Labor de manso y esposa contenta o “tú detrás mientras le toco el pandero a tu mujer”

Antes que nada quiero pediros disculpas, mis queridas lectoras y lectores, por el retraso en la publicación de esta entrada. Os tengo acostumbrados a una entrada mínima al mes pero es que entre vacaciones, temas laborales, colaboraciones y encuentros con nuevas parejas amigas a las que ya considero como de la familia no he tenido tiempo. Espero que me disculpéis.
Aprovecho para anunciaros que en los próximos meses, si antes no se remedia, tendré que realizar algunos cambios en el blog. El mantenerlo al día supone a parte de una inversión de tiempo y creatividad un coste que deberíamos asumir entre todos. Sí, creo que al final, aunque me duela en el alma, y si no encuentro algún patrocinador tendré que buscar alguna solución, como suscripciones o similares. Bueno, no os perdáis la última entrada os prometo que no os dejará indiferentes y ojo, todo lo que se relata ocurrió no es fruto de una fantasía cocida.

Luisito se confiesa
Os tengo que reconocer que el blog me ha permitido conocer muchos matrimonios. Con muchos de ellos he generado una relación de amistad que ha fraguado en una confianza mutua y también un notable grado de complicidad tanto en el caso de ellas, esas maravillosas esposas sueltas y abiertas, como con sus maridos esos cornudos consentidores, protagonistas vitales en estos juegos.
Bien, esa confianza y complicidad me ha convertido en algunos casos en ese amigo del matrimonio que charla con ambos, escucha y siempre que le toca aporta ese consejo para que todo fluya entre ellos.
Obviamente esa confianza me ha hecho también ser el receptor de experiencias y confesiones íntimas. Aporto a continuación el testimonio de mi buen amigo Luisito, un marido cornudo consentidor de libro que junto a su bellísima mujer se encontraron en Madrid con un joven mandingo. Podéis leer a continuación el testimonio contado en primera persona por Luisito. Por cierto, desde aquí felicito al muchacho porque no siempre se tiene la oportunidad de “interactuar” con una esposa casada de la belleza, sensualidad y categoría como la de Luisito.



xxxxxxxxxxxx

Hola, Alberto.
Sigo repasando mi archivo mental de los encuentros que he tenido con mi mujer y de los que guardo mejor recuerdo. El otro día charlando contigo, te confesé una de las citas que mi mujer y yo tuvimos con un chico de color. Ya sabes la admiración que tengo por ti y desde luego aquel encuentro no llegó a lo espectacular que fueron las citas que tuvimos contigo.

Un hotel en el centro de Madrid y un bar caribeño
Contactamos con él en un blog y en seguida nos dimos cuenta de que era un tío que valía la pena, decidido, dominante, con las ideas claras y saber estar, como tú, ¡qué más te voy a contar! Venía a trabajar a Madrid y, como buen macho, necesitaba satisfacer sus necesidades sexuales. Y qué mejor opción que desahogarse con la mujer de un cornudo, con el morbo de saber que también va a dar una alegría a una mujer insatisfecha. Me imagino el deleite que le provoca la sensación de poderío al cumplir con una mujer delante de un marido poco dotado, manso e incompetente. Se merece toda mi admiración, desde luego.
Fuimos a buscarlo a un hotel del centro de Madrid. Nos reunimos en esa misma recepción donde algo más tarde comprobaría la sonrisa de la recepcionista. Hicimos las presentaciones, a mí me prestó poca atención. Era alto y fuerte, bien plantado. Por la cara de mi mujer supe que le había gustado, seguro que había empezado a ponerse húmeda. Salimos a la calle y tardó poco en agarrarla por la cintura. Hablaban y reían los dos. “Tú detrás”, me ordenó, y eso hice, claro. Era muy excitante contemplar a mi mujer cortejada por aquél Hombre. Pronto se detuvieron y se dieron un buen morreo que yo observé con mi cara de pasmado que tú bien conoces.
Así fue el paseo, morreos continuos y un buen sobe a las nalgas de mi mujer. De vez en cuando le subía la faldita para tocarle el pandero directamente. Sabía bien a dónde llevarnos: un bar caribeño. Una buena humillación, sin duda: mi mujer y yo éramos los únicos “blanquitos”. Él metiéndole mano continuamente y yo allí como un bobo de comparsa, sentado observando sus besos y caricias. Todo el mundo tenía muy claro que yo era un cornudo. ¡Qué poderío debía sentir demostrando su virilidad superior y la potencia de su entrepierna! Pagué ante la cara burlona de la camarera y fuimos hacia el hotel en el mismo plan en el que habíamos venido.



“Pobre cornudo, ¿a dónde vas con esa ridiculez?
Le pidió la llave a la recepcionista, “van a subir un momento”. Estaba claro. Ellos continuaban agarrados y yo los seguía. “¡Abre la cama, cornudo!”. Obedecí al instante y preparé el lecho para que hiciera lo que un Hombre de verdad sabe y puede hacer. Se desnudaron mutuamente besándose y magreándose. Un Macho muy superior a mí disfrutaba de mi mujer y la hacía gozar. Por fin apareció su miembro, orgulloso y triunfante. Mi mujer lo acariciaba con deseo. Me ordenó que me quitara la ropa, intuía mi inferioridad. Y allí apareció mi pollita ridícula, mucho más al lado de su imponente verga. Comparamos de cerca: risas, cachondeo, “pobre cornudo, ¿a dónde vas con esa ridiculez? De rodillas y pónmela a tono”.
Ya tenía el pollón bastante despierto, lo empecé a chupar mientras seguían besándose y sobándose. Casi no me cabía en la boca pero conseguí ponérselo muy duro. A continuación me tocó preparar el coño de mi mujer, aunque poca falta hacía de lo mojado y abierto que estaba ya. De todas formas le di unos buenos lametones para facilitar la entrada del ariete de aquel Macho.
Le indicó a mi mujer que se pusiera a cuatro patas y a mi que le colocara el condón. Sentí un gran respeto al hacerlo, como si vistiera a un torero que va a realizar una gran faena. Separé los labios del coño de mi mujer y colaboré en la entrada de aquel atributo triunfal dentro de ella.


El “mete-saca” empezó lentamente, pero al cabo de poco el ritmo era ya acelerado. Empezaron los jadeos y gemidos de los dos, esos que yo no consigo provocar en mi mujer. Se iban poniendo muy calientes. Él decidió cambiar de postura, quería estar encima de mi mujer, así cubre un macho a una hembra con el mayor contacto posible, los cuerpos pegados, las lenguas mezclando fluidos, mi mujer sintiendo el peso y la potencia de aquel Macho. Realicé de nuevo mi trabajo de mamporrero. Ya iban a buen ritmo, su pollaza entrando y saliendo y sus cojones chocando contra el culo de mi mujer. Me ordenó que le lamiera los huevos e hice lo que pude en esa posición: me afané con la lengua, iban y venían, su culo se restregaba por mi frente, pero conseguí dar unos buenos lametones. Era como si ablandara mi frente para facilitar el nacimiento de mis cuernos.

“A una señal suya le retiré el condón”
Mi mujer se corrió. Es bastante escandalosa así que no había duda. A los pocos instantes lo hizo él, dejando patente el placer que le producía. Sentí que era una lástima el uso del condón, un Hombre así debería dejar su firma dentro de mi mujer, inyectarle su semen de Macho Alfa. Sacó lentamente su pollaza de dentro de mi mujer, orgullosa del trabajo bien hecho. Ella descansaba satisfecha boca arriba, aún gimiendo. Él me dirigió una mirada entre altiva por su superioridad y condescendiente por mis limitaciones. A una señal suya le retiré el condón; allí estaba toda su esencia de Macho Poderoso.
Era ya tarde y no hubo mucho más. Nos despedimos con la idea de vernos más adelante, como así fue. Pasamos por la recepción, mi mujer alegre y parlanchina y yo, algo avergonzado, no me atreví a mirar. Llegó muy contenta a casa y durmió muy bien. Yo también estaba contento: mi mujer estaba satisfecha y yo había colaborado con uno de mis colegas del género masculino facilitando el desahogo de sus necesidades sexuales, buena labor de manso.



¿Has probado a besar a tu esposa cuando está siendo enrabada a cuatro por el corneador?

Muchos maridos y novios aficionados al cuckold me aseguran que entre los momentos más placenteros que experimentan en el juego es cuando están cara a cara con su esposa, ante un primerísimo primer plano que dirían los cinéfilos, mientras es enrabada en cuatro por el corneador. Al placer de presenciar y ver en detalle la cara de placer de su esposa se une el beso tierno y cómplice entre ambos, un beso que yo calificaría como el que se dan unos novios recién enamorados.

Carla y Paolo en pleno beso de novios.

Coinciden muchos de estos maridos que a través de ese beso sienten un vendaval de sensaciones placenteras y singulares. Desde ver muy de cerca la excitación de su esposa mientras folla a lo perrito con el amigo corneador a sentir esta excitación como si fuera en primera persona por el roce de sus labios.

Esta imagen ilustra a la perfección ese momento. La he obtenido de la web xhamster.

Casi todos los maridos coinciden en lo excitante de otro detalle que se da durante el beso y que no siempre se valora en las primeras veces. El impacto que recibe la esposa a cuatro con las embestidas del corneador le produce un traqueteo en su cuerpo que se traduce en otro impacto que recibe el corneador a través del beso.
Mi amigo Leopoldo, un cornudo de libro y con muchas cornadas a sus espaldas, me asegura: “No es solo sentir el morbo y el calor del besito de mi señora si no también recibir por trasmisión el golpe en mis labios, es como si nuestro amigo estuviera follándome la boca”.

Traqueteo
Sobre el traqueteo tengo que añadir, es una valoración personal basada en experiencias, que muchas esposas tienen entre sus favoritas la postura de el perrito o a cuatro. He tenido el placer de jugar con algún matrimonio en el que ella disfruta al máximo con dicha postura pero sabiendo aguantar la embestida, incluso frenándola, para así minimizar el impacto en el marido cuando se están besando. Ni que decir tiene que esa “paradiña” de la esposa es un placer añadido para mí en el momento del enrabe es como sentir un tope. Ahora bien, por lo general esos besos no son eternos y esa parada de la esposa no dura mucho tiempo, solo lo que los besos. Con parada o no siempre recomiendo que el marido sienta el impacto del empuje trasero. No hay cornudo consentidor fanático del juego cuckold que no lo pruebe.

Foto obtenida de un video de la web Xhamster.

Lo que dicen ellas
Algunas esposas que he consultado para documentarme en esta entrada me han aportado reflexiones dispares.
Carmen me asegura que es un momento especial y que necesita ese beso con el marido, “me da seguridad en lo que estoy haciendo y también hace que me sienta la reina entre dos hombres, también me gusta mucho que mi marido apriete mi mano mientras… me hace sentir más unida a él”.


Sin embargo, Cristina es partidaria que durante el polvo con el corneador el marido no vaya más allá de grabar, fotografiar o mirar, “prefiero que Luismi esté al margen mientras estoy con Javi, en el sexo solo me gusta estar con un hombre”.
En la misma línea Silvia me confirma: “yo solo dejo que mi marido me bese cuando hemos terminado, lo doy todo y quedo rendida después de varios orgasmos, al finalizar no me importa que mi esposo se acerque me haga cariñitos y me bese”.

Foto obtenido como recurso para la entrada de Xhamster.

El beso del matrimonio dentro del rito cuckold

Desde luego que estos besos forman parte del rito y es tan importante para el marido como cuando actúa de mamporrero o abriendo los carrillos del culo de su esposa para facilitar que la polla del corneador tenga vía libre. Me dicen algunos maridos que incluso supera al placer de actuar como fotógrafo del encuentro.
Está claro que la esposa siente el placer de follar con un extraño o con un amigo y que se trata, por lo general, de un polvo novedad, guarro, intenso, extramatrimonial y que rompe la rutina. Ahora bien, los maridos consentidores experimentan un carrusel de emociones y sensaciones sexuales placenteras, desde todo los previos hasta que llegan a convencer a sus esposas pasando por la elección del primer corneador, la ropa para el primer encuentro, el imaginar cómo será el actuar de mamporrero y, desde luego, sentir en el beso de su esposa la excitación que ella siente por follar con otro y en sentido figurado notar la punta de la cabeza de la polla del corneador a través de los labios y la lengua de su esposa.
Así me lo aseguró Carlos: “Ver a mi esposa en esa situación me supone una erección instantánea pero me he llegado a correr como un chiquillo cuando me he dado un piquito con mi esposa mientras nuestro amigo la empujaba por detrás”.
En la misma línea Luis me confiesa: “Me gusta acariciar a Carmen cuando hace el amor con nuestro corneador, sentir su mano y espero con ansia que ella bese mis labios mientras tiene dentro a nuestro amigo”.
Juan un buen amigo ya jubilado y casado en segundas nupcias con una belleza dominicana de 30 años me aseguró: “Por lo general, Alberto, me limito a sentarme en el sillón que hay frente a la cama, procuro no molestar pero no me pierdo detalle, antes hacía alguna foto con el móvil pero últimamente Carla tiene un amigo fijo y ya parecen un matrimonio y solo participo cuando ella me indica que me acerque y me da besos cortos en mis labios, eso sí siempre lo hace cuando ella ya lleva bastante tiempo siendo enculada”. Y añade, “ mi esposa y su novio lo ven como un acto de humillación pero a mí ese momento supone un placer maravilloso, me hace sentir vivo y que mi esposa me tiene en cuenta”.
Agradezco a Paolo, marido de Carla, pareja que han protagonizado alguna de las mejores entradas de este blog, las imágenes de ellos con los amigos de turno en las que están dándose besos “cuckold” y que me autoriza a publicar (son las imágenes que llevan la leyenda con el nombre del blog). Estas fotografías no dejan lugar a duda de la conexión entre el corneador con la esposa y a la vez de la esposa con el cornudo. Paolo me subraya. “Suelo tener todo preparado antes de que Carla empiece con nuestro amigo, me refiero a la cámara de video con la que grabó el encuentro, mis dos cámaras con las que tomo panorámicas y primeros planos, después de que lleven un rato a lo suyo, suelo acercarme y acariciarla y procuro ver en que momento está más excitada para besar sus labios”.


Le pregunté a Paolo que sentía en esos momentos y me dijo: “es una conexión especial, me encanta ese momento, son besos diferentes y solo los que estamos en esto entendemos lo que significan”.

Laura y Paco
Paco, un viejo amigo y seguidor del blog, matiza: “el beso que Laura me da en ese momento no es el mismo beso que le da al corneador. Me refiero a que ese beso entre nosotros es un gesto romántico, de complicidad y el beso que se da con el corneador es el típico morreo lascivo, baboso, de lenguas”. Y añade: “yo siempre suelo besar y acariciar al principio, para darle seguridad, cuando empezamos con esto ella iba un poco insegura y me pedía estos cariños, ahora ya no va insegura si no todo lo contrario pero nos gusta escenificar su temor, nos pone cachondos a los dos”.
Paco lleva casado con Laura más de veinte años y unos diez jugando a cuckold, le considero un experto en cuanto al papel que deben jugar los maridos. Me dice: “yo procuro pasar desapercibido aunque nunca he dejado a Laura ni un minuto a solas con los diferentes amigos con los que se ha encamado y ya solo participo acariciándola, susurrando a su oído alguna frase cariñosa y besándola”.
El momento cumbre para Paco es cuando Laura llega al orgasmo o nota que el corneador de turno se corre en la follada, “soy un experto Alberto y solo con mirar a los ojos de mi esposa sé cuando está a punto, cuando está follando a lo perro suele coincidir cuando le está dando duro y ella jadea más de la fuerza, entonces espero a que disfrute y en el ocaso del orgasmo me acerco sin molestar y beso su cara para terminar dándole un beso de marido consentidor en su boca”.


Y bien amigos, si habéis llegado hasta aquí espero que a la pregunta con la que titulaba esta entrada del blog, tengáis una respuesta afirmativa y que lo llevéis a cabo cuanto antes. De ser así, espero que pronto lo comentéis en el blog y os invito a participar con vuestros comentarios, seguro que tenéis mucho que decir al respecto. Por cierto, solo he recogido testimonios de algunos amigos cornudos consentidores y de sus esposas, si eres CORNEADOR y tienes alguna experiencia o anécdota sobre este contenido, escribe tu comentario.
Tenía otro titular antes de optar por el que he publicado, era: “el marido consentidor conecta a través del beso de su esposa con el corneador”, sacar vuestras propias conclusiones e insisto espero vuestros comentarios.





Dispositivo de castidad masculina o jaulita polleril un accesorio fetiche en los juegos cuckold que ha venido para quedarse

Uno de los accesorios fetiche para las prácticas cornudas o cuckold es el “dispositivo de castidad masculina”, esta es la denominación que la tienda Amazon emplea para referirse a una especie de jaula para el pene que bloquea su erección. También se puede encontrar en los puntos de venta de internet como cinturón de castidad o jaula de bloqueo, yo prefiero llamarlo jaulita polleril.


Sus antecedentes podemos encontrarlos en el cinturón de castidad que se empleaba durante la Edad Media para ponérselo a las mujeres e impedirlas tener relaciones sexuales cuando el marido se iba a guerrear. La verdad es que no está claro que esta braga metálica se utilizara pero ahí está como también la leyenda de que algunas madres lo empleaban para que sus hijas no perdieran el virgo en alguna salida. Fantasía o realidad lo cierto es que hoy en día en las sex shop especializadas también se pueden encontrar multitud de modelos que recogen la esencia del cinturón de castidad femenino más como elemento estético que práctico.


Por cierto y esto es un guiño para una amiga mía que comparte la afición por las pelis de Woddy Allen. ¿Recuerdas “Todo lo que usted quería saber sobre el sexo pero temía preguntar”? una peli de 1972 que agrupaba varios sketches sobre diferentes temas de sexo, por cierto el de cornudo consentidor no se trataba y es una pena que nos hayamos perdido la opinión del genial director al respecto aunque en alguna cinta suya se trata el asunto pero sin la intención que nosotros conocemos. En uno de ellos, creo recordar el ambientado en la Edad Media y que trataba sobre los afrodisiacos y su éxito o no, Woddy consigue que la mujer del rey tome un afrodisiaco que funciona y cuando se pone cachonda y quiere sexo se encuentran con el cinturón de castidad que le pone el marido, además de esto la situación es desternillante y eso que algunos dicen que esta película no es de las mejores del director de Manhattan.


Bueno, sigo que me pierdo. Su génesis la podemos encontrar en el cinturón de castidad medieval para la mujer pero también hay referencias, y esta vez para uso del hombre, en algunas prácticas BDSM como accesorio para el sumiso y en algunas fiestas gay de las que tanto tenemos que aprender por su innovación y desinhibición. Como siempre pasa las fantasías sexuales se van fusionando y hoy en día este dispositivo de castidad masculina es habitual en los juegos cornudos digamos que en los más extremos.


Tengo que hacer referencia a una tendencia en el BDSM, el “Locktober”, según tengo entendido es el mes, octubre, en el que los aficionados a estas prácticas o sea el hombre sumiso encripta sus genitales en este dispositivo jaula por orden de su ama y tiene que estar todo el mes sin poder tocarse como muestra de obediencia y cumplir escrupulosamente con la práctica. Obviamente la ama es la poseedora de la llave.


En la actualidad, no hay más que echar un vistazo por internet, para encontrarnos cientos de referencias, tamaños, colores, reforzados, simples, en todos los materiales imaginables. Es la ley del mercado capitalista, amigo. Una variedad infinita pero que además de lo estético y el significado que tiene en este tipo de fiestas su objetivo es que la esposa o el corneador controlen con la llave el impedimento de la erección del marido cornudo consentidor.

En las sexshops de internet se pueden encontrar infinidad de modelos de este accesorio.

También es muy común que el marido, ilusionado por el juego, acepte con bovina sumisión la indicación de la esposa de que lo lleve puesto un día al trabajo o al salir de comprar. Es decir, que no siempre se tiene que utilizar en el polvo corno si no que también es un elemento que puede emplear la mujer para marcar el camino al esposo cornudo.
Obviamente muchas parejas que conozco lo utilizan como un simple accesorio que da morbo al momento y sin el objetivo de causar un mal rato al marido aunque para muchos ellos ese malestar es una fuente de placer, maravillosa contradicción. Y aquí soy rotundo, si el cornudo disfruta llevando esta jaulita pollera es de ley facilitarle ese placer.


Si os animáis a usarlo podéis encontrar el accesorio con las siguientes denominaciones: dispositivo de castidad masculina o jaula bloqueadora de erección. En definitiva que no vais a tener ningún problema en encontrarlo por internet o en tiendas físicas de objetos para el sexo. Eso sí, os recomiendo que si os planteáis su uso procurar comprar calidad, tener en cuenta el tamaño y a esas mujeres cabronas que a veces juegan metiendo miedo al cornudo diciendo que han tirado la llave al río, como siempre digo, tener siempre una alternativa de salida que no provoque ninguna lesión en la colita y aledaños.

En algunas tiendas de sexo de internet se pueden encontrar hasta mil tipos diferentes en el apartado de castidad masculina.

Me consta que muchos amigos cornudos también se gastan buenos cipotes, no es lo habitual ya que por lo general el marido cuck suele tener colita de niño pero se dan casos de grandes pollas en el grupo de cornudos. Carlitos esto es para ti, trataremos este tema más adelante. Aquí si os digo que tengáis cuidado a la hora de comprar o elegir un modelo flexible los hay de anillos que permiten ajustarlo con cierta flexibilidad a la medida ideal.
Mi buen amigo carlitos y su bellísima esposa, Ventura, me comentaron el uso que hicieron de la jaulita estas pasadas Navidades.

“Hola de nuevo, Don Alberto:
Esta tarde Ventura ha estado paseándome por el centro de nuestra ciudad cargado con un montón de bolsas de Navidad. Resultaba bastante ridículo, ella caminando ligera y yo al lado cargado como una mula. Notaba cómo los hombres (especialmente ellos) me miraban de arriba a abajo. No sé si con pena o con burla, pero lo cierto es que normalmente los tíos no miran, pero en esta ocasión les llamaba la atención. Es verdad que otras veces ya me lo había hecho, pero nunca por nuestra propia ciudad. Ha sido bastante humillante y excitante al mismo tiempo.
Nos hemos encontrado con unos amigos de su ex y las miradas han sido para recordarlas toda la vida. Creo que todavía se estarán riendo a mi costa.
Claro, Ventura estaba tan caliente que cuando hemos llegado me ha dicho que para que usted se inspirara en su relato me iba a poner la caja de castidad, pero la pequeña que tenemos. Me ha dicho que, además, le mandara estas fotos dedicadas.
Espero que le guste todo.
Un reverencial saludo. “


El testimonio de carlitos seguro que es de interés para aquellas parejas que se plantean introducir el accesorio en sus juegos. Carlitos me confirma: “Para nosotros ha sido un proceso progresivo. Primero tienes que encontrar la caja que se adapte mejor a tu anatomía y no siempre es fácil. Además, si eres novato, no sabes bien cómo tiene que ser. Por mucho que leas por internet, no te haces a la idea de las intensas sensaciones que vas a tener. Vas descubriendo todo y vas evolucionando por el acierto y error. Los inicios, es verdad, no son como los habías imaginado antes de empezar”.
Carlitos me comentaba que al principio probaron con una jaula de metal pero se confundieron y cogieron una demasiado grande y pesada. “Era incómoda para llevarla debajo de la ropa y la polla se salía cuando estaba en reposo, algo incoherente con lo que se espera de estar enjaulado”.


Conozco a esta pareja y sé que Ventura no se conforma y así fue, después compraron una caja de plástico pero tampoco cumplía el objetivo y eso que la primera vez que la vieron parecía la ideal. Carlitos me confesó: “Tenía incluso incontinencia de orina y se me escapaba el pipí cuando la llevaba mucho tiempo. Me meé cuando iba por Madrid y pasé muchísima vergüenza. Nunca me había pasado algo así. Al final, también la abandonamos”.
Cuando estaban a punto de darse por vencidos dada la complejidad de las tallas y en la elección del material idóneo siguieron buscando y encontraron un modelo que parecía adaptarse a la anatomía polleril de carlitos. La clave, me confirmaron, “La empezamos a utilizar y cuando encontramos el anillo que se adaptaba mejor a la base del pene, fue una gran alegría. Por fin teníamos lo que buscábamos. De este modo, consigues llevarla con naturalidad. Pero la adaptación fue, nuevamente, progresiva. Dadas las experiencias previas, pensamos que no era buena idea (ni física ni emocionalmente) llevarla "sine die". Así que empezamos a utilizarla y descansar, utilizarla y descansar. Cada día un poco más de tiempo hasta llegar al punto en el que estamos ahora, a no quitársela ni para dormir.”
Y añade: “Ni que decir tiene que yo estoy caliente todo el día, siendo consciente de las implicaciones que tiene llevar una caja de castidad de continuo. Pero es mucho más. Ventura, que en principio no entendía muy bien cuál era el objetivo, se encuentra igual de excitada cada día. Además, participamos juntos de la evolución que estamos viviendo, de los logros que vamos consiguiendo, lo cual nos da una enorme alegría como pareja”.
Como siempre digo tampoco hay que magnificar determinados puntos y seguro que habrá muchos de vosotros, mis queridos maridos cornudos” que no encontréis el placer de portar la jaula polleril pero por qué no probar, a carlangas parece que le va fenomenal.


También tengo algún amigo que le gusta jugar a esto con su mujer pero que no se siente identificado con el rol de cornudo sumiso y que lo ha probado, no le agradó mucho pero tampoco le disgustó, es más, me comentaba que en ese momento en que su mujer y el amigo con el que suelen jugar se ponen a lo suyo ignorando su presencia siente un doble placer, en primer lugar contemplar esa escena entre ellos y después la sensación de sentir como el accesorio bloque la erección de su polla, todo ello le produce un placer especial me confesó.
Tengo también otro amigo, seguidor del blog. No puedo publicar sus fotos porque no me ha dado aún la autorización explícita para su publicación pero este amigo con novia al que le gusta llamarse con el nombre compuesto de “Claudia Sissy” le gusta ponerse la jaulita más pequeña que encuentra, tiene colita de niño, vestirse unos ligueros y embutirse en el ojete un plug anal a juego con el metal de la jaulita y andar como una puta loca durante el juego cornudo. Hay gente “pa to” que diría el torero.


En mi caso, os confieso, no me he encontrado con muchas parejas en las que el marido utilizase el accesorio pero es cierto que se está haciendo muy popular, supongo que internet y las redes sociales contribuyen a ello. La verdad es que hace unos cinco años, en un lugar de la costa levantina conocí a una pareja a través del blog, quedamos a tomar algo y tener un primer contacto por si había chispa y la hubo. El marido, un tipo de apariencia dura y de carácter en los primeros momentos ya en su casa se convirtió en una princesita y cuando empezamos a jugar mi sorpresa fue cuando su esposa y yo nos estábamos empezando a morrear y el tipo se bajó los pantalones y pude comprobar que llevaba unas bonitas medias negras y su polla, de un tamaño normal, estaba enfrascada en un dispositivo de castidad.
En fin, cada cual puede hacer con su polla lo que quiera, yo prefiero que me bloquee la erección el tope del coñito de la esposa, la verdad.
Como siempre, os animo a que participéis en el blog con vuestras experiencias y si os parece buena idea puedo dejar esta entrada abierta para añadir nuevas experiencias de lectores con estos fetiches y publicar las fotos que me vayáis enviando portando orgullosos la jaulita polleril.
Para el final lo más importante, mi agradecimiento a Ventura y carlitos por su sana amistad aunque cada vez estoy más quedado con ella, jejejejeje, pero quiero dejar negro sobre blanco mi agradecimiento por sus testimonios, en este caso por sus fotos y experiencias que hacen grande a este blog. Gracias Ventura y gracias a ti también, carlitos.

 


Con afecto para mi novio Alberto. Espero que el cornudo las haga llegar rápido

Serán las circunstancias actuales pero estamos todos con muchas ganas. Sabéis a lo que me refiero. Ojalá que pronto todo se resuelva y volvamos a nuestra incierta vida normal. De momento, sensatez y esperar tiempos mejores que seguro vendrán.


Yo no sé vosotros pero de lo que tengo muchas ganas es de playa. Mis parejas amigas que están al otro lado del océano las están disfrutando y qué decir de mis amigos canarios, puffff qué envidia. Qué ganas de esos guarreos playeros, de ese aire limpio del mar, de ese sabor a sal en esos cuerpos… En fin, ya queda menos.
Quiero agradecer a mis amigos C y V unas fotos dedicadas. Ya sabéis la alegría que me da recibir esos regalos dedicados. Hace tiempo que me las enviaron pero he querido publicarlas ahora, la razón es técnica y la cuento al final de esta entrada.
El hecho de que mi nombre, mis iniciales en este caso, estén situadas tan cerca de ese pepote tan bello, me llena de orgullo y, claro, satisfacción. Solo el placer de verlo se podría superar si pudiera olerlo a milímetros, saborear su tacto, sentir el calor húmedo y degustar la sal que desprende. Es más, no me importaría comérmelo recién meadito. Si, soy un guarro pero un corneador amigo tiene que estar dispuesto a lo anterior y a todo lo que haga falta para que una esposa como V disfrute física y mentalmente. Vaya esto último como muestra de agradecimiento por la complicidad de su marido.
Recojo a continuación el texto que acompañaba al envío de estas fotos. Es el marido quién lo escribe:

Me ha dicho que le escriba estas palabras: "Con afecto para mi novio Alberto. Espero que el cornudo las haga llegar rápido. Seguro que lo hará, hace días que no se corre" Un reverencial saludo (el marido).

Que satisfacción para un buen cornudo poder hacer estas cosas para su hembra y para su novio. Espero que le satisfagan las fotos.


Peso además de las fotos, tengo los guasapas que intercambiaron la esposa (V) y el marido con C de cornudo (C) Gracias por la parte que me toca.




La belleza de la sonrisa vertical de esta mujer ha sido protagonista de otras entradas. Gracias a la proactividad consentidora de su marido hemos podido disfrutar. Os acordáis de:

C. y V. (I) contactan con el blog: “fue una de las mejores experiencias de mi vida ver como otro hombre se follaba a mi mujer y tenía la necesidad de contárselo a alguien”
Al finalizar el pasado verano se puso en contacto conmigo un nuevo seguidor del blog, C. es su inicial. Junto con su esposa (V.) había parado en el blog de Alberto Toro y me mandaron su impresión sobre las experiencias que publico, mis consejos, etc...

El motivo por el que se retrasó la publicación
Se me olvidaba, faltaba aclarar el retraso de este testimonio fotográfico. Hacía tiempo que venía observando como algunas de las entradas, siempre eran de las más seguidas, tenían un bajón en lecturas lo que incidía en la disminución de las visitas al blog. Conversando con otros blogueros, averiguamos que hay algunas páginas, digamos que copionas de contenido, que a través de feed enlazan a sus páginas webs directamente los texto de ciertos blogs que tenemos un número de seguidores importante (según especialidad, obviamente) Se trata, simplemente, de buscar contenidos de otros, copiarlos, y generar ingresos publicitarios en sus páginas. Ha costado solventar el problema y, de momento, los contenidos de mi blog solo se pueden seguir en esta dirección: www.corneador2011.blogspot.con Nunca he puesto pegas, ni las pondré, para que otros blogs hagan referencia a mis contenidos, o comenten tanto a favor como en contra sobre mis contenidos pero otra cosa muy distinta es que aprovechándose de la confianza que vosotros, mis queridas lectoras y lectores, me días y en muchos casos contándome vuestras experiencias para que las pueda publicar en el blog, las fusilen cuatro listos. No lo voy a consentir.
Como digo, de momento, esta anomalía ya ha sido corregida y pronto volveremos a la velocidad de crucero para la publicación de nuevos contenidos, estar atentos.
Aprovecho también para comentar otro caso, este es de hace muchos años, de un espabilado que directamente copiaba el formato del blog y con otra dirección ofrecía mis contenidos. Gracias a un lector puse los medios necesarios para cerrar aquel blog.
Que nos copien tanto nos llena de orgullo ya que el blog tiene éxito pero nos fastidia que copien directamente sin citarnos. En fin.
Y puntualizo el que nos hayan copiado no ha afectado ni afectará a los datos o referencias de los particulares que publican sus experiencias. Esto es sagrado y ya sabeis que no se da ninguna información que afecte a vuestras entidades ni se publica ninguna foto que no sea con la autorización explícita de las personas que la protagonizan.
Por último, agradeceros a todos: a los que me concedéis entrevistas privadas, a los que me enviáis vuestras experiencias y fotos para que las publique, a los que me pedís consejos, y a los muchos lectores y lectoras que sigan a diario este humilde blog. Gracias.

Lo próximo
Y ya os anuncio que la próxima entrada la vuelven a protagonizar V y C. Tiene que ver con las jaulas polleras. Ese accesorio tan en voga y que cualquier cornudo está deseando llevar. Tranquilo Claudia Sissy que tú no la protagonizas.


Estar atentos, tanto el contenido como las imágenes que V y C me han enviado para ilustrar la entrada jaulera, son cojonudas.










A veces solo es necesario preguntar a tu esposa qué es lo que quiere

El blog ha cumplido diez años. Os puedo asegurar que en este tiempo la pregunta más habitual que me hacéis es: ¿cómo puedo convencer a mi esposa? Siempre respondo lo mismo, “habla con ella”. Es necesario que te pongas en su lugar y que con sinceridad le plantees tus gustos sexuales pero preguntando cuáles son los suyos. Obvio que en lo cosmético puede haber diferencia pero en lo esencial seguro que coinciden y lo esencial no es otra cosa que: F O LL A R.



Si hay diálogo hay posibilidad. Y con ese diálogo es posible que muchos de vosotros podáis recuperar la pasión y explorar nuevas prácticas pero desde la sinceridad y poniendo las cartas sobre la mesa. Más de uno os llevaréis la agradable sorpresa de que tu esposa lo mismo tiene más ganas que tú. Eso sí, no seas tarugo, hazlo con tacto, con respeto y respetando su voluntad.

Incluyo como ejemplo de ese diálogo y la sorpresa que se puede llevar el potencial cornudo consentidor, el genial sketch “Sobremesa. Mari Carmen y José Luis” protagonizada por la gran actriz Silvia Rey. No os perdáis detalle, esa frase de “yo quiero quedarme con el coño tan cedido que hasta el martillo de Thor le haga eco por dentro” o “yo lo que quiero es que me descalabren el coño”. Genial, genial, genial…. Para fijar en mármol y bravo, bravo y bravo por la maravillosa interpretación de Silvia Rey, aprovecho para recomendaros su canal de YouTube, suscribiros cabrones.

Disfruta y cuando tengas ocasión pregunta a tu esposa qué es lo que quiere.



All about Mabel

Cómo pasan los años. O mejor dicho, qué bien pasan los años. Este blog cumple en 2021 su décimo aniversario. El balance en lo personal, que siempre es lo importante, es fantástico ya que he tenido oportunidad de conocer a personas maravillosas, matrimonios, esposas… que me han permitido acceder a juegos sexuales que sin las posibilidades de internet jamás hubiera tenido la oportunidad de disfrutar. En cualquier caso, en 2011 puse en marcha este blog y hoy mi agenda es más amplia y mi documentación y experiencia en estas prácticas se ha ampliado en estos años y tener cada vez más cerca el qué, el por qué, el cuándo y el cómo de las esposas abiertas y maridos cornudos consentidores. Una aventura.



Estos diez años han dado a luz 186 entradas, algunas con cifras de lectura sobresalientes para unas prácticas no muy comunes. Se han conseguido publicar cerca de 5.000 comentarios interesantes ya que otros 5.000 han sido directamente borrados y no publicados porque no aportaban calidad al blog. También se ha conseguido que cerca de 1000 personas (hombres y mujeres) sean seguidores registrados en el blog, mil gracias a ellos.
Ahora que cumplimos diez años en la red voy a revisar algunas de las entradas y colaboraciones para ponerlas en valor porque muchos de los visitantes del blog solo se quedan en las últimas publicadas y no bucean en algunas de las entradas joya que recogen testimonios, experiencias, imágenes verificadas de estos juegos.


Inicio esta nueva tarea con mi amiga Mabel. En 2012 esta guapísima chica casada me envío unas fotos suyas y me resaltaba el bellísimo y enorme pechazo que portaba. Pronto se generó complicidad entre los dos y tuve el inmenso honor de ser su confesor y…
A continuación, tenéis una retrospectiva de todas las entradas que la gran Mabel ha protagonizado en el blog y que lo han hecho más grande, como sus tetas.





Si queréis descubrir más de Mabel os recomiendo que visitéis su blog, seguro que os llevaréis unas redondas y maravillosas sorpresas. No os lo perdáis seguro que podéis hablar con ella. Aquí su enlace:












Mabel nos plantea: ¿Y cuándo la cornuda consentidora es la esposa y no el esposo?

Hace ya algún tiempo que mi amiga Mabel contacto conmigo a través del blog. Desde entonces hemos conseguido una amistad cómplice y he tenido la ocasión de ver a Mabel en acción, disfrutar de su belleza y apertura de mente, lo cuál siempre que he podido lo he compartido con vosotros, mis queridos lectores. Aprovecho también para felicitar a su marido por tener al lado a una mujer de la categoría puteril de Mabel.


Ya sabéis que me encanta publicar vuestras fotos dedicadas. Gracias Mabel por el detalle y la dedicatoria.

En ocasiones hemos intercambiado experiencias que no se han publicado por afectar a la intimidad de terceros pero que nos han servido, a ambos, para ver las variedades cornudas que puede tener el sexo.

Al igual que muchas de mis queridas lectoras, Mabel me ha regalado con alguna de sus fotos y con dedicatoria para que todos vosotros podáis valorar la belleza de esta gran mujer.


Una de nuestras últimas charlas resultó muy interesante. Mabel me planteó: “Alberto, siempre hablas en tu blog de cornudos consentidores pero te puedo asegurar que también hay esposas cornudas consentidoras y algún que otro marido al que le gustaría que su mujer fuera cornuda consentidora”. Tengo que confesaros que me corrió un escalofrío cachondo por el inicio el rabo.


Le propuse a Mabel que me enviara su testimonio para publicarla y ver desde otra perspectiva la especialidad de este blog. Aquí va el correo que me envió y alguna de las fotos que los maridos sueltos envían de sus esposas cornudas. Advierto, el contenido y las imágenes pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.

**************************

Hola querido Alberto y amig@s del blog. Soy Mabel y os quiero contar un caso especial del que poco se habla.

Voy a hablaros de las cornudas.



Hago fotos y videos exclusivos para quien me lo pide y en ellos hago y digo lo que me decís. Últimamente me están pidiendo que someta un poco a las novias y mujeres de quienes me piden los videos.

Me envían fotos de ellas y me piden bastante recurrentemente que me haga videos masturbándome junto con sus fotos comentando el placer que me da quitarles la leche de sus maridos. Me piden que me dirija a ellas “como la cornuda”.

La verdad es que me da bastante morbo, no lo voy a negar.

Os comento esta curiosidad tan morbosa porque no es algo sobre lo que no se suela leer y a los que nos gusta el morbo… nos parece un hecho curioso.

He realizado ya bastantes videos de este tipo y me parece algo morboso en la parte que respecta al menos a mi papel de corneadora virtual.

En algunos casos las mujeres son conscientes de este juego y en otros no lo son.

Os voy a dejar tres casos en los que varios amigos me cuentan cómo es su experiencia conmigo.

Os lo copio y pego textual:

Mi amigo A. comenta para el blog:

Mabel es una mujer que me ha entrado en la vida y estoy súper contento. Con ella obtengo un placer diferente al de mi mujer. Mi mujer es muy guapa y la quiero un montón, faltaría mas, pero Mabel me llega a dar y provocar mucho más que mi mujer. Es porque Mabel está más buena que ella y mira que mi mujer es muy guapa, pero su cuerpo y su manera de hacer no se parecen en nada a Mabel.

Lo siento por mi mujer pero Mabel me la pone más dura que ella, me provoca muchas pajas y sueño incluso con ella. Las tetas y el cuerpo me ponen más las de Mabel,

Mi mujer tiene 30 años pero Mabel a sus 50 años me pone la polla mucho más dura y me encanta hacerla cornuda.

Este otro es de mi amigo J.:

Hace 7 u 8 años que conozco a Mi Diosa Mabel, estoy casado.  Mabel es Mi Diosa, me lleva los orgasmos de mis pajas al límite del placer, me gusta mucho mas como mujer ella, ella es una hembra de verdad, la mujer total. Exprime mi polla cuando ella quiere. Con el tiempo he pasado a ser esclavo suyo, mi semen es siempre para ella, aunque se la meta a mi mujer pienso en Mi Diosa y me corro dentro de mi mujer pensando en Mi Diosa. No tiene comparación ninguna mi mujer con ella, mi mujer es guapa, buena persona pero sexualmente he pasado a depender de Mabel Mi Diosa.

Y mi amigo E. ha buscado una pequeña recopilación de frases que me ha escrito en alguna de nuestras conversaciones:

Empieza a ponerme más caliente estar contigo ahora que con ella si me pillara sin saber nada de nada jajajajaa Me sacas mas leche tu que ella.

Me haces decir cosas impensables desde hace un mes, es ridícula, toda ella, tu morbo la supera, tus tetas toda tu. Mi polla palpita y sueña para ti desde hace un mes.

Bufff… me ha gustado, mas polvos que le vas a quitar a la cornuda de mi mujer. Todo ha hecho un buen giro a raíz de conocerte y estoy contento.

La cornuda de mi mujer no tiene ni puta idea de cómo le crecen los cuernos, te lo aseguro.

Tus tetas me la ponen más tiesa que sus tetas, tu sabias eso?

Si, mejor. Me mola lo que hacemos tú y yo. Me pone y excita un huevo

Hoy en la comida me miraba mi mujer de 31 años y en voz muy bajita sin que ella me escuchara mientras la miraba yo murmuraba con las palabras, eres una plana y eres una cornuda.

Bueno, esto es lo que os quería contar.

Los cuernos se pueden disfrutar de muchas maneras. Incluso de manera de virtual como podéis apreciar.

Os envío un besito muy grande a todos los usuarios del blog y uno muy muy gordo a mi amigo Alberto Toro.

Gracias, Mabel. Y a vosotros mis queridos amigos, os recomiendo que visitéis el blog de Mabel: https://tetudamabel.blogspot.com/
También podéis contactar con el ella en su mail personal: tetudamadura@gmail.com






















EL VIDEO: Carla y Paolo en la playa o un largo pollón black para un cálido verano (y 2)

Faltaba el documento en vivo del momento mágico de Carla manejando la situación con Pierre y mientras Paolo, cámara en mano, como notario del momento. Disfrutar del video y de nuevo, gracias Carla Paolo por dejarnos ser testigos de este momento corno.





Para esos maridos que aún no han podido ser testigos de como sus esposas les cornean, viendo este video os podéis poner en el lugar de Paolo viendo a Carla en plena acción. Imaginaros que la del video es vuestra esposa y empezar a sentir ese torrente de sensaciones.

Aquí el enlace a la primera parte:

Carla y Paolo en la playa o un largo pollón black para un cálido verano


Agradezco a mis amigos Carla y Paolo su generosidad por compartir sus experiencias en este blog y por hacerme cómplice de sus aventuras cuckold. Valoro mucho su actitud y aptitud, son de las pocas parejas que suelen cumplir casi al límite con varios de los diferentes ritos de este juego y siempre con esa elegancia francesa que les caracteriza. Espero que vosotros, mis queridos lectores y lectoras, también valoréis su generosidad por compartir con nosotros sus experiencias y las fotos de Paolo que documentan la experiencia y acreditan la veracidad de este episodio que a continuación podéis disfrutar.

Siempre he dicho que el placer que experimenta la pareja, especialmente el marido, durante la preparación y los previos de un juego cuckold a veces no es superado ni en el momento cumbre entre la esposa y el corneador. Y es que esa complicidad entre marido y mujer o entre novio y novia a la hora de preparar un encuentro con un nuevo amigo en el papel de corneador, las charlas en los días previos, la estrategia a seguir, la ropa a elegir, el sitio donde culminar, entre otros, son algunos de los mágicos momentos cuckold.

Los que habéis experimentado esto sabéis a lo que me refiero, solo de pensar y preparar una aventura cuckold es un disfrute máximo. Conozco a parejas con muchos años en los juegos cuckold que sienten los nervios de la primera vez mientras preparan los previos de nuevos encuentros.

Es una realidad que las redes sociales y las páginas de contactos de internet son los medios más eficaces para conectar con parejas o corneadores. Una prueba de ello es este humilde blog y aprovecho para dar las gracias a esas parejas que confían en mí para buscarles y asesorarles en la búsqueda de corneadores y a la vez a esos amigos que depositan en este blog la responsabilidad de encontrarles a alguna pareja que entienda de estos juegos.



Ahora bien, antes de internet estaban los locales de intercambio, los anuncios por palabras en prensa especializada y también los lugares ad hoc que eran los puntos de ambiente para buscar y quizás encontrar. Aquellas discotecas de los años 70 y 80, ciertos parques a determinadas horas, playas especiales…

Por mi experiencia muchas playas, y no solo las nudistas, son de los lugares más propicios para conseguir un match cuckold, es decir, que haya un encuentro en la tercera fase o una conexión cómplice entre la pareja y el nuevo corneador.

Quizás las playas nudistas son los lugares habituales, podemos encontrar incluso guías turísticas en las que dan detalles de zonas, horas, etc. En España tenemos las paradisiacas Islas Canarias con enclaves maravillosos en donde se han especializado en contactos de este tipo y similares pero si rebuscáis un poco seguro que encontraréis lugares de conexión en multitud de playas españolas.

No quito el mérito a las playas nudistas pero yo soy más aficionado a las convencionales, en ellas la discreción y el juego de las miradas es el lenguaje que se debe de hablar para conectar. Me gusta este tipo de comunicación no verbal más incluso que el despelote obvio de la playa nudista y cuando un marido le abre la raja a su esposa al ver que pasa algún chavalote o chavalotes por la zona. En el fondo soy un romántico.

Bueno, me estoy extendiendo demasiado en la introducción cuando el objetivo de este contenido es contaros la experiencia que este pasado verano, mis amigos Carla y Paolo, tuvieron en una playa de Mónaco. A continuación, en primera persona, Paolo nos cuenta su experiencia al lado del mar en un largo y cálido verano del 2020. Atentos, muy atentos a lo que nos cuenta Paolo, marido de Carla.

👉

Estimado, Alberto.

Como bien sabes, mi querido amigo, los años pasan muy deprisa y cada año más es otro motivo para vivir y disfrutar al máximo. Carla y yo lo tenemos muy claro, no renunciamos a disfrutar de los maravillosos placeres de la vida incluyendo el sexo como a nosotros nos gusta.

Te voy a contar una aventura que hemos tenido el pasado verano. Carla lo disfrutó al máximo y yo pude ser testigo, cámara en mano, de esos momentos llenos de placer y morbo. A la belleza de Carla hay que añadir el marco singular de la Costa Azul francesa.

Desde hace años, Alberto, vamos a una playa cerca de Mónaco. Es un bellísimo lugar de la Costa Azul que además se caracteriza por su ambiente discreto. La belleza del paisaje, los recovecos de la playa y la discreción que reina le convierten en un lugar ideal para nuestros juegos al aire libre.

Empezamos a ir a esta playa a principios de verano. En nuestro primer día, Carla se fijó en un chico negro, ya sabes la predilección de mi esposa por los amigos de color. Desde ese momento le estuvimos observando: su altura, el poderío de su rabo, el aire pausado y educado nos llamó positivamente la atención.

Alberto, te puedo asegurar que aquella mañana disfrutamos al máximo mi esposa y yo, sentados en la playa, mientras le lanzábamos miradas al muchacho y compartíamos confidencias en cuanto a su físico y la manera de seducirle. Por circunstancias no pudimos entablar conversación con él aunque al haberse dado cuenta de nuestras miradas y sonrisas también nos lanzó alguna sonrisa cómplice. El fin de semana pasó y no volvimos a coincidir.


Al fin de semana siguiente, el sábado, vimos que aquel chico estaba también en la playa, solo, paseando y mientras lo hacía se podía observar el elegante balanceo de su cipote de grandes dimensiones aún en estado flácido. Carla me llegó a comentar que si mostraba ese tamaño sin estar en posición sería un placer verlo y disfrutarlo erecto. Mi esposa lleva ya muchas folladas con chicos de color y puedo decir que es una experta en sus rabos, ha tenido muchos en sus manos, en su coño y en su boca, solo con verlos puede hacerse una idea del calibre y a ella le gustan los grandes y negros.

Aquel muchacho prometía y no podíamos dejar pasar más tiempo. Carla puso en marcha todas sus artes de seducción: miradas, sonrisas y mi actitud cómplice facilitó el match.

Cuando nuestro nuevo amigo se dio cuenta de que estábamos interesados en conocerle, cogió su toalla y la puso frente a nosotros de manera discreta, con una sonrisa en sus labios. Carla no le quitaba ojo y nuestro amigo se puso frente a ella y abriendo sus piernas mostró el cipote a mi esposa. Yo estaba al margen, bastante tenía yo con mi cámara intentando plasmar en imágenes este mágico momento. Ellos mantenían la mirada, sonreían, Carla, elegante mostraba sin mostrar y el amigo empezaba a tocarse el rabo. El match se había producido y Carla empezó con las presentaciones, nuestro amigo demostró ser un hombre muy educado y es lógico que esperarse a que mi esposa diera el primer paso al estar yo, su marido, al lado de ella.

A Carla y a mí nos gusta primero entablar una primera conversación tranquila sin hacer referencia explícita al sexo ni a nuestros gustos, preferimos hablar del tiempo, del paisaje para ver como responde el amigo con el que hemos conectado.

Pierre, así se llama nuestro nuevo amigo, nos contó que era habitual de esta playa y que le gustaba disfrutar al aire libre de la naturaleza, el sol y las vistas bonitas, esto lo dijo mientras miraba sonriendo a mi esposa. Nos contó que era natural de Guadalupe que como sabéis es una de las islas del archipiélago de Las Antillas.

Los tres estábamos desnudos, Carla y Pierre llevaban el peso de la conversación, yo observaba con detalle a nuestro amigo para comprobar que no se encontraba violento ni inseguro con mi presencia. No hubo referencias al sexo swinger ni cuckold pero los tres, especialmente Carla ya que la conozco al máximo en estas situaciones, estábamos cachondos por la complicidad que se estaba generando y por lo que podría venir luego.

Se aproximaba el mediodía y aunque en esta playa no hay mucha gente algunos bañistas empezaban a llegar. Carla le dijo a Pierre que nos iríamos a almorzar algo y en un par de horas, después de pasar por el hotel, volveríamos a estar por esa zona y que si le parecía bien podíamos quedar para seguir la charla. Pierre no puso ninguna pega, al contrario, concretó la hora con Carla y se despidió de nosotros con una sonrisa que a nuestros ojos y sin parar en su rabo le hacía aún más atractivo.


Carla se puso algo encima y con la bolsa nos fuimos a tomar algo y a seguir la charla. Lo primero que me preguntó mi esposa es si le había hecho a Pierre alguna foto de su rabo, quería verla en detalle porque durante la conversación solo miró su entrepierna de soslayo. Respondí afirmativamente y le dije que el amigo se gastaba un buen manubrio y del tipo que a ellas le gustan, la verdad es que la predilección de Carla son los hombres negros y con buena herramienta, Pierre reunía estos atributos y además era una persona muy educada y tranquila, factores que valoramos en un bull corneador. Estuvimos charlando un buen rato sobre Pierre, nos daba buena onda y estábamos convencidos que lo podríamos pasar genial, Carla en acción y yo con la cámara inmortalizando el momento.

Volvimos al hotel, cambiamos bañadores, gorros, toallas y después de una ducha y revisar la cámara nos dirigimos a la playa. Conozco a Carla desde hace mucho tiempo y es una mujer tranquila, sabe contenerse y aunque no aparentaba los nervios por el festín que se podría a dar si comprobé cierta alegría por encontrarse en breve con Pierre.

Carla y Paolo en la playa

Llegamos a la zona en la que habíamos quedado con Pierre. “Ahí está”, dijo Carla, yo le saludé con la mano dando un paso atrás mientras veía a mi mujer dirigirse al sitio medio escondido que había elegido Pierre.

Carla dejó su toalla y la bolsa playera y se sentó al lado de nuestro nuevo amigo. Yo empecé a dar vueltas alrededor de ellos, a distancia, para no interrumpirles y para comprobar que estaba todo tranquilo. No nos importa que haya otros hombres o parejas cerca y que vean a Carla como disfruta follándose al amigo de turno, por lo general se trata de gente educada, discreta y que respetan la intimidad de los otros aunque estemos al aire libre y a la vista de todos.

Encontré varios puntos para empezar a tirar fotos. Empezaba a notar mi habitual erección de polla cuando veo a Carla zorrear con otros, especialmente en los inicios, ese juego de seducción es maravilloso y me encanta captarlo en imagen.


No les oía hablar aunque si notaba a Carla que le daba algunas instrucciones a Pierre. Cualquier marido que como yo disfruta viendo a su mujer en brazos de otros comprenderá el placer que sentía en esos momentos al ver como ellos, a lo suyo, cruzaban sus miradas en pleno juego de seducción y con las correspondientes caricias preliminares.

Carla ya se había centrado en la pieza principal de su presa, la que más le interesa, el cipote negro. Yo ya no contaba para ella, quizás un poco para Pierre que de vez en cuando me dirigía la mirada y buscaba mi aprobación. Como consentidor siempre valoro este gesto de caballero del corneador. El muchacho ya empezaba a despuntar, nunca mejor dicho, su potente y bonito rabo miraba hacia el bello cielo mediterráneo.

Pierre se levantó y Carla empezó a calibrar su cipote. Pierre como el gallo alfa del corral se mostraba recto ante ella, creía que dominaba la situación sin saber que era Carla la que marcaba el camino a lo que iba a suceder. Mi esposa, con la elegancia que siempre le caracteriza, miró de nuevo a los ojos de Pierre y con discreción tomó en su mano aquel cipote negro en su parte media. Ya tenía en su mano el rabo y tenía también en sus manos a nuestro nuevo amigo. Yo seguía tomando fotos y veía en Pierre una sonrisa especial que ya conozco y que he visto en todos los amigos de color que mi esposa se ha tirado, todos sonríen al ver a una señora casada, elegante, guapa y con estilo como la gacela que el león va a apresar, no saben que la presa son ellos y que a Carla le gusta calibrar y explorar el cipote que será su nuevo trofeo de caza mayor.


En aquel momento una pareja pasó delante de ellos, el chico fijó la mirada en el pollón de Pierre y la chica le conminó a que no mirara mientras aceleraban el paso, eso se llama respeto aunque a Carla y a Pierre no les importaba los más mínimo. A veces pienso que Carla se pone más puta si tiene espectadores delante. Una de nuestras fantasías es que en algún polvo playero se una al guateque algún otro extraño pero ya sabéis tienes que ser negro y asegurar un buen calibre de rabo, la jefa manda, ja ja ja ja.

La complicidad entre mi esposa y su nuevo amigo crecía por momentos. Carla tomaba la iniciativa y como si fueran novios ella se arrimó y mientras hablaba con Pierre tenía en su mano el cipote, le descapullaba, observaba su glande, apretaba el troncho para ver que su apertura estuviera libre, en algún momento le llegó a oler el rabo… Carla es una experta en comprobar el estado de las pollas que se va a llevar a la boca y no se traga cualquier cosa.

Una vez examinada la polla de Pierre, Carla no pudo esperar más y se lanzó a comerla. Me encanta ver a mi esposa como maneja la situación, se olvida de mi presencia y se da en cuerpo y alma al amigo de turno. Yo por el contrario estoy más excitado que ellos y procuro que mi cámara no deje pasar por alto ningún detalle.


Pierre se entregó como una blancanieves de cuento a su príncipe, en este caso, princesa Carla. Se dejó hacer, disfrutaba y Carla de manera activa desplegó todas sus artes puteriles. No se separó de Pierre, no soltó el rabo de su mano, se restregó, le pasó sus pezones… el sol, el mar, la playa, son el marco perfecto para disfrutar del sexo en una tarde de verano. Pierre acariciaba con su larga mano el culo elegante y señorial de Carla, ese detalle no lo pasé por alto y mi cámara y yo lo inmortalizamos.





Llegaba ese momento mágico que tantas veces he presenciado en esas situaciones. Paran un momento y charlan, me parece oír a Carla, creo que le propone a Pierre buscar una sitio más discreto. Ya imagino lo que se avecina: el enrabe. Seguro que Carla tiene su coño chorreando, se ha puesto cachonda con el magreo y comiéndole el rabo a Pierre y quiere que su amigo remate. Veo que se levantan, les sigo a distancia sin molestar.


Están tranquilos, buscan el sitio idóneo, tampoco les importa que algún despistado les vea. Carla se pone a cuatro, no se quita el gorro, hay que proteger la cabeza del sol, se abre y le deja a Pierre que siga. Le mete su cipote negro que no se empalma del todo por su notable longitud y empieza el tiki taka. Aseguro la postura, apunto con el visor y foto tras foto veo mi esposa y su amigo disfrutando del sexo playero, al aire libre. Me mantengo a una prudente distancia pero por el gesto de Carla noto que Pierre ha lefado y en cantidad a mi esposa. Conozco ese gesto discreto de mi esposa en ese momento, una mezcla de placer y enfado por terminar el festín.


En esta ocasión no hubo besos, suele pasar. Pierre se levantó, un poco aturdido, aún le chorreaba algún goterón de leche en su capullo. Carla sacó de su bolsa una toallita húmeda y se limpió. Yo seguía haciendo fotos pero sabía que ese era el momento de aparecer en escena. Lo primero que hice fue besar a Carla, ella no habló pero con su sonrisa entendí que todo había ido bien. Miraba a Pierre, es curioso la forma en que reaccionan los corneadores en ese momento, algunos optan por no parar de hablar, otros en silencio están deseando desaparecer, los más expertos mantienen el tempo de la seducción. La actuación de Piere fue una mezcla de todo pero siempre con una educación exquisita.

Carla dijo que quería ir al hotel. Dio un beso a Pierre y le comentó que nos volveríamos a ver, siempre que él quisiera, por supuesto respondió afirmativamente. De camino al hotel Carla me fue dando detalles del polvo, después me seguiría contando en el hotel cuando sería el momento de la segunda vuelta, la mía, pero eso ya es otra historia.

======*******======

Seguro que recordáis de anteriores entradas de esta pareja que llevan un cuaderno con el registro de sus encuentros, lo que daríamos por ver las anotaciones. Alguna de ellas, sí buscáis por las entradas del blog, las podéis encontrar.

Para terminar y por seguir en mi línea, explico el titular elegido: Carla y Paolo en la playa o un largo pollón black para un cálido verano.

He tuneado dos títulos de películas: “Pauline en la playa”, una película francesa de 1983 del maestro Éric Rohmer. Marion está con su joven prima Pauline. Marion se encuentra allí con un antiguo amor, Pierre, que aún la quiere y… os recomiendo que veáis la peli.


Y la otra parte del titular hace referencia a la peli “Un largo y cálido verano”, protagonizada por Paul Newman y Joanne Woordward, un lío de amores, incendios pero también hago mención a la canción de 1983 de Style Council, compuesta por Paul Weller y publicada en el mini-LP “Introducing The Style Council”. Weller acababa de romper The Jam y empezaba un nuevo registro, de hecho el video llamó la atención porque algunos vieron cierto contenido gay. Sacar vuestras propias conclusiones.

Me gustaba Style Council, Eric Rohmer y me gusta Carla en la playa en su largo y cálido verano.












("UA-21720468-1")