Pepe Corno, marido de Lulu: “el corneador entendió mi acto y sacó su verga de mi esposa y la introdujo en mi boca mientras mi señora me acariciaba la cabeza”

Querido Alberto, quiero compartir en tu prestigioso blog una de las últimas travesuras de mi señora esposa, esta vez con su actual pero no muy recurrente amante, el mencionado caballero es su odontólogo, dieciséis años menor que mi esposa, recién casado y apropiadamente dotado.




Lo ocurrido se dio hace poco en un viernes que mi esposa me pidió llevara a nuestras hijas al día siguiente, es decir el sábado, a una reunión en casa de una amiga de ellas, lo cual accedí. Salí alrededor de las 09:00 a.m., camino a la reunión de las niñas, me demoré algo más de una hora entre ir y regresar, al llegar a casa encontré un auto conocido frente a nuestra casa y me preparé con mi teléfono para filmar lo que me iba a encontrar luego de atravesar la puerta de mi propia casa.




Al entrar noté un silencio interrumpido con el caminar de mi perro y su inquietud por subir a nuestro dormitorio, debo suponer por el olor a sexo que desprendían quienes se encontraban en nuestra alcoba.




Al subir y abrir la puerta de mi dormitorio encontré la más sexy imagen que podría un cornudo como yo disfrutar y es el ver a mi esposa vestida con una sexy babydol (enaguas, pieza de lencería, nota de Alberto Toro) cabalgando sobre la verga de su amante de turno que estaba desnudo totalmente sobre nuestra propia cama matrimonial, deshonrando nuestro lecho con tan morbosa y cornuda escena.



Como buen cornudo, evité en lo posible interrumpirlos es más ni los saludé, dejé que dieran rienda suelta a su lujuria y pasión, mientras penetraba a mi mujer sin preservativo y justo en aquel momento que entré a nuestro dormitorio ella se desnudó completamente y él seguía fogosamente penetrándola.


Como comprenderás simplemente me dediqué a disfrutar de la maravillosa película porno que me ofrecían en vivo y en directo y cuya protagonista no era ni más ni menos que mi esposa y el set donde se desarrollaba era nuestro propia cama donde hemos compartido nuestros quince años de casados.


Pepe Corno sopesa los huevos del amigo corneador después del mamporreo corno.


Trágatelo todo cachudo
Supe que el caballero en mención había llegado apenas salí de casa, mi querida esposa lo había recibido con esa sexy ropa negra de encajes, debo confesarte esta vez que tuve tal excitación que me provocó ganas de lubricar a mi señora mientras el corneador la penetraba y al lubricar me refiero hacerlo con mi propia boca. Fue algo delicioso sentir los fluidos de ambos atraídos por mi lengua y mezclados en el paladar, el corneador entendió mi acto y seguidamente sacó su verga de mi esposa y me la introdujo en mi boca, mientras excitada mi señora me acariciaba la cabeza y empujaba para que “trague” tan delicioso miembro de su amante mientras me decía “trágatelo todo cachudo”, “esto hago cuando no estás en casa”.Seguidamente me confesaba que no era la primera vez que se la comían en nuestra casa algo que me causaba más morbo pero sobre todo orgullo de llevar en alto mis cachos. Luego de un rato me apartaron para seguir culeando si no lo hacían yo hubiera seguido prendido en la verga de su corneador.


Qué se vea el as de picas¡

Mientras seguían culeando me acercaba a sobar los testículos de su amante tal y como lo demuestran las fotos y video que te adjunto al presente. Antes de terminar ellos me llamaron para que acercara mi boca a los pechos de mi amada esposa ya que la intención de su dentista era eyacular en ellos y en mi cara, algo que accedí sin siquiera pensarlo, al rato sentí un chorro directo a mi cara y empecé a lamer los pechos bañados en semen de mi querida esposa.



Luego de esta fabulosa jornada, los dejé descansar en nuestra cama y fui a comprar unas bebidas y cervezas para atender al corneador que gentilmente se había comido a mi señora.



Ellos se quedaron dormidos un poco y fui a otro dormitorio a esperar a que ellos necesiten de mi asistencia, pero al cabo de unos 40 minutos volví a escuchar gemidos y corrí para entrar al dormitorio pero mi esposa de manera tajante me dijo “esta vez no amor, déjanos culear tranquilos” cosa que hice y simplemente esperé a que bajaran al comedor y atender a su dentista amante antes de que se despidieran con un fuerte y lengudo beso. Yo solo me limité en agradecerle por haberse culeado a mi señora.


Espero tus comentarios querido Alberto y estoy abierto a que tus dilectos seguidores me escriban con sus comentarios y opiniones tanto a tu Blog como en mi perfil de Twitter.
@PepeCorno

Fuertes saludos. Pepecorno

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Alberto Toro responde

Mi querido amigo, en primer lugar: Felicidades. Tu confesión y el documento gráfico certifica que Lulu ya te permite participar de una manera más activa en sus juegos cornos. Ya nos contarás con más detalle, el momento en el que al entrar en casa, alertado por el perro, deduces que Lulu está en plena faena. La verdad es que al dentista se le ve como en su propia casa y con su propia mujer, aunque sea tu esposa. Felicidades también por bajar al pilón, aunque en este caso no hizo falta que ordenaran ya que cuando ya la tienes dentro del morro es cuando Lulu te dice que tragues (detalle importante)

También quiero agradeceros el documento gráfico que nos permite ver la belleza y soltura de Lulu y la señal inequívoca: el as de picas que tanto signifcado trasmite en este tipo de juegos de pareja. Gracias.










Qué hinchadito, prueba del grado de excitación de Lulu en esos románticos momentos junto a su amante, en el lecho marital.




Aprovecho para adelantaros una primicia. Por fin, vamos a disponer de la entrevista que teniamos pendiente con Lulu. Seguro que será del máximo interés para todos los seguidores de esta gran pareja y de este humilde blog.

El descanso de la guerrera.

Y ahora, el video del momento. Gracias Lulu, Gracias Pepe Corno y gracias también al dentista se le ve muy en su papel y sin su participación esta fantasía no hubiera sido realidad. Y luego, todos vosotros, cabrones, a comentar.







“A mí me gustan mayores, que no me quepa en la boca”

Es algo más que una moda o una tendencia. El hecho de que las parejas incluyan entre sus fantasías las prácticas cornudas “consentidas” es una realidad, sin paliativos. Que para muchas parejas la presencia real o irreal de un tercero es uno de los recursos más habituales, es prueba de ello. Y las estadísticas, los comentarios, las canciones, los contenidos velados o no en películas, series de televisión, entre otras razones, así lo demuestra.


Seguro que muchos de vosotros conocéis el tema: “mayores”. Lo canta Becky G: cantante, compositora, rapera, actriz y modelo estadounidense con ascendencia mexicana (y como siempre digo, VIVA MÉXICO) Es probable que el tema hubiera pasado desapercibido para la mayoría de los mortales aunque la niña lo canta e interpreta a la perfección y su letra puede escandalizar a más de un sepulcro blanqueado. Sin embargo, la crítica o la prohibición de la canción en algunas televisiones han servido de amplificador para que todos sepamos de “mayores”.

Pero amigos como podréis confirmar cuando veais el video, aparece un tercero y el novio o esposo, aunque lo rechace en un principio, termina aceptando el hecho, lo consiente e incluso espere a su chica abajo, en el coche, después de una sesión con un tercero, el amigo mayor y caballero.

Seguro que muchos de vosotros habéis disfrutado de la experiencia de quedar con el matrimonio en el bar de abajo. Después de saludar al marido, la esposa y tú, os habéis subido al apartamento. Habeis echado un rato y al terminar ella ha llamado al marido para decirle que había finalizado y que fuera a recogerla. Colofón ideal para un encuentro cornudo.

Y lo que siempre digo, el marido o el novio cornudo pueden ser unos tipos sobresalientes en todos los sentidos y el amigo corneador estar por debajo del marido o incluso ser mayor o madurito. Es quizás ahí, cuando el cornudo puede sentir un placer especial, ver como su esposa prefiere guarrear con un tipo peor que él. Por cierto, esta táctica bien planteada por la esposa o novia puede poner en su sitio a algún maridito egocéntrico.

Ahora el video: “A mí me gustan mayores” (Cierto, Becky, suelen tener más experiencia y son más caballeros) “Que no me quepan en la boca”, cierto también y es que los mayores suelen tener con la edad un cipote más consistente, con los años todo se hace más grande.

Todos, especialmente los mayores, estamos ya enamorados de Becky G. Aunque te quedes con nuestra cartera.



Alberto: "Yo sería feliz viendo como mi esposa disfruta y encontrando a un amigo cómplice que le supiera dar lo que yo ya no puedo y me encantaría comerme el rabo del tío y probar la leche de semental"

Hola Alberto.

Soy un hombre de cuarenta y un años, mi nombre es XXXXX. Desde hace veinte años tengo una relación con una mujer de igual edad que la mía. Estamos casados y hemos formado una familia.

Desde la primera vez que tuvimos sexo siempre me ha excitado la idea de ver como folla con otro tio. La idea de ver como otro hombre la hace disfrutar me pone cachondo. Pero Alberto, nunca he tenido el valor de decírselo abiertamente, de plantearle la idea y llevarla a cabo.

Mi esposa, a pesar de dos embarazos, está de muy buen ver. Observo y disfruto en silencio como otros hombres la miran cuando pasa. Tiene un par de tetas de escándalo, un cuerpo redondeado y una cara preciosa. Me encantan esos momentos cuando algún hombre para su mirada en mi esposa sin importarle que esté yo delante.



A mi esposa le encanta follar. En estos veinte años de relación no ha perdido sus ganas de sexo en ningún momento. Es multiorgásmica, cuando le llega el primer orgasmo su cuerpo es una catarata. Es capaz de estar corriéndose durante horas. Estoy convencido, viendo como disfruta del sexo conmigo, que con otros hombres lo disfrutaría más y mejor.

Te explico lo anterior. A pesar de su afición por el folleteo y de mostrarse siempre dispuesta, desde hace ya algunos años a penas lo hacemos. Tres o cuatro veces al mes, como mucho, pero no es su culpa, yo soy responsable de que nuestra vida sexual se esté apagando.

Alberto, para mi es una presión enorme intentar satisfacerla. Como te he dicho antes, mi esposa es capaz de estar recibiendo mambo durante horas, es incansable, y yo sé que no puedo, no estoy a su altura. Ella, que es un cielo, me dice que no me obsesione que está plenamente satisfecha en la cama. Yo sé que no es verdad.

En los últimos años cada vez recurro menos a la penetración aunque a ella le gusta que me corra bien dentro. Alberto, a veces ni me empalmo, mi sexo con ella no pasa de comerle el chocho durante todo el tiempo que puedo y mis manos que son las que han sustituido a mi polla.

Esto me jode, porque ella es una mujer en plenitud sexual y soy consciente de los placeres que se está perdiendo, placeres que yo no puedo darle. Yo prefiero hacerme pajas. Además, mi polla ahora es pollita, cada vez la veo más pequeña.

Nuestra vida en pareja, a parte del sexo, es fantástica. Soy plenamente feliz con ella a mi lado y con la familia que hemos formado pero nuestra vida sexual no es buena.

Quiero a mi mujer, Alberto, y sé lo que ella disfrutaría con un buen macho que tuviera una gran polla, no como la mía. Me gustaría verla gemir de placer cuando un verdadero hombre la haga sentir el placer, sin miedos. Ella es aún muy joven y quiero la desahoguen en el sexo, no quiero que ella se lo pierda.



Yo sería feliz viendo como disfruta y encontrando a un amigo cómplice que la supiera dar lo que yo ya no puedo y me encantaría comerme el rabo del tío y probar la leche de semental. Sería feliz si me quitara de encima la presión de dejarla satisfecha en el sexo.

Estoy convencido que si lo llevaramos a cabo nuestra vida sexual volvería a recuperar la vitalidad que hemos perdido y también contribuiría a mejorar una relación de pareja que ahora es fantástica.

Pero Alberto, a ver como se lo explico a mi mujer. Ahí está la clave, no sé si sería capaz.

No quiero aburrirte demasiado, un abrazo y felicidades por tu blog que tanto nos ayuda los que aspiramos ser cornudos consentidores.

XXXXX

PD
Ya sé que no es una gran foto, pero creo que para que te hagas una idea de cómo es mi señora, te mando una imagen recortada. Es evidente que lo he hecho sin que ella sepa nada. Pero creo que te lo debo.

Un saludo.




Amigo Peter.

Gracias por tu correo y por tu confianza en mis consejos. Hago lo que puedo con este blog y aunque no todos los consiguen, siempre hay maridos que logran llevar a cabo la fantasía para placer de ellos pero sobre todo de sus esposas.

Por lo que hemos hablado no creo que te cueste mucho convencerla. Y me apoyo en el siguiente razonamiento:

Vuestra vida en pareja es sólida como se ha demostrado con los años. Habéis tenido una complicidad sexual que por tu culpa se ha ido perdiendo. Tu mujer sabe disfrutar del sexo, le gusta.

Bien amigo, debes aprovechar esa confianza con tu mujer para hablar del sexo sin tapujos. Plantearle tus limitaciones y tu amor hacia a ella. La quieres y quieres que ella no se pierda el sexo a partir de los cuarenta porque tú no puedes dárselo.

Habla con ella, pero ya. Estoy convencido que si se lo planteas de manera sincera y le aseguras que esto va a reforzar vuestra relación, nunca lo contrario, darás un gran paso hacia tu objetivo. Con paciencia ella te dirá el "sí quiero que lo hagamos".

Quizás, debería esperar a plantearle tu afán de comer el rabo del corneador y tragar su leche. Al menos en una primera fase, luego según vaya evolucionando seguro que ella misma te dará de comer rabo y si no se lo pides que seguro accede a ello. Ya sabes que a veces el primer paso es el más difícil, los siguientes no lo son tanto.

Peter, no esperes más, proponlo ya. Eso sí, con tacto, precaución y sinceridad. Cuando se lo propongas y empecéis con el juego de buscar un amigo ya verás como despiertas en ella una curiosidad que os hará más cómplices.

Ahora, entre tú y yo, viendo a tu mujer, estoy seguro que para cualquier corneador será un placer estar con ella. Menudo pibón. Para mí será un placer enrabarla bien dentro, como dices que le gusta. Y ya sabes que puedes contar conmigo para seguir el proceso y para encontrar a un amigo que encaje en vuestras necesidades y estilo.

Gracias por tus felicitaciones, el blog es tuyo y de todos los cornudos como tú. Espero que consigamos que tu esposa se suelte y ocupes el papel que te ha tocado con el paso del tiempo.

Ya me dirás.

Alberto Toro



Nota de Alberto Toro.

Las fotos de la esposa no se han podido publicar. Aunque esta experiencia se publica sin foto, os aseguro que ha pasado los filtros y comprobaciones necesarias para su inclusión en el blog.

Con permiso, he recurrido a algunos de los enigmáticos desnudos del genial fotógrafo Irving Penn para ilustrar la entrada. Penn fue unos de los mejores fotógrafos de Vogue. Su talento plasmó como pocos la belleza de las modelos que aparecían en la revista pero en la intimidad también supo plasmar la otra belleza real de las mujeres que eran la antítesis de las modelos de Vogue.

A todos vosotros, mis queridos lectores, os recomiendo que reviséis la obra gráfica de Penn. Os dejo a continuación un enlace del Instituto de Arte de Chicago en el que podéis disfrutar de parte de la obra de este artista.



http://www.artic.edu/aic/collections/artwork/category/473
("UA-21720468-1")