El AS DE PICAS lo dice todo (1/2)

Tenía pendiente publicar algunas imágenes en las que el as de picas es el protagonista. Aclaro, la protagonista es la esposa en plena acción y que está diciendo al mundo lo que le gusta pero en este caso y para los muy fetichistas de esta fantasía ver el as de picas es como ver el escudo de la bandera, la insignia de tu equipo de fútbol o el símbolo de pertenecer a una tribu en la que encuentras a gente como tú y que le gusta lo que a ti.

Y es que amigos y amigas, el emblema del as de picas es uno de los símbolos que ha calado en el mundo del sexo y ha dejado claro a que práctica sexual se refiere.

Incluyo a continuación fotos que me han enviado seguidores del blog. Ojo, son fotos que no están verificadas y que han sido robadas de blogs, webs de temática cuckold o de rebotes entre amigos.

En todas ellas aparece el as de picas y me tenéis que reconocer que con su sola presentación en la piel de una mujer remarca su belleza, su libertad sexual y su claro mensaje: "mi marido es un cornudo".

Solo una reflexión. En estas imágenes podeis observar que la mayoría de las mujeres son anglosajonas y es que este tipo de prácticas son más habituales en estas zonas y claro también se denota una clara preferencia por los corneadores negros. Ya decía la canción, "mami qué será lo que tiene el negro". Afortunadamente este tipo de juegos ya se dan en todo el mundo, os sorprenderíais si publicara los países donde más éxito tiene este blog.

Ahí van, y vuelvo a recordar, no son imágenes verificadas. Gracias.





























Esa es la actitud ante lo inevitable

Antes de explicar el titular de esta entrada os anuncio que el gran cantante y compositor español, José Luis Perales, se retira. Antes hará una gira mundial para despedirse de sus admiradores y publicará un recopilatorio de sus éxitos. Yo seré uno de sus primeros compradores, os lo aseguro.
Ha sido una mala noticia. El fin de una carrera llena de éxitos como la de Perales solo puede producirnos tristeza y afirmar el paso inevitable del tiempo. Nos quedan sus discos, su talante, su novela... porque su nombre pasará a formar parte de la galería de los mejores cantantes y compositores en español.



Bueno, ahora voy con la explicación del titular. El señor Perales es el autor e interprete de una de las mejores canciones melódicas: ¿Y cómo es él? Ojo es de 1982 pero sigue y seguirá vigente. A continuación va la letra. Podréis observar como un marido o un novio (la letra no lo aclara) acepta "lo inevitable" y que no es otra cosa que la mujer dé el paso a una infidelidad claramente consentida y aceptada por el marido.

"Mirándote a los ojos juraría que tienes algo nuevo que contarme." Imagino la sonrisa picara de la esposa al ver la inteligente tranquilidad del marido al notar que su esposa le va a poner un par de cachos.


"Empieza ya mujer no tengas miedo". Para ponerlo en mármol, no hay que tener miedo y esto va para muchas esposas que quieren ampliar su círculo y probar otros vinos.
Luego la letra se llena de esas preguntas que muchos de vosotros, mis queridos cabrones, habréis hecho a vuestras esposas. Y es que esa curiosidad que siente el marido cuando otro hombre tiene sexo con su esposa supone un vendaval de preguntas, incógnitas y que la esposa desde su poder tiene la solución.


Ojo, hay quien dice que no se encuentran celos en esa canción. No estoy de acuerdo, hay celos, celos controlados, asimilados por una buena inteligencia emocional pero también hay un regusto de placer. Lean la letra de la canción y me dicen.
En cualquier caso, esa es la actitud: diálogo tranquilo, sin dramas, admitiendo lo inevitable y tratando de disfrutar del momento de ser un cornudo consentidor.

Mirándote a los ojos juraría
que tienes algo nuevo que contarme.
Empieza ya mujer no tengas miedo,
quizá para mañana sea tarde,
quizá para mañana sea tarde.

¿Y Cómo es él?
¿En qué lugar se enamoró de ti?
¿De dónde es?
¿A qué dedica el tiempo libre?
Pregúntale,
¿Por qué ha robado un trozo de mi vida?
Es un ladrón, que me ha robado todo.

¿Y cómo es él?
¿En qué lugar se enamoró de ti?
¿De dónde es?
¿A qué dedica el tiempo libre?
Pregúntale,
¿Por qué ha robado un trozo de mi vida?
Es un ladrón que me ha robado todo.

Arréglate mujer se te hace tarde
y llévate el paraguas por si llueve.
Él te estará esperando para amarte
y yo estaré celoso de perderte.

Y abrígate, te sienta bien ese vestido gris.
Sonríete, que no sospeche que has llorado.
Y déjame…


Otra de las mejores e inolvidables canciones de Perales es "Me llamas". Saquen ustedes sus propias conclusiones.

y te has pintado la sonrisa de carmín
y te has colgado el bolso que te regalo
y aquel vestido que nunca estrenaste, lo estrenas hoy
y sales a la calle buscando amor.
y te has pintado la sonrisa de carmín.


¿Y cómo es él" fue también interpretada por Rapahel y Marc Anthony. Gracias por todo, José Luis.






La imperfección es bellísima y estamos buscando patrocinadores

El domingo 15 de septiembre tuvo lugar en París un evento cuyo contenido será en breve algo muy común. Vivimos tiempos de cambio y parece que la sociedad, en algunas partes del mundo, se está reinventando.

Se trataba de un desfile de modelos. Hasta aquí, nada nuevo y más si hablamos de moda y de París. Lo singular del desfile es que eran mujeres con formas corporales diferentes pero que realmente son las habituales en la sociedad. No cumplían con los cánones que impone la moda, especialmente la de alta costura, pero son el reflejo estricto de la sociedad. Nadie, ni hombre ni mujer, tiene un cuerpo diez, una sonrisa perfecta...

Desfilaron mujeres de entre 18 y 65 años, grandes, pequeñas, delgadas, gordas… de todos los colores y tipos de cuerpo. En definitiva, mujeres normales como nuestras amantes, esposas, amigas, hermanas, hijas.


La mayoría de las imágenes tenían derechos de autor y no las puedo publicar. Siento que no podáis ver la belleza de estas mujeres.

Detrás del desfile se encuenta Georgia Stein, una modelo de talla grande que se ha marcado el objetivo de promover el “body positive”, un movimiento que busca visibilizar la realidad del cuerpo humano.



Todas las mujeres llevaban al principio del desfile unos vestidos negros idénticos con lo que se pretendía poner en evidencia la estandarización que impone la industria de la moda. A continuación todas ellas dejaron caer sus vestidos negros y mostraron sus cuerpos, “reales”, vestidos con lencería. Y fue cuando empezó el desfile de la normalidad y la belleza. Cuerpos singulares, insisto, normales que mostraban la belleza para cualquier hombre o mujer inteligente.

No tuve el placer de ver el desfile en directo. Debió ser maravilloso disfrutar de mujeres reales, vestidas para impactar. Descubrir la belleza imperfecta o perfecta, según se mire, de mujeres normales. Os puedo asegurar que todas ellas me llamaron la atención y no me importaría disfrutar junto a ellas.

Dejo aquí la reflexión. No hay cuerpos diez, insisto: ni en hombre ni en mujeres. Me consta que muchas lectoras de este blog (han sido muchos correos los que he recibido) no dan el paso porque temen que su cuerpo defraude, qué equivocadas están. Espero que pierdan el temor y que entren en el universo cuckold y disfruten de estas fantasías y pueden estar seguras muchos hombres, yo el primero, deseamos que en el sexo se crucen mujeres como ellas.



Y aquí también va mi dardo para esos maridos cornudos que siempre están lloriqueando porque no saben convencer a su mujer. Lo primero que deben de hacer es dar seguridad a sus mujeres y el trabajo más importante poner en valor su belleza y su sensualidad.

Por cierto, he estado un poco liado por temas profesionales y no he podido publicar mis crónicas habituales. Creo que a partir de ahora podré cumplir y con el inicio del nuevo curso os pueda dar vuestra ración de blog. Eso sí, quiero ver respuestas.

También os adelanto que voy a renovar contenido para hacerlo más atractivo, voy a explorar vías nuevas para contenidos sin perder el objetivo del blog que es ser el punto de encuentro de corneadores, cornudos consentidores o no y esposas o novias sueltas y abiertas. Vuestras contribuciones, consultas y experiencias siempre serán bienvenidas.

Busco patrocinadores y anunciantes que me ayuden a correr con los gastos que conlleva este blog. Espero respuestas. Gracias, cabrones.



No hay nada peor que llevarse el premio de consolación

Mis queridas amigas y amigos, tenía dos titulares para esta entrada, “No hay nada peor que llevarse el premio de consolación” o “maridos escobilla”. Seguro que cuando terminéis de leerla entenderéis mi dilema para elegir uno de los dos. En este caso, ha primado más mi experiencia personal para el titular que el calificativo que se daba a sí mismo el marido de esta experiencia.

Hace algunos años recibí un correo, su nombre era sugerente, hacía referencia a una relación ama y marido esclavo. Me agradó comprobar la correcta redacción y la exquisita manera de expresarse del marido. El correo va a continuación, lo podéis comprobar.

Marido: "También hemos fotografiado el casco que mi Ama compró como símbolo de cornudo cabrón, obviamente como puede ver todavía esta embalado. Está esperando al primer macho/amante con el que mi Ama decida follar. Creo que ese honor recaerá en usted Sr. Toro y no voy a negar que este hecho me produce algo de celos."

Después de aquel correo, contactamos por teléfono y nos pusimos manos a la obra. Yo generé la complicidad con el marido-esclavo para ir viendo cómo organizar el festín. En unos días conseguí hablar con la esposa… su voz me dejó prendado, qué risas más bellas se oían al otro lado del teléfono y qué manera de expresarse y plantearme lo que quería, estaba claro que se trataba de una mujer con carácter y que sabía poner al cornudo en su sitio.

Ella se inclinó, antes que nada, por que yo le encontrase a algún amante negro, bien dotado y sabiendo “manejar”. En aquellos momentos no tenía ningún colega-corneador de color pero se podía intentar. También se extendió en los juegos que ponían a su marido… la cosa prometía.

Pasaron algunas semanas, ya sabes que siempre hay algo menos importante que hace cambiar planes y retrasar estos encuentros que forman parte de la sal de la vida.

Aunque había visto fotos de ella en las que no dejaba lugar a dudas sobre su cuerpazo, me faltaba por presenciar en directo su sonrisa y disfrutar de su cara. No quedé decepcionado si no todo lo contrario. Esa belleza natural en la que paras un día en el Metro y ves a una joven mamá volviendo a casa del trabajo, arreglada, sonriente que esconde un punto reputo y morboso en el sexo.


Quedamos en Madrid, cerca de el Museo de Ferrocarril, era primeros de julio. Ella llevaba falda suelta. Todo fue muy fácil y cada uno ocupamos nuestro rol. Yo desde el primer momento empecé a meter mano, siempre que el marido estaba mirando y atento, ella receptiva no dejaba de hablar. Aquel día, el marido desempeñó a la perfección su papel y aunque fue un pequeño escándalo el morreo y sobe que ella y yo nos dimos la situación nos puso a los tres muy cachondos. Lamentablemente ese fue solo el premio que me llevé, el de consolación.

Si dejo una pequeña reflexión. Cada dos por tres le pedíamos al marido que fuera a por un vaso de agua, que trajera servilletas, que fuera a ver como estaban los servicios del bar. En una de esas, ella me confesó: "mi marido en el fondo es un puto manipulador, no creas que le tengo totalmente controlado, da la apariencia de sumiso pero ya te digo, es un puto manipulador".

Quedamos en hablar más adelante y concretar un día para el encuentro total, a ser posible que me acompañara un amigo-negro. El verano y la vuelta al cole en septiembre, enfriaron las cosas y retraso tras retraso, al final el encuentro no se materializó y perdimos el contacto. Espero que ellos lo lean, al menos para que les conste mi recuerdo y aunque solo me llevé un premio de consolación (magreo, besos y charla con la esposa) me quedé satisfecho, con ganas de lo que planeamos, pero satisfecho.

El correo de el marido os puede dar ideas sobre la manera de plantear un encuentro a tres: esposa suelta, marido-esclavo cornudo y amigo proactivo corneador.

Lo de la escobilla, abajo, pero disfrutar de este correo.

--------------


Hola Señor Toro,


Trataré de describir lo mejor posible a Mi Esposa-Ama, pero ya le aviso de antemano que soy muy malo en ello. Mi Esposa-Ama es una mujer de 36 años, simpática y con buen humor y carácter. Mide algo más de metro sesenta, le gusta ponerse grandes tacones y está delgada. Tiene pelo castaño, ahora a media melena, tiene unos grandes ojos que llaman la atención. Tiene una piel suave y muy blanca, unas manos pequeñas y pechos no muy grandes que entran en la mano (y le gusta que se los estrujen suavemente), también tiene un coñito precioso que siempre lleva completamente depilado.


Bueno, ahora trataré de explicarle que es lo que mi Esposa-Ama busca y con que disfruta, así estarás en mejor disposición cuando hables con ella por teléfono (la mejor hora para llamarla es a las diez y media de la noche, si quiere hablar conmigo recuerde que estoy a su disposición a partir de las siete de la tarde, mejor lunes y miércoles).


Ante todo a mi Ama disfruta con la humillación, también se reconoce como sádica y le gusta un poco el exhibicionismo, pero probablemente lo que más disfruta es de que le sirvan y del poder de mandar y decidir cuándo, cómo y dónde se hacen o no se hacen las cosas. Sinceramente yo comparto cien por cien esto gustos, pero al contrario, soy muy sumiso completamente masoquista y disfruto siendo humillado, castigado y sirviendo a mi Esposa-Ama. Supongo que por eso (y por el morbo) nace la idea de los cuernos, es humillante y deja claro quién manda (ella). Claro está que también quiere disfrutar de buen sexo con otros hombres, mientras yo miro y ayudo sin siquiera poder tocarme y sabiendo que esa noche solo ella y su amante tendrán sexo y podrán correrse. A mi Esposa-Ama le encanta ese punto, le gusta tenerme en abstinencia y también le gusta que yo tenga relaciones homo, que se la chupe a su amante, que este me sodomice etc.




Bueno, paso a contar las ideas que tenemos para encuentros cornudos. Creemos que es interesante quedar primero a tomarse una cerveza o un vino y así ver qué pasa con la primera impresión ¿se gustan físicamente? Si ambos están de acuerdo nos quedaríamos a comer o cenar (según la hora del día, nosotros preferimos quedar al mediodía) y así conocernos todos mejor. A mi Ama le parece gracioso pedir para mí una jarra de agua del grifo y un trozo de pan de ayer, mientras ustedes disfrutan de un buen vino y unos buenos entrantes. También me ha comentado en alguna ocasión que le gustaría que se metieran mano para dejar claro que soy el cornudo. Yo les haría fotos para inmortalizar el encuentro.
Si todo fuera bien y si ustedes están de acuerdo iríamos a un hotel. A mi Esposa-Ama le gustaría que condujera yo mientras ustedes se meten mano en la parte de atrás. También le parece gracioso que yo paré para comprar los preservativos, puede ser en una máquina expendedora pero sería muy morboso que fuera en una farmacia y tuviera que llamarle por teléfono durante la compra para preguntar por el tamaño, el tipo y la cantidad de preservativos que debo comprar.


No tenemos experiencia en hoteles, en este punto nos aprovecharíamos de su experiencia. Y mientras yo aparco el coche ustedes se inscribirían en el hotel, llamándome por teléfono para indicarme la habitación del hotel. Le comenté a mi Esposa-Ama su idea de vestirme de sirvienta y le encantó, le pareció perfecta, así que espero que se traiga un traje de criada de talla XL. En fin, ya en la habitación a mi Esposa-Ama le apetece que yo la desvista para usted y que proceda con mi papel de sirvienta ayudándoles y sirviéndoles en todo lo que sea preciso y requiera cualquiera de los dos, música, bebidas….. Obviamente seré debidamente castigado si no cumplo correctamente con mi labor. A mi Esposa-Ama le gusta torturarme y no sería de extrañar que decida ponerme unas pinzas en el pene mientras ustedes follan, alguna bofetada seguro que se le escapa y cosas por el estilo.


Nos gustaría grabar en video (solo para nosotros) todo el encuentro y a mi Esposa-Ama le apetece especialmente comparar mi pequeño pene con su gran polla para que puedan reírse a gusto de la clara diferencia entre ellas y humillarme con sus mofas.


Otra cosa que le encanta a mi Esposa-Ama es que yo tenga relaciones con su macho, que le asista como sirviente desnudándole, o duchándole, que se la chupe para ponérsela dura, que le ponga el preservativo y que haga de mamporrero, que le coma los huevos o el culo mientras se la folla…. Y al final que me coma el semen de su macho, tantas veces como el macho eyacule y donde eyacule. A mi Esposa-Ama le apetece que se corra en sus tetas y que yo lo limpie todo, primero su polla y después sus tetas, si algo cae al suelo también lo limpiaré. Mi obligación es que queden totalmente satisfechos y si es necesario le haré una mamada y se correrá en mi boca.


Después de la primera follada, cuando se hayan consumado mis cuernos, mi Esposa-Ama quiere ponerme un casco con cuernos que ha comprado para la ocasión. No podré quitármelo hasta que volvamos a casa, da igual si luego salimos por ahí, lo llevaré puesto para dejar claro que soy un cornudo.




Como he comentado yo les serviré en todo lo que deseen, pero también me pueden poner de cara a la pared para que ustedes tengan intimidad y no vea como follan. También pueden pedirme algo para que lo pida al servicio de habitaciones y pase vergüenza teniendo que abrir la puerta vestido de criada con el casco de cuernos y de fondo sus gemidos. Por mi parte no tengo problemas ni límites solo quiero que mi Esposa-Ama disfrute, acepto juegos con semen, orina, castigos, humillación… lo que mi Esposa-Ama desee y decida.


Al final, recibiré una ducha de agua fría ya que como le he comentado antes yo no puedo tener ningún tipo de placer sexual ese día y tal vez les guste lavarme con mi esponja (se trata de una escobilla del váter) . Y si alguno de ustedes así lo desea les prepararé un baño y les lavare el cuerpo.


Todo esto son ideas que hemos tenido, no pretenden ser un guión sino darle una indicación de nuestros gustos y roles.


En fin, por mi parte eso es todo, un saludo.


Esposo-Esclavo X y Esposa-Ama Y.

C. y V. (II) la entrevista. Carlos: "pasaron unos segundos interminables hasta que agarré el rabo engomado del corneador para dirigirlo al coño de mi esposa, lo tenía tan abierto y mojado que entró con absoluta suavidad"

Hace unas semanas publiqué la primera entrada de Carlos y V. Ilustrada con unas fotos de ella en plena actitud cuckold, la entrada nos narraba el primer encuentro que tuvieron. Tenía pendiente la entrevista para saber más detalles de ese momento y para que nos comentaran, en primera persona, sus inicios y sus pareceres sobre los juegos cornudos.
Las fotos que ilustran la entrevistan las protagonizan esta pareja en unos de sus momentos íntimos en los que rememoran sus aventuras fuera del dormitorio marital. Agradezco su dedicatoria por lo que se refiere a mí y por todos vosotros, mis queridas lectoras y lectores, ya que certifican la veracidad de sus testimonios. Por cierto, V. muchas gracias por seguir mis indicaciones y hacer la señal de cuernos a Carlos, en tu mano esa señal queda aún más bella. Sin más preámbulos.


Alberto Toro.- Carlos y V. se presentan como una pareja normal, con sus trabajos diarios, obligaciones familiares que viven el día a día como cualquier otra pareja “normal”. Rondan los cuarenta tacos y mantienen una vida sexual activa (yo digo que más que activa) desde el primer día que se conocieron.

Tienen afición a descubrir prácticas sexuales nuevas que amplíen su vida sexual. Me comentan que en los últimos años han tocado muchos palos en sus polvos, desde la sumisión-dominación, tríos, juegos swingers, exhibicionismo (muestra de ello es aquel paseo veraniego por Mojácar, doy fe), castidad forzada, BDSM, entre otras muchas. Y claro, también una relación cuckold en la que se encontraron sin buscarla pero que hoy forma parte de su vida sexual, de manera real y según me confiesan de manera muy placentera. Que tomen nota esas parejas que agotan sus juegos y condenan su relación sexual al aburrimiento y la inevitable desgana.

Carlos y V. llevan ya unas cuantas aventuras pero como ellos dicen, la mejor está aún por llegar y seguro que la contarán aquí pero de momento nos vamos a centrar en su primera vez. Atención a lo que nos dice V., la esposa, “Nos gusta mucho el sexo y lo disfrutamos al máximo, estos juegos cuckold nos han unido mucho pero hemos podido llevarlos a la práctica por nuestra complicidad y unión”. 


Alberto Toro.- Me habéis dicho que desde vuestros inicios como pareja tenéis una activa vida sexual. Todas las parejas en sus inicios suelen tener esa gran actividad sexual, bien, pero en qué momento de vuestra relación pasáis a otra pantalla en la que el sexo no es tan convencional y no se limita a la pareja.
Carlos.- Nuestra vida sexual nunca ha sido convencional. Cuando nos conocimos los dos sabíamos que no queríamos una relación vainilla clásica y buscamos, seguimos buscando, todas las opciones que nos puedan dar placer. Al poco tiempo de conocernos habíamos hecho nuestro primer trio MHM y unos meses después acudimos a nuestro primer lugar swinger donde hicimos el primer trío HMH.

AT.- Pero quién tomó la iniciativa y qué papel jugó tu esposa (V.) en el proceso.
C.- Como la mayoría de las parejas con las que hemos estado hablando, la iniciativa surgió del hombre. Aunque es verdad que V. siempre ha sido muy abierta y no puso muchas objeciones… (Carlos sonríe y V también lo hace mientras nos lanza una mirada cómplice).

AT.- ¿V. siempre fuiste una esposa suelta y abierta? Cómo era tu vida sexual antes de conocer a Carlos.
V.- (esposa de Carlos).- Antes de conocer a Carlos era una esposa “normal”, de polvo semanal. Sin más. Aunque sabía realmente que había algo dentro de mí que estaba por descubrir. Y vaya si lo descubrí.


AT.- Cómo fue vuestra primera experiencia cuckold.
La primera vez fue en un local swinger. Antes habíamos tenido algunos encuentros con chicos pero nunca habían sido puramente cuckold. Fueron, más bien, contactos entres tres, el típico trío HMH.
Como te digo el primer día cuckold fue en un local swinger. V. eligió a su amante y te puedo decir Alberto que se lo folló como le vino en gana.
En el local había varios chavales con ganas de ella, no había más que pararse en sus miradas y en la forma de acercarse a nosotros. Ya sabes como funciona esto en los clubs de intercambios. V. eligió al que más le gustó y me mandó a por los condones a la taquilla. Sentí un escalofrío como mi esposa, de manera cariñosa pero asertiva me indicó lo de los condones delante del chaval.
Luego, durante la faena, me hizo comerle la polla y después ponerle el condón. No lo hice mal, antes V. me había instruido en la manera que tenía que agarrar el cipote del muchacho por su arranque y coronarle el cabezón con el plástico. Debo confesarte, Alberto, que en los tríos anteriores que habíamos hecho ya había practicado en engomar al tercero del trío.

AT.- Carlos, nos queda clara tu maestría a la hora de engomar el rabo del corneador y creo entender que sientes un placer especial en ese rito pero qué vino después.C.- Después se lo folló en todas las posturas posibles, mientras el resto del local (y yo mismo) miraba. Los gritos y gemidos que pegaba debían de oírse incluso fuera del local. Cada vez que le pegaba una embestida gritaba “Joder, cornudo, cómo me está follando!” O decía “esto sí que es follar, cornudo!” 

AT.- Carlos me has confesado que ese momento en el local swinger, ver como otro tipo se follaba a tu mujer, fue una de las mejores experiencias sexuales de tu vida. Cuéntanos por qué, qué sentiste, qué papel jugaste.
C.- La verdad es que es una situación que recomendaría a cualquiera que realmente quiera a su mujer. Verla disfrutar y disfrutar con ella mientras otro se la folla es algo que no se tiene todos los días. Es una sensación de haber llegado donde tantas veces has fantaseado. Que te diga lo bien que se la está follando, que alabe en tus narices las virtudes de la polla de un desconocido, ver cómo le besa o cómo le acaricia la espalda… Todo ello acompañado de la pertinente incertidumbre de no saber cómo va a salir todo. No saber cómo te vas a sentir o cómo se va a sentir ella. Si puede haber consecuencias, incluso, en la propia relación. Finalmente, como ya hemos comentado, fue todo muy bien y el placer superó con creces las dudas.

Durante la faena me hizo comerle la polla y después ponerle el condón. No lo hice mal, antes V. me había instruido en la manera que tenía que agarrar el cipote del muchacho por su arranque y coronarle el cabezón con el plástico. Debo confesarte, Alberto, que en tríos anteriores ya había practicado en el engome del tercero.

AT.- Además, lo hicistéis delante de toda la gente que estaba en el local, ¿esto os supuso un placer especial y añadido?C.- Si, la verdad es que el exhibicionismo siempre nos ha gustado. Nos encanta que nos miren mientras follamos. Esta situación no fue una excepción y todo el mundo pudo comprobar mi estado cornudo mientras follaba mi esposa.

AT.- Me comentas Carlos. que tu papel fundamental fue el de marido mirón y facilitador del encuentro. ¿Tuviste en algún momento del polvorón un papel más activo?V. antes de nuestra primera experiencia cuckold me instruyó en el procedimiento y me dejó claro que siempre debía limpiar la polla que se iba a follar, así que esto fue lo que hice. Te puedes imaginar, V. me cogió la cabeza por la coronilla y con autoridad dirigió mi boca al capullo del corneador. Sobreactué un poco mientras me negaba aunque en el fondo estaba deseando mamar, V. lo sabía y me siguió el rollo. El chaval debió de alucinar pero no tardó mucho en trempar, instante que aproveché para ponerle el condón. Ya en situación, pasaron unos segundo interminables y agarré el rabo engomado para dirigirlo al coño de V. Lo tenía tan abierto y mojado que entró con absoluta suavidad. Fue uno de los momentos que sentimos más placer, ver tan de cerca, en primer plano, el coño que más deseas, el de tu ama, penetrado por otro pollón es fantástico.


AT.- V. qué tipo de cornudo te gustaría que fuera Carlos.
V.- Me gusta que Carlos adopte el rol de cornudo que tiene como primer objetivo proporcionarme el mayor placer sexual y satisfacción. Que sea facilitador.

AT.- Qué detalle o detalles te llamó la atención V para que eligieras a aquel primer corneador. Supongo que habría otros tipos con ganas, suele ocurrir en los días abiertos a chicos en los locales swingers.
V.- Siempre es un tema de feeling, de conexión personal. En un principio había elegido a otro chico pero en cuanto se cruzó X cambié sin dudar, tenía claro que sería mi amante para esa noche. Y la verdad es que tuvimos suerte, siempre hay que tener en cuenta este factor. X no sabía que iba a desempeñar un papel de corneador, supongo que se veía ya en el típico trío HMH y la actitud de Carlos le debió sorprender pero la verdad es que actuó como un corneador experimentado.
Pero ya te digo, Alberto, como en cualquier relación en personas, la conexión es primordial.

AT.- Carlos, te has referido a tu esposa, en algún momento de la conversación, como tu ama. Explicate. ¿Es V. una esposa dominante?
C.- La relación cuckold que hemos establecido es de Ama-cornudo. Ella decide, ella manda y yo obedezco. Me trata bien, es verdad. No es una dominación humillante ni una relación de despotismo absoluto, sino que cuida la dominación para que todos nos sintamos a gusto. Los límites los pone cada uno, obviamente. 
Desde aquella relación, V. no me deja tocarle las tetas. Al principio me puso la excusa de que las tenía doloridas por cómo se las apretó el chico del local y no paró en ello pero pronto observó que ese impedimento me producía un placer especial, me lo notó. Y desde entonces emplea frases como: “estas no son para ti” o “dónde vas”. Ayer, me despiste intencionadamente y después de sobarlas un poco, V. me castigó con unos azotes. El caso es que a mí esto me calienta y me excita muchísimo. A ella también.
Con el culo (ojete) ya hace tiempo que me va advirtiendo que no es para mí, lo reserva para alguien especial (yo solo se lo he follado una vez en nuestra relación) Ahora solo puedo penetrar el coño pero sin tocar las tetas. Creo que si llega el día en que V. me prohibe su coño, también lo disfrutaré.

Alberto, como en cualquier relación en personas, la conexión es primordial.

AT.- ¿Esperas que la cosa se quede ahí?
Carlos.- Hace ya varias semanas que V. no deja que me corra. Llevo tres eyaculaciones frustradas y amenaza con que voy a estar así hasta final de año. Y ahora mientras follamos me dice que necesita un buen corneador porque yo no doy la talla, esto me excita especialmente (V. mira a Carlos y después sonríe ante mí)

V. interrumpe a Carlos y sonriendo me dice:
V.- Cuando quiero que pare de follar le digo “Carlos, cada día me follas peor” y noto como está para reventar.

AT.- Mis queridos lectores, tengo claro que Carlos se va a convertir en un cornudo consentidor de libro. Y no solo porque cumple con muchos de los procedimientos del rito cuckold pero es que también lo disfruta de una manera intensa y especial. Durante la conversación previa a la entrevista, Carlos me comenta que al residir en una ciudad pequeña en la que todos se conocen no puede desarrollar su rol de cornudo con total libertad pero que le encantaría lograr que su entorno supiese de su condición. También me dice que solo de pensar en situaciones delante de personas en las que su esposa es magreada por otro tío o como un extraño se enrolla con ella, sería un placer especial. Ahora le voy a preguntar por eso.

AT.- Carlos, cómo vives que otras personas ajenas a estas prácticas pudieran descubrir tu rol de cornudo consentidor o marido facilitador.
C.- La mirada de la gente cuando sabe que eres cornudo es algo muy difícil de describir. Los hay que te miran con incomprensión, sin entender muy bien por qué está pasando eso, otros te miran hasta con lástima, otros con aire de superioridad. Percibir esos sentimientos hacia un cornudo es altamente gratificante. Solo los maridos que estamos en el tema y disfrutamos de estos juegos al tener la complicidad de nuestras esposas podemos entender ese placer que las personas ajenas desconocen.


AT.- V. ¿tú te consideras ama de C.?
V.- Yo amo a Carlos. A partir de ahí, me considero lo que haga falta. Depende de lo que pida la situación. 

AT.- Está claro que Carlos tiene tu complicidad y lo más importante, tu amor. Desde tu posición, V., qué consejos les darías a las esposas que se niegan a estos juegos para que se animaran.V.- A mí estas prácticas me hacen sentir muy cerca de mi pareja. Además, creo que es todo un reto para un hombre “hecho y derecho” ver como su más preciado tesoro es disfrutada por otro. El único consejo, no solamente para las esposas, sino también para ellos, es que no se cierren a nada, que hablen mucho con su pareja, que expresen sus pensamientos, dudas, miedos, etc. Finalmente, deben ser decisiones de pareja, de los dos, eso debe quedar claro.
AT.- Y tus recomendaciones, Carlos.
C.- No creo que sea nadie para dar consejos sobre esto, pero lo más importante es que la pareja se sienta cómoda con lo que está haciendo. En nuestra relación pensamos que tenemos que ir siempre juntos, y eso es lo que nos permite llegar donde sea. Yo jamás forzaría ninguna situación y disfrutaría de cada “regalo” que vaya apareciendo en el camino. Cada situación que vaya apareciendo puede convertirse en la punta de lanza de una verdadera aventura sexual si se trata de la forma adecuada. 

V.- A mí estas prácticas me hacen sentir muy cerca de mi pareja. Además, creo que es todo un reto para un hombre “hecho y derecho” ver como su más preciado tesoro es disfrutada por otro.

AT.- En vuestra anterior entrada tuve el honor de publicar algunas fotos de V. en Mojácar y con la camisa cuckold. Muchos lectores me han preguntado detalles de ese día. Por favor.
C.- V. mi esposa, va siempre sin bragas, eso no fue ninguna novedad. Decidimos salir a dar una vuelta con la moto y ya podéis imaginar cómo le quedaba el culito con esa falda que llevaba. Después de visitar Mojácar estuvimos en Vera, donde mi esposa pudo exhibirse todavía más en un hotel naturista. Mucha gente no sabe lo que significa la camiseta y pasan descuidados por el lado de V., mirando más las piernas o el culo que la propia camiseta. Sin embargo, en una ocasión, un chico se nos acercó a preguntar por la camiseta. Podéis imaginar la vergüenza (y el placer) que se pasa cuando un desconocido sabe (y te dice con una media sonrisa en sus labios) que eres un cornudo.

Carlos: mucha gente no sabe lo que significa la camiseta y pasan descuidados por el lado de V., mirando más las piernas o el culo que la propia camiseta. 
AT.- V. desde tu perspectiva femenina qué valoras más en un corneador.V.- Aparte de las cosas obvias como el físico, la limpieza y el olor, para nosotros ha sido decisivo que sea respetuoso. Nos hemos encontrado con supuestos corneadores que eran maleducados o groseros. Eso nos hace descartarlos de entrada. Aunque Carlos es un cornudo, no deja de ser mi pareja y lo quiero con locura.
AT.- Y para ti, C. Qué perfil de corneador es el ideal para ti.Carlos.- El corneador ideal para mí es el corneador ideal para Ventura. No hay más.


 


C. y V. (I) contactan con el blog: “fue una de las mejores experiencias de mi vida ver como otro hombre se follaba a mi mujer y tenía la necesidad de contárselo a alguien”

Al finalizar el pasado verano se puso en contacto conmigo un nuevo seguidor del blog, C. es su inicial. Junto con su esposa (V.) había parado en el blog de Alberto Toro y me mandaron su impresión sobre las experiencias que publico, mis consejos, etc.

Como otras muchas parejas se iniciaron en este mundo fantaseando con los juegos y después de afianzar esa complicidad necesaria, dieron sus primeros pasos.

C. valoró tener a mano las experiencias de otros cornudos que recojo en el blog y sobre todo esa labor que a veces hago de asesoramiento a parejas para que logren sus objetivos en estas fantasías.
Incluyo a continuación el primer correo que recibí de C. y V. En breve, publicaré una extensa entrevista sobre sus primeros pasos y contaré alguna de sus primeras experiencias.

Os aseguro que el testimonio de esta pareja, C. y V. os impresionará, alguno de vosotros se verá reforzado en la idea y dará los pasos para que su esposa explore otros caminos sexuales.

Leer con atención el correo, a continuación doy mi opinión sobre las reflexiones que plantea C. y, sobre todo, disfrutar de las imágenes de V. da gusto verla tan suelta, tan bella, inundada por el sol de Mojácar. Cabrones, a más de uno le encantaría pasear junto a su esposa con la actitud de V. y disfrutar de las miradas que provoca entre los caminantes playeros.



Buenos días, Sr. Alberto.
Lo primero de todo, presentarnos y decirle que acabamos de conocer su página. Nos estamos iniciando en el tema cuckold y la hemos estado visitando últimamente porque nos encanta el modo en el que tratan este apasionante campo de la sexualidad que son los cuernos. Somos C. (esposo) y V. (esposa). Tenemos algo más de 40 años y una relación bastante afianzada. Hace unos meses, casi por casualidad, empezamos a fantasear con el tema de los cuernos consentidos hasta que, por fin, la fantasía se volvió realidad. 
Este pasado sábado Ventura tuvo su primer encuentro con un corneador, estando en mi presencia en un local swinger, y fue una de las mejores experiencias de mi vida. Ver cómo otro hombre se la follaba bien fuerte mientras ella chillaba por el placer y todo el mundo mirándolos, mientras yo me dedicaba a chuparle el ojete a Ventura... Ufff... sólo de recordarlo…
Tenía la necesidad de contárselo a alguien, ya que esta felicidad del cornudo poca gente la entiende y he pensado que usted sería un buen conocedor de estas situaciones.
Le envío unas fotos de mi Ama para que vea la camiseta que llevaba este verano...
Respetuosos saludos.


De la presentación que hacen C. y V. subrayo el apunte que nos hace sobre su matrimonio, “tenemos una relación bastante afianzada”. Sin duda es la situación ideal en una pareja para empezar a dar los pasos en estos juegos. Está claro que si se da esta complicidad entre ambos será mucho más fácil hablar de esto sin que haya ningún problema ni drama Es más, muchas esposas agradecerán la confianza del marido y muchos maridos se sorprenderán de la respuesta afirmativa una vez se lo planteen a sus esposas. Seamos sinceros, la mujer se plantea muchas veces ese espacio de libertad que supone la infidelidad y si esta es consentida por el marido todo es mucho más fácil.

No siempre recomiendo que el primer encuentro en cornudo se produzca en un local swinger, a no ser que la esposa sea lo suficientemente abierta. Como sabéis en los locales swinger mucha gente va a mirar y a no ser que produzca un placer especial exhibirte puede resultar un reparo para el matrimonio. En el caso de V. y C. está claro que fue una de sus mejores experiencias sexuales.



Por último, y cito textualmente a C. “la felicidad del cornudo poca gente la entiende”. Cierto, no todo el mundo es sincero y finge indignación por el hecho de que su mujer interactúe con otro hombre pero muchos de vosotros, maridos cornudos, entendéis ese placer. Pero claro, hay que contarlo y que mejor para hacerlo que en el blog de Alberto Toro. No es broma, os aseguro que más de un marido se otorga un label de experiencia en estos juegos cuando presume ante sus amigos, mi experiencia ha sido publicada en el blog de Don Alberto Toro.

Os emplazo a que visitéis las próximas semanas en el blog para que leáis de primera mano una entrevista que promete ser muy interesante y didactica para estos juegos.

Gracias V. y gracias C. por confiar en este blog para hacer pública vuestras fantasías y experiencias.

Cuando el marido le dice a otro hombre: ¿Quiere acostarse con mi esposa? o cuando el tercero es un saltimbanqui

Mis queridas amigas y amigos, llevaba más tiempo de la cuenta sin dar señales de vida pero por motivos placenteros y no ajenos a mi voluntad he incumplido mi sagrado deber de entregar los correspondientes contenidos en estas últimas semanas. Ruego me disculpéis.


He podido comprobar que el número de comentarios para el blog va en aumento lo que me llena de orgullo y satisfacción. Muchos de esos comentarios no verán la luz por razones que ya sabéis: no ser correcto ni respetuoso, dar números de celulares que no podemos asegurar que sean de la persona que dice ser o simplemente porque no añaden nada interesante al blog. Os recomiendo, eso sí, que os registréis para que podáis interactuar con mayor facilidad.

Este tiempo, mis queridos cabrones, no penséis que he estado perdiendo el tiempo. Hoy os puedo adelantar que en breve publicaré una interesante entrevista con una pareja que juega a esto y podréis comprobar la belleza de la esposa, Ventura, una maravilla. También tengo casi terminado unas recomendaciones básicas para aquellos que queréis cornear y una actualización de mis diez consejos básicos que es una de las entradas con más visitas del blog, por algo será.

¿Quiere acostarse con mi esposa?
Uno de mis periódicos favoritos es La Vanguardia, un ejemplo de periodismo de máxima calidad. Desde la información hasta los artículos firmados, pasando por sus reportajes, información gráfica, es difícil encontrar en España un diario de esta calidad. Una pena que desaparezca el papel y que se pierda esa sana costumbre de abrir sus páginas y encontrarse con la columna esporádica de Don Joaquín Luna, maestro del periodismo.

El pasado 9 de diciembre, en las páginas de opinión de La Vanguardia, concretamente en la 32, la columna de Luna me impactaba por su titular: ¿Quiere acostarse con mi esposa? Yo soy de los que se paran en la columna de Luna independientemente del titular pero comprenderéis que con ese mensaje leí su artículo con especial atención.



En la tercera línea el genial columnista, periodista y escritor nos hacía partícipes de la invitación que un matrimonio de Guadalajara le hacía para visitar Madrid por Navidad “a fin de tener relaciones sexuales con la esposa”. Lamentablemente para este matrimonio la respuesta de Joaquín Luna fue negativa pero respetuosa como corresponde a un caballero cuando está por medio la esposa y el marido.

Luna, siguiendo el tema de esta columna, apuntaba: “De mis tiempos en París… certifico que existen hombres cuyo placer es ver lo que es capaz de hacer, decir y soltar su pareja cuando está con otro hombre, espectáculo en el que encuentran eso que llamamos morbo, un refinamiento más intelectual que físico”. No creo que yo lo hubiera dicho mejor y con esa elegancia en la palabra escrita de Joaquín Luna.

Muchos de vosotros, mis queridos lectores, sabéis de ese morbo, de estar al otro lado del espejo y ver cómo la esposa (por voluntad propia) entra en el juego y se suelta en el sexo con otro tipo. ¿Morbo? Yo entiendo el concepto pero en este blog encajaría más placer que morbo, tanto para el marido cornudo consentidor como para la esposa animada y, por supuesto, para el tercero en concordia.

No son muchas pero si he conocido alguna pareja en la que ella tenía gran admiración por un determinado personaje de relevancia pública y el marido, por darle el gusto, intentaba contactar con el susodicho para lo que os podéis imaginar. En la mayoría de los casos no suele materializarse ni el encuentro ni el remate pero sé de un par de casos en los que se ha consumado el contacto y el remate, jamás revelaré el nombre del protagonista por respeto a esta pareja amiga y está mi palabra como garantía.



Para aquellos que queréis ser corneadores y me preguntáis cuáles son las virtudes que se deben tener para triunfar en esto. Yo siempre digo que la primera cualidad es que tengáis la suerte de que la esposa quiera, ella es la que casi siempre tiene la última palabra, además de tener la complicidad del marido consentidor y por supuesto algunas que otras cualidades, tampoco son tantas, D. Joaquín Luna en el siguiente párrafo que cito literalmente de su artículo, os puede guiar.

“Yo, modestia aparte, reunía algunas de las virtudes del perfil de saltimbanqui sexual requerido para este tipo de situaciones. Ni alto ni bajo, ni guapo ni feo y, sobre todo, un centrocampista muy disciplinado –algo así como Sergio Busquets–, incapaz de romper la regla de oro: no tomar la iniciativa y aún menos tratar de convertir en bilateral –y secreta– una relación abierta y libertina.”

Si Don Joaquín nos contara. Estoy en casi todo de acuerdo en las virtudes de ese tercero pero deberían ampliarse para la especialidad de este blog ya que no se trata de un simple trio HMH en donde el marido está de miranda o solo tiene una leve participación. Es decir, el tercero debe tener, sin perder en ningún momento la caballerosidad, una actitud un tanto dominante o activa con respecto al cornudo. Ya hablaremos sobre esto en otra futura entrada.

El periodista de La Vanguardia apunta la segura posibilidad de que algún lector de su columna se pueda escandalizar, normal, aún hay gente que todo lo relacionado a las nuevas fronteras del sexo le sorprende y no lo ve bien. En fin. Pero Luna apunta a este tipo de prácticas como un juego para salir de la rutina sexual del matrimonio: “Aunque el lector pueda escandalizarse, mi papel afianzaba esas parejas porque, llegados a ciertos desgaste, las parejas necesitan estímulos y más vale ampliar los límites de la convivencia que dinamitarlos”. Cierto, sin paliativos, y genial en su exposición.



En su columna, Luna hace referencia a la complicidad del marido. Qué bien vienen esos apuntes del cornudo para que la esposa lo pase fenomenal: “La tarea no es tan complicada y cuenta, además, con una ventaja impagable: la información privilegiada” que suele suministrar al marido en los contactos previos, antes y durante del momento mágico.

La columna termina con una inteligente reflexión que yo he comprobado en algunas ocasiones. Dice Luna: “Lo que nunca me ha quedado claro es si los hombres que disfrutan viendo a sus parejas con otro –un desconocido, un arrabalero, un forajido- lo hacen por generosidad –en gran parte sí- hacia ella o por un machismo paradójico: la poseo de tal manera que aviso a un saltimbanqui (léase corneador) llega, cumple o no, se viste y se va y ella sigue mi juego”.

Demoledor. Yo confío en que la esposa es la que tiene la última palabra, con esa autoridad discreta, a veces silenciosa, respecto a lo que pueda o no ocurrir.

Sin duda, hay muchos maridos que se presenta como cornudos consentidores pero en el fondo son unos putos manipuladores capaces de llevar a un extremo la relación con su esposa. No siempre se les descubre pero de ser así, recomiendo al corenador que pase directamente del tema si no lo ve claro. Disfrutará más cuando el cornudo lo haga por generosidad hacia su esposa. Ojo, cuando he leído lo de “machismo paradójico” me han entrado ganas de borrar el blog, no lo he hecho pero no lo descarto.

Espero que D. Joaquín Luna no se moleste por citar su columna en este blog. Os incluyo a continuación un enlace a la web de La Vanguardia en donde podéis encontrar sus artículos, incluido el que protagoniza esta entrada: ¿Quiere acostarse con mi esposa? Y otros más de este gran periodista y escritor.


https://www.lavanguardia.com/autores/joaquin-luna.html

https://www.lavanguardia.com/cultura/20180617/45179256001/joaquin-luna-menuda-tropa-trayectoria-periodismo.html

Pero ya que hablamos de La Vanguardia no me puedo resistir, ya que visitáis su web no os perdáis lo siguiente, me refiero a la crónica “Cinco prácticas sexuales en pleno auge” de Silvia Colomé, sobre el Salón Erótico de Barcelona de 2015. Menos mal que no se ha retirado, y hacerme caso, ver el video de youtube.





“Alberto, me alegra que me digas que te gusta mi mujer” o ¿sueñan los cornudos consentidores con toros mecánicos?

Después de releer esta entrada y recordar las experiencias que he tenido con esta entrañable pareja decidí añadir al titular: ¿Sueñan los cornudos consentidores con toros mecánicos? Si solo hubiera dejado “me alegra que me digas que te gusta mi mujer” hubiera resultado demasiado simple y la relación que mantenemos los tres: la esposa, el cornudo y yo, no es nada simple.

Solo los que estáis muy metidos en este tipo de juegos entenderéis el significado de esta entrada pero confío que muchos de vosotros: corneadores y cornudos que estáis dando los primeros pasos, en unos años, seguro que entendéis el significado oculto que os pretendo trasmitir. Ojo, este no es un blog para todos los públicos, y no me refiero a personas adultas (doy por hecho que solo personas maduras y adultas pueden acceder a estos contenidos) si no para personas que siguen o practican este tipo de juegos sexuales, es decir, que ya están iniciadas en las relaciones complejas que pueden surgir. Tengo claro que somos una minoría y a esa minoría me dirijo. Aquí no hablamos de trios swingers o intercambios de parejas o de toys boys.


Antes de seguir, ¿sueñan los cornudos consentidores con toros mecánicos? Seguro que a alguien le suena la frase y es que me he permitido la licencia de tunear el título de la distópica novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968) y que la mayoría habrá disfrutado en la libre adaptación cinematográfica que realizó el genial Ridley Scott, Blade Runner.

Philip K. Dick no pudo disfrutar del éxito de masas ya que murió en 1982, antes del estreno de Blade Runner, la cual pasó desapercibida en su estreno y que con el tiempo se convirtió en una película de culto.


Yo he tenido más suerte que Dick y he podido disfrutar del éxito con esta pareja. El marido, un cornudo consentidor de libro y encantado de serlo, ella una bellísima esposa, con unas curvas de catálogo y con una soltura que le permiten alcanzar altas cotas en la humillación sexual de su marido cuando les acompaña un tercero. Hemos disfrutado del sexo pero también de charlas profundas sobre el placer, el juego sexual, etc. Y claro, también hemos disfrutando haciendo las mil y unas al cornudo consentidor. ¿Recuerdas aquella lluvia, Luis? Abajo veréis los enlaces a anteriores entradas de esta pareja en las que podéis entender algunas de las dudas que os surjan cuando leáis esta entrada.

Incluyo a continuación el último correo que Luisito me envió. No quito ni añado nada. Solo espero que el lector y la lectora atenta saquen sus conclusiones.




¡Hola Alberto: 

Me alegra que me digas que te gusta mi mujer, es una satisfacción. ¡Y es cierto que se suelta a gusto contigo! Eso es que se siente a gusto y segura. Y que se pone cachonda también, claro. El morreo es algo muy íntimo, y me parece una estupenda humillación que entres hasta la cocina, que ya empieces profanando así el vínculo de la pareja
(La esposa de Luis y yo, disfrutamos mucho morreándonos a fondo, lentamente, con humedad, delante de él y en público, Luis dice que es un escándalo pero nos ponen los previos, a ella y a mí).


Creo también que todas las mujeres tienen su “punto”, y me imagino ese placer adicional que te aporta follarte a mujeres casadas, debe ser maravillosa esa sensación de superioridad sobre un marido cornudo como yo. Los cuernos no consentidos también tienen su atractivo, el “hombrecito” ignorante, burlado, que tiene al lado una mujer que ha abierto sus piernas a otro más bravo que él.


Y al hilo de esto aprovecho para contarte los primeros cuernos de los que tuve conciencia, que no fueron consentidos: se trataba de mi primer “coñito”, habíamos estado de cañas un grupo de amigos y al final, uno que andaba de rodríguez y que era algo mayor que nosotros nos invitó a su casa a seguir bebiendo.



Al cabo de un rato mi mujer dijo que tenía sueño y él le ofreció una cama para dormir un rato. Unos minutos después él también se fue a dormir y me dejó unas revistas porno para que me entretuviera, “salen pollas y todo”, me dijo al despedirse. Pasado un ratillo fui a ver a mi mujer, que me recibió con risitas, pero en seguida me dijo que la dejara dormir. Yo seguí con mis revistas, oí algún ruido de puertas y pensé que nuestro amigo se habría levantado a mear. Así quedó la cosa, pero pasado un tiempo acabé cayendo en la cuenta de que la polla de nuestro amigo no había ido al baño, sino que había acabado ensartada en el coño de mi mujer para regocijo de ambos. Se ve que lo habían estado tramando.

Cuando me percaté me molestó, pero andando el tiempo me pone cachondo recordarlo, y creo que tengo esos cuernos merecidos por pardillo y por incapaz de atender a una mujer como se debe. Aplaudo la osadía de ese tío, que tiene los cojones que yo no tengo, y seguro que una polla de verdad. Me alegro por mi mujer, por él y les agradezco mis cuernos. ¿Qué te parece? (En una de las últimas charlas, le pregunté a Luisito sobre como habían sido sus inicios como cornudo y si había sido consentidor desde el primero momento, de ahí su testimonio)

Lo de solo tres coñitos es más por acojono que por fidelidad, pero por supuesto que seré fiel contigo, que ya hay muchas confidencias... como mi reconocimiento de que la Madre Naturaleza me ha asignado esta posición ridícula e inferior ante hombres de verdad como tú. Asumido tu derecho a humillarme y descojonarte de mi, ponme de rodillas, haz que te lama el culo y lo que te dé la real gana. Asumo también tu derecho a hacerlo delante de otros hombres y mujeres si eso te divierte. 

Y a ver si vamos cerrando fechas. Saludos de tu cornudo. 



Hola, Luisito.

Sí, tu mujer me encanta… la veo tan suelta conmigo cuando está delante de ti que me pone aún más cachondo y luego esos tetones que tiene y no veas como come la boca. Es maravillosa. Para mí, toda mujer es bella y susceptible de holgar con ella, en todas encuentro un punto de admiración sexual pero siempre que son casadas y saben sus maridos que follan conmigo, el placer se amplia.

No me cabe la menor duda de que serás un bufón genial para servir a la reina y a su amante. Cabrón. Te aseguro que en nuestro próximo encuentro ya no me voy a cortar y seguro que te pongo de rodillas, vas a relamer muchas cosas mientras me como la boca de tu esposa.

Cerramos fechas?

Alberto.




A continuación el enlace que os pondrá en situación.

Me gusta ver a mi mujer con un tío como tú. El origen: “Se la metiste a mi esposa como te dio la gana…”
("UA-21720468-1")