El 22 de abril es el cumpleaños de mi esposa y ese día quiere iniciarme como su cornudo consentidor

A primeros de año, un lector del blog me envió el siguiente mensaje:

Señor Alberto Toro, le felicito por su excelente blog. Soy seguidor de usted y de los consejos de su blog. Me incluyo en ese grupo de hombres a los que nos excita que nuestras esposas tengan un amante con consentimiento. Desde hace tres años le pido a mi esposa, casi rogándole, que me haga cornudo. Hace unos días, por fin, me dio el sí pero con condiciones.

Estas son: yo sería el encargado de encontrar al amante, debería de hacer un grupo con los seleccionados seleccionados y que sería ella la que eligiera al candidato. Yo tendría que ser el encargado de hablar con el seleccionado y explicarle la situación, ya sabes, nuestros deseos, lo que nos gustaría hacer, etc.

Oír de ella estas palabras me llenó de felicidad, pero… me puso otra condición: ella quiere estar sola en los primeros encuentros con el amante y quizás, si es que hay confianza entre ellos, en un futuro puede que me deje estar delante de ellos.

Sr. Toro, aquí le pido su consejo, ¿usted cree que es buena idea que le deje sola con el macho elegido? Me surgen dudas, la principal es mi temor a que mi esposa se pueda encariñar.

El 22 de abril es su cumpleaños y ese día me quiere iniciar como su cornudo consentidor. Le pido que me dé su consejo, se lo agradecería mucho, sr. Toro. Le escribo desde TX, espero su contestación.

Qué te parece el modelo elegido para su primer encuentro

Cuando tuve disponibilidad de agenda y después de leer detenidamente el caso de este amigo, aspirante a cornudo, le contesté.

Antonio, cuanto me alegra saber que tu objetivo -ser un pedazo de cornudo consentidor- lo puedes conseguir. Ahora debes valorar que estás a punto de lograrlo, como dices, han sido tres años de súplicas y cuando vas a saborear las mieles de la fantasía llevada a la práctica debes ser generoso y debes seguir, punto por punto, las indicaciones de tu esposa.

Y cuando digo generosidad, me refiero a esa generosidad cornuda, en la que el marido antepone sus deseos sexuales a los de su mujer, aunque sean caprichos dolorosos.

Sigue las indicaciones de tu esposa y si te dice que al principio debes quedarte fuera, pues te quedas fuera y así con todas sus peticiones y deseos. Ya verás como disfrutas también cuando llegue ese día aunque no estés delante de ellos, la verás como se arregla para su amante y ese brillo maravilloso en sus ojos que adelanta las humedades del encuentro.

Deja que ella pruebe, no toques su libertad. Seguro que si encuentra placer en este juego, su lógica evolución es que tú puedas estar presente en algunas ocasiones y que incluso te pidan el favor de que actúes como marido mamporrero o como marido pilonero.

Ya me contarás.


No tardó en llegar la respuesta de Antonio.

Alberto, muchas gracias por contestarme y por tus consejos. Seguiré al pie de la letra tus indicaciones. Lo que más deseo es que ella me haga cornudo consentidor. Intentaré complacerla en todo lo que me pida para que mis cuernos crezcan.

Sería un orgullo para mí que publicaras mi historia cuando tú consideres. Te enviaré las fotos de mi esposa de como irá arreglada para su primer encuentro con el macho y de mi primera y tan esperada puesta de cuernos. Estoy deseando que llegue el día.



Este fue el último correo que recibí de Antonio. No se me olvidaba que en abril era el cumpleaños de su querida esposa y hace unos días volví a tener noticias.

Buenos días Alberto. No sé si recordarás… Soy Antonio, hace unas semanas te escribí para contarte que mi esposa me iba a hacer cornudo, algo que deseaba desde hace bastante tiempo. Será a finales de abril, fecha de su cumpleaños. Pronto se entregará a su amante.

Como prometí te mando una foto que hicimos el otro día con el modelito que va a llevar a su cita. Yo estoy más ilusionado que ella, aunque noto que está disfrutando del morbo de la situación y no veas Alberto, como pasa el tiempo mirando que ropa o que tanguita se va a poner para impresionar al muchacho que ha elegido.

Espero que pueda enviarte fotos de su primer encuentro y contarte lo que he sentido. Ya sabes que en el primer encuentro con su amante, mi esposa quiere estar a solas y que si todo marcha bien, cuando ya tenga más confianza con el chico y se sienta más segura, me ha prometido que me dejara estar con ellos y que podré disfrutar viendo como la hace gozar su corneador.

Yo quiero que tenga un corneador de planta. Alguien de confianza que pueda confiar en él y que mi esposa tenga fácil acceso y cojan cuando quieran. Por cierto, tú crees que es mejor un corneador de planta o ir probando hasta dar con el idóneo.

Alberto, estoy muy agradecido a tus consejos. Te envío también otras dos fotos íntimas para que veas la belleza interior de mi esposa. Estamos en contacto.


Siempre me alegra recibir las respuestas de agradecimiento cuando mis consejos les funcionan. Insistí a Antonio en que su esposa, antes, durante y después, era la que debía marcar el camino y que él, como marido cornudo consentidor, debía apoyarla y disfrutar de toda la experiencia. También le aconsejé, por su tipología de cornudo, que lo ideal era que encontrarán un buen corneador y que no le dejaran escapar, que fuera de planta y casi como de la familia porque si no su esposa no tendría nunca esa confianza y seguridad necesaria para que Antonio pudiera participar de una manera más activa durante los encuentros esposa-corneador.

Espero que pronto recibamos noticias de esta pareja y nos cuenten como les fue.

Por último, les subrayo cuatro consejos que le he dado a Antonio y que pueden ser utilidad para otros aspirantes a cornudos en su misma situación.

1.- Dejar libertad máxima a la esposa, ella es la que debe decidir si da o no el paso.

2.- Si la esposa quiera estar a solas con su corneador, solo te toca comprenderlo y apoyarla en su decisión. Ten en cuenta que ella puede preferir estar a solas con su amante para ser ella misma y no tener la presión del cornudo presente.

3.- Eso sí, el cornudo debe hacer una discreta vigilancia para saber que el corneador es de fiar.

4.- Sobre el temor a que la esposa se encariñe con el corneador. Pues no pasa nada si así ocurre y vuelvo a lo de antes, el cornudo debe apoyarla en sus decisiones y entender que en esa situación, ese tipo de celos pueden ser placenteros.



Somos pareja de hotwife y cornudo sumiso de Valencia (España) y estamos buscando a un corneador negro que supere los 21 centímetros

Hace unos días una pareja de Valencia se puso en contacto conmigo. Ella es una hotwife con experiencia y el marido, un cornudo sumiso convencido de ello. Me pedían ayuda para encontrar a un macho corneador pero de verdad, no de boquilla. No siempre accedo a este tipo de peticiones y menos a publicarlas en el blog, solo lo hago cuando compruebo que la intención es veraz y que la pareja (los dos, están por la labor y tienen claro lo que quieren) Este es un caso así, no me gusta hacer perder el tiempo ni a las parejas ni a los corneadores que generosamente se ofrecen a echar una mano.
Últimamente estoy recibiendo algunas peticiones de parejas como esta y muchas de amigos que son o quieren ser corneadores. Por eso estoy pensando en incluir un apéndice dentro del blog para publicar este tipo de avisos e intenciones de contactos. Ya os iré informando.


De momento, os dejo el testimonio de Raúl, el cornudo sumiso de Valencia que busca un macho corneador de verdad para su esposa. Espero que pueda ayudarles a encontrar lo que buscan. Los interesados, enviar correo con vuestra presentación a la dirección del blog, corneador.toro@gmail.com


Hola Alberto.

Gracias por dedicarnos tu tiempo y felicidades por el blog del que somos seguidores habituales.

Vivimos en Valencia, somos matrimonio. Mi esposa tiene 49 años, yo 52.

Como sabes, mi esposa es rubia, pelo largo rizado, ojos azules, mide 1,65, 63 kilos, cuerpo cuidado de gym, unas tetitas pequeñas pero muy bien puestas, casi nunca usa sujetador. Qué más te puedo decir, pues que no le faltan pretendientes, con esto te puedes hacer una idea de las intenciones que despierta en los hombres.



Desde hace dos años estamos en los juegos cuckold. Dos años que hemos disfrutado y que han servido para que mi esposa se convierta en una auténtica hotwife y yo en un cornudo consentidor “feliz” cada vez más sumiso y obedeciendo a todo lo que pide mi esposa y el corneador de turno. No hay ninguna queja por mi parte, disfruto plenamente de estos juegos y situaciones, soy un cornudo servicial.

Hasta ahora nuestras experiencias sexuales son en locales liberales. Ya nos conocen bien en alguno de ellos. Ella se suelta y disfruta de todo macho que le guste, yo me dedico completamente a ella, para lo que necesite (voy a por las copas, pongo el condón al corneador, hago de mamporrero, limpio lefa…) como buen marido cornudo y sumiso.

Hasta la fecha yo siempre he estado presente cuando mi mujer me cornea pero últimamente me subraya que no descarta la posibilidad de estar a solas con el amante-follador de turno y que yo quede fuera. De momento me ha dicho que esté tranquilo, esto solo ocurrirá cuando el macho le guste especialmente y quiera una intimidad especial.

El problema, como ya hemos comentado, es que muchos chavales que van de corneadores son unos bocas. Mucho postureo pero a la hora de la verdad, nada. Dicen que son empotradores y luego cuando una mujer como mi esposa, está cachonda y les pide marcha se acojonan o se vienen enseguida. No encontramos tíos que merezcan la pena.



Nos gustaría Alberto que nos hicieras el favor, a través de tu blog, de encontrar a algún tipo que esté a la altura para cubrir las necesidades de mi mujer. Este ha sido el motivo por el cual me puse en contacto contigo.

El tipo de hombre que le pone a mi esposa debe tener entre 30 y 45 años, guapete, buen cuerpo y sí es posible que supere los 21 cm de rabo, que lo sepa manejar. A favor de este hombre estaría que llevara algún tatuaje, le ponen cachonda los tíos que los llevan. Y eso sí, tienen preferencia los negros, son su debilidad, la vuelven loca. No veas el cante cuando alguna vez paseamos por Valencia, ella y yo, con algún chaval de color, algún entendido en la materia me mira con una sonrisa irónica sabiendo lo que va a venir a continuación.



Aprovechando la tribuna de tu blog hago este aviso para todos aquellos hombres que cumplen con estos requisito y que están dispuestos a venir a Valencia para que se ponga en contacto con nosotros a través tuyo. Os aseguro que mi esposa es espectacular en todos los sentidos y le vuelven loca los machos de verdad.

Alberto, espero que pronto puedas venir otra vez por Valencia. Nos gustaría, tanto a mi mujer como a mí, invitarte a una paella. Muchas gracias por tu atención.

Raúl.


Los interesados, enviar correo con vuestra presentación a la dirección del blog, corneador.toro@gmail.com










Día de los Enamorados: La contradicción sexual de una esposa puede ser una humillación maravillosa para un marido cornudo

El 14 de febrero es ya una tradición en el blog. Me refiero a publicar en fechas próximas al Día de San Valentín, también conocido por el marquetiniano nombre de “Día de los Enamorados”, una entrada sobre este acontecimiento comercial relacionada con los juegos de pareja cornos o cuckold.
No voy hacer referencia a esas parejas que le ponen un poco de picante a ese Día y en lugar de hacerse una nueva declaración de amor e intercambiar regalos materiales, prefieren dar rienda suelta a sus deseos sexuales más ocultos y llevan a la práctica alguno de ellos con la excusa de San Valentín.
Por cierto, tengo información de algunas prácticas de parejas que casi todo el año llevan una vida sexual convencional que aprovechan estos días para sorprenderse a ellos mismos, realizar algo que solo queda entre ellos y que podría escandalizar al lector o lectora más experimentado de este humilde blog. Pero ya hablaré de ello algún día siempre y cuando me lo permitan sus protagonistas. 
Hoy me voy a referir a la generosidad que debe ser una constante en las parejas y matrimonios bien avenidos. Y cuando me refiero a generosidad lo hago al grado máximo y que debería ocupar un lugar protagonista en estos días de y para los enamorados. ¿Hay acto más generoso de un marido o novio que animar a su esposa a tener sexo con terceros y que esto suponga una complicidad y unión mayor en la pareja? Pues lo habrá, seguramente, pero este acto de un marido cornudo que anima a que su esposa se folle a otro tipo es uno de los más generosos y si no que se lo pregunten a alguna lectora de este blog. 
Y bien, si consideramos ese acto del marido como algo generoso fruto de su amor y que quiere lo mejor para ella, sería conveniente que la esposa, en otro acto de generosidad, no le pusiera pegas a la hora de responder al marido para llevarlo a la práctica. 
No me enrollo. La esposa debe entender que si el marido le propone un trío sexual con otro hombre o algo más fuerte como una práctica corna, ella debe ser generosa y darle una respuesta afirmativa en igual medida que la actitud del marido aunque al principio cueste entenderlo. Si eligen un buen corneador ella lo pasará genial y el marido quedará satisfecho.



Para esta entrada he elegido varias imágenes, las he bajado de una página web de imágenes porno amateur. En la imagen anterior vemos a la izquierda a un marido, fuera del lecho conyugal, observando al corneador retirándose después de darlo todo, y nunca mejor dicho, y la esposa se queda paralizada por el placer y el lógico cansancio tras el esfuerzo. Estoy convencido que el marido, después de ese instante, se apresuró a abrazar a su esposa y a la vez reconocer al corneador su actuación mostrándole su sincero agradecimiento por lo bien que se ha empleado con su chica.
Por cierto, es increíble el poderío de este orondo negro después de llevar al clímax a la blanquita esposa. Qué pena que no se pueda ver la cara del cornudo. 
Me tenéis que reconocer que esta imagen vale más que mil palabras para ilustrar un juego cuckold.
Concluyo con otra reflexión, para un cornudo consentidor y sumiso es más fácil llegar al clímax en este tipo de juegos si el corneador además de ser un hombre de carácter y sabiendo estar, es la antítesis de él. Es decir, si el marido es flaco que el corneador sea un gordo potente (como el de la foto) sí es rubio que el amigo sea moreno, y si es joven que el corneador sea un madurito experimentado. 
Algún cornudo me ha confesado el inmenso placer que le ha supuesto ver como otro tío, peor que él en muchos aspectos incluso físicos, se ha tirado a su esposa en su presencia y ha comprobado como su esposa disfrutaba de lo lindo. La contradicción sexual de una esposa puede ser una humillación maravillosa para un marido cornudo. 
Para finalizar incluyo otro par de fotos, también descargadas de la citada página, con una práctica que estuvo muy de moda y ahora que vivimos el imperio del selfie es muy común entre parejas ardientes.


Qué feliz puedes hacer a tu marido cornudo si le envías en estos días una foto como las dos que van a continuación y le das la sorpresa mostrando triangulito abierto con el siguiente mensaje: 

“Hoy es el Día de los Enamorados, mi amor, y te envío esta foto para ti pero para que también se la envíes a ese amigo del que me has hablado y con el que te apetece que hagamos un trío. Ya me dirás que opina tu amigo. Por cierto, si me gusta mucho quiero que al principio nos dejes a solas para que vayamos cogiendo confianza. Seguro que no te importa, cabrón.”


("UA-21720468-1")