Mabel nos plantea: ¿Y cuándo la cornuda consentidora es la esposa y no el esposo?

Hace ya algún tiempo que mi amiga Mabel contacto conmigo a través del blog. Desde entonces hemos conseguido una amistad cómplice y he tenido la ocasión de ver a Mabel en acción, disfrutar de su belleza y apertura de mente, lo cuál siempre que he podido lo he compartido con vosotros, mis queridos lectores. Aprovecho también para felicitar a su marido por tener al lado a una mujer de la categoría puteril de Mabel.


Ya sabéis que me encanta publicar vuestras fotos dedicadas. Gracias Mabel por el detalle y la dedicatoria.

En ocasiones hemos intercambiado experiencias que no se han publicado por afectar a la intimidad de terceros pero que nos han servido, a ambos, para ver las variedades cornudas que puede tener el sexo.

Al igual que muchas de mis queridas lectoras, Mabel me ha regalado con alguna de sus fotos y con dedicatoria para que todos vosotros podáis valorar la belleza de esta gran mujer.


Una de nuestras últimas charlas resultó muy interesante. Mabel me planteó: “Alberto, siempre hablas en tu blog de cornudos consentidores pero te puedo asegurar que también hay esposas cornudas consentidoras y algún que otro marido al que le gustaría que su mujer fuera cornuda consentidora”. Tengo que confesaros que me corrió un escalofrío cachondo por el inicio el rabo.


Le propuse a Mabel que me enviara su testimonio para publicarla y ver desde otra perspectiva la especialidad de este blog. Aquí va el correo que me envió y alguna de las fotos que los maridos sueltos envían de sus esposas cornudas. Advierto, el contenido y las imágenes pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.

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Hola querido Alberto y amig@s del blog. Soy Mabel y os quiero contar un caso especial del que poco se habla.

Voy a hablaros de las cornudas.



Hago fotos y videos exclusivos para quien me lo pide y en ellos hago y digo lo que me decís. Últimamente me están pidiendo que someta un poco a las novias y mujeres de quienes me piden los videos.

Me envían fotos de ellas y me piden bastante recurrentemente que me haga videos masturbándome junto con sus fotos comentando el placer que me da quitarles la leche de sus maridos. Me piden que me dirija a ellas “como la cornuda”.

La verdad es que me da bastante morbo, no lo voy a negar.

Os comento esta curiosidad tan morbosa porque no es algo sobre lo que no se suela leer y a los que nos gusta el morbo… nos parece un hecho curioso.

He realizado ya bastantes videos de este tipo y me parece algo morboso en la parte que respecta al menos a mi papel de corneadora virtual.

En algunos casos las mujeres son conscientes de este juego y en otros no lo son.

Os voy a dejar tres casos en los que varios amigos me cuentan cómo es su experiencia conmigo.

Os lo copio y pego textual:

Mi amigo A. comenta para el blog:

Mabel es una mujer que me ha entrado en la vida y estoy súper contento. Con ella obtengo un placer diferente al de mi mujer. Mi mujer es muy guapa y la quiero un montón, faltaría mas, pero Mabel me llega a dar y provocar mucho más que mi mujer. Es porque Mabel está más buena que ella y mira que mi mujer es muy guapa, pero su cuerpo y su manera de hacer no se parecen en nada a Mabel.

Lo siento por mi mujer pero Mabel me la pone más dura que ella, me provoca muchas pajas y sueño incluso con ella. Las tetas y el cuerpo me ponen más las de Mabel,

Mi mujer tiene 30 años pero Mabel a sus 50 años me pone la polla mucho más dura y me encanta hacerla cornuda.

Este otro es de mi amigo J.:

Hace 7 u 8 años que conozco a Mi Diosa Mabel, estoy casado.  Mabel es Mi Diosa, me lleva los orgasmos de mis pajas al límite del placer, me gusta mucho mas como mujer ella, ella es una hembra de verdad, la mujer total. Exprime mi polla cuando ella quiere. Con el tiempo he pasado a ser esclavo suyo, mi semen es siempre para ella, aunque se la meta a mi mujer pienso en Mi Diosa y me corro dentro de mi mujer pensando en Mi Diosa. No tiene comparación ninguna mi mujer con ella, mi mujer es guapa, buena persona pero sexualmente he pasado a depender de Mabel Mi Diosa.

Y mi amigo E. ha buscado una pequeña recopilación de frases que me ha escrito en alguna de nuestras conversaciones:

Empieza a ponerme más caliente estar contigo ahora que con ella si me pillara sin saber nada de nada jajajajaa Me sacas mas leche tu que ella.

Me haces decir cosas impensables desde hace un mes, es ridícula, toda ella, tu morbo la supera, tus tetas toda tu. Mi polla palpita y sueña para ti desde hace un mes.

Bufff… me ha gustado, mas polvos que le vas a quitar a la cornuda de mi mujer. Todo ha hecho un buen giro a raíz de conocerte y estoy contento.

La cornuda de mi mujer no tiene ni puta idea de cómo le crecen los cuernos, te lo aseguro.

Tus tetas me la ponen más tiesa que sus tetas, tu sabias eso?

Si, mejor. Me mola lo que hacemos tú y yo. Me pone y excita un huevo

Hoy en la comida me miraba mi mujer de 31 años y en voz muy bajita sin que ella me escuchara mientras la miraba yo murmuraba con las palabras, eres una plana y eres una cornuda.

Bueno, esto es lo que os quería contar.

Los cuernos se pueden disfrutar de muchas maneras. Incluso de manera de virtual como podéis apreciar.

Os envío un besito muy grande a todos los usuarios del blog y uno muy muy gordo a mi amigo Alberto Toro.

Gracias, Mabel. Y a vosotros mis queridos amigos, os recomiendo que visitéis el blog de Mabel: https://tetudamabel.blogspot.com/
También podéis contactar con el ella en su mail personal: tetudamadura@gmail.com






















EL VIDEO: Carla y Paolo en la playa o un largo pollón black para un cálido verano (y 2)

Faltaba el documento en vivo del momento mágico de Carla manejando la situación con Pierre y mientras Paolo, cámara en mano, como notario del momento. Disfrutar del video y de nuevo, gracias Carla Paolo por dejarnos ser testigos de este momento corno.





Para esos maridos que aún no han podido ser testigos de como sus esposas les cornean, viendo este video os podéis poner en el lugar de Paolo viendo a Carla en plena acción. Imaginaros que la del video es vuestra esposa y empezar a sentir ese torrente de sensaciones.

Aquí el enlace a la primera parte:

Carla y Paolo en la playa o un largo pollón black para un cálido verano


Agradezco a mis amigos Carla y Paolo su generosidad por compartir sus experiencias en este blog y por hacerme cómplice de sus aventuras cuckold. Valoro mucho su actitud y aptitud, son de las pocas parejas que suelen cumplir casi al límite con varios de los diferentes ritos de este juego y siempre con esa elegancia francesa que les caracteriza. Espero que vosotros, mis queridos lectores y lectoras, también valoréis su generosidad por compartir con nosotros sus experiencias y las fotos de Paolo que documentan la experiencia y acreditan la veracidad de este episodio que a continuación podéis disfrutar.

Siempre he dicho que el placer que experimenta la pareja, especialmente el marido, durante la preparación y los previos de un juego cuckold a veces no es superado ni en el momento cumbre entre la esposa y el corneador. Y es que esa complicidad entre marido y mujer o entre novio y novia a la hora de preparar un encuentro con un nuevo amigo en el papel de corneador, las charlas en los días previos, la estrategia a seguir, la ropa a elegir, el sitio donde culminar, entre otros, son algunos de los mágicos momentos cuckold.

Los que habéis experimentado esto sabéis a lo que me refiero, solo de pensar y preparar una aventura cuckold es un disfrute máximo. Conozco a parejas con muchos años en los juegos cuckold que sienten los nervios de la primera vez mientras preparan los previos de nuevos encuentros.

Es una realidad que las redes sociales y las páginas de contactos de internet son los medios más eficaces para conectar con parejas o corneadores. Una prueba de ello es este humilde blog y aprovecho para dar las gracias a esas parejas que confían en mí para buscarles y asesorarles en la búsqueda de corneadores y a la vez a esos amigos que depositan en este blog la responsabilidad de encontrarles a alguna pareja que entienda de estos juegos.



Ahora bien, antes de internet estaban los locales de intercambio, los anuncios por palabras en prensa especializada y también los lugares ad hoc que eran los puntos de ambiente para buscar y quizás encontrar. Aquellas discotecas de los años 70 y 80, ciertos parques a determinadas horas, playas especiales…

Por mi experiencia muchas playas, y no solo las nudistas, son de los lugares más propicios para conseguir un match cuckold, es decir, que haya un encuentro en la tercera fase o una conexión cómplice entre la pareja y el nuevo corneador.

Quizás las playas nudistas son los lugares habituales, podemos encontrar incluso guías turísticas en las que dan detalles de zonas, horas, etc. En España tenemos las paradisiacas Islas Canarias con enclaves maravillosos en donde se han especializado en contactos de este tipo y similares pero si rebuscáis un poco seguro que encontraréis lugares de conexión en multitud de playas españolas.

No quito el mérito a las playas nudistas pero yo soy más aficionado a las convencionales, en ellas la discreción y el juego de las miradas es el lenguaje que se debe de hablar para conectar. Me gusta este tipo de comunicación no verbal más incluso que el despelote obvio de la playa nudista y cuando un marido le abre la raja a su esposa al ver que pasa algún chavalote o chavalotes por la zona. En el fondo soy un romántico.

Bueno, me estoy extendiendo demasiado en la introducción cuando el objetivo de este contenido es contaros la experiencia que este pasado verano, mis amigos Carla y Paolo, tuvieron en una playa de Mónaco. A continuación, en primera persona, Paolo nos cuenta su experiencia al lado del mar en un largo y cálido verano del 2020. Atentos, muy atentos a lo que nos cuenta Paolo, marido de Carla.

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Estimado, Alberto.

Como bien sabes, mi querido amigo, los años pasan muy deprisa y cada año más es otro motivo para vivir y disfrutar al máximo. Carla y yo lo tenemos muy claro, no renunciamos a disfrutar de los maravillosos placeres de la vida incluyendo el sexo como a nosotros nos gusta.

Te voy a contar una aventura que hemos tenido el pasado verano. Carla lo disfrutó al máximo y yo pude ser testigo, cámara en mano, de esos momentos llenos de placer y morbo. A la belleza de Carla hay que añadir el marco singular de la Costa Azul francesa.

Desde hace años, Alberto, vamos a una playa cerca de Mónaco. Es un bellísimo lugar de la Costa Azul que además se caracteriza por su ambiente discreto. La belleza del paisaje, los recovecos de la playa y la discreción que reina le convierten en un lugar ideal para nuestros juegos al aire libre.

Empezamos a ir a esta playa a principios de verano. En nuestro primer día, Carla se fijó en un chico negro, ya sabes la predilección de mi esposa por los amigos de color. Desde ese momento le estuvimos observando: su altura, el poderío de su rabo, el aire pausado y educado nos llamó positivamente la atención.

Alberto, te puedo asegurar que aquella mañana disfrutamos al máximo mi esposa y yo, sentados en la playa, mientras le lanzábamos miradas al muchacho y compartíamos confidencias en cuanto a su físico y la manera de seducirle. Por circunstancias no pudimos entablar conversación con él aunque al haberse dado cuenta de nuestras miradas y sonrisas también nos lanzó alguna sonrisa cómplice. El fin de semana pasó y no volvimos a coincidir.


Al fin de semana siguiente, el sábado, vimos que aquel chico estaba también en la playa, solo, paseando y mientras lo hacía se podía observar el elegante balanceo de su cipote de grandes dimensiones aún en estado flácido. Carla me llegó a comentar que si mostraba ese tamaño sin estar en posición sería un placer verlo y disfrutarlo erecto. Mi esposa lleva ya muchas folladas con chicos de color y puedo decir que es una experta en sus rabos, ha tenido muchos en sus manos, en su coño y en su boca, solo con verlos puede hacerse una idea del calibre y a ella le gustan los grandes y negros.

Aquel muchacho prometía y no podíamos dejar pasar más tiempo. Carla puso en marcha todas sus artes de seducción: miradas, sonrisas y mi actitud cómplice facilitó el match.

Cuando nuestro nuevo amigo se dio cuenta de que estábamos interesados en conocerle, cogió su toalla y la puso frente a nosotros de manera discreta, con una sonrisa en sus labios. Carla no le quitaba ojo y nuestro amigo se puso frente a ella y abriendo sus piernas mostró el cipote a mi esposa. Yo estaba al margen, bastante tenía yo con mi cámara intentando plasmar en imágenes este mágico momento. Ellos mantenían la mirada, sonreían, Carla, elegante mostraba sin mostrar y el amigo empezaba a tocarse el rabo. El match se había producido y Carla empezó con las presentaciones, nuestro amigo demostró ser un hombre muy educado y es lógico que esperarse a que mi esposa diera el primer paso al estar yo, su marido, al lado de ella.

A Carla y a mí nos gusta primero entablar una primera conversación tranquila sin hacer referencia explícita al sexo ni a nuestros gustos, preferimos hablar del tiempo, del paisaje para ver como responde el amigo con el que hemos conectado.

Pierre, así se llama nuestro nuevo amigo, nos contó que era habitual de esta playa y que le gustaba disfrutar al aire libre de la naturaleza, el sol y las vistas bonitas, esto lo dijo mientras miraba sonriendo a mi esposa. Nos contó que era natural de Guadalupe que como sabéis es una de las islas del archipiélago de Las Antillas.

Los tres estábamos desnudos, Carla y Pierre llevaban el peso de la conversación, yo observaba con detalle a nuestro amigo para comprobar que no se encontraba violento ni inseguro con mi presencia. No hubo referencias al sexo swinger ni cuckold pero los tres, especialmente Carla ya que la conozco al máximo en estas situaciones, estábamos cachondos por la complicidad que se estaba generando y por lo que podría venir luego.

Se aproximaba el mediodía y aunque en esta playa no hay mucha gente algunos bañistas empezaban a llegar. Carla le dijo a Pierre que nos iríamos a almorzar algo y en un par de horas, después de pasar por el hotel, volveríamos a estar por esa zona y que si le parecía bien podíamos quedar para seguir la charla. Pierre no puso ninguna pega, al contrario, concretó la hora con Carla y se despidió de nosotros con una sonrisa que a nuestros ojos y sin parar en su rabo le hacía aún más atractivo.


Carla se puso algo encima y con la bolsa nos fuimos a tomar algo y a seguir la charla. Lo primero que me preguntó mi esposa es si le había hecho a Pierre alguna foto de su rabo, quería verla en detalle porque durante la conversación solo miró su entrepierna de soslayo. Respondí afirmativamente y le dije que el amigo se gastaba un buen manubrio y del tipo que a ellas le gustan, la verdad es que la predilección de Carla son los hombres negros y con buena herramienta, Pierre reunía estos atributos y además era una persona muy educada y tranquila, factores que valoramos en un bull corneador. Estuvimos charlando un buen rato sobre Pierre, nos daba buena onda y estábamos convencidos que lo podríamos pasar genial, Carla en acción y yo con la cámara inmortalizando el momento.

Volvimos al hotel, cambiamos bañadores, gorros, toallas y después de una ducha y revisar la cámara nos dirigimos a la playa. Conozco a Carla desde hace mucho tiempo y es una mujer tranquila, sabe contenerse y aunque no aparentaba los nervios por el festín que se podría a dar si comprobé cierta alegría por encontrarse en breve con Pierre.

Carla y Paolo en la playa

Llegamos a la zona en la que habíamos quedado con Pierre. “Ahí está”, dijo Carla, yo le saludé con la mano dando un paso atrás mientras veía a mi mujer dirigirse al sitio medio escondido que había elegido Pierre.

Carla dejó su toalla y la bolsa playera y se sentó al lado de nuestro nuevo amigo. Yo empecé a dar vueltas alrededor de ellos, a distancia, para no interrumpirles y para comprobar que estaba todo tranquilo. No nos importa que haya otros hombres o parejas cerca y que vean a Carla como disfruta follándose al amigo de turno, por lo general se trata de gente educada, discreta y que respetan la intimidad de los otros aunque estemos al aire libre y a la vista de todos.

Encontré varios puntos para empezar a tirar fotos. Empezaba a notar mi habitual erección de polla cuando veo a Carla zorrear con otros, especialmente en los inicios, ese juego de seducción es maravilloso y me encanta captarlo en imagen.


No les oía hablar aunque si notaba a Carla que le daba algunas instrucciones a Pierre. Cualquier marido que como yo disfruta viendo a su mujer en brazos de otros comprenderá el placer que sentía en esos momentos al ver como ellos, a lo suyo, cruzaban sus miradas en pleno juego de seducción y con las correspondientes caricias preliminares.

Carla ya se había centrado en la pieza principal de su presa, la que más le interesa, el cipote negro. Yo ya no contaba para ella, quizás un poco para Pierre que de vez en cuando me dirigía la mirada y buscaba mi aprobación. Como consentidor siempre valoro este gesto de caballero del corneador. El muchacho ya empezaba a despuntar, nunca mejor dicho, su potente y bonito rabo miraba hacia el bello cielo mediterráneo.

Pierre se levantó y Carla empezó a calibrar su cipote. Pierre como el gallo alfa del corral se mostraba recto ante ella, creía que dominaba la situación sin saber que era Carla la que marcaba el camino a lo que iba a suceder. Mi esposa, con la elegancia que siempre le caracteriza, miró de nuevo a los ojos de Pierre y con discreción tomó en su mano aquel cipote negro en su parte media. Ya tenía en su mano el rabo y tenía también en sus manos a nuestro nuevo amigo. Yo seguía tomando fotos y veía en Pierre una sonrisa especial que ya conozco y que he visto en todos los amigos de color que mi esposa se ha tirado, todos sonríen al ver a una señora casada, elegante, guapa y con estilo como la gacela que el león va a apresar, no saben que la presa son ellos y que a Carla le gusta calibrar y explorar el cipote que será su nuevo trofeo de caza mayor.


En aquel momento una pareja pasó delante de ellos, el chico fijó la mirada en el pollón de Pierre y la chica le conminó a que no mirara mientras aceleraban el paso, eso se llama respeto aunque a Carla y a Pierre no les importaba los más mínimo. A veces pienso que Carla se pone más puta si tiene espectadores delante. Una de nuestras fantasías es que en algún polvo playero se una al guateque algún otro extraño pero ya sabéis tienes que ser negro y asegurar un buen calibre de rabo, la jefa manda, ja ja ja ja.

La complicidad entre mi esposa y su nuevo amigo crecía por momentos. Carla tomaba la iniciativa y como si fueran novios ella se arrimó y mientras hablaba con Pierre tenía en su mano el cipote, le descapullaba, observaba su glande, apretaba el troncho para ver que su apertura estuviera libre, en algún momento le llegó a oler el rabo… Carla es una experta en comprobar el estado de las pollas que se va a llevar a la boca y no se traga cualquier cosa.

Una vez examinada la polla de Pierre, Carla no pudo esperar más y se lanzó a comerla. Me encanta ver a mi esposa como maneja la situación, se olvida de mi presencia y se da en cuerpo y alma al amigo de turno. Yo por el contrario estoy más excitado que ellos y procuro que mi cámara no deje pasar por alto ningún detalle.


Pierre se entregó como una blancanieves de cuento a su príncipe, en este caso, princesa Carla. Se dejó hacer, disfrutaba y Carla de manera activa desplegó todas sus artes puteriles. No se separó de Pierre, no soltó el rabo de su mano, se restregó, le pasó sus pezones… el sol, el mar, la playa, son el marco perfecto para disfrutar del sexo en una tarde de verano. Pierre acariciaba con su larga mano el culo elegante y señorial de Carla, ese detalle no lo pasé por alto y mi cámara y yo lo inmortalizamos.





Llegaba ese momento mágico que tantas veces he presenciado en esas situaciones. Paran un momento y charlan, me parece oír a Carla, creo que le propone a Pierre buscar una sitio más discreto. Ya imagino lo que se avecina: el enrabe. Seguro que Carla tiene su coño chorreando, se ha puesto cachonda con el magreo y comiéndole el rabo a Pierre y quiere que su amigo remate. Veo que se levantan, les sigo a distancia sin molestar.


Están tranquilos, buscan el sitio idóneo, tampoco les importa que algún despistado les vea. Carla se pone a cuatro, no se quita el gorro, hay que proteger la cabeza del sol, se abre y le deja a Pierre que siga. Le mete su cipote negro que no se empalma del todo por su notable longitud y empieza el tiki taka. Aseguro la postura, apunto con el visor y foto tras foto veo mi esposa y su amigo disfrutando del sexo playero, al aire libre. Me mantengo a una prudente distancia pero por el gesto de Carla noto que Pierre ha lefado y en cantidad a mi esposa. Conozco ese gesto discreto de mi esposa en ese momento, una mezcla de placer y enfado por terminar el festín.


En esta ocasión no hubo besos, suele pasar. Pierre se levantó, un poco aturdido, aún le chorreaba algún goterón de leche en su capullo. Carla sacó de su bolsa una toallita húmeda y se limpió. Yo seguía haciendo fotos pero sabía que ese era el momento de aparecer en escena. Lo primero que hice fue besar a Carla, ella no habló pero con su sonrisa entendí que todo había ido bien. Miraba a Pierre, es curioso la forma en que reaccionan los corneadores en ese momento, algunos optan por no parar de hablar, otros en silencio están deseando desaparecer, los más expertos mantienen el tempo de la seducción. La actuación de Piere fue una mezcla de todo pero siempre con una educación exquisita.

Carla dijo que quería ir al hotel. Dio un beso a Pierre y le comentó que nos volveríamos a ver, siempre que él quisiera, por supuesto respondió afirmativamente. De camino al hotel Carla me fue dando detalles del polvo, después me seguiría contando en el hotel cuando sería el momento de la segunda vuelta, la mía, pero eso ya es otra historia.

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Seguro que recordáis de anteriores entradas de esta pareja que llevan un cuaderno con el registro de sus encuentros, lo que daríamos por ver las anotaciones. Alguna de ellas, sí buscáis por las entradas del blog, las podéis encontrar.

Para terminar y por seguir en mi línea, explico el titular elegido: Carla y Paolo en la playa o un largo pollón black para un cálido verano.

He tuneado dos títulos de películas: “Pauline en la playa”, una película francesa de 1983 del maestro Éric Rohmer. Marion está con su joven prima Pauline. Marion se encuentra allí con un antiguo amor, Pierre, que aún la quiere y… os recomiendo que veáis la peli.


Y la otra parte del titular hace referencia a la peli “Un largo y cálido verano”, protagonizada por Paul Newman y Joanne Woordward, un lío de amores, incendios pero también hago mención a la canción de 1983 de Style Council, compuesta por Paul Weller y publicada en el mini-LP “Introducing The Style Council”. Weller acababa de romper The Jam y empezaba un nuevo registro, de hecho el video llamó la atención porque algunos vieron cierto contenido gay. Sacar vuestras propias conclusiones.

Me gustaba Style Council, Eric Rohmer y me gusta Carla en la playa en su largo y cálido verano.












Paolo, marido de Carla: “disfruto más viendo a mi mujer como folla con otro que cuando folla conmigo”

Dentro de pocos meses este humilde blog cumplirá su décimo aniversario y una de los placeres más especiales que me produce es seguir la relación con muchas de las parejas y maridos que contactaron en los inicios de esta aventura allá por 2011.

Por ejemplo, la relación que mantengo con una pareja que ha protagonizado alguna de las entradas más leídas del blog, Carla y Paolo. Se trata de un matrimonio francés cuyas experiencias me han servido para profundizar y entender mejor el significado y los conceptos de este juego sexual que es el objeto del blog.

Alguno de los lectores atentos recordará las experiencias de Carla y Paolo, el purismo y la elegancia con la que siempre han realizado estas prácticas. Y seguro que muchos de vosotros, mis queridos lectores, tendréis en la memoria la belleza, soltura y estilo de Carla a la hora de enrabarse a algún que otro mandingo pollón. Subrayo que son unos puristas de los juegos cuckold y es que siempre los llevan a cabo ejecutando a la perfección la mayoría de los ritos cornos.



He comprobado que con el paso del tiempo Carla actúa cada vez más suelta y es toda una experta en cabalgar a corneadores black. Paolo, el marido, ha alcanzado ese punto de excelencia cornuda en el que el mismo se define como “un magnífico cornuto” y os puedo decir que además se ha convertido en un magnífico fotógrafo, nadie mejor que un marido para grabar y tomar la instantánea del detalle clave de la follada de la esposa con el amigo de turno.

Hace algunos años que no he publicado nada de ellos. Antes del verano estuve charlando con Paolo (por cierto, Paolo, espero que la próxima vez que vengáis a Madrid agendemos un vino o cena aunque me temo que por esta mierda del COVID se retrase pero tengo muchas ganas de volver a ver a Carla en directo)

En aquella charla me contó que siguen muy atentos al blog, les encanta ver sus entradas y de paso practicar el idioma español con mis textos. También, me dijo, utilizan las entradas del blog como tarjeta de presentación y argumento para sus contactos y encuentros en este mundillo.

Sobra decir que el juego swinger en Francia es algo muy común, y no de ahora, alguna que otra entrada ya he publicado sobre filmes galo que tratan este tema. Es decir, que nada mejor para aprender que la experiencia de una parejita francesa.

Siempre he dicho que Francia, y en concreto París, es donde se ha vivido de siempre el sexo no convencional de una manera totalmente libre y activa. La cultura y la libertad sexual se deberían escribir en francés. Es lo que hay.

Entrando en materia Paolo me confesó que no tiene ningún problema en follar a Carla. Es normal, le dije, es tu esposa y nadie mejor que tú y ella para compenetraros y disfrutar del amor y del sexo. Pero Paolo me corrigió en cuanto a los distintos tipos y escalas de placeres sexuales. Cito a Paolo literalmente: “con el paso del tiempo y de la práctica de estos juegos alcanzo un mayor placer cuando veo a mi esposa en brazos de otro hombre, cuando es penetrada por alguno de nuestros amigos negros, en la forma en que mueve su culo mientras tiene la polla dentro y como sin perder el ritmo de la follada me mira a los ojos y me besa como esposa”. Tras un breve silencio, Paolo siguió: “disfruto más viéndola en esas situaciones que cuando alcanzo un orgasmo con ella y me corro dentro de ella”.

Yo le comenté que eran placeres diferentes pero Paolo me insistía en que de cero a diez, ahora mismo, el top diez es ver como su esposa disfruta con otro hombre, la preparación, la penetración y la follada entre ellos le produce mucho más placer que una corrida y enrabe convencional a su esposa.

Me llamó la atención la reflexión de Paolo y le cito textualmente: “el placer mental que me produce ver a mi esposa en acción no lo supera un orgasmo convencional junto a ella”. Y añadió: “me gusta mi condición de cornudo”.


Al ver el video cabe preguntarse si Carla, la esposa, goza más que Paolo en ese momento aunque sea físicamente y no mentalmente y, por supuesto, el corneador de turno (por lo general un black bull) disfruta tanto o más que los dos juntos, ¿verdad amigos?

Paolo me comentó que llevan un cuaderno de registro con todas las aventuras y encuentros de la pareja con amigos corneadores. El primer registro, me dijo Paolo, se fecha en 1995 en el Club Med La Caravelle – Guadeloupe (una isla paradisiaca en las Antillas francesas) Desde aquel primer polvo caribeño le han seguido 17 más todos ellos documentados en ese maravilloso cuaderno de experiencias.


Después de todos estos años, Paolo sigue cada día más enamorado de Carla y me comentó: “seguimos disfrutando de la vida a pesar de que tenemos más años, nuestros cuerpos no son los de 1995 pero es ley de vida, estamos muy agradecidos por todo lo que hemos disfrutado del sexo y en otras facetas vitales, nuestro objetivo es seguir disfrutando al máximo”.

Han pasado algunos años pero Carla sigue estando cada días más guapa, elegante y seductora… no hay más que ver la erección que logra en ese amigo negro. Podéis comprobarlo en el video que me mandó Paul y que incluyo a continuación.


Es de enero de 2019. Al amigo negro le conocieron en un gimnasio. Me dice Paolo que observaba como al negro le gustaba mirar a Carla y al enterarse de que yo era su marido empezó a hablar conmigo. Después de establecer cierta relación en el gimnasio después de los ejercicios nos invitó a tomar una copa en un bar cerca del club.

Aquella primera copa generó cierta complicidad entre los tres y según me decía Paolo comenzaron a hablar de asuntos más “calientes” en lugar de las pesas y ejercicios aeróbicos. De la copa se pasó a una cena de tres y cuando Paolo y Carla estaban seguros de que la cosa podía salir bien le invitaron una noche a su casa, la experiencia que tienen les hace distinguir con facilidad de amigos que merecen la pena de los fantasmas que solo follan por la boca.

Paolo disfrutaba de una manera especial cuando me comentaba que solo Carla y el negro eran los que follaron y que su papel consistió en mirar sin molestar y grabar con la cámara la película del bull número 18 de Carla.

Han pasado los años, me dice Paolo, pero “sigo viendo a Carla disfrutar al máximo de su sexo en compañía de corneadores black y yo lo vivo de manera cada vez más intensa y placentera”. Espero que saquéis vuestras propias conclusiones.

Gracias, Carla y Paolo por compartir conmigo y todos mis lectores vuestras experiencias. Una vez más, y no me cansaré de hacerlo, subrayo la belleza y elegancia de Carla, su manera de follarse al negro y su capacidad de seducción, me tiene enamorado.

Aquí tenéis los enlaces de las entradas antiguas, volverlas a disfrutar, cabrones:

Carla y Paolo vacaciones en Martinica con guía corneador (11.12.2011)


Para mi esposa prefiero un negro con rabo enorme (2ª Parte, EL VIDEO)







Lulú, esposa de Pepe (alias Pepe Corno), sabe valorar el talento senior

Seguro que a los habituales del blog no les resultaran desconocidos. Son Pepe y Lulú, una pareja amiga y que tengo el honor de ser su confidente y asesor en asuntos de cuernos. Agradezco de verdad el posado con dedicatoria que me envía Lulú y su amable reconocimiento también le doy las gracias a Pepe y le envío un fuerte abrazo por la parte que le toca.



Me detengo para explicar el significado del titular de esta entrada. Quedaros con la idea, “talento senior”. Y es que a veces nos pierde el tópico y muchas parejas a la hora de buscar corneadores ponen como requisito principal que sean jóvenes. No voy a restar ni un ápice de valor del corneador joven, potente y que da respuesta, obvio, pero también hay que valor como hace Lulú, el talento senior.




Un caballero maduro, experto, que puede y sabe como responder puede ser la delicia de muchas esposas y a la vez un nexo de conexión entre el esposo y la esposa si hay una complicidad especial con el marido cornudo.



Os puedo asegurar que he hablado con muchas parejas que juegan al cuckold y os puedo subrayar que las más expertas no rechazan a un caballero corneador y maduro. A veces hay que tener en cuenta la generosidad de estos hombres, su experiencia, su tacto y como dijo en una ocasión una buena amiga: “me encantan los viejos babosos porque veo en ellos un deseo hacia mi cuerpo y unas ganas de follar conmigo que no veo en los jovencitos sobrados que luego terminan el polvo en menos de un minuto”. La cita es literal.



También es verdad que no me gusta pontificar y que cada pareja, o mejor dicho, cada esposa tiene sus gustos y unas veces le gustará disfrutar de un muchacho potente y otras de un maduro experto y con clase que sepa propiciar el ambiente y la complicidad entre ella y su marido-corno.

A continuación va la narración que me ha enviado Pepe junto con las fotos del evento. También hay algunas anotaciones mías para ampliar y explicar los hechos y las imágenes.

Una vez más gracias a Lulú y Pepe. Por cierto, antes de que se me olvide, Pepe me pide que toméis nota de su correo por si queréis contactar directamente con ellos, es: pepecorno@gmail.com

Querido Alberto, saludos amables.

Primero que nada te envío un fuerte abrazo y te escribo para compartir otra de las travesuras de mi señora esposa, a la fecha ambos tenemos 46 años de edad, 16 de casados y 12 de cuernos, en esta ocasión, un acaudalado caballero de poco más de 70 años, nos contactó al ver unas publicaciones de mi esposa en redes sociales. Al poco ella decidió que teníamos que conocer a este señor que podría ser nuestro padre.

Tras intercambiar mensajes acordamos una salida de los tres a cenar.


(Siempre recomiendo que al no ser que se tenga muy claro el primer contacto con el corneador de turno sea para tomar una copa para charlar e intercambiar impresiones. Os aseguro que para los que somos corneadores con algunos tiros pegados el hecho de llegar y tener a la esposa ya con las bragas en la mano no es lo que más nos guste ya que también disfrutamos con el cortejo y la seducción tanto de la esposa como del marido, a la primera para encachondarla y al segundo para ganarnos su complicidad y lograr una respuesta facilitadora del enrabe)



Tengo que decirte, Alberto, que el amigo se mostró como un auténtico caballero antes, durante y después de la cena. Era encantador con Lulú y muy respetuoso conmigo. Quiero destacar de nuestro amigo la especial generosidad que mostró con mi esposa.

Durante la velada veía a Lulú muy cómoda, sonriente y desplegando su juego de seducción. Luego me confesaría Lulú que a pesar de la edad (superaba el amigo los 70) le resultaba atractivo, interesante y muy agradable. También es verdad que nuestro amigo se mantiene en forma y su apariencia elegante me recordaba a esas estrellas maduras del cine que mantienen su sex-appeal, su atractivo físico y sexual.



(Muchos aspirantes a cornudos, por lo general muchachos jóvenes que quieren iniciarse, me piden consejo. Yo siempre les digo que sean auténticos pero en el sentido de comportarse como auténticos caballeros y, por supuesto, tener educación, saber estar, una presencia agradable e intentar ser elegantes… no todo se trata de tener un cipote que rellene hueco y dispare de un cargador inagotable. Por eso les recomiendo que observen como un hombre maduro cuida los detalles de su físico y presencia y como mantiene una actitud asertiva sin ser arrogante con la mujer a la que quiere seducir. Aprendan de los maestros maduros, muchachos.)

La velada fue muy agradable y si en el previo dábamos la impresión de ser un matrimonio cenando con el jefe de uno de los dos y solo había charla, risas y educación, al iniciarse la cena y dispararse la complicidad entre mi esposa y nuestro amigo el encuentro se fue volviendo más pícaro. Lulú sabe como encender a un hombre y este amigo supo responder con algo más que miradas, me refiero a lo que hizo debajo de la mesa. Terminada la velada nos despedimos pero sin planes concretos para un segundo encuentro.

Lulú no paró de hablarme de nuestro amigo de lo que bien que le había parecido el encuentro, de su generosidad, de su estilo. Yo era feliz porque a diferencia de otros los maridos que estamos en esto esas situaciones que producen celos en algunos a nosotros nos producen un placer especial. Por lo que Lulú me iba contando no quedaba duda, habría encuentro en la tercera fase, jajajajajaja.

Lulú no paró de hablarme de nuestro amigo de lo que bien que le había parecido el encuentro, de su generosidad, de su estilo.
Cuando llegamos a casa seguimos jugando y Lulú no paró de hablarme de nuestro amigo de lo que bien que le había parecido el encuentro, de su generosidad, de su estilo. 

El match fue mutuo. Al día siguiente nuestro nuevo amigo volvió a contactar conmigo porque quería acompañarnos en una sesión de fotos con Lulú. En la cena de la noche anterior tuve ocasión de mostrarle en el móvil algunas de las fotos de Lulú en posado y en acción. No suelo hacerlo a las primeras de cambio pero este amigo me resultó tan cómplice que no tuve ningún pudor en enseñarle cosas íntimas de mi esposa mientras ella nos miraba y sonreía.

Le comenté a Lulú el interés del amigo por participar en alguna sesión fotográfica. Lulú me indicó que lo preparara todo para esa misma noche. Le mandé un Telegram a nuestro amigo para ver como le venía esa noche y a los dos segundos me contestó que nos recogía. A veces estos encuentros se eternizan para ajustar agendas y demás pero notaba que tanto mi mujer y su nuevo amante estaban deseando ir más allá. Alberto, qué cornudo me siento en ese momento que actúo de alcahuete entre mi chica y el amigo de turno y qué feliz me hace ser útil para ella.




Nos recogió, Lulú se vistió para la ocasión. Yo tenía preparada mi cámara y algunas ideas de pose aunque luego siempre improviso ya que cuando mi esposa está en acción con el amante de turno no está para poses lo que quiere es disfrutar de ese sexo furtivo y actúa como si yo no estuviera aunque luego se acuerda al ver las fotos que hago.

Nos fuimos a un bar para tomar algo, la complicidad entre ellos era casi total. Ahí es donde se nota cuando un corneador sabe lo que debe de hacer. Después del bar yo sabía lo que iba a venir, yo las llamo “travesuras de Lulú”.




Querían bailar y nos fuimos a una discoteca próxima. Lo del baile era una excusa para enredarse como tortolitos sin importarles que los vieran en una actitud más de amantes que de novios. Y yo ahí, con la cámara y la mejor de mis sonrisas en mis labios al ser testigo de otra nueva aventura de mi esposa.

Dado el cariz que el encuentro estaba tomando en la discoteca opté por aconsejarles que nos fuéramos a un motel para que estuvieran más cómodos. Te aseguro Alberto que no me hubiera sorprendido que me dijeran que ellos querían intimidad y mejor que yo me quedara fuera. Afortunadamente no fue así, estaría presente y podría hacer algunas fotos.

“Vamos al matadero”, esto fue lo que dijo el amigo mientras tanteaba por enésima vez los cachetes del culo de mi esposa. Iba detrás en el coche y podía disfrutar de como se besaban de manera lasciva y apasionada en cuanto tenían ocasión. Yo deje de existir para ellos. Yo era el marido cornudo, ellos una pareja de amantes, los tres un trío cuckold en el que el marido solo iba a mirar y hacer fotos. Ya sabía que no me dejarían ni oler las bragas de Lulú.



La intimidad de la habitación del motel hizo que Lulú se soltara aún más. El coqueteo de ella y nuestro amigo fue alcanzando el máximo nivel. Yo disfrutaba. Empezó a desvestirla como verás en las fotos. También me pidió que me apartara un poco y que le prestara la cámara, yo veía como Lulú le sonreía y medio desnuda posaba de manera sensual.

(A veces una cámara en el sexo supone un elemento que calienta la situación. El mirar en la pantalla una pose, la sonrisa… Vamos que el calentón surge. Será el fin de la posmodernidad y que todo es una pantalla y que somos los que reflejamos en una imagen de nuestro móvil pero muchas mujeres encuentran un placer especial cuando están desnudas y tienen un buen fotógrafo delante)


Lulú se cansó de mirar a cámara y el amigo la llevó a la cama. Pude comprobar la faena, espectacular. Nuestro amigo a pesar de su edad le dio a Lulú con potencia y estilo. Mi esposa disfrutó al máximo. Veía como la abrazaba, como la besaba y la relamía su cuerpo. Lulú me dijo que pocos hombres le habían comido tan bien. Nuestro amigo lo hacía de una manera lenta pero contundente. Pude observar que se vino dos veces dentro de Lulú y si no lo hubiera visto no me lo hubiera creído siendo un hombre maduro, jamás lo hubiera pensado. Si es verdad que su semen era más trasparente que el de otros amigos más jóvenes que han estado con mi esposa, serán cosas de la edad. El caso es que nuestro amigo supo como estar a la altura de Lulú. Y digo esto porque esa noche al llegar a casa mi esposa dijo que acabó más de seis veces en toda la noche, bien es verdad que multiorgásmica pero siempre que tengo un buen compañero en el partido de tenis.



Desde aquella noche nuestro amigo senior es uno de los amantes que tiene mi mujer. Se ven con cierta frecuencia aunque Lulú ya no quiere que yo esté presente, se citan a solas y a veces me entero del encuentro a los días de haberse producido.

Ya sabes Alberto que Lulú es muy romántica y que le gusta que sus encuentros sexuales se revistan de cierto grado de romanticismo. De este amigo senior siempre me dice que tiene un talento especial y una generosidad que le pone cachonda solo de pensar que van a tener un encuentro y es que Lulú ahora disfruta y valora el talento senior.

Pepe Corno.

pepecorno@gmail.com



 

En el buscador del blog puedes acceder a otras experiencias de esta entrañable pareja. Saludos. 

Maite hotwife y Pedro cornudo, pareja y residentes en Murcia, les gustan los grandes sables y los espadachines buenos y expertos

He tenido la oportunidad de entrevistar a una joven pareja murciana a los que les gusta experimentar en estas nobles artes del cornudeo. Para los lectores que no residís en España, aprovecho para subrayaros la belleza de esta región española que está situada en el sudeste de la península ibérica. Solo la belleza de sus mujeres supera a la de esta bonita tierra.
A pesar de su juventud llevan unidos trece años. Son Pedro y Maite. Sus nombres en Twitter son @MaiteyPedro y @MaiteMurcia2. Pedro, antes de conocer a Maite ya hacía sus pinitos en los locales de intercambio y ahí es donde precisamente se aficionó a estas prácticas sexuales. Maite me comenta que cuando se conocieron su vida sexual era activa pero normal (si entendemos por normal no jugar a cuckold ni a tríos HMH) sin embargo, la trasparencia de Pedro en su vida sexual le llevó a contarle sus juegos previos, sus gustos y aficiones. Maite me dice que por su condición y carácter Pedro le fue metiendo el vicio poco a poco y le fue mostrando las maravillas del mundo liberal ni que decir tiene que a ella le encantó y que hoy están al mismo nivel, son expertos en estos juegos.


Alberto Toro.- Os presento a Maite y Pedro, una pareja liberal de Murcia compuesta por hotwife y cornudo, muy morbosos y ya con una dilatada experiencia en el asunto. Soléis definiros como una pareja liberal compuesta por hotwife y cornudo, muy morbosos y con experiencia. Cómo ha evolucionado vuestra vida sexual desde que os conocisteis.
Maite.- Mira Alberto, la evolución de nuestra vida sexual ha sido brutalmente exponencial. Te explico, hemos cambiado mucho según hemos ido probando e introduciendo cosas nuevas en nuestra relación. Somos muy morbosos, muy cerdos en el sexo y cada día seguimos sorprendiéndonos mutuamente.


AT. - Maite, cuándo descubres que Pedro era un cornudo consentidor vocacional.
Maite. - No puedo situarte una fecha concreta, todo empieza con algún comentario sobre determinadas fantasías sexuales. En un principio no era algo por lo que tuviéramos una predisposición clara. Era una fantasía que estaba ahí y que se convirtió en deseo por experimentarla. Lo probamos, experimentamos y ambos nos dimos cuenta de que el juego de presentarme a otros para sexo, de ponerle cuernos, de verme disfrutar con otras pollas nos ponía cada vez más cerdos. Así que fuimos sumando experiencias y momentos pero sin etiquetarlos en esta fantasía hasta que lo tuvimos claro, Pedro es un cornudo y yo una hotwife. Es maravilloso todo los que estos juegos nos aportan en nuestra vida sexual y el morbo que protagonizamos, nos gusta.
Cuando estoy poniéndole los cuernos solo me hace falta mirarle a sus ojos para comprobar que es tan bestia la satisfacción que siente. O cuando llego a casa después de haber estado con algún amigo y observar el brillo de sus ojos. Sería imposible no cornearle.
Lo que si te puedo decir es que en el momento que ambos confirmamos la vocación de cornudo de Pedro, ese mismo día yo descubrí mi sitio como hotwife.



AT.- De tu ya dilatada vida sexual Maite, cuál es la práctica como hotwife que te gusta realizar, cuál ha sido el encuentro del que saliste más satisfecha y orgullosa.
Maite.- Una de las cosas que más morbo me da es que Pedro me vea con otros hombres. Follar con otros delante de él. Ser consciente de que estamos rompiendo reglas sociales que nos han impuesto y disfrutar al traspasarlas. También me pone mucho los momentos de sumisión que protagoniza Pedro aunque no siempre es su rol.
En cuanto al encuentro más satisfactorio, no puedo quedarme solo con uno. Depende también del amigo de turno. Hay chicos con los que hemos disfrutado enormemente porque se ha generado en el sexo una complicidad especial entre los tres.
Guardo también un recuerdo especial de una ocasión en la que Pedro me preparó para un encuentro, me puso ropita sexy cuidando todos los detalles como buen cornudo para después dejarme atada a la cama. Llamó a varios tíos que tenían muchas ganas para que me diera bien de polla y te puedo asegurar que ese día los cuernos de mi marido crecieron bastante. También otro día fuimos a un local y me preparó un bukake solo para mí. Ya te digo Alberto, afortunadamente hay muchos momentos morbosos de los que guardo muy buenos recuerdos.



AT.- Qué sueles pedir a Pedro, qué actitud te gusta de él en este juego.
Maite. Depende del encuentro y de como se presente la situación ese día. Por lo general suelo ser un poco dominante con Pedro y no le queda otra que adoptar el rol de sumiso. Me encanta. Siento un placer especial cuando le veo como se las apaña para ponerle la polla dura al corneador aunque tampoco le cuesta mucho ya que algunos vienen ya empalmados de casa o como les presta el culo en esos momentos en el que los corneadores están tan excitados que se follarían a una farola. En estos años he valorado y disfrutado al máximo viendo a Pedro con el culo abierto, me gustan los corneadores que le ponen en su sitio follándole pero para que disfrute no como una humillación especial.




AT.- Esta pregunta es para los dos. ¿Qué os gusta más, las parejas, chicos, chicas para un encuentro?
Maite. (Contesta Maite) La verdad es que nos gusta todo. Somos bisex curiosos lo que te abre un mundo de posibilidades y situaciones sexuales que nos encantan a los dos. Elegir, es difícil, cada situación es diferente y se disfruta también de una manera diferente. Disfrutamos mucho más con un chico bisex que hetero y ocurre igual con una pareja ya que cuanta más afinidad hay entre los cuatro más se disfruta.
(Pedro interviene) Con lo que más disfrutamos es con una pareja en la que los dos sean bisex.



AT.- Qué características priman para vosotros para que os guste un chico y acabéis en el cuarto oscuro los tres.
Maite.- No soy muy rarita para tener un encuentro erótico. Es decir, no le pido peras al olmo. Está claro que debe de haber una atracción física y cómplice, buen rollo y sí es posible que el chico tenga una buen sable (Maite dice “sable” mientras dibuja una bella y amplia sonrisa en su cara)

AT.- Lo del sable es importante y sí es buen espadachín, mejor que mejor.
Maite. Es importante pero no es lo único Para mí y para Pedro lo más importante es su actitud, su buena actitud. Debe tener presente que está con una pareja o con una parte de la pareja pero el otro componente tiene que estar de algún modo presente en el encuentro. Esto es muy importante para nosotros. Y por tanto que tenga esa actitud de corneador que es lo que me refiero y lo que distingue a los buenos corneadores de los que son simples aficionados. Me refiero a los típicos listos que van como si se estuvieran follando a una chica que tiene pareja. No, no es eso. La pareja de esa chica es su cornudo, si te olvidas de Pedro antes, durante y después de que folles no acabaremos de congeniar y seguro que no repetiremos.




AT.- ¿Quién suele elegir a los amigos, lo haces tú, Pedro?
Maite.- (Va a contestar Pedro pero le interrumpe Maite) Bueno, nosotros distinguimos entre “corneadores” y “amantes”. Cuando contactamos y conocemos a un chico y nos gusta lo percibimos como corneador. Si la relación con ese chico da un paso más y se genera cierta confianza entre los tres ya se convierte en amante con muchas posibilidades que sea fijo. Esto de fijo lo digo porque le otorga una categoría especial y le damos, “más privilegios”. (El gesto de Maite al decir privilegios es de una picardía especial, imagino los privilegios a los que se refiere)

Pedro. (Después de que termine Maite, Pedro sigue) Siempre he sido yo el que ha buscado, el que habla con todo un abanico de chicos y el que concreta las citas. No es fácil, hay mucho bocazas que no entiende de lo que va esto como te ha dicho antes Maite. Como cornudo es una de las obligaciones el rastreo y el contacto con los corneadores, sé que a Maite esto le encanta aunque la verdad es que ella se está poniendo las pilas y habla ya directamente con ellos para elegir los candidatos.

AT.- ¿Os ha ocurrido en esos encuentros algo singular, alguna sorpresa desagradable o no?
Maite.- Cosas raras no nos han ocurrido. Lo peor es cuando empiezas a hablar con algún chico por chat y parece que te va a llevar a la Luna y luego el cohete no llega ni a despegar. Si te diré Alberto que los encuentros más positivos que hemos tenido, al menos para mí, han sido sin planear de los que han surgido sin tener nada planificado si no que las cosas han ido surgiendo solas y el balance final es de disfrute al máximo.


AT.- Cómo te gustan las pollas, Maite. Lo digo porque he leído en vuestro Twitter “que hay pollas y pollas” y añades, “la de Pedro para mí es perfecta y comible”. ¿Te gustan grandes, gordas, largas, cabezonas?
Maite.- Aunque el tamaño no es lo más importante para mí en cuanto al placer físico, te explico. Disfruto más con mi mente y mi pensamiento al ver una buena polla que va a ser para mí y a continuación ya estoy pensando en follar, comérmela… Por eso la de Pedro me parece tan apetecible. Pero por sí queda alguna duda y algún posible candidato que sigue tu blog y lee esto, me gustan grandotas y cuánto más gordas mejor, para que vamos a mentir y quedar bien con lo del tamaño, ese morbo que da sentirse la boca llena de polla… es especial.

AT.- Y a parte de los juegos cuckold que otros te gustan: anal, en cuatro, dos o tres rabos a la vez, exhibicionismo…
Maite.- Por suerte con nuestra evolución sexual como pareja hemos ido probando cada vez más cosas, todo lo que nos daba cierto morbo hemos intentado probarlo y no tenemos límites, te puedes imaginar.
El anal era algo que ni me imaginaba y ahora me encanta, flipo con las corridas cuando me follan el culo, disfruto al máximo. También disfruto viendo como le follan el culo a Pedro es lo más para mí, verlo en ese momento como se retuerce y como disfruta.
Sobre dos pollas, pues sí, dos mejor que una y tres mejor que dos y podría seguir (Maite suelta una sonora risotada). No nos cerramos a nada.
El exhibicionismo nos encanta, disfrutamos desde el momento en que Pedro me ayuda a elegir y a vestirme con cierta ropa para provocar en pareja a los tíos. Me excita mucho saber que pongo duras a las pollas. También nos va mucho el sexo al aire libre en sitios que reúnen unas características especiales para que nos dé más morbo. Nos va todo, Alberto.


AT.- Cuáles son los canales que utilizáis para contactar. He visto que tenéis Twitter y Telegram.
Pedro.- Hemos ido variando. Empezamos en varias webs de contactos de parejas pero poco a poco se fueron convirtiendo de pago y con precios cada vez más altos. Es una buena opción ya que la gente suele estar verificada pero por lo que cuesta si no tienes tiempo para aprovecharlo y estar ahí no tiene cuenta.
Para nosotros lo mejor es Twitter. Nos da muchas posibilidades de mostrarnos tal como somos, de compartir fotos con nuestros seguidores, videos, vivencias y esto nos encanta. Y es gratis. No usamos Twitter para luego llevarlos a otros sitios de pago, nosotros mostramos nuestras fotos y videos porque nos gusta.

(Nota de Alberto Toro: Quiero aclarar lo que responde Pedro. En los últimos años muchos perfiles de chicas o parejas utilizan Twitter para promocionar otro tipo de webs de pago en las que enseñan imágenes o videos más especiales a sus seguidores. No voy a entrar en sí esto es lícito o no, supongo que todo el mundo es libre de realizar una actividad como hacerse una foto en pelota o follándose a un negro y luego subirlo a una web y cobrar a los que lo quieren ver. Por mi parte nada que objetar)

Maite.- Cuando ya vemos que hay una complicidad más fuerte contactamos directamente con las personas, facilitamos nuestro teléfono si hay confianza y ya hablamos directamente por Telegram o Whatsapp.

AT.- Pedro. Voy a ir directo. ¿Cómo te gustan a ti las pollas? Tienes gustos similares a los de Maite, me refiero si te van las grandes, las leferas, las gordas…
Pedro.- Pues para qué voy a mentir, así es. Me encanta una buena polla y si es grande y gorda. Si son así comerlas es una delicia y si esa polla pasa por mi culo, (Pedro suelta una sonora sonrisa y mira a Maite, se nota la complicidad entre ellos) por suerte, como dice Maite, tengo un culito muy tragón.
Y leferas, sí, por supuesto. Cada vez soy más aficionado a que me llenen la cara de leche delante de mi mujer y si es mucha cantidad, me encanta.

AT.- Podrías decirnos por qué disfrutas el papel de cornudo. ¿Te considerabas cornudo consentidor antes de conocer a Maite o fue ella quien descubrió esta faceta en ti?
Pedro.- Para nada. Antes de conocer a Maite no me consideraba cornudo consentidor ni me imaginaba que me iban a gustar estos juegos. Tampoco que haría el 90% de las cosas que ahora disfrutamos. La verdad es que sin Maite no hubiera descubierto ni probado muchas cosas. Por su forma de ser, Maite me hace dar un paso más y más en el sexo.
En un principio no me consideraba un cornudo por ver como mi novia follaba con otros pero cada vez que lo hacía me gustaba más. Y poco a poco, como tú has dicho antes, evolucionamos y hoy soy un cornudo pero de los buenos. Te explico, al principio era yo el que más insistía e intentaba propiciar estas situaciones pero según jugábamos Maite comprobó que le encantaba esa faceta, bueno, su faceta de hotwife y que yo sea un cornudo lo disfruta al máximo.

AT.- Cómo valoras a tu novia Maite en su papel de hotwife, qué destacarías de ella.
Pedro.- A ver, destacaría el gran salto que ha dado, la actitud que ha tenido de abrirse desde que empezamos y que ha ido superando día a día. Antes era yo el que tiraba del carro, me explico, pero ahora se ha dado un giro, Maite se considera una hotwife de libro, está cómoda en su papel y lo demuestra cada vez que tiene oportunidad de cornearme.



AT.- Esta es para ti, Pedro. Qué características debe reunir un chico para que sea vuestro corneador.
Pedro.- Lo ha dicho antes Maite, lo más importante es la aptitud. Nos hemos encontrado a muchos que detrás de un teclado se comen el mundo diciendo que son buenos corneadores y que van hacer el pino puente y luego, a la hora de la verdad, son unos mantas, actúan cortados, parados. Dime de que presumes, como dice el refrán.
Nosotros distinguimos a los buenos corneadores cuando esa actitud la demuestran con nosotros dos, tanto con la esposa como con el marido, yo. No se trata de quedar con nosotros y follar a mi mujer, no, estos no son buenos corneadores. Por eso este detalle lo tenemos muy cuenta a la hora de elegir a nuestros amigos corneadores.

AT.- Pero que otras características buscáis, por ejemplo, tenéis una predilección especial según la edad del corneador.
Pedro.- No, la edad es una cosa que no le damos mucha importancia. Si valoramos que sean tíos discretos, antes, durante y después, esto es imprescindible en este mundillo. Y, por supuesto, algo que nos gusta a los dos que tengan un buen rabazo, para que te voy a mentir, prefiero que a mi chica se la folle un buen pollón. Me encanta ver a Maite corriéndose de placer manejando un buen pollón.

AT.- ¿Entran también en vuestros planes las parejas maduras y los corneadores digamos “maduros”?
Pedro.- Nos marcamos el límite de los 40 años como punto de edad pero también es verdad que muchas veces la apariencia física y la experiencia del candidato es un punto a favor que tenemos más en cuenta.

Maite.- Para este tipo de juegos la experiencia es algo a tener muy en cuenta y junto con la actitud y aptitud de la que antes hemos hablado es lo que marca la diferencia entre nuestro sí o nuestro no a un candidato a corneador.

AT.- Pedro, vemos que Maite te compra ropa adecuada para estos juegos. Me estoy refiriendo a esos calzoncillos abiertos (podéis verlos en alguna de las fotos) Te dejan ese culito al aire, Pedro. ¿Te los elige abiertos para que algún amigo te pete el culo?
Pedro.- Ja ja ja ja… la verdad es que siempre había sido al contrario, era yo el que compraba la ropa a Maite y que fuera vestida con ella de manera provocativa para presentarse a los corneadores. Pero Maite, como te he dicho antes, ha avanzado casi más que yo en superar límites en este juego. Ahora me quiere ver sexy y lo primero que hizo fue comprarme esos calzoncillos con el culo al aire. Y debo decir que son muy cómodos y siento mucho morbo al usarlos y presentarme así en el juego. Me encantan, Maite acertó en la elección.

AT.- Quién de los dos la come mejor. Tú o Maite.
Pedro.- No hay duda en la respuesta, Maite. Hace trece años que nos conocemos. Antes yo había tenido experiencias similares. Te puedo decir Alberto que nadie, en toda mi vida sexual, me ha comido la polla como me la come Maite. Yo he aprendido a su lado, me fijo como lo hace pero he de reconocer que no le llego ni a la suela de sus tacones en cuanto a comer polla.
A los dos nos gusta comer una polla grande, es una auténtica delicia y una de las cosas que más morbo nos da. Nos hemos comido muchas a dúo, nos pone muy cerdos compartir ese momento.

AT.- Maite, Pedro, ha sido un verdadero placer charlar con vosotros y quiero daros las gracias por compartir vuestras experiencias y gustos con mis lectores. Además de las fotos. Viendo como coméis a dos bocas y como sabes manejar un buen cipote con la boca, ambos dos, os mereceréis el óscar a los mejores comepollas de Murcia si los dieran. Espero que ahora que conocéis mi blog disfrutéis de su contenido y que sepáis que lo tenéis a vuestra disposición.

Pedro.- Te somos sinceros no conocíamos tu blog pero desde que hemos contactado contigo nos gustan bastante y de vez en cuanto le echamos un vistazo, nos gusta.

AT.- Gracias. Maite, ¿podrías repetirnos vuestros nombres en Twitter para que os puedan localizar los seguidores del blog?
Maite.- Claro, Alberto, antes quería decirte que nos ha encantado hacer la entrevista contigo, las preguntas son muy buenas, no esperábamos algo así de bueno y te agradecemos también la oportunidad de contar nuestra pequeña experiencia en este mundo que cada día nos gusta más.

Tenemos dos perfiles de Twitter que a tus lectores les invito a visitar:

@MaiteyPedro
@MaiteMurcia2

(+18) Pareja Liberal de Murcia, Hotwife y Cornudo, muy morbosos, con experiencia. Buscamos Parejas, Chicos y Chicas,(tambien bisex) de Murcia. Somos Bicuriosos




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