Mostrando entradas con la etiqueta lefada. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lefada. Mostrar todas las entradas

La primera experiencia de Sofía: “cuando acabé le di a mi marido un beso con sabor de mi corneador”



Leer con atención la primera experiencia de Sofía. No os perdáis ni una gota de los detalles.


Hola Corneador Toro

Soy Sofía. Encontré tu blog buscando por internet información sobre cornudos. Me interesaron mucho los testimonios que recoges y por eso decidí contarte mi primera experiencia. 

Tengo 34 años, rubia, buen físico como ves en las fotos. Llevamos casados diez años, no tenemos hijos. Hace tres años, mientras hacíamos el amor, mi marido empezó a sugerirme que le gustaría ser cornudo. Al principio creí que era un juego más pero como persistía me di cuenta que su propuesta era real. Nunca me había planteado practicar esta fantasía, aunque por mi cabeza aparecen situaciones sexuales de todo tipo, pero viendo que por internet era algo que parecía apetecible y después de intercambiar opiniones con amigas, me confirmaron mi disposición a hacer de mi marido un auténtico cornudo consentidor.

Eso sí, le puse mis condiciones porque yo quería manejar todo desde el principio. Le dije que elegiría al corneador y que el siempre estaría presente si el corneador y yo lo decidíamos. La verdad es que fue una imposición a medias ya que mi marido siempre que me hablaba del tema dejaba claro su afán por estar presente cuando otro hombre me follase. Cuando me vio tan decidida dudó pero yo ya no tenía dudas de lo que quería y le dije que ya estaba hablado y que sería con o sin su consentimiento. No le quedó otra que acceder, aunque yo creo que era más una pose que un rechazo sincero. 

El corneador que elegí me lo recomendó una amiga que ya había probado sus atributos. Se trataba de un macho dominante, de 40 años, buen físico, tremenda polla y muy buen cogedor según me explicó. Nos conocimos tomando un café y enseguida hubo química, aquel mismo día acordamos el encuentro. Se realizaría dos días después en nuestra casa, de noche, así se lo comuniqué a mi marido. 

El día llegó, me preparé como el corneador me había pedido, con un conjunto de tanga y corpiño que compré para la ocasión, de color negro y zapatos al tono de tacos altos. También me maquillé a su pedido. Mi esposo estaba sorprendido y me dijo lo bella que estaba. Yo le dije que me había preparado para entregarme al corneador según su pedido y que estuviera listo a satisfacer los deseos de ambos, estaba nervioso pero también muy excitado y con una erección notoria.



Llegó la hora, el corneador, Javier, tocó timbre y ordené al cornudo que lo recibiera. Le abrió la puerta y se presentó como mi marido, el corneador lo saludó sin mucho trámite y se dirigió a mí que estaba en la sala, parada, esperándolo. Hacía tiempo que no estaba tan excitada. Me felicitó por mi arreglo y sin más me ordenó sacarme mi ropa, arrodillarme y sacarle la polla para mamársela, así lo hice, bajé sus pantalones y su slip y apareció una tremenda polla de 20cm que se puso rápidamente dura, me apoyo la cabeza de su rabo en mi cara y sin más la tomé con una mano y la introduje en mi boca mamándosela con ansias. 

Mi esposo miraba excitado y quiso sacar la suya para masturbarse pero el corneador se lo impidió con una orden cortante, le dijo que se sentara y mirara como cogía mi boca y que no se tocara. Mientras tanto introducía y sacaba con buen ritmo la polla cogiéndome por la boca, yo lo agarre con las dos manos de su culo firme. Me dijo que este era el primer paso para ser su puta, que debía tragarme la corrida cuando acabara y después darle un beso a mi marido para que también degustara su leche. Asentí con la cabeza sin sacármela. Javier miró al cornudo y le dijo que a partir de ese momento era el macho de su mujer y le ordenó que quería escuchar de su boca la aceptación de su condición de cornudo sumiso, mientras tanto me ordenó sacarla y que le lamiera sus huevos mientras apoyaba su verga en mi cara. El cornudo dudó pero enseguida se sometió a la mirada fija del corneador y le dijo que aceptaba su papel de cornudo sumiso y a el de corneador. Javier sonrió y dirigiéndose a mí dijo que como buena puta abriera la boca para recibir su leche así lo hice mirándolo a los ojos y empecé a recibir un buen chorro de leche en toda mi cara y pelo, a continuación me metió la verga en la boca para terminar de acabar la lefada. 

Cuando terminó me ordenó que besara al cornudo como me había dicho. Me incorporé y fui hacia mi esposo, le di un gran beso en la boca con gusto a leche de mi corneador. Sin rechistar, más bien con placer, aceptó los restos de lefa de Javier. Yo estaba completamente fuera de mi,  cachonda por aquella situación. El corneador sonrió y nos dijo a ambos que yo ya era su puta. Se retiró y quedamos los dos muy excitados, mi marido se masturbó, corriéndose al poco tiempo. Pasada la excitación del momento, mi marido me dijo que esperaba con ansias el próximo encuentro. Yo también lo esperaba y me sentía contenta por la experiencia vivida y por haber elegido bien a mi primer corneador. Así fue mi primera experiencia, inolvidable, por eso quería compartirla contigo. 

Sofía 


Gracias Sofía, y por eso yo la comparto con todos nuestros queridos lectores. Nos quedamos con las ganas de saber cómo fue la segunda, la tercera….

Una morena de pelo negro, labios rojos y piernas largas


Tenemos el placer de ofreceros unas imágenes y unas declaraciones al blog de una pareja amiga. Prefieren mantener el anonimato de sus nombres, así nos contestan con mayor sinceridad. Sus nombres para nosotros son Eros y Felina. Podemos decir que se encuentran en la cuarentena, esa maravillosa edad, y los podemos situar en el norte de España. Digo esto porque a Felina le encanta leer los comentarios que envían sobre sus fotos y si alguno de estos comentarios le "impactan y llenan" de manera adecuada, seguro que hay respuesta por su parte.


Desde luego, el calificativo de felina describe a la perfección la belleza y la elegancia de esta mujer, un placer verla y contemplarla en acción. Tengo que reconoceros que a mí me vuelven loco las morenas de pelo negro, labios rojos y piernas largas. 

Atención a la perfección de su culo, si resulta un placer verlo es fácil imaginar cómo será disfrutarlo. Por cierto, Tampoco se puede pasar por alto sus labios con carmín y la imagen pezonera que delata un grado de excitación máximo. 


Alberto Toro.- Tengo que reconocer públicamente que tu mujer es una belleza. No hay más que ver sus fotos para sentir la sensualidad que trasmite, su elegancia, su atractivo natural. Felicidades. ¿Podrías explicarnos cómo es el placer que sientes al mostrar a tu mujer en actitud sensual ante otros hombres y mujeres?
Eros.- Indescriptible... mi nivel de excitación es increíble, viendo a semejante belleza demostrando y exhibiendo su poderío.


Felina, en qué momento de vuestra relación de pareja dais el paso para llegar al juego del exhibicionismo.
Felina.- Desde siempre me ha gustado salir provocativa, sobre todo por la noche, de día con la rutina voy más normal... como es lógico las situaciones son distintas. Un día mi marido me hizo fotos y me gustó, disfrutamos mucho con su publicación y sobre todo con el hecho de que las puedan ver muchas personas.


Está va para los dos. Está claro que obtenéis un gran placer posando y dejando constancia en fotos, pero ¿habéis dado un paso más, os gusta exhibiros en público?
Eros.- De momento como hemos dicho antes, solo en fotos pero cuando salimos si nos gusta sugerir, mostrar un buen escote que llame la atención, llevar una falda más corta de lo normal y muy ceñida, enseñar el final de una media, tacones altos… Es un placer exhibir y ver la cara de los que ven.


¿Cuál o cuáles han sido las situaciones más excitantes de vuestro sexo en público?
Eros.- Una vez haciéndolo en el baño de una cafetería había una señora que quería entrar, y en lugar de cortarnos nos excitamos más, mi mujer gemía y gritaba, imagino la cara de la señora jajaja.


¿Felina, la exhibición te supone un punto de excitación que acrecienta el placer sexual?
Felina.- Simplemente me gusta que me vean y digan que estoy buena y deseable, eso ya me excita, me pone la respuesta de los ojos que me ven y las palabras que a veces me dedican.



A tu mujer le sienta fenomenal la lencería y no digamos esos zapatos con supertacones. Quién elige esas prendas.
Eros.- Lo cierto es que es ella la que elige y creo que lo hace muy bien. ¿No te parece?


Felina, muchas de esas fotos te muestran comiéndote un buen rabazo. Te voy a hacer una pregunta muy íntima, ¿te gusta provocar, exhibirte con lencería, calentar… para luego recibir como recompensa la comida de un buen pollón?
Felina.- Me encanta el sexo. Y te puedo asegurar que una de mis virtudes en el sexo es chupar muy bien una buena polla. Me gusta, mi excitación va a más según lo hago… y disfruto al máximo cuando recibo un buen chorro de leche en mis labios.


Me consta que te gusta que te lefen la cara. No hay más que verte. Eros y Felina, muchas gracias por vuestra colaboración y por vuestras imágenes.


Ahora, los comentarios.











("UA-21720468-1")