…, y qué corriente… Aquellos tipos, aquellos bromistas… En concentraciones tumultuarias como aquella los ángeles del infierno solían poner en práctica otro número titulado ¿A quién se van a follar? Y la cosa aún no había llegado a eso cuando una rubia de fuera de La Honda, una invitada llegada de lejos, una jovencita bonita y melosa y tierna, todo un manojo de hormonas, hizo saber a tres ángeles que estaba dispuesta, y los cuatro se encaminaron hacia el cobertizo y se entregaron a un feliz y avenido regodeo. Pronto se enteraron los demás ángeles de la existencia de aquella “nueva mamaíta” (nota del traductor, en la jerga de los ángeles del infierno, mujer que pertenece al grupo y que es promiscua sexualmente con ellos) y al poco un buen número de ellos se había amontonado ante la puerta… 
La chica, con el vestido rojo y blanco hecho un ovillo a la altura del pecho, tenía dos o tres ángeles encima de ella, entre las piernas, sentados sobre su cara… en la morbosa luz ocre del cobertizo, en medio de un trajín de lengüetadas y ojos lascivos y gorgoteos y sobertones y frondas de vello público, y el sudor y el semen le brillaban sobre las zonas cruciales del vientre y muslos, y se retorcía y gemía, no en señal de protesta sino en una suerte de ebrio acceso de sólo Dios sabía qué, mientras hombres sin pantalones estaban de pie a su alrededor, jaleando, reprobando, esperando su turno, o su segundo turno, o su tercer turno…, hasta ser penetrada por lugares diversos unas cincuenta veces como mínimo…


Bueno, no sigo porque a ver si me van a reclamar derechos de autor. El caso es que este episodio termina cuando unos cuantos ángeles van a buscar al ex marido de la protagonista. Le encuentran por ahí pérdido, puesto de LSD y lo llevan al cobertizo y le invitan a que también goce del momento. Wolfe subraya el silencio que se produce entre todos aquellos cabrones, la chica y el marido, incluso alguien llega a decir que la cosa ha ido demasiado lejos, pero la chica se arranca a comer la boca al marido con todas las señales que habían dejado los demás y el marido termina lo que otros habían dejado a medias mientras con un placer especial los ángeles le jalean… 
Me quedo con el grado de canchodez de la amiga y como surge esa complicidad entre ella y los tres ángeles del infierno para luego seguir en una orgía…. Ufff los años sesenta eran tiempos peligrosos. Y qué me decís de la reacción del ex marido. 
Y os dejo una última reflexión. En estos momentos que vivimos, ¿Tom Wolfe se hubiera atrevido a narrar aquel hecho o hubiera sido políticamente correcto y no lo hubiera incluido en su reportaje?
Os recomiendo la lectura completa de “Ácido con ponche lisérgico” y el resto de la obra de Tom Wolfe.

Y dejo también una pregunta. Una vez que el corneador de turno y la esposa terminan su happening, ¿es conveniente que el marido participe en la fiesta? Y en caso de que participe, ¿el corneador debe jalearle por su participación?




El 22 de abril es el cumpleaños de mi esposa y ese día quiere iniciarme como su cornudo consentidor

A primeros de año, un lector del blog me envió el siguiente mensaje:

Señor Alberto Toro, le felicito por su excelente blog. Soy seguidor de usted y de los consejos de su blog. Me incluyo en ese grupo de hombres a los que nos excita que nuestras esposas tengan un amante con consentimiento. Desde hace tres años le pido a mi esposa, casi rogándole, que me haga cornudo. Hace unos días, por fin, me dio el sí pero con condiciones.

Estas son: yo sería el encargado de encontrar al amante, debería de hacer un grupo con los seleccionados seleccionados y que sería ella la que eligiera al candidato. Yo tendría que ser el encargado de hablar con el seleccionado y explicarle la situación, ya sabes, nuestros deseos, lo que nos gustaría hacer, etc.

Oír de ella estas palabras me llenó de felicidad, pero… me puso otra condición: ella quiere estar sola en los primeros encuentros con el amante y quizás, si es que hay confianza entre ellos, en un futuro puede que me deje estar delante de ellos.

Sr. Toro, aquí le pido su consejo, ¿usted cree que es buena idea que le deje sola con el macho elegido? Me surgen dudas, la principal es mi temor a que mi esposa se pueda encariñar.

El 22 de abril es su cumpleaños y ese día me quiere iniciar como su cornudo consentidor. Le pido que me dé su consejo, se lo agradecería mucho, sr. Toro. Le escribo desde TX, espero su contestación.

Qué te parece el modelo elegido para su primer encuentro

Cuando tuve disponibilidad de agenda y después de leer detenidamente el caso de este amigo, aspirante a cornudo, le contesté.

Antonio, cuanto me alegra saber que tu objetivo -ser un pedazo de cornudo consentidor- lo puedes conseguir. Ahora debes valorar que estás a punto de lograrlo, como dices, han sido tres años de súplicas y cuando vas a saborear las mieles de la fantasía llevada a la práctica debes ser generoso y debes seguir, punto por punto, las indicaciones de tu esposa.

Y cuando digo generosidad, me refiero a esa generosidad cornuda, en la que el marido antepone sus deseos sexuales a los de su mujer, aunque sean caprichos dolorosos.

Sigue las indicaciones de tu esposa y si te dice que al principio debes quedarte fuera, pues te quedas fuera y así con todas sus peticiones y deseos. Ya verás como disfrutas también cuando llegue ese día aunque no estés delante de ellos, la verás como se arregla para su amante y ese brillo maravilloso en sus ojos que adelanta las humedades del encuentro.

Deja que ella pruebe, no toques su libertad. Seguro que si encuentra placer en este juego, su lógica evolución es que tú puedas estar presente en algunas ocasiones y que incluso te pidan el favor de que actúes como marido mamporrero o como marido pilonero.

Ya me contarás.


No tardó en llegar la respuesta de Antonio.

Alberto, muchas gracias por contestarme y por tus consejos. Seguiré al pie de la letra tus indicaciones. Lo que más deseo es que ella me haga cornudo consentidor. Intentaré complacerla en todo lo que me pida para que mis cuernos crezcan.

Sería un orgullo para mí que publicaras mi historia cuando tú consideres. Te enviaré las fotos de mi esposa de como irá arreglada para su primer encuentro con el macho y de mi primera y tan esperada puesta de cuernos. Estoy deseando que llegue el día.



Este fue el último correo que recibí de Antonio. No se me olvidaba que en abril era el cumpleaños de su querida esposa y hace unos días volví a tener noticias.

Buenos días Alberto. No sé si recordarás… Soy Antonio, hace unas semanas te escribí para contarte que mi esposa me iba a hacer cornudo, algo que deseaba desde hace bastante tiempo. Será a finales de abril, fecha de su cumpleaños. Pronto se entregará a su amante.

Como prometí te mando una foto que hicimos el otro día con el modelito que va a llevar a su cita. Yo estoy más ilusionado que ella, aunque noto que está disfrutando del morbo de la situación y no veas Alberto, como pasa el tiempo mirando que ropa o que tanguita se va a poner para impresionar al muchacho que ha elegido.

Espero que pueda enviarte fotos de su primer encuentro y contarte lo que he sentido. Ya sabes que en el primer encuentro con su amante, mi esposa quiere estar a solas y que si todo marcha bien, cuando ya tenga más confianza con el chico y se sienta más segura, me ha prometido que me dejara estar con ellos y que podré disfrutar viendo como la hace gozar su corneador.

Yo quiero que tenga un corneador de planta. Alguien de confianza que pueda confiar en él y que mi esposa tenga fácil acceso y cojan cuando quieran. Por cierto, tú crees que es mejor un corneador de planta o ir probando hasta dar con el idóneo.

Alberto, estoy muy agradecido a tus consejos. Te envío también otras dos fotos íntimas para que veas la belleza interior de mi esposa. Estamos en contacto.


Siempre me alegra recibir las respuestas de agradecimiento cuando mis consejos les funcionan. Insistí a Antonio en que su esposa, antes, durante y después, era la que debía marcar el camino y que él, como marido cornudo consentidor, debía apoyarla y disfrutar de toda la experiencia. También le aconsejé, por su tipología de cornudo, que lo ideal era que encontrarán un buen corneador y que no le dejaran escapar, que fuera de planta y casi como de la familia porque si no su esposa no tendría nunca esa confianza y seguridad necesaria para que Antonio pudiera participar de una manera más activa durante los encuentros esposa-corneador.

Espero que pronto recibamos noticias de esta pareja y nos cuenten como les fue.

Por último, les subrayo cuatro consejos que le he dado a Antonio y que pueden ser utilidad para otros aspirantes a cornudos en su misma situación.

1.- Dejar libertad máxima a la esposa, ella es la que debe decidir si da o no el paso.

2.- Si la esposa quiera estar a solas con su corneador, solo te toca comprenderlo y apoyarla en su decisión. Ten en cuenta que ella puede preferir estar a solas con su amante para ser ella misma y no tener la presión del cornudo presente.

3.- Eso sí, el cornudo debe hacer una discreta vigilancia para saber que el corneador es de fiar.

4.- Sobre el temor a que la esposa se encariñe con el corneador. Pues no pasa nada si así ocurre y vuelvo a lo de antes, el cornudo debe apoyarla en sus decisiones y entender que en esa situación, ese tipo de celos pueden ser placenteros.



Somos pareja de hotwife y cornudo sumiso de Valencia (España) y estamos buscando a un corneador negro que supere los 21 centímetros

Hace unos días una pareja de Valencia se puso en contacto conmigo. Ella es una hotwife con experiencia y el marido, un cornudo sumiso convencido de ello. Me pedían ayuda para encontrar a un macho corneador pero de verdad, no de boquilla. No siempre accedo a este tipo de peticiones y menos a publicarlas en el blog, solo lo hago cuando compruebo que la intención es veraz y que la pareja (los dos, están por la labor y tienen claro lo que quieren) Este es un caso así, no me gusta hacer perder el tiempo ni a las parejas ni a los corneadores que generosamente se ofrecen a echar una mano.
Últimamente estoy recibiendo algunas peticiones de parejas como esta y muchas de amigos que son o quieren ser corneadores. Por eso estoy pensando en incluir un apéndice dentro del blog para publicar este tipo de avisos e intenciones de contactos. Ya os iré informando.


De momento, os dejo el testimonio de Raúl, el cornudo sumiso de Valencia que busca un macho corneador de verdad para su esposa. Espero que pueda ayudarles a encontrar lo que buscan. Los interesados, enviar correo con vuestra presentación a la dirección del blog, corneador.toro@gmail.com


Hola Alberto.

Gracias por dedicarnos tu tiempo y felicidades por el blog del que somos seguidores habituales.

Vivimos en Valencia, somos matrimonio. Mi esposa tiene 49 años, yo 52.

Como sabes, mi esposa es rubia, pelo largo rizado, ojos azules, mide 1,65, 63 kilos, cuerpo cuidado de gym, unas tetitas pequeñas pero muy bien puestas, casi nunca usa sujetador. Qué más te puedo decir, pues que no le faltan pretendientes, con esto te puedes hacer una idea de las intenciones que despierta en los hombres.



Desde hace dos años estamos en los juegos cuckold. Dos años que hemos disfrutado y que han servido para que mi esposa se convierta en una auténtica hotwife y yo en un cornudo consentidor “feliz” cada vez más sumiso y obedeciendo a todo lo que pide mi esposa y el corneador de turno. No hay ninguna queja por mi parte, disfruto plenamente de estos juegos y situaciones, soy un cornudo servicial.

Hasta ahora nuestras experiencias sexuales son en locales liberales. Ya nos conocen bien en alguno de ellos. Ella se suelta y disfruta de todo macho que le guste, yo me dedico completamente a ella, para lo que necesite (voy a por las copas, pongo el condón al corneador, hago de mamporrero, limpio lefa…) como buen marido cornudo y sumiso.

Hasta la fecha yo siempre he estado presente cuando mi mujer me cornea pero últimamente me subraya que no descarta la posibilidad de estar a solas con el amante-follador de turno y que yo quede fuera. De momento me ha dicho que esté tranquilo, esto solo ocurrirá cuando el macho le guste especialmente y quiera una intimidad especial.

El problema, como ya hemos comentado, es que muchos chavales que van de corneadores son unos bocas. Mucho postureo pero a la hora de la verdad, nada. Dicen que son empotradores y luego cuando una mujer como mi esposa, está cachonda y les pide marcha se acojonan o se vienen enseguida. No encontramos tíos que merezcan la pena.



Nos gustaría Alberto que nos hicieras el favor, a través de tu blog, de encontrar a algún tipo que esté a la altura para cubrir las necesidades de mi mujer. Este ha sido el motivo por el cual me puse en contacto contigo.

El tipo de hombre que le pone a mi esposa debe tener entre 30 y 45 años, guapete, buen cuerpo y sí es posible que supere los 21 cm de rabo, que lo sepa manejar. A favor de este hombre estaría que llevara algún tatuaje, le ponen cachonda los tíos que los llevan. Y eso sí, tienen preferencia los negros, son su debilidad, la vuelven loca. No veas el cante cuando alguna vez paseamos por Valencia, ella y yo, con algún chaval de color, algún entendido en la materia me mira con una sonrisa irónica sabiendo lo que va a venir a continuación.



Aprovechando la tribuna de tu blog hago este aviso para todos aquellos hombres que cumplen con estos requisito y que están dispuestos a venir a Valencia para que se ponga en contacto con nosotros a través tuyo. Os aseguro que mi esposa es espectacular en todos los sentidos y le vuelven loca los machos de verdad.

Alberto, espero que pronto puedas venir otra vez por Valencia. Nos gustaría, tanto a mi mujer como a mí, invitarte a una paella. Muchas gracias por tu atención.

Raúl.


Los interesados, enviar correo con vuestra presentación a la dirección del blog, corneador.toro@gmail.com










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