Queridos lectores y lectoras, una esposa me pide ayuda: necesitan con urgencia un corneador que resida en Tenerife y que merezca la pena (ya sabéis a que me refiero) Por favor, sí crees que reúnes el perfil o conoces a alguien que puede encajar, se lo comentas. Necesito que esta pareja amiga encuentren un corneador cómplice que haga realidad sus fantasías cornas.
Candidatos y amigos de los candidatos, enviarme correo con vuestros datos para enviárselos a esta parejita.
Hace unas semanas recibí este correo:
Hola Alberto, soy una chica de Tenerife que se está iniciando en el mundillo de los cornudos y corneadores, je je je je… Llevo dos años con mi chico, a los cinco o seis meses de nuestra relación un día salió el tema, nos preguntamos con cuántas personas nos habíamos acostado antes de empezar a salir. Por mis amigas sé que es una pregunta que solemos hacer las mujeres pero te aseguro que en este caso no fui yo quien lo pregunto, fue mi chico y más tarde entendí porque lo sacó.
Hice memoria y después de repasar mis contactos del facebook con una gran sonrisa le solté: “tú ocupas el puesto 36 en la lista”. Te puedo asegurar Alberto que casi salta de alegría y después de que mi chico tomara el valor necesario para contarme su fantasía lo entendí, “cariño, quiero me hagas cornudo”.
Me quedé impactada, como supongo se quedan las mayoría de las mujeres cuando oyen decir algo así a su marido o novio. Te confieso que no me hizo ninguna gracia, me considero una mujer fiel y en aquel momento no podía entender que mi chico quisiera verme con otro. No lo entendía Alberto. Me fue dando detalles de la fantasía y cada vez lo entendía menos, ¿cómo iba yo a permitir que otro hombre le humillara de esa manera? Fue un shock y en aquellos momentos me vinieron a la cabeza muchos interrogantes sobre mi pareja. No podía entenderlo, de verdad, máxime cuando nuestra relación sexual funcionaba a la perfección.
En un principio pensé que la cosa se quedaría ahí, dejamos de hablar del tema. Mi chico sacaba alguna vez los cuernos y poco a poco lo fui asimilando y como soy algo mala, yo misma me pregunté: ¿y por qué no? En aquel momento supe que era capaz de ponerle unos buenos cuernos a mi pareja sin ningún tipo de remordimiento. De hablarlo de vez en cuando el asunto cuernos pasó a estar presente en todas nuestras conversaciones sexuales. Empezamos viendo páginas, vimos tu blog que nos encantó por su credibilidad y empezó entre mi chico y yo una etapa de complicidad, valga como ejemplo la cantidad de whatsapp que nos intercambiamos con fotos, páginas web, enlaces a las entradas de tu blog…
Entre nosotros la cosa estaba clara pero nos paraba un poco la mentalidad de los canarios que en mi opinión está a años luz de los peninsulares. Te confieso que esto para mí era un freno pero me ponía a tope la situación y me di de alta en una página publicando un anuncio con el objetivo de encontrar a un macho corneador que nos encajara. No creas que puse muchos requisitos para la búsqueda, eso sí, para nosotros era imprescindible que el corneador tuviera buen rollo con nosotros. Está siendo dificilísimo, llevamos año y medio y casi todos han sido descartados de antemano, la mayoría quieren follarme a solas, sin la presencia de mi chico, es decir, que ninguna entra en el papel que da al corneador en estas prácticas sexuales. Alberto, como te digo no soy muy exigente pero siempre pregunto si conocen este mundillo y a casi todos se les nota que hacen una búsqueda rápida en google para darme respuesta y procurar un encuentro lo antes posible. Pero no es así, no es eso y esto lo sé por tu blog.
En definitiva Alberto, recurrimos a ti para si nos ayudas a cumplir esta fantasía y que nos permitas a través de tu blog, encontrar a ese caballero corneador que entienda esta forma de vida, que cumpla a rajatabla con los ritos de estas fantasías y, por supuesto, que sepa follar bien. Como exiges, aquí te mando algunas fotos de tu nueva amiga.
¿Nos ayudarás?
Mi respuesta fue clara: Querida amiga, gracias por confiar en mí. Puedes contar con mi blog, mi apoyo personal y mi asesoramiento para encontrar a ese caballero corneador que os permita experimentar los placeres de esta fantasía.
Ojo, como siempre digo, cada pareja es un mundo y cada fantasía corna es singular aunque haya muchos puntos del rito que son comunes. Por eso, siempre que comento algunas de las peticiones que me llegan, destaco algunos puntos que pueden ser de utilidad para otras parejas. Esto ya lo sabéis los lectores y lectoras habituales del blog.
En este caso, queridos amigos, debéis tener en cuenta que no debéis tener miedo a exponer el tema con vuestras esposas o novias. Eso sí, con tranquilidad, procurar crear un ambiente distendido y cómplice. Y, sobre todo, con naturalidad, quitando dramatismo. En la mayoría de los casos la respuesta femenina es de asombro y en un principio claramente negativa pero ahí es donde entra la habilidad, la paciencia y el tacto del marido que quiere ser cornudo.
En este caso que nos ocupa hoy, debéis tener en cuenta otro factor y es como la esposa toma un papel activo, es ella la que pone el anuncio y la que realiza la selección. En resumen: tacto y complicidad.
Os puedo asegurar que cada semana recibo muchas peticiones de ayuda y asesoramiento, también recibo solicitudes para que sea yo el que lidere ese proceso de encornamiento consentido del marido. De estas peticiones, en seguida noto las que veo que se trata de un simple engaño, pronto se descubre el que te suelta un rollo o te envía fotos falsas. En este caso, después de charlar y ver las fotos, comprobé el deseo de esta pareja por lo que me tomé su caso con un especial interés.
Mi nueva amiga canaria me contó que es “muy caliente”. Me dijo, “Alberto, me encanta el sexo, hasta el punto de que a veces es mi chico el que me dice que pare un poco”. También me comentó que con la crisis su vida y la de su pareja han cambiado un poco y que no siempre tienen la intimidad necesaria para disfrutar del sexo en toda su amplitud. Para ello, algunas noches es escapan a uno de los miradores de la isla en donde de manera discreta, aunque los gritos traicionan, follan como locos, algo que no siempre pueden hacer en casa.
“Alberto, me encantaría encontrar un chico majete que entienda este morbo y que tenga buen rollo con mi novio y, sobre todo conmigo”. Y me añadía en nuestras conversaciones: “quiero que el corneador sea amante en la cama y un buen amigo fuera de ella”. También hay que tener en cuenta el factor isla, me decía, aquí nos conocemos casi todos y la discreción es muy importante. “Sobre la edad, Alberto, yo tengo 31 años y no me gustan mucho los tipos demasiado mayores, así que admitimos candidatos hasta los 45”. Y algo muy importante y que si no se cumple queda descartado de antemano, “que no sea fumador, no soporto el olor a tabaco, no puedo besar a un hombre que fume”.
El perfil estaba claro: un hombre majete de no más de 45 años, sí es más joven mejor, no fumador, de buen rollo y que además de amante sea amigo de la pareja. Así, que si te sientes identificado, a qué esperas para intentar contactar con este bellezón canario.
En cualquier caso me vais a permitir que haga un inciso sobre el tema edad. Respeto que esta pareja, son muy jóvenes, prefieran un corneador "no muy mayor", yo siempre recomiendo que a parte de la edad deben valorar la actitud y aptitud del corneador y que la experiencia siempre ayuda. No es lo mismo un pastelero que acaba de empezar a hacer rosquillas al pastelero experto que sabe como perfilar a la perfección el círculo de la rosquilla.
Incluyo a continuación una breve entrevista que publico con su permiso en el blog y que os pueden dar algunas pistas sobre esta pareja.
¿Cómo te gustan las pollas?
Pues ya que estamos en modo búsqueda me gustan más gordas que grandes, y sí es posible que la tenga más grande que la de mi chico que se encuentra en la media española. jajajaja.
Una cosa está clara, tú chico tiene que estar presente en todo momento pero, ¿te gustaría que bajara al pilón?
No me importaría nada que lo hiciera, yo creo que sí bajaría, le puede más el morbo que a mí y si sabe que ese momento me pondría cachonda, lo haría sin problema.
Amiga, te has tirado a más de treinta tíos, pero, ¿has participado en algún trío o cuarteto?
No he hecho tríos, sí me he comido dos rabos a la vez, una noche con dos amigos, pero después dejé a uno de ellos sentado en el sofá de al lado mientras el otro amigo me follaba. Reconozco que el hecho de que alguien, un tercero esté ahí viendo mientras follo, me gusta. Pero con mi pareja no he hecho tríos, no ha visto como follo con otro.
Vamos a repasar las características del corneador que buscas para ajustar el perfil a nuestros lectores.
Que sea discreto, sobre todo. Que entienda el papel que tenemos cada uno en esta fantasía. Que fuera de la cama sí hay que ir a tomarse un café o una caña se va, distinguiendo cada momento, dentro y fuera de la cama. Quiero que sea muy morboso, que no sea un parado en el sexo. Que tenga una buena medida pero si no la tiene gorda que se olvide. Y bueno, que no fume, y no vale el no fumar el día antes, no lo soporto. Y puestos a pedir que se depile, aunque si me gusta y no está depilado, yo misma me encargaré de hacerlo…
Hace pocos días, antes de subir esta entrada, mi amiga me escribió algo que os seguro os resulta de interés.
¿Hola Alberto qué tal estas?
Te escribo para contarte una experiencia que tuvimos mi novio y yo el martes, por si quieres meterla en la entrada del blog. A falta de candidatos hemos decidido morbosear con juguetes. Me he comprado un pollón negro, ja ja ja ja ja, como a casi todos los cornudos les pone el contraste de colores y ver a sus mujeres folladas por esos grandes rabos así que me compré una polla grande y negra.
Esa noche compramos unas hamburguesas y nos fuimos al mirador, que de noche siempre tiene movimiento. En mi bolso, a parte del gran rabo negro, llevaba un frasquito de lubricante. Hablamos de tu blog y de que ojalá nos ayudes a encontrar algún amigo que merezca la pena, le confesé que me gustaría que en ese momento apareciese alguien y le dije que lo hiciéramos por si alguien pasaba y nos veía. Pronto se puso a comerme el coño y mientras lo hacía saque el pollón negro de plástico. Cuando me lo metí pude ver la cara de vicio y de cachondo que tenía mi chico. Me corrí varias veces seguidas, he descubierto con esto de los cuernos que soy multiorgásmica, así que Alberto, ayúdanos, quiero ponerle unos buenos cuernos a mi chico para que sea feliz.
Mañana tengo una cena de clase, donde estudio idiomas, a ver si caliento alguna polla mientras mi novio se queda en casita esperándome.
Un besote.