La primera experiencia de Sofía: “cuando acabé le di a mi marido un beso con sabor de mi corneador”



Leer con atención la primera experiencia de Sofía. No os perdáis ni una gota de los detalles.


Hola Corneador Toro

Soy Sofía. Encontré tu blog buscando por internet información sobre cornudos. Me interesaron mucho los testimonios que recoges y por eso decidí contarte mi primera experiencia. 

Tengo 34 años, rubia, buen físico como ves en las fotos. Llevamos casados diez años, no tenemos hijos. Hace tres años, mientras hacíamos el amor, mi marido empezó a sugerirme que le gustaría ser cornudo. Al principio creí que era un juego más pero como persistía me di cuenta que su propuesta era real. Nunca me había planteado practicar esta fantasía, aunque por mi cabeza aparecen situaciones sexuales de todo tipo, pero viendo que por internet era algo que parecía apetecible y después de intercambiar opiniones con amigas, me confirmaron mi disposición a hacer de mi marido un auténtico cornudo consentidor.

Eso sí, le puse mis condiciones porque yo quería manejar todo desde el principio. Le dije que elegiría al corneador y que el siempre estaría presente si el corneador y yo lo decidíamos. La verdad es que fue una imposición a medias ya que mi marido siempre que me hablaba del tema dejaba claro su afán por estar presente cuando otro hombre me follase. Cuando me vio tan decidida dudó pero yo ya no tenía dudas de lo que quería y le dije que ya estaba hablado y que sería con o sin su consentimiento. No le quedó otra que acceder, aunque yo creo que era más una pose que un rechazo sincero. 

El corneador que elegí me lo recomendó una amiga que ya había probado sus atributos. Se trataba de un macho dominante, de 40 años, buen físico, tremenda polla y muy buen cogedor según me explicó. Nos conocimos tomando un café y enseguida hubo química, aquel mismo día acordamos el encuentro. Se realizaría dos días después en nuestra casa, de noche, así se lo comuniqué a mi marido. 

El día llegó, me preparé como el corneador me había pedido, con un conjunto de tanga y corpiño que compré para la ocasión, de color negro y zapatos al tono de tacos altos. También me maquillé a su pedido. Mi esposo estaba sorprendido y me dijo lo bella que estaba. Yo le dije que me había preparado para entregarme al corneador según su pedido y que estuviera listo a satisfacer los deseos de ambos, estaba nervioso pero también muy excitado y con una erección notoria.



Llegó la hora, el corneador, Javier, tocó timbre y ordené al cornudo que lo recibiera. Le abrió la puerta y se presentó como mi marido, el corneador lo saludó sin mucho trámite y se dirigió a mí que estaba en la sala, parada, esperándolo. Hacía tiempo que no estaba tan excitada. Me felicitó por mi arreglo y sin más me ordenó sacarme mi ropa, arrodillarme y sacarle la polla para mamársela, así lo hice, bajé sus pantalones y su slip y apareció una tremenda polla de 20cm que se puso rápidamente dura, me apoyo la cabeza de su rabo en mi cara y sin más la tomé con una mano y la introduje en mi boca mamándosela con ansias. 

Mi esposo miraba excitado y quiso sacar la suya para masturbarse pero el corneador se lo impidió con una orden cortante, le dijo que se sentara y mirara como cogía mi boca y que no se tocara. Mientras tanto introducía y sacaba con buen ritmo la polla cogiéndome por la boca, yo lo agarre con las dos manos de su culo firme. Me dijo que este era el primer paso para ser su puta, que debía tragarme la corrida cuando acabara y después darle un beso a mi marido para que también degustara su leche. Asentí con la cabeza sin sacármela. Javier miró al cornudo y le dijo que a partir de ese momento era el macho de su mujer y le ordenó que quería escuchar de su boca la aceptación de su condición de cornudo sumiso, mientras tanto me ordenó sacarla y que le lamiera sus huevos mientras apoyaba su verga en mi cara. El cornudo dudó pero enseguida se sometió a la mirada fija del corneador y le dijo que aceptaba su papel de cornudo sumiso y a el de corneador. Javier sonrió y dirigiéndose a mí dijo que como buena puta abriera la boca para recibir su leche así lo hice mirándolo a los ojos y empecé a recibir un buen chorro de leche en toda mi cara y pelo, a continuación me metió la verga en la boca para terminar de acabar la lefada. 

Cuando terminó me ordenó que besara al cornudo como me había dicho. Me incorporé y fui hacia mi esposo, le di un gran beso en la boca con gusto a leche de mi corneador. Sin rechistar, más bien con placer, aceptó los restos de lefa de Javier. Yo estaba completamente fuera de mi,  cachonda por aquella situación. El corneador sonrió y nos dijo a ambos que yo ya era su puta. Se retiró y quedamos los dos muy excitados, mi marido se masturbó, corriéndose al poco tiempo. Pasada la excitación del momento, mi marido me dijo que esperaba con ansias el próximo encuentro. Yo también lo esperaba y me sentía contenta por la experiencia vivida y por haber elegido bien a mi primer corneador. Así fue mi primera experiencia, inolvidable, por eso quería compartirla contigo. 

Sofía 


Gracias Sofía, y por eso yo la comparto con todos nuestros queridos lectores. Nos quedamos con las ganas de saber cómo fue la segunda, la tercera….

Luci: “me ensartó de una metiéndomela toda”

El pasado 1 de marzo, una amiga seguidora del blog, Luci, me escribía desde Argentina para pedirme consejo. A continuación encontraréis parte de los correos que intercambiamos y la experiencia de su momento cornudo contado por ella misma. Como sabéis este blog pretende cumplir una labor pedagógica por lo que todos los que seguís y pedís información de cómo empezar a vivir este tipo de experiencias podéis tomar buena nota de la experiencia de Luci. Espero que os sea de utilidad. La clave, a veces está en ser tan suelta y abierta como Luci. En este caso, el amigo cornudo no tiene problemas en convencer a su esposa, si no todo lo contrario, lo pueden comprobar. 



01.03.2012 (Correo de Luci)

Hola corneador Toro como estas?

Soy Lucila 29 años morocha ojos negros 1,67 metros, buen físico, medidas 95.62.95. 
Entro mucho en tu blog y estoy interesada en cornear a mi marido. Ya lo hemos hablado y se va convenciendo de la idea. Me gustaría que presenciara cuando le meto los cuernos aunque sobre eso todavía no está muy convencido. También tengo candidatos a cogerme pero no sé si quieren que mi marido esté presente. Me gustaría algunos comentarios tuyos que me ayuden a concretar esta fantástica idea. Te adjunto fotos como pediste. Aguardo tu respuesta besos.


Luci 

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Estas fueron las fotos, continuación mi respuesta, el resto de correos que intercambiamos y el testimonio de Luci.





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02.03.2012 (Correo de Alberto Toro) 


Querida amiga Lucila

Gracias por tu correo y por confiar en nosotros tus confidencias. Después de ver tus fotos y saber que eres una morocha de ojos negros de 29 años e imaginar esas medidas, te puedo asegurar que mi interés hacia ti, como esposa abierta y suelta, se acrecienta aún más. Una pena que estés al otro lado del charco aunque me congratula que el espíritu del blog llegue hasta tu maravilloso continente.

Creo que ya tienes casi convencido a tu marido para que te deje follar con otros. No sé si lo has hecho a sus espaldas lo que sí parece es que te apetece seguir haciéndolo o empezar a hacerlo pero con el consentimiento, implicación y participación del cabrón de tu esposo.

Me parece que no te costará mucho convencerle para que te deje hacerlo. ¿Verdad?

Me consultas que te gustaría que el cornudo de tu marido estuviera presente cuando te follas a alguno de tus amantes. Mi primer consejo es que tengas paciencia y que poco a poco le vayas haciendo partícipe de tus zorrerías. Me refiero a que después de que te ventiles a alguno de tus corneadores le comentes como ha sido la follada, le expliques con detalle cómo te comiste el rabo de tu amigo, de cómo te folló, o cogió como dicen ustedes, a lo perro… también le puedes dar tus bragas húmedas después de la cornada para que el compruebe lo calientes y lefadas que están… Según como reaccione puedes ir de menos a más. Lo siguiente que puedes hacer es comentarle lo bueno que es tu corneador, haz comparaciones entre los dos (tamaño de pollas, manera de besar, etc.) si ves que reacciona de manera feliz ya tienes casi todo hecho porque en la siguiente fase es indicarle, no digo pedirle, si no casi ordenarle que te gustaría que estuviese presente en tu siguiente corrida.

Pon en la práctica estos primeros pasos, vemos como resulta y seguro que comprobarás cómo evoluciona el cornudo de tu marido ya pasa a ser, además de consentidor, participativo… Al final ya verás como conseguimos que baje al pilón (le coma el rabo a tu corneador) y que limpie la leche derramada en tu cuerpo por el amante de turno. Ya me dirás.

Si es importante que tengas buen ojo a la hora de elegir a un corneador. Ante todo que sea un caballero, que esté bien armado y que te funcione bien en la cama. Un consejo que suelo dar a muchas amigas es que se busquen el opuesto al marido que tienen, así seguro que aciertan.

Para tus primeros pasos te recomiendo que busques a un corneador experto, no recurras al niñato de turno porque corres el riesgo de que se haga ilusiones contigo y acabe convirtiéndose en un pesado. Tú no vas a dejar a tu marido sólo quieres pasarlo bien con tu corneador, follar a tope, y que tu marido sea consciente del papel que le toca. Por eso, búscate un corneador experto y que sepa manejar esta situación.

De entrada le tienes que decir que tu fantasía, a parte de zumbarle bien, es que tu marido, alguna vez, pueda ser testigo de vuestros encuentros y que llegado el caso también te gustaría que tu cabrón acabase bajando al pilón… Seguro que sí es experto no te pondrá ninguna pega y seguro que el mismo te dará las pautas para lograrlo.

Bueno, querida amiga Lucila, espero que estos consejos te sean útiles y espero también que me cuentes, si los llevas a la práctica, como te han funcionado. También podemos publicar tus fotos, tu correo y me respuesta en el blog y pedir a nuestros lectores que hagan comentarios y que te den también sus consejos. 

Un beso muy fuerte… y que sepas que eres preciosa. 

Alberto Toro. 

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05.03.2012 (Correo de Luci)


Querido corneador Alberto

Gracias por tu respuesta estoy en el proceso de la primera corneada con conocimiento de mi marido como sugeriste es un corneador con experiencia tiene 44 años y primero lo haremos sin su presencia pero con su consentimiento Luego le relatare detalladamente mi puesta de cuernos .

Creo que será en breve esta semana o la próxima allí le pediré al corneador que me tome fotos de ese momento y te las envío con mi relato me gustaría que publicaras eso en el blog.

El leerlo me hará acabar y mojarme toda nuevamente. Gracias nuevamente por facilitar mi proceso de emputecimiento estaré eternamente agradecida

muchos besos

Luci


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06.03.2012 (Correo de Alberto Toro) 



Querida amiga,
Es un placer ser una parte más en este bello momento que atraviesas en tu vida, es decir, en este proceso de emputecimiento que pone en evidencia la zorra que llevas dentro de ti.
Quedo ansioso de esos momentos que vas a vivir en brazos de un corneador experto, espero que te folle como mereces. Gracias por las fotos, me trasladarán a tu lado en ese momento... Por cierto, sería maravilloso incluir en tu relato además de las fotos en pleno polvazo, alguna en la que en un cartel manuscrito salgas fotografiada... el cartel podría decir: PARA EL BLOG DE MI AMIGO, ALBERTO TORO.
un beso y felicidades por ser tan puta.
alberto toro. 

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08.03.2012 (Correo de Luci) 



Querido Corneador Alberto
Te cuento que esta tarde tengo el encuentro con mi Corneador y le pediré que me saque fotos en especial la dedicada a ti como me pediste. 

Estoy muy entusiasmada y no veo la hora que llegue el momento mañana te enviare relato y fotos 

Besos 

Luci

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09.03.2012 (Correo de Luci)

Querido amigo Alberto

gracias por tu respuesta fue hermoso y excitante el placer de saber que mi marido me dejaba cornearlo y luego contarle me produjo gran morbo espero seguir avanzando en mi emputecimiento total ya me siento reputa y que las próximas veces mi marido pueda presenciarlo me gustaría que el también de su testimonio de cornudo para que lo tengas en tu blog que te parece?

Realmente es una pena no tenerte cerca creo que serias el corneador perfecto!!!

muchos besos

Luci

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Querido Alberto
te mando las fotos la dedicada a ti salió medio movida porque la verdad estábamos excitadísimos!!! y el relato del primer encuentro con mi Corneador te pido solo que cambies mi nombre por otro de fantasía para publicarla.

gracias espero que te guste y aguardo comentarios

muchos besos

Luci 

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Habíamos quedado con el Corneador encontrarnos en su casa un departamento céntrico muy bonito antes de salir me arregle poniéndome una lindo conjunto de interior lila falda negra apretada y blusa blanca que marcaba mis pezones me despedí del Cornudo consentidor diciéndole que iba al encuentro de su Corneador y que esperase mi vuelta para contarle con lujo de detalles a lo cual el asintió sumisamente, me beso diciéndome que estaba muy hermosa. 


Llegue al piso del Corneador un hombre maduro 48 años, alto y atlético me saludo con un beso y halagó mi atuendo por lo que me sentí muy excitada y feliz. Me pregunto si el futuro Cornudo sabia de nuestro encuentro le conteste que si que esperaba mi vuelta para escuchar el relato de sus primeros cuernos consentidos, asintió satisfecho y me dijo que esa era mi prueba para ver si podía formar parte de su plantel de putas corneadoras. 



Empezó a besarme y acariciar todo mi cuerpo levanto mi falda y subió mi blusa metiéndome las manos en mi chocha y mordiéndome la tetas me excite totalmente y devolví todas sus caricias y mas. Pasamos rápidamente al dormitorio y nos desnudamos yo ya estaba húmeda el mostro un pijón respetable y grueso. En seguida nos acostamos y a su pedido comenzamos un 69 que fue memorable el abajo y yo arriba me comió la chocha en forma magistral mientras yo me introducía todo su pedazo hasta el final masturbándolo con la boca. Me la comía tan bien y me daba tanto placer que seguí mamándosela con mucho ritmo alternando lamidas y besos en los huevos, volteamos y el quedo arriba y yo abajo y me cogió literalmente por la boca con el peso de su cuerpo y el bombeo no me dejaba casi respirar mientras yo acababa toda mojada un poco después acabo el sacándomela un poco para que no me ahogara me lleno de leche la cara los labios mi cabello fue algo alocado y brutal. 

Quedamos a cada lado reponiéndonos luego me pidió que me pusiera entre sus piernas para darle una suave mamada y devolver la erección rápidamente lo hice y el pijón subió enseguida. Me puso arriba de el dándole la espalda me ensartó de una metiéndomela toda y empezamos una cogida con ritmo yo moviéndome arriba y el de abajo . Como buen amante me hizo acabar un par de veces y luego acabo el sacándola y echando su leche en mis nalgas. Nuevamente quedamos reponiéndonos con caricias mutuas y luego me ordeno ponerme en cuatro al borde de la cama mirando a la pared de enfrente toda espejada. El se puso de atrás y me ensarto nuevamente y con mucho ritmo me cogió yo casi no me movía solo me abría cada vez más para facilitar esa cogida infernal mientras me veía a él y a mí en el espejo de enfrente enseguida acabe primero y luego el. 



Después de un rato nos duchamos juntos reponiendo fuerzas regalándonos lindas caricias y mimos. Ya era hora de terminar mientras me vestía me dijo que había aprobado el test y que me había incorporado como otra puta suya que en sucesivos encuentros seguiría emputeciendome a su placer pero por hoy era suficiente. También me recordó que le contara con lujo de detalle al Cornudo su debut y que a la brevedad debería presentar sus respetos al Corneador y asistir a nuestras sesiones observando cómo era corneado . Nos dimos un gran beso de despedida y partí para mi casa al llegar el Cornudo estaba en el living le di un beso en la frente y me senté a su lado para contarle mi experiencia . 



A medida que avanzaba en mi relato veía su excitación y como se ponía dura su pija permití que la sacara y se masturbara acabó antes que termine mi narración con su mano ya enlechada me saqué mi bombachita con olor a pija del macho Corneador y se la pase por su cara para que sintiera el olor a mi nuevo macho y su Corneador diciéndole lo buena que era esa pija y la satisfacción que me había dado. Observe su cara mezcla de resignación y regocijo a la vez sufría pero también se deleitaba con mi aventura. Espero que tenga muchas más para mi satisfacción y la del Cabrón para mi amigo el Corneador Alberto Toro gracias por sus consejos que hicieron posible cumplir mis deseos 

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El 10 de marzo de 2012 17:06, lucila rosines <lucilaros@> escribió:
Si mi idea en la próxima es que esté presente eso creo que también desea mi Corneador para luego te de testimonio también será mas fácil sacar fotos porque el será el encargado jajá. 

Le obligaré a bajar al pilón como tú dices, seguramente querrá y sin duda el Corneador lo convencerá quiero que deguste el sabor de la leche de mi macho que otra cosa sugieres para humillarlo dame ideas me encantan tus sugerencias 

besos 

Luci 
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No creo que Luci tenga problema en profundizar en su emputecimiento, sobre todo al contar con la complicidad de su marido. Luci, feliz, el marido, feliz (a su manera) y el corneador… os lo podéis imaginar, digno de envidia al ver como se zumba a la morochita. Espero que Luci no se raje y continúe haciéndonos partícipes de sus vivencias cornudas. Se me ocurren muchas formas de poner en su sitio al cornudo, ¿y a ti? 

Sólo una cosa, y os pido disculpas por ello, Lucila, amiga, a ver si en la próxima cornada va tu marido y hace las fotos, no se puede estar al pollo y a las tajadas, es decir, follando y fotografiando… Espero que tengan más calidad, las imágenes porque tú, Lucila, más calidad no puedes tener. Gracias.

Una morena de pelo negro, labios rojos y piernas largas


Tenemos el placer de ofreceros unas imágenes y unas declaraciones al blog de una pareja amiga. Prefieren mantener el anonimato de sus nombres, así nos contestan con mayor sinceridad. Sus nombres para nosotros son Eros y Felina. Podemos decir que se encuentran en la cuarentena, esa maravillosa edad, y los podemos situar en el norte de España. Digo esto porque a Felina le encanta leer los comentarios que envían sobre sus fotos y si alguno de estos comentarios le "impactan y llenan" de manera adecuada, seguro que hay respuesta por su parte.


Desde luego, el calificativo de felina describe a la perfección la belleza y la elegancia de esta mujer, un placer verla y contemplarla en acción. Tengo que reconoceros que a mí me vuelven loco las morenas de pelo negro, labios rojos y piernas largas. 

Atención a la perfección de su culo, si resulta un placer verlo es fácil imaginar cómo será disfrutarlo. Por cierto, Tampoco se puede pasar por alto sus labios con carmín y la imagen pezonera que delata un grado de excitación máximo. 


Alberto Toro.- Tengo que reconocer públicamente que tu mujer es una belleza. No hay más que ver sus fotos para sentir la sensualidad que trasmite, su elegancia, su atractivo natural. Felicidades. ¿Podrías explicarnos cómo es el placer que sientes al mostrar a tu mujer en actitud sensual ante otros hombres y mujeres?
Eros.- Indescriptible... mi nivel de excitación es increíble, viendo a semejante belleza demostrando y exhibiendo su poderío.


Felina, en qué momento de vuestra relación de pareja dais el paso para llegar al juego del exhibicionismo.
Felina.- Desde siempre me ha gustado salir provocativa, sobre todo por la noche, de día con la rutina voy más normal... como es lógico las situaciones son distintas. Un día mi marido me hizo fotos y me gustó, disfrutamos mucho con su publicación y sobre todo con el hecho de que las puedan ver muchas personas.


Está va para los dos. Está claro que obtenéis un gran placer posando y dejando constancia en fotos, pero ¿habéis dado un paso más, os gusta exhibiros en público?
Eros.- De momento como hemos dicho antes, solo en fotos pero cuando salimos si nos gusta sugerir, mostrar un buen escote que llame la atención, llevar una falda más corta de lo normal y muy ceñida, enseñar el final de una media, tacones altos… Es un placer exhibir y ver la cara de los que ven.


¿Cuál o cuáles han sido las situaciones más excitantes de vuestro sexo en público?
Eros.- Una vez haciéndolo en el baño de una cafetería había una señora que quería entrar, y en lugar de cortarnos nos excitamos más, mi mujer gemía y gritaba, imagino la cara de la señora jajaja.


¿Felina, la exhibición te supone un punto de excitación que acrecienta el placer sexual?
Felina.- Simplemente me gusta que me vean y digan que estoy buena y deseable, eso ya me excita, me pone la respuesta de los ojos que me ven y las palabras que a veces me dedican.



A tu mujer le sienta fenomenal la lencería y no digamos esos zapatos con supertacones. Quién elige esas prendas.
Eros.- Lo cierto es que es ella la que elige y creo que lo hace muy bien. ¿No te parece?


Felina, muchas de esas fotos te muestran comiéndote un buen rabazo. Te voy a hacer una pregunta muy íntima, ¿te gusta provocar, exhibirte con lencería, calentar… para luego recibir como recompensa la comida de un buen pollón?
Felina.- Me encanta el sexo. Y te puedo asegurar que una de mis virtudes en el sexo es chupar muy bien una buena polla. Me gusta, mi excitación va a más según lo hago… y disfruto al máximo cuando recibo un buen chorro de leche en mis labios.


Me consta que te gusta que te lefen la cara. No hay más que verte. Eros y Felina, muchas gracias por vuestra colaboración y por vuestras imágenes.


Ahora, los comentarios.











Tamarax un placer para corneadores y cornudos (2)

Nuestra amiga Tamarax nos ha enviado una foto dedicada para todos los seguidores del blog. Para disfrute de todo la publicamos. ¿Alguien ha dicho que las curvas no son bellas?

Abajo tenéis el enlace al blog de Tamarax y también a otra entrada de este blog en el que nos dedicaba un trío fotográfico mostrando su belleza en toda su redondez. Un cielo de mujer, sin duda.



José, “el lechero”, le pone crema al café de una esposa abierta y suelta

Nuestro amigo José, “el lechero”, nos envía un video de una de sus últimas cornadas. Enero 2012, domingo por la tarde, la protagonista estaba tomando un café con sus amigas mientras el marido disfrutaba de un partido de fútbol por televisión. Antes de volver a casa decide hacer una visita a José, quería otra café pero esta vez, con mucha leche. 

José nos comenta que minutos después de la escena que aparece en el video, el marido llamó al móvil y retrasó la lefada. Prestar atención al sonido y comprobar los gritos de placer de ella y el ritmo del bombeo, al natural. Bueno, según me comenta José, después de la llamada y de informar al marido cornudo lo que estaba sucediendo, continúo dándole lo suyo hasta el final. Cómo diría Matías Prats, “la esposa se puso las botas…” 

El marido es plenamente consciente de la relación que mantiene su esposa. “Para ellos es un disfrute más que yo goce a su mujer”, nos comenta José. Y añade: “yo creo que quien goza más es el cornudo consentidor ya que ella me dice que cuando le narra nuestra follada, el marido se pajea con mucho gusto” 

Valga como documentación para la especialización de este blog, el detalle que nos comenta José, “ella no quiere tener sexo con su marido y conmigo a la vez, pero la muy zorrona sí acepta tener una follada con otro corneador desconocido, así que cuando lo encuentre, a follar, porque está tía lo aguanta todo, menuda jaca”. Desde luego que sí, y no veas el morbo que da con las botas puestas y con ese culazo a cuatro. Fantástico. 

Para ampliar la documentación, hay que añadir que se trata de un matrimonio abierto y que con José, su corneador, mantienen una relación que va más allá del puro sexo. De hecho, nos dice el corneador: “suelo acudir a sus fiestas de cumpleaños y en la de la mayoría de edad de una de sus hijas también estuve”. Es maravilloso que los componentes del trío cornudo tengan una buena relación entre ello, demuestra el alto nivel de este matrimonio que como nos dice su cornudo: “disfrutan de la vida, sin más”. 

Espero que vosotros, queridos lectores, disfrutéis del video y lo de siempre, no sean perezosos con sus comentarios. Esta vez os dejo la siguiente pregunta, ¿sois partidarios de que la relación del corneador con la pareja, vaya más allá del hecho de zumbarse a la esposa?




Si quieres ver la anterior entrada de este amigo: José, pulsa el siguiente enlace:


José, “el lechero”, vuelve a casa por Navidad

Sin duda la Navidad es momento de reencuentros. Jose, un amigo corneador y fiel seguidor de este humilde blog, nos cuenta que desde hace dos años, cuando vuelve a casa por Navidad para visitar a sus familiares, aprovecha para encontrarse también con la hija de una vecina. El caso es que la hija de esta vecina está casada y es madre de dos niñas y como podréis comprobar en el video su proceso de emputecimiento está en un estado muy avanzado. 

Jose nos cuenta que el marido de esta reina es camionero, concretamente repartidor de una conocida marca de yogures. Al parecer, no sabe nada de la afición de su mujer por la leche en rabo aunque Jose me dice que hay algo raro y cree que es cornudo consentidor. El video recoge a Jose cuando le está dando a la diosa “producto lácteo fresco” y mientras el marido hace el reparto de los yogures por la ciudad. 

Dado el ritmo que le da Jose no es de extrañar que la mujer del repartidor espere con ganas a la llegada de la Navidad. Desde luego que le gusta el yogur. Qué ustedes lo disfruten y no sean rácanos con los comentarios, si les gusta hagan el favor de escribirlo y así Jose se animará a nuevos envíos.

Por cierto, aquí va a una pregunta dirigida a los corneadores: ¿prefieren que el marido esté enterado o les da más morbo ventilarse a la esposa sabiendo que el cornudo es ignorante del hecho?


Un marido orgulloso de su mujer

Gloria nos envía un beso y el video que su marido realizó mientras un joven corneador introducía el estoque hasta la bola. 

A destacar: la belleza natural de esta maravillosa mujer, su soltura ante la cámara y, sobre todo, como el cornudo sin perderse detalle graba la escena y recibe, a través de la boca de Gloria, las embestidas del corneador. Sin duda, un marido orgulloso de su mujer. 

Gloria, sólo podemos decir que nos ha encantado el video, muchas gracias por tu colaboración. Esperamos más.


Carla y Paolo vacaciones en Martinica con guía corneador

El año pasado Carla y Paolo eligieron como destino para unas cortas vacaciones la isla de Martinica. Un enclave isleño en pleno Caribe y que fue descubierto por Cristóbal Colón en 1502. Unos cuantos años después, en 1635, esta isla montañosa de origen volcánico, pasó a pertenecer a Francia. La Martinica es una de las islas que forman el pequeño archipiélago de las Antillas menores. Seguramente os estaréis preguntando: ¿y este tío por qué nos suelta este rollo? Muy sencillo, el ser corneador, cornudo o esposa abierta no tiene que ser sinónimo de tarugo. Hablando de tarugos, luego veréis el del protagonista del video. 

Playas tranquilas, sol caribeño, paisajes tropicales, etc. En fin, el marco ideal para pasar una semana de vacaciones y desconectar de todo. Este era el objetivo de Carla y Paolo, pero casi al final de su estancia en Martinica, un chavalote negro muy simpático se les cruzó por el camino ofreciendo sus servicios de guía turístico. Paolo reconoce que la labia y simpatía del negrazo les sedujo al instante y aceptaron su invitación para guiarles a los lugares ocultos de la isla. Carla nos confiesa que mientras hablaban de las rutas a seguir, los tres sonrieron comprobando la sintonía que había entre ellos, a continuación, una mirada cómplice con su marido sirvió para darse cuenta de que ambos pensaban lo mismo: “al hotel”. 

Conocieron al chavalote casi al final de su estancia por lo que sólo tuvieron dos encuentros, suficientes para quedarse con ganas de volver. 

Atención, no perder detalle de cómo el negrazo bombea a la esposa de Paolo, -con potencia pero suavemente-, y como el condón se humedece de Carla. Otro detalle, deteneros y aprender, sobre todo los cornudos, como Paolo mostrando su anillo de esposo ejemplar- acaricia el pezón y levanta la camiseta para que todos veamos la escena, pero eso sí con tacto y cariño hacia el amigo corneador. 

Espero que os guste el video, tanto como le gusta al coño de Carla ser enrabado por el negrazo. Sobra el sonido. 




La Martinica, un placer de isla y un lugar ideal para pasar una semanita de vacaciones.

Hay que valorar siempre el trabajo de los guías turísticos.

Carla y Paolo, muchas gracias por vuestra colaboración y felicidades por unas vacaciones que sin duda serán inolvidables. 


Otras imágenes de Carla y Paolo
A continuación van algunas imágenes de Carla y Paolo en acción que nos censuraron y que volvemos a incluir para que las disfrutéis, esperando que no nos las vuelvan a retirar.






Como siempre, esperamos vuestra colaboración con comentarios que siempre enriquecen el contenido de este humilde blog.

A continuación el enlace de la anterior entrada de Carla y Paolo, que demuestra su predilección por los chavalotes negros:




Marce, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías ¿puedes esperar ahora fuera? me pone violenta que estés aquí

Siempre os hemos dicho que no hay que glorificar en demasía la fantasía de "cornudo consentidor y testigo de la cornada". Así como os recomendamos que jamás presionéis a vuestras esposas a que hagan algo que no quieren, también os decimos a los aspirantes a cornudos que debéis estar seguros del paso, hay que llevarlo con calma. "Ante todo, mucha calma".
En esta entrada nuestro amigo Marce nos narra en primera persona una relación que el buscó pero que luego no cumplió sus expectativas. Ahora bien, yo creo que sí leemos entre líneas no os quedará duda de que el amigo Marce volverá a repetir y seguramente hará de mamporrero. A veces las cosas no son como te las imaginas, si no mejor.
Y, por favor, no seáis tacaños con los comentarios... seguro que le ayudan mucho a Marce y a su esposa Anabel.

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Os envío mi historia sobre unos deseados cuernos consentidos, que se convirtieron en unos no deseados.
Espero vuestra opinión. Un saludo.
Marce.


Hacía más de dos años que lo estaba intentando y al fin, mi mujer accedió. Contactamos con un chico a través de este blog. 

Esa noche mi esposa iba a ponerme los cuernos. El chico llegó puntual. No me pareció bien quedar en ningún hotel y lo hicimos por la tarde en nuestra casa. 

Mi esposa ya estaba preparada, recién bañada. El chico llegó y saludó. Era muy educado. 

Sobre todo, nada de humillación ni nada de eso, ¿eh? le dije, eso sí que no me gusta.  No te preocupes me contestó tampoco me gusta mucho a mí, a no ser que me lo pidan. 

Mi esposa estaba muy nerviosa. Llevaba la braguita y el sujetador y comencé a masturbarla despacio. Poco a poco se iba calentando y el chico fue desnudándose y tocándose un poco.


Mi mujer se quitó el sujetador y cuando el chico vio como ese sostén de la talla 110 caía y las preciosas tetas de mi esposa se descubrían, tuvo una erección de caballo fue entonces cuando empezó a ponerse el preservativo. Yo, me sentí un poco raro… 

Se acercó a mi esposa y preguntó. ¿Estáis seguros, verdad? Como es la primera vez. Mi esposa no dijo nada, yo le dije que sí, que adelante. 

Le acercó la punta del capullo a su raja y se la metió muy despacio. Mi mujer suspiró. 

El chico le había metido unos 10 centímetros, más o menos, y bombeaba muy despacio mientras acariciaba a mi esposa. Ella estaba nerviosa, pero se dejaba hacer. 

El le hablaba susurrándole. ¿Estás bien? Le dijo. Sí, muy bien, le contestó Anabel. Todo entre susurros. 

Era como si yo no estuviese allí y me sentí un imbécil, pero bueno, era a lo que venía el chico, para eso le había llamado ¿no? 

El chico seguía bombeando muy suavemente y mi mujer comenzó a jadear un poco. Voy a metértela entera, le dijo el chaval a mi mujer. Ella no dijo nada y el, sin dejar de bombear, fue metiéndola un poco más hasta que le metió el rabo por completo. 

Ahora sólo la sacaba un poco, unos tres centímetros, y la volvía a meter hasta los huevos. Le estaba practicando una penetración muy profunda. Anabel comenzó a gemir. 

Al cabo de un rato, al fin se percataron de que yo seguía allí y el chico preguntó: ¿Quieres que me corra dentro, o me quito el preservativo y acabo en sus tetas? 

¡Hombre, no jodas¡ le dije yo, “córrete en el condón pero fuera de ella, a ver si se va a reventar la goma, jodemos el invento y me la dejas preñada”. Vale, vale, me dijo él. Mientras, las tetas de mi esposa se movían como flanes, arriba y abajo. Bombeó unos segundos más, sacó la polla de dentro de mi mujer, se pegó un par de sacudidas y llenó el condón. 

Mi esposa se quedó algo insatisfecha, lo noté. 

¿Qué hago con esto? me dijo. Trae, que lo tiro, y me llevé el condón a la basura. El hijo puta este saca casi el doble de leche que yo, pensé.

"Me sentía como un gilipollas"
Me quedé un rato en la cocina, sin saber qué pensar. Si os digo la verdad, la experiencia no me estaba gustando. Me sentía como un auténtico gilipollas. Me lavé las manos y torné al cuarto para despedirme del chico y decirle que ya valía por hoy. Pero joder, cuando entré, contemplé como el muy cabrón ya se estaba poniendo otro condón. 

Cariño, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías, ¿puedes esperar ahora fuera? Es que me siento muy violenta. Joder, y me salí del cuarto cerrando tras de mí. 



Qué mal rato, me cago en la puta. Además, no oía nada, no sé qué cojones estarían haciendo. Al cabo de unos minutos Anabel comenzó a gemir de nuevo y las embestidas del chaval se escuchaban perfectamente “plas, plas, plas, plas” ahora el muy cabrón la estaba follando a saco, como un animal. El somier chirriaba como si fuese a partirse y mi esposa rebuznaba como una burra. 

¡Me cago en la puta! me dije a mi mismo, no me he acordado de recordarle al cabrón este que se corra fuera del coño. Estuve apunto de entrar un par de veces, pero me quedé fuera, no quería quedar por más gilipollas de lo que era. 

El cabronazo pegó un par de gritos y se corrió. Mi esposa gritaba con él. Joder, seguro que se ha corrido dentro, será hijoputa. Salió y se fue al baño. Entré al cuarto y mi esposa estaba completamente despatarrada. El hijoputa había vuelto a llenar el condón. 

Salí al recibidor a despedirlo todo lo dignamente que pude. Llamadme cuando queráis, me dijo, y añadió “tu mujer es estupenda, espero haberla dejado satisfecha". Sí hombre, no te preocupes. 

Cuando volví al cuarto no sabía que decir a mí esposa y opté por: ¿Te ha follado bien? Sí, bien, me respondió Anabel. ¿Te has quedado a gusto? Tras un breve silenció, me dijo, “sí, sí… muy bien”. 

Estuvimos un minuto sin hablar y al fin le pregunté: ¿Se notaba mucho que la tenía más larga que yo? No, no me he fijado (joder, me estaba mintiendo) 

Y, ¿te ha dado mucho gusto cuando te la metía tan hondo? Bueno, normal, me contestó (Dios, no me lo dice para no herirme, se le nota) 



Nos echamos a dormir. Yo tuve que levantarme dos veces a masturbarme, pero me encontraba fatal. Pasaron unas semanas y no volvimos a hablar del tema, hasta que un día le pregunté: “Oye, ¿cuando yo estaba fuera del cuarto, el cabrón no se correría dentro de ti? A lo que me respondió, “chico, no pasa nada, llevaba preservativo”. Pensé, “me cago en la puta, le digo que no lo haga y en cuanto salí fuera el hijoputa hizo lo que le salió de los cojones”. No paro de pensar en que sí se llega a joder el condón y mi mujer se queda preñada, sería su responsabilidad por consentirlo. 

No creo que repitamos la experiencia pues sinceramente no me ha gustado nada. Os comento esta historia para que me digáis si a alguno de vosotros le ha pasado algo parecido. 

La conclusión que saqué es que vino un tío a mi casa, se metió en mi cama, le echo un par de polvazos a mi mujer, que a sus cuarenta años está buenísima, y se marchó. Y lo peor de todo es que yo le había llamado para ello. 

A veces las cosas no son como te las imaginas.

Saca el vikingo que hay en ti

Con este sugerente eslogan, según quien lo lea, se ha presentado en España la película que pretende ser una de las más taquilleras de las próximas navidades: “Vickie el vikingo y el martillo de Thor”. Alguno de vosotros recordaréis aquella serie de dibujos animados de hace ya algunos añitos cuyo protagonista era un chaval muy espabilado que se hacía llamar Vickie “el vikingo”. ¿Ya habéis hecho memoria? Pues seguro que os acordáis de aquel casco que siempre llevaba y del que salían dos pequeños cuernitos. 



Bueno, pues ya sabéis la relación. En este blog no podíamos pasar por alto hacer referencia a la peli cuando aparecen vikingos, cuernos… En fin, que sólo falta la esposa abierta y suelta, aunque seguro que debe de estar por algún lado. 

Ya sabéis amigos, y me dirijo a aquellos que todavía no habéis encontrado el momento de abriros a vuestras esposas reconociendo la aspiración de ser cornudos consentidores, aprovechar la percha y decirles: “cielo, a mi me gustaría ser como Vickie y llevar en mi cabeza un buen par de cuernos”. Lo mismo la convencéis y os pide que busquéis un corneador, como Dios manda (frase que ahora está muy de moda) Si os toca hacerlo no deis muchas vueltas, seguro que lo encontraréis entre los muchos amigos que son lectores de este blog. 

La peli puede ser un coñazo pero me tenéis que reconocer que es una excusa perfecta. Por cierto, sería un puntito que alguno de vosotros, con motivo de la peli, os hagáis una foto con vuestras reinas pero eso sí, coronados con el casco vikingo y nos la enviáis para publicarla en el blog. Habrá premio seguro. 

Thor otra película con cuernos
Desde luego 2011 ha sido un año cinematográfico "corno". Hace unos meses se estreno la adaptación del legendario héroe de Marvel, Thor. Seguro que a alguno de vosotros os dijeron este verano: “tienes más cuernos que la película de Thor”. 





Me tenéis que reconocer que hay hombres que saben llevar con elegancia un buen par. Venga, animaros y que vuestras reinas os hagan unas fotos con un casco cornudo, enviarla a corneador.toro@gmail.com y optaréis al premio de ser seleccionados y ser los protagonistas durante un tiempo de este blog.

Dedicamos esta entrada a un amigo cornudo, que ya ha participado en este blog, y a su esposa: Antonio y Bea. Sabemos que Antonio se identifica plenamente con el vikingo Vickie .

“Ver a mi mujer follando con mi amigo fue mucho mejor de lo que me imaginaba”


Incluimos en esta ocasión la experiencia que nos cuenta un amigo de cómo fue su primera vez como cornudo consentidor. Ya sabéis que no somos partidarios de incluir testimonios que no recojan alguna foto o video de sus protagonistas, en esta ocasión hacemos la excepción por la veracidad del testimonio y porque su contenido puede aportar mucho para los cornudos indecisos. Además, comprendemos en este caso por las características de sus protagonistas que guarden su anonimato. 



Siempre me había preguntado quién sería el hombre que se follaría a mi mujer delante mía. Le propuse a mi esposa que fuera un buen amigo, uno de esos de los de toda la vida. A ella le pareció bien ya que no vivía en nuestra ciudad por lo que la situación después del encuentro no sería tan violenta si salía mal y, además, le gustaba físicamente, vamos que se ponía cachonda con él. 

Nuestro amigo anunció su visita días después. Venía a ver a su familia y de paso a sus amigos, entre ellos a nosotros. 

Yo sabía que aunque mi mujer estaba conforme en dar el paso, no tenía que forzar la situación ya que se podía echar atrás. Además, yo quería que la situación surgiese de forma natural, sin presiones de ningún tipo. La única presión era la que sentía yo en mi cabeza ya que un par de cuernos consentidos pedían paso para salir y coronarme. 

El día de la llegada de mi amigo se iba acercando y yo bromeaba con mi mujer para mantener su interés sobre el tema. Ella, unas veces estaba por la labor y otras parecía que se echaba atrás y me decía frases como: “ya veremos, igual el no quiere…” Reconozco que me pase hablando con mi esposa del asunto pero es que me ponía como una moto que un buen amigo, al que conocía desde niño, que estuvo en mi boda, se follara a mi mujer delante de mí. 

El día antes de que nos viéramos con mi amigo ella me dijo que prefería no hacerlo. Me reconoció que tenía dudas. Yo entendí que mi mujer no quería dar el paso porque veía en ella el miedo a que su físico no fuera atractivo para mi amigo. Qué equivocada estaba. Por lo que había leído en tu blog y alguno de los consejos que me habías dado, la esposa indecisa en este aspecto que luego comprueba que es deseada por un corneador aumenta su autoestima y la hace ser más segura en el sexo y por lo tanto ir más suelta y así disfrutar más. Como digo, a pesar del beneficio que supondría para mi mujer verse follada y deseada por otro hombre y las consecuencias positivas que traería para nuestra relación de pareja, no quise forzar la situación y la tranquilicé diciéndola que si ella no quería no pasaba nada, “que no iba a ocurrir y punto”. 



Así que llegó el día. Quedamos con mi amigo, dimos una vuelta por nuestra ciudad, tomamos unas cañas y recordábamos las típicas batallitas de cuando chavales. La situación apuntaba a que no iba a ocurrir nada, mi mujer me lo había dejado claro, y mi amigo era ignorante de la situación así que la velada transcurrió de manera normal. Sin embargo, mi cabeza no dejaba de dar mil vueltas a la posibilidad de que mi mujer se abriera de piernas a mi amigo. 

Después de la cena tomamos unas copitas, estuvimos bailando, nos reímos mucho y mi amigo se portó en todo momento como un caballero y mi mujer manteniendo con él unas distancias que dejaban claro que yo no podría ser esa noche el cornudo que quería ser. Es más, en alguna ocasión tuve que forzar a mi amigo para que se echara un baile con mi mujer. También, cuando veía la oportunidad, les dejaba solos con la excusa de ir al servicio o ir a por otra copa para que hablaran entre ellos y mi esposa se fuera soltando. Yo sacaba, a la primera oportunidad que tenía, el tema de los cornudos pero sólo mi mujer se daba por aludida y sin que diera una respuesta positiva. 

Tras la última copa decidimos irnos. Insistí en que mi amigo se quedara a dormir en casa, dada las horas que eran, las copas y que no me apetecía llevarle a la de sus padres donde se alojaba durante su visita. Era mi excusa por si al final se hacía realidad mi fantasía. 

Apagamos la luz, mi amigo se fue a su habitación y nosotros a la nuestra. Mi mujer y yo empezamos a hablar sobre nuestro amigo y me confesó que en algún momento se le había pasado por la cabeza insinuarse, especialmente cuando yo no estaba pero que se cortó de hacerlo. Entonces vi una posibilidad. 

Mientras se desnudaba le comenté que esa noche estaba realmente guapa, que me había dado cuenta que mi amigo no le quitaba el ojo de encima, que se comía su culo con los ojos y me inventé una conversación con mi amigo en el que me reconocía que ella le ponía muy caliente… Noté que mi mujer se ponía cachonda y empecé a acariciarla y besarla, fue entonces cuando me fui directamente a su raja y empecé a comérmela. Notaba lo húmeda y calentorra que estaba. Después, empezamos a follar y fue en ese momento cuando empecé a decirle si le apetecía estar con mi amigo, si no se imaginaba lo que era notar dentro de ella otra polla que no fuera la mía, sentir otros labios… 






Y me dijo que sí, como lo había hecho otras veces pero en esta ocasión teníamos al segundo hombre en la habitación de abajo. Pregunté, por última vez, si quería que fuese a avisar a mi amigo y fue cuando lo soltó “venga, cabrón, corre a llamarle para que me folle”. Me dejó sorprendido y como un chiquillo fui a la habitación donde estaba mi amigo. 

Cuando le desperté se quedó sorprendido y me preguntó si ocurría algo. No se lo esperaba pero le propuse hacer un trío con mi esposa. Me respondió que estaba loco y se empezó a reír. Volví a insistir y al final se levantó y me acompañó a la habitación donde nos esperaba mi mujer. 

Ella estaba desnuda sobre la cama como yo la había dejado fue cuando pude comprobar la sonrisa de ambos y la complicidad que tenían. Aquella señal hizo sentirme un auténtico cornudo consentidor, todo apuntaba a que ellos dos ya habían pactado el encuentro y habían estado jugando conmigo. 



Aunque querían dar la apariencia de que los dos estaban un poco cortados y me hicieron actuar un poco de guía y de animador de ambos para que follaran, a los pocos segundos no hizo falta mi ánimo ya que se estaban comiendo la boca los dos como locos y a continuación empezaron a comerse chocho y rabo con una pasión que me hacía feliz. 

Yo pasé entonces a ser un mero observador. Estaba alucinado de ver en esa situación a mi mujer y por un lado sentía el placer de comprobar que era ya una esposa abierta y yo un marido cornudo consentidor. Tengo que reconoceros que ver a mi amigo follando a mi esposa sin cortarse un pelo me hizo feliz y también me hizo sentir un pelín de celos pero era maravilloso experimentar esa ambigüedad y, sobre todo, comprobar, en directo, como mi esposa se corría y ponía esa cara de placer y de vicio. 

Mi amigo y mi esposa se complementaban perfectamente en el polvo. Yo, cuando la postura en la que follaban me lo permitía, le daba algún beso a mi mujer pero ella estaba a lo que estaba. En uno de esos momentos mi amigo y mi esposa me miraron y se rieron a dúo… fue muy morboso. Pero también sentí mucho placer cuando mi amigo puso a cuatro a mi esposa y me indicó que le abriera el culo para que se la follase a lo perro. Pude ver a escasos centímetros como el rabo de mi amigo entraba y salía del coño de mi mujer, como tropezaba con su ojete y temí en ese momento que sí lefaba algún chorro podía ir directo a mi cara. 



Fue increíble. Mi mujer se corrió varias veces como una loca. En una de ellas tuve que sujetarle la cabeza y besarla en la frente para reconocer mi posición de cornudo consentidor. Por fin lo había conseguido, había convencido a mi esposa, estaba muy excitado, de vez en cuando me pajeaba al verlos, era maravilloso. Tengo que reconocer que me ponía especialmente cachondo ver las ganas que ponían los dos, especialmente mi mujer… la que se había echado para atrás y que a la primera oportunidad de follarse a otro tío delante de mí lo hacía con ese descaro y esa soltura. 

Estuve a punto de correrme pero esperé a que mi amigo lo hiciera. Luego se abrazaron y estuvieron un buen tiempo besándose como si yo no estuviera. Mi mujer me pidió que fuera a por unas copas para los dos. Dócilmente seguí sus indicaciones y me fui a por ellas, eso sí, totalmente empalmado. 


Estuvieron un rato los dos en mi cama. Después mi amigo se levantó me dio una palmada en la espalda y se levantó a orinar y a continuación se fue a su habitación. Nos quedamos a solas mi mujer y yo. Su cara de satisfacción y su sonrisa me confirmaban que ella había disfrutado tanto como yo, sin mediar palabras nos pusimos a hacer el amor. Pude sentir todavía el aroma de mi amigo y comprobar que mi mujer quería más rabo y estaba completamente abierta. 

Fue una de las mejores noches de mi vida.
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