¿Has probado a besar a tu esposa cuando está siendo enrabada a cuatro por el corneador?

Muchos maridos y novios aficionados al cuckold me aseguran que entre los momentos más placenteros que experimentan en el juego es cuando están cara a cara con su esposa, ante un primerísimo primer plano que dirían los cinéfilos, mientras es enrabada en cuatro por el corneador. Al placer de presenciar y ver en detalle la cara de placer de su esposa se une el beso tierno y cómplice entre ambos, un beso que yo calificaría como el que se dan unos novios recién enamorados.

Carla y Paolo en pleno beso de novios.

Coinciden muchos de estos maridos que a través de ese beso sienten un vendaval de sensaciones placenteras y singulares. Desde ver muy de cerca la excitación de su esposa mientras folla a lo perrito con el amigo corneador a sentir esta excitación como si fuera en primera persona por el roce de sus labios.

Esta imagen ilustra a la perfección ese momento. La he obtenido de la web xhamster.

Casi todos los maridos coinciden en lo excitante de otro detalle que se da durante el beso y que no siempre se valora en las primeras veces. El impacto que recibe la esposa a cuatro con las embestidas del corneador le produce un traqueteo en su cuerpo que se traduce en otro impacto que recibe el corneador a través del beso.
Mi amigo Leopoldo, un cornudo de libro y con muchas cornadas a sus espaldas, me asegura: “No es solo sentir el morbo y el calor del besito de mi señora si no también recibir por trasmisión el golpe en mis labios, es como si nuestro amigo estuviera follándome la boca”.

Traqueteo
Sobre el traqueteo tengo que añadir, es una valoración personal basada en experiencias, que muchas esposas tienen entre sus favoritas la postura de el perrito o a cuatro. He tenido el placer de jugar con algún matrimonio en el que ella disfruta al máximo con dicha postura pero sabiendo aguantar la embestida, incluso frenándola, para así minimizar el impacto en el marido cuando se están besando. Ni que decir tiene que esa “paradiña” de la esposa es un placer añadido para mí en el momento del enrabe es como sentir un tope. Ahora bien, por lo general esos besos no son eternos y esa parada de la esposa no dura mucho tiempo, solo lo que los besos. Con parada o no siempre recomiendo que el marido sienta el impacto del empuje trasero. No hay cornudo consentidor fanático del juego cuckold que no lo pruebe.

Foto obtenida de un video de la web Xhamster.

Lo que dicen ellas
Algunas esposas que he consultado para documentarme en esta entrada me han aportado reflexiones dispares.
Carmen me asegura que es un momento especial y que necesita ese beso con el marido, “me da seguridad en lo que estoy haciendo y también hace que me sienta la reina entre dos hombres, también me gusta mucho que mi marido apriete mi mano mientras… me hace sentir más unida a él”.


Sin embargo, Cristina es partidaria que durante el polvo con el corneador el marido no vaya más allá de grabar, fotografiar o mirar, “prefiero que Luismi esté al margen mientras estoy con Javi, en el sexo solo me gusta estar con un hombre”.
En la misma línea Silvia me confirma: “yo solo dejo que mi marido me bese cuando hemos terminado, lo doy todo y quedo rendida después de varios orgasmos, al finalizar no me importa que mi esposo se acerque me haga cariñitos y me bese”.

Foto obtenido como recurso para la entrada de Xhamster.

El beso del matrimonio dentro del rito cuckold

Desde luego que estos besos forman parte del rito y es tan importante para el marido como cuando actúa de mamporrero o abriendo los carrillos del culo de su esposa para facilitar que la polla del corneador tenga vía libre. Me dicen algunos maridos que incluso supera al placer de actuar como fotógrafo del encuentro.
Está claro que la esposa siente el placer de follar con un extraño o con un amigo y que se trata, por lo general, de un polvo novedad, guarro, intenso, extramatrimonial y que rompe la rutina. Ahora bien, los maridos consentidores experimentan un carrusel de emociones y sensaciones sexuales placenteras, desde todo los previos hasta que llegan a convencer a sus esposas pasando por la elección del primer corneador, la ropa para el primer encuentro, el imaginar cómo será el actuar de mamporrero y, desde luego, sentir en el beso de su esposa la excitación que ella siente por follar con otro y en sentido figurado notar la punta de la cabeza de la polla del corneador a través de los labios y la lengua de su esposa.
Así me lo aseguró Carlos: “Ver a mi esposa en esa situación me supone una erección instantánea pero me he llegado a correr como un chiquillo cuando me he dado un piquito con mi esposa mientras nuestro amigo la empujaba por detrás”.
En la misma línea Luis me confiesa: “Me gusta acariciar a Carmen cuando hace el amor con nuestro corneador, sentir su mano y espero con ansia que ella bese mis labios mientras tiene dentro a nuestro amigo”.
Juan un buen amigo ya jubilado y casado en segundas nupcias con una belleza dominicana de 30 años me aseguró: “Por lo general, Alberto, me limito a sentarme en el sillón que hay frente a la cama, procuro no molestar pero no me pierdo detalle, antes hacía alguna foto con el móvil pero últimamente Carla tiene un amigo fijo y ya parecen un matrimonio y solo participo cuando ella me indica que me acerque y me da besos cortos en mis labios, eso sí siempre lo hace cuando ella ya lleva bastante tiempo siendo enculada”. Y añade, “ mi esposa y su novio lo ven como un acto de humillación pero a mí ese momento supone un placer maravilloso, me hace sentir vivo y que mi esposa me tiene en cuenta”.
Agradezco a Paolo, marido de Carla, pareja que han protagonizado alguna de las mejores entradas de este blog, las imágenes de ellos con los amigos de turno en las que están dándose besos “cuckold” y que me autoriza a publicar (son las imágenes que llevan la leyenda con el nombre del blog). Estas fotografías no dejan lugar a duda de la conexión entre el corneador con la esposa y a la vez de la esposa con el cornudo. Paolo me subraya. “Suelo tener todo preparado antes de que Carla empiece con nuestro amigo, me refiero a la cámara de video con la que grabó el encuentro, mis dos cámaras con las que tomo panorámicas y primeros planos, después de que lleven un rato a lo suyo, suelo acercarme y acariciarla y procuro ver en que momento está más excitada para besar sus labios”.


Le pregunté a Paolo que sentía en esos momentos y me dijo: “es una conexión especial, me encanta ese momento, son besos diferentes y solo los que estamos en esto entendemos lo que significan”.

Laura y Paco
Paco, un viejo amigo y seguidor del blog, matiza: “el beso que Laura me da en ese momento no es el mismo beso que le da al corneador. Me refiero a que ese beso entre nosotros es un gesto romántico, de complicidad y el beso que se da con el corneador es el típico morreo lascivo, baboso, de lenguas”. Y añade: “yo siempre suelo besar y acariciar al principio, para darle seguridad, cuando empezamos con esto ella iba un poco insegura y me pedía estos cariños, ahora ya no va insegura si no todo lo contrario pero nos gusta escenificar su temor, nos pone cachondos a los dos”.
Paco lleva casado con Laura más de veinte años y unos diez jugando a cuckold, le considero un experto en cuanto al papel que deben jugar los maridos. Me dice: “yo procuro pasar desapercibido aunque nunca he dejado a Laura ni un minuto a solas con los diferentes amigos con los que se ha encamado y ya solo participo acariciándola, susurrando a su oído alguna frase cariñosa y besándola”.
El momento cumbre para Paco es cuando Laura llega al orgasmo o nota que el corneador de turno se corre en la follada, “soy un experto Alberto y solo con mirar a los ojos de mi esposa sé cuando está a punto, cuando está follando a lo perro suele coincidir cuando le está dando duro y ella jadea más de la fuerza, entonces espero a que disfrute y en el ocaso del orgasmo me acerco sin molestar y beso su cara para terminar dándole un beso de marido consentidor en su boca”.


Y bien amigos, si habéis llegado hasta aquí espero que a la pregunta con la que titulaba esta entrada del blog, tengáis una respuesta afirmativa y que lo llevéis a cabo cuanto antes. De ser así, espero que pronto lo comentéis en el blog y os invito a participar con vuestros comentarios, seguro que tenéis mucho que decir al respecto. Por cierto, solo he recogido testimonios de algunos amigos cornudos consentidores y de sus esposas, si eres CORNEADOR y tienes alguna experiencia o anécdota sobre este contenido, escribe tu comentario.
Tenía otro titular antes de optar por el que he publicado, era: “el marido consentidor conecta a través del beso de su esposa con el corneador”, sacar vuestras propias conclusiones e insisto espero vuestros comentarios.





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