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Marce, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías ¿puedes esperar ahora fuera? me pone violenta que estés aquí

Siempre os hemos dicho que no hay que glorificar en demasía la fantasía de "cornudo consentidor y testigo de la cornada". Así como os recomendamos que jamás presionéis a vuestras esposas a que hagan algo que no quieren, también os decimos a los aspirantes a cornudos que debéis estar seguros del paso, hay que llevarlo con calma. "Ante todo, mucha calma".
En esta entrada nuestro amigo Marce nos narra en primera persona una relación que el buscó pero que luego no cumplió sus expectativas. Ahora bien, yo creo que sí leemos entre líneas no os quedará duda de que el amigo Marce volverá a repetir y seguramente hará de mamporrero. A veces las cosas no son como te las imaginas, si no mejor.
Y, por favor, no seáis tacaños con los comentarios... seguro que le ayudan mucho a Marce y a su esposa Anabel.

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Os envío mi historia sobre unos deseados cuernos consentidos, que se convirtieron en unos no deseados.
Espero vuestra opinión. Un saludo.
Marce.


Hacía más de dos años que lo estaba intentando y al fin, mi mujer accedió. Contactamos con un chico a través de este blog. 

Esa noche mi esposa iba a ponerme los cuernos. El chico llegó puntual. No me pareció bien quedar en ningún hotel y lo hicimos por la tarde en nuestra casa. 

Mi esposa ya estaba preparada, recién bañada. El chico llegó y saludó. Era muy educado. 

Sobre todo, nada de humillación ni nada de eso, ¿eh? le dije, eso sí que no me gusta.  No te preocupes me contestó tampoco me gusta mucho a mí, a no ser que me lo pidan. 

Mi esposa estaba muy nerviosa. Llevaba la braguita y el sujetador y comencé a masturbarla despacio. Poco a poco se iba calentando y el chico fue desnudándose y tocándose un poco.


Mi mujer se quitó el sujetador y cuando el chico vio como ese sostén de la talla 110 caía y las preciosas tetas de mi esposa se descubrían, tuvo una erección de caballo fue entonces cuando empezó a ponerse el preservativo. Yo, me sentí un poco raro… 

Se acercó a mi esposa y preguntó. ¿Estáis seguros, verdad? Como es la primera vez. Mi esposa no dijo nada, yo le dije que sí, que adelante. 

Le acercó la punta del capullo a su raja y se la metió muy despacio. Mi mujer suspiró. 

El chico le había metido unos 10 centímetros, más o menos, y bombeaba muy despacio mientras acariciaba a mi esposa. Ella estaba nerviosa, pero se dejaba hacer. 

El le hablaba susurrándole. ¿Estás bien? Le dijo. Sí, muy bien, le contestó Anabel. Todo entre susurros. 

Era como si yo no estuviese allí y me sentí un imbécil, pero bueno, era a lo que venía el chico, para eso le había llamado ¿no? 

El chico seguía bombeando muy suavemente y mi mujer comenzó a jadear un poco. Voy a metértela entera, le dijo el chaval a mi mujer. Ella no dijo nada y el, sin dejar de bombear, fue metiéndola un poco más hasta que le metió el rabo por completo. 

Ahora sólo la sacaba un poco, unos tres centímetros, y la volvía a meter hasta los huevos. Le estaba practicando una penetración muy profunda. Anabel comenzó a gemir. 

Al cabo de un rato, al fin se percataron de que yo seguía allí y el chico preguntó: ¿Quieres que me corra dentro, o me quito el preservativo y acabo en sus tetas? 

¡Hombre, no jodas¡ le dije yo, “córrete en el condón pero fuera de ella, a ver si se va a reventar la goma, jodemos el invento y me la dejas preñada”. Vale, vale, me dijo él. Mientras, las tetas de mi esposa se movían como flanes, arriba y abajo. Bombeó unos segundos más, sacó la polla de dentro de mi mujer, se pegó un par de sacudidas y llenó el condón. 

Mi esposa se quedó algo insatisfecha, lo noté. 

¿Qué hago con esto? me dijo. Trae, que lo tiro, y me llevé el condón a la basura. El hijo puta este saca casi el doble de leche que yo, pensé.

"Me sentía como un gilipollas"
Me quedé un rato en la cocina, sin saber qué pensar. Si os digo la verdad, la experiencia no me estaba gustando. Me sentía como un auténtico gilipollas. Me lavé las manos y torné al cuarto para despedirme del chico y decirle que ya valía por hoy. Pero joder, cuando entré, contemplé como el muy cabrón ya se estaba poniendo otro condón. 

Cariño, me dijo mi esposa, ya has visto lo que querías, ¿puedes esperar ahora fuera? Es que me siento muy violenta. Joder, y me salí del cuarto cerrando tras de mí. 



Qué mal rato, me cago en la puta. Además, no oía nada, no sé qué cojones estarían haciendo. Al cabo de unos minutos Anabel comenzó a gemir de nuevo y las embestidas del chaval se escuchaban perfectamente “plas, plas, plas, plas” ahora el muy cabrón la estaba follando a saco, como un animal. El somier chirriaba como si fuese a partirse y mi esposa rebuznaba como una burra. 

¡Me cago en la puta! me dije a mi mismo, no me he acordado de recordarle al cabrón este que se corra fuera del coño. Estuve apunto de entrar un par de veces, pero me quedé fuera, no quería quedar por más gilipollas de lo que era. 

El cabronazo pegó un par de gritos y se corrió. Mi esposa gritaba con él. Joder, seguro que se ha corrido dentro, será hijoputa. Salió y se fue al baño. Entré al cuarto y mi esposa estaba completamente despatarrada. El hijoputa había vuelto a llenar el condón. 

Salí al recibidor a despedirlo todo lo dignamente que pude. Llamadme cuando queráis, me dijo, y añadió “tu mujer es estupenda, espero haberla dejado satisfecha". Sí hombre, no te preocupes. 

Cuando volví al cuarto no sabía que decir a mí esposa y opté por: ¿Te ha follado bien? Sí, bien, me respondió Anabel. ¿Te has quedado a gusto? Tras un breve silenció, me dijo, “sí, sí… muy bien”. 

Estuvimos un minuto sin hablar y al fin le pregunté: ¿Se notaba mucho que la tenía más larga que yo? No, no me he fijado (joder, me estaba mintiendo) 

Y, ¿te ha dado mucho gusto cuando te la metía tan hondo? Bueno, normal, me contestó (Dios, no me lo dice para no herirme, se le nota) 



Nos echamos a dormir. Yo tuve que levantarme dos veces a masturbarme, pero me encontraba fatal. Pasaron unas semanas y no volvimos a hablar del tema, hasta que un día le pregunté: “Oye, ¿cuando yo estaba fuera del cuarto, el cabrón no se correría dentro de ti? A lo que me respondió, “chico, no pasa nada, llevaba preservativo”. Pensé, “me cago en la puta, le digo que no lo haga y en cuanto salí fuera el hijoputa hizo lo que le salió de los cojones”. No paro de pensar en que sí se llega a joder el condón y mi mujer se queda preñada, sería su responsabilidad por consentirlo. 

No creo que repitamos la experiencia pues sinceramente no me ha gustado nada. Os comento esta historia para que me digáis si a alguno de vosotros le ha pasado algo parecido. 

La conclusión que saqué es que vino un tío a mi casa, se metió en mi cama, le echo un par de polvazos a mi mujer, que a sus cuarenta años está buenísima, y se marchó. Y lo peor de todo es que yo le había llamado para ello. 

A veces las cosas no son como te las imaginas.

Chico de Pozuelo aspirante a cornudo busca corneador (Segunda Parte)




Con los siguientes correos de Luis Carlos (chico de Pozuelo) terminamos esta primera serie en la que nos cuenta el inicio del proceso de emputecimiento de su novia, Laura. Me pide ayuda y me ruega que le busque un corneador que crea puede satisfacer sus expectativas y, sobre todo, las de su novia. Así que ya sabéis, si queréis formar parte de la vida de esta pareja madrileña sólo tenéis que leer sus correos y si os consideráis capaces del reto escribir a corneador.toro@gmail.com


Ayer tuve ocasión de tener una charla con ellos y tengo que reconocer que la chica merece la pena aunque dudo, en un principio, que esté dispuesta a cumplir todos los objetivos de Luis Carlos. Ahora bien, por si me equivoco, les he dicho que me ofrezco de padrino para lo que venga y es que Luis Carlos sigue empeñado en que alguien preñe a su novia.

Espero seguir de cerca esta experiencia y que Luis Carlos nos envíe su testimonio para que todos vosotros, queridos lectores y lectoras, lo podáis disfrutar.



(CORREO 3)


Hola Alberto

Es fantástico leerte, leer tus consejos y aportaciones que tanto me ayudan y que, estoy seguro van a ser fundamentales para llevar este proceso a buen puerto, y puedes estar seguro que cuando llegue el momento de la primera experiencia, mi recuerdo será para tí ya que creo que tu papel va a ser muy importante en esta aventura.

Agradezco las palabras que me dedicas. Soy de la opinión de que no puede existir duda alguna antes de iniciar el emputecimiento de la pareja, y también creo que es muy importante la mentalización del consentidor y el asumir su rol y su papel, que es el de espectador de la vida sexual de su reina.

Estoy iniciando, como sabes, todo el proceso. Mi intención es comenzar a frecuentar sex shops e introducirla en la temática cornuda a través de videos, fotos, etc. También he pensado en acudir con ella de compras y comprarla minifaldas, pantalones muy muy cortos y ropa sexy en general para que así vaya aprendiendo a exhibirse y se vaya acostumbrando a ser observada con deseo. Es este un punto en el que sí necesito de tus consejos ya que opino que si conseguimos sacar de ella que empiece a gustarla exhibirse y provocar tenemos mucho conseguido y así empezaremos a sacar la puta que lleva dentro, y es que Alberto eso es algo que tengo clarísimo: lleva dentro una puta que si sabemos educarla y enseñarla, sacará plenamente. También he pensado en llevarla a un club swinger pero no sé qué te parecerá esto último. Hablamos muchísimo de sexo y, como te dije, eso está enriqueciendo nuestra relación. Me gustaría saber si debo tocar en esas conversaciones ciertos temas y si, en los momentos de pasión, debo nombrárselo.

También me gustaría que me aconsejaras que criterios seguir a la hora de elegir corneador ya que esto es algo en lo que estoy un poco perdido.

Te agradezco nuevamente tu labor

Un cordial saludo

Luis Carlos






(CORREO 4)

Hola Alberto,

Siguiendo tus indicaciones, ayer por la tarde estuvimos en un sexshop. Me llamó la atención lo suelta que fue Laura a la tienda y la familiaridad que mostraba con alguno de los productos que se exponían, especialmente las pollas de plástico que en hilera tapaban toda una pared. Al final no compramos nada pero pudimos disfrutar de cómo muchos de los hombres que circulaban por la tienda nos echaban miradas cómplices como si supieran que estábamos en pleno proceso del emputecimiento de Laura. Un señor mayor, de unos sesenta años, no nos quitaba ojo, sobre todo a Laura y eso que no iba muy provocativa, una camiseta ajustadita y una faldita vaquera corta. Tengo que reconocerte que me llevé un calentón imaginando como el viejo la metía en una de las cabinas, cerraban la puerta y la sobaba hasta hacerla correr. Me faltó valor para proponérselo pero no descarto llevar a cabo esta fantasía, ya me dirás que te parece.

Después del sexshop nos fuimos al Corte Inglés, concretamente al de Princesa. Me cuesta mucho que Laura se vaya liberando y se incline por vestir ropas provocativas. Al menos, no rechazó que fueramos a zapatería y que se probara algunos zapatos con tacones que tanto me gustan. Al lado había una pareja madura, la mujer se estaba probando zapatos y el tío no hacía más que dar vueltas, cuando vio como Laura se abría ligeramente para probarse sus zapatos se paró en seco y sin cortarse se plantó delante nuestro. Laura no era consciente y no hacía más que probarse, levantarse, mirarse en el espejo sin darse cuenta que aquel hombre no quitaba ojo. Como podrás imaginar, la faldita corta ayudaba a que cada movimiento Laura mostrase a aquel señor el triangulito de su tanga. Creo que Laura va a tener mucho éxito con los hombres maduros. La situación se cortó cuando la mujer de aquel hombre se dio cuenta de lo que hacía su marido y salieron discutiendo de allí. Laura no paró de reírse al darse cuenta de la situación. Son estas situaciones las que me confirman que Laura lleva una puta muy guarra dentro de ella. A veces pienso que Laura ya me ha coronado en más de una ocasión con unos buenos cuernos. ¿Tú qué opinas?

Salimos del Corte Inglés y nos fuimos al intercambiador de Moncloa para coger el autobús de Pozuelo. Durante todo el trayecto estuvimos hablando de todo lo que habíamos vivido. No te puedes imaginar el placer que sentía hablando con Laura de todo y comprobando como ella muestra cada vez una actitud más abierta. Noto que Laura va cogiendo más confianza y que empieza a disfrutar de estas situaciones, espero que cuando llegue el momento de que un corneador entre en nuestras vidas disfrute aún más.

Siguiendo tus consejos seguiré hablando con ella y cuando crea que sea el momento lo consultaré contigo para dar el gran paso y que un corneador cumpla con su papel en mi presencia.

Gracias por tu atención y tus consejos.

Un cordial saludo

Luis Carlos


(CORREO 5)

Hola Alberto

Perdón por el retraso. Por circunstancias no he podido escribirte antes. Hemos seguido hablando y creo que ahora es el momento de dar el paso e ir más alla. Abusando de tu confianza y siendo como eres conocedor de toda la historia te ruego me recomiendes a algún corneador que conozcas y que sea de confianza. Ya sabes que en un principio pensaba en un chico de nuestra edad pero después de leer tus consejos y experiencias me inclino por un hombre maduro, con experiencia y capaz de liderar la situación. Yo sé que me toca el papel de mirón servil, también sé que Laura una vez metida en faena estará al nivel. Estoy deseando que llegue el momento y sobre todo que después de que el corneador la haya follado bien, quedarme a solas con ella y experimentar esa situación: mi novia follada, con leche por todo su cuerpo y yo como cornudo consentidor. En ese momento sabré si Larua irá más allás en su proceso de emputecimiento o tendremos que cortar esta experiencia.

Necesito tu consejo y necesito que me recomiendes a algún corneador para que todo salga como yo quiero. A mi me encantaria contar con, al menos, un corneador de plena confianza; mi intención es verla realizar todo tipo de perversiones con cualquier hombre o grupo de hombres, pero también me gustaría que tuviera un macho corneador que ella viera como su hombre, con el que esté dispuesta a realizar cualquier práctica, incluso, con mucho tiempo, no sé si recuerdas que valoré la posibilidad de que la dejara embarazada (sí, ya sé que esto es muchísimo, pero soñar es gratis ¿no?)

Espero tu correo y te dejo mi teléfono para que me llames XXXXXXXX. Me gustaría hablar contigo para que dijeras como puedo planteárselo para que no la coja por sorpresa, para que digas si me ves lo bastante mentalizado para ser un cornudo consentidor y, lo más importante, para que me digas cuál es el corneador que has elegido.


Agradezco tu ayuda Alberto

Quedo a tu disposicion

Luis Carlos






CONTINUARÁ... SI LUIS CARLOS Y LAURA QUIEREN....








Chico de Pozuelo aspirante a CORNUDO (Primera parte)


Después de meditarlo mucho y de tener autorización he decidido hacer públicos una serie de correos que un chico de Pozuelo me ha estado enviando en las últimas semanas. 

Siguiendo las reglas de este blog sólo publicamos testimonios, experiencias, fotos, videos de los que tenemos autorización de sus protagonistas y después de comprobar la veracidad de la historia. Requisito que hemos cumplido a rajatabla con este testimonio. 

Os advertimos que el testimonio puede ser duro para neófitos y para las parejas que pueden estar pensando en meterse en este mundo “cuckold” y aún tengan dudas, sin embargo, los que ya tenéis experiencia de corneadores o cornudos consentidores disfrutaréis del testimonio y pronto os convertiréis en cómplices de sus protagonistas. 

No tenemos fotos en este caso por eso hemos recurrido a unas conocidas ilustraciones que circulan por facebook y otras web y que son de libre uso y cuyo origen es hotwiefesonline una interesante web que os recomendamos visitéis. Para esta experiencia creo que ilustran a la perfección el contenido del testimonio. 

Para los lectores/as que queráis contactar con chico Pozuelo podéis enviar correo de presentación y demás a corneador.toro@gmail.com

Os recomiendo una lectura detenida del mismo seguro que podéis encontrar mucho placer en ella. Por último, otro favor, estamos buscando a algunos corneadores “sinceros” para hacerles una entrevista, si alguno de vosotros quiere contar, en primera persona, su experiencia… lo mismo, escribir a corneador.toro@gmail.com


(CORREO 1)

Hola buenos días

En primer lugar felicitarte por la página de blogspot. Me parece sencillamente genial para todos aquéllos que nos consideramos cornudos y un buen lugar para compartir experiencias, deseos, inquietudes, etc.

Desde hace bastantes meses estoy buscando hombre/s para mi pareja con la esperanza de que me haga cornudo. Ella está, en principio dispuesta, pero con el tiempo, documentándome sobre el tema, leyendo historias, viendo videos, he comprendido que no me basta simplemente con verla follar con otros hombres, sino que mis deseos van más allá. Dobles penetraciones, orgías en las que ella sea la única mujer, estar con hombres negros, lluvias, ser esclava de otros hombres, e incluso, por muy fuerte que pueda parecer, lei en varios foros el deseo de otros compañeros consentidores de ver a su mujer preñada por otros y me llamó especialmente la atención. Claro, no es lo mismo decirla a tu pareja que quieres verla con otros hombres a exponerla todo esto o, directamente, decirla que quieres emputecerla.

De cualquier forma sí agradecería consejo / ayuda, para ir logrando mi propósito; para que mi pareja pase de ser una chica normal, en ocasiones tímida y recatada, a convertirse en una zorra cuyo eje de vida sea el sexo.

Me es de grandísima ayuda el decálogo que colgaste en el blog y espero pronto poder darte novedades al respecto.

Te iré informando de la evolución del proceso y espero conseguir emputecerla plenamente.

Recibe un cordial saludo y quedo a la espera de tu respuesta
Luis Carlos 



(CORREO 2)

Alberto

Un millón de gracias por contestar mi correo y por tus palabras que tanto me animan para hacer todo lo posible por conseguir mi objetivo. Puedes estar seguro que, al menos para mi, el blog es una auténtica referencia y la más valiosa de las herramientas de trabajo de cara al Emputecimiento de Laura, que aSi es como se llama mi reina.

Puedes estar seguro que el decálogo es para mi toda una referencia y una lectura obligada de cabecera y estoy seguro que, los consejos que en el aparecen, me serán de gran ayuda.

Efectivamente, y tras mucho mucho mucho pensarlo, tengo muy claras mis intenciones, deseos y objetivos a lograr, que no son otros más que el total y absoluto Emputecimiento de Laura, por dos motivos:

El primero porque tengo totalmente asumido mi rol, lo que soy, cornudo, y me siento orgulloso de identificarme así, no me avergüenzo de ello sino todo lo contrario. Quiero ser un mero espectador en la vida sexual de Laura.

Y el segundo de los motivos es que considero que ella es una zorra en potencia, una chica que únicamente necesita un empujón para abrirse y soltarse plenamente y así alcanzar su máxima plenitud, personal y sexual, como auténtica zorra entregada en cuerpo y alma al disfrute del sexo y a ser plenamente usada por cualquier hombre o grupo de hombres.

Y he ahí que eso es lo que busco; la ayuda y el consejo necesario para ese empujón.

Estoy deseoso de iniciar este proceso, esta llamémosle educación para ella, pero también quiero ir con pies de plomo ya que cada paso quiero que seap en firme. Efectivamente ella está dispuesta a probar a otros hombres, si bien desconoce que mi intención es convertirla en toda una zorra, y ahí necesito consejo.

Todo lo que necesites saber sobre ella te lo diré. Tiene 21 años, es una apasionada del sexo, si bien es una temerosa de probar, por ejemplo, el sexo anal. Su cuerpo es muy bonito; mide 1.65, 50 kgs., talla 85, buen culo y buenas piernas. Le cuesta exhibirse y provocar y eso es algo que me encantaría cambiar. Es algo recatada pero, con ese empujón del que te hablo, se que se abrirá, estoy seguro de ello. Hay que ir paso a paso, lo sé, pero mi intención, como te decía en mi anterior correo, es convertirla en una zorra sin límites ni tabúes.

Te decía que tengo muy clara mi intención de convertirme en un cabrón consentidor, pero a pesar de ello, imagino que también debo realizar una especie de mentalización psicológica de cara a lo que la veré practicar; también en este ámbito me gustaría conocer tu opinión.

Se muy bien Alberto que los cuernos unen. Desde que Laura y yo comenzamos a hablar de todo esto ha aumentado mucho nuestra confianza y nuestra relación se afianza cada vez más ( llevamos juntos cuatro años) por eso creo que la tuya es una grandísima labor.

Quedo a la espera de tu respuesta no sin antes agradecerte nuevamente tus atenciones.

Recibe un abrazo

Luis Carlos



 





CONTINUARÁ.....
("UA-21720468-1")