Hola Alberto, te comparto mi situación y quedo a la espera de tu consejo.
Mi mujer tiene 38 años, aún está rica, es chaparrita y tiene un culo estupendo. Aquí me centro en los aspectos físicos pero también podría decirte que es una mujer maravillosa en todos los sentidos. Llevamos 17 años casados y sigo enamorado de ella como el primer día.
Desde hace año y medio mi trabajo me obligó a cambiar de residencia por lo que sólo vuelvo a casa cada quince días. Gracias al Messenger estamos conectados ya que lo usamos para charlar todas las noches.
Nuestras conversaciones, a veces, suben de tono. La distancia, Alberto, obliga a practicar otros tipos de sexo y ahora las nuevas tecnologías lo facilitan. El contenido de aquellas conversaciones me llevaron a buscar en Google información sobre cornudos y apareció tu blog. Me lo pasé genial leyendo las experiencias que recoges y me picó la curiosidad. Tomé como referencia los diez consejos que das en tu blog.
El amigo se refiere a esta entrada: 10 consejos para que tu mujer te haga un cornudo consentidor (cuckold)
Y empecé por el tercero de tu decálogo.
3.- La tienes que hacer sentir sexy. La tienes que halagar con piropos y hacerle comentarios cachondos. Un buen recurso es hacerla fotos XXX o comentarle que un amigo tuyo dijo de ella que era muy atractiva… Sigue por este camino y ya verás como sacas la zorrita que trae dentro.
En una de las fiestas de empresas a la que solemos acudir acompañados de nuestras esposas tuve ocasión de presentar a mi mujer a otros compañeros. Ya sabes como son estas reuniones y como siempre alguno de los solteros o divorciados te hace algún comentario sobre lo bella o rica que está tu mujer. Estos comentarios siempre me han llenado de orgullo y antes de leer tu blog jamás se los trasladaba a mi esposa. Después de aquella fiesta le dije por Messenger que algunos compañeros decían que era bien bella y en concreto uno me declaró “qué buen culo tiene tu esposa”. Me respondió con una sonrisa escrita seguida de un breve silencio para después preguntarme el nombre del atrevido. En esos momentos Alberto dudaba de haber hecho lo correcto. Noté cierta emoción en ella, no me preguntes como me lo trasmitió por el Messenger pero lo intuía y a continuación me soltó: “no le reclamaste por su comentario”. Le dije que no… y ella me preguntó si me había gustado el comentario. “Sí, mucho” le respondí.
A raíz de aquella plática me empezó a enviar fotos como hacía antes pero esta vez en ropa interior. En una de esas imágenes me escribió: “Para que se la enseñes a mi admirador”. Es la imagen que te acompaño en el correo y que te autorizo para su publicación. Al día siguiente le escribí que a la salida tomaría unos tragos con su admirador y le mostraría las fotos. Ella me contestó rápidamente que sólo estaba jugando.
Qué opinas Alberto.
Mi querido cornudo amigo lector, creo que debes disfrutar de estos momentos, serán irrepetibles. Siempre digo que es un juego de seducción en el cual el marido juega un papel fundamental que pronto se verá recompensado por el enrabe de su mujer a cargo de otro hombre.
Debes de ir con mucho tacto, paso a paso. Recuerda que estás en el punto tres y que te faltan siete pasos. Deberías seguirlos al pie de la letra. Ahora bien, en tu caso voy a sugerirte una apuesta arriesgada. Podrías decirle a tu compañero, a este que valora tanto a tu mujer a que te acompañe en una de tus escapadas a casa. Le avisas a tu esposa con un tiempo razonable, seguro que ella se acicala y embellece para recibirle, si no te pone pegas, creo que podrías rematar faena y ser testigo de una sensación maravillosa para un cornudo como tú: que un compañero de trabajo se folle a tu esposa. Será maravilloso te lo aseguro, yo lo he hecho en alguna ocasión y he visto la cara de placer del compañero al ver como me tiraba a su esposa.
También te recomiendo que practiques antes el arte del mamporreo por si tu compañero te pides que le eches una mano ya que nadie como tú sabe por donde puede transitar mejor el rabo en el coño de tu esposa.
Ya nos contarás.
